Este documento describe el surgimiento del debate sobre el terrorismo luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Explica que inicialmente se lanzó una guerra militar contra el terrorismo, pero luego los funcionarios reconocieron que era necesario abordar el problema de manera más amplia. El libro se enfoca en mostrar que la única forma de combatir el terrorismo es a través de la paz, la tolerancia y el amor, basándose en las enseñanzas del Corán, la Biblia y las tradiciones del Profeta Muhammad.
Solo el amor puede derrotar al terrorismo. spanish. español
1.
2. A C E R C A D E L A U T O R
El autor, que escribe bajo el seudónimo HARUN YAHYA,
nació en Ankara en 1956. Tras completar la educación
básica y secundaria en esta ciudad, estudió artes en la
Universidad Mimar Sinan de Estambul y filosofía en la
Universidad de Estambul. Desde el decenio de 1980 pub-
licó muchos libros sobre cuestiones políticas, científicas
y relacionadas con la fe. Muy apreciados en todo el
mundo, han servido para que muchos recuperen su fe
en Dios y para que otros tantos la profundicen. Los tra-
bajos de Harun Yahya llaman a todos sus lectores, independientemente de su
edad, raza o nacionalidad, a que se centren en ampliar su visión, en animarse a
pensar sobre una serie de cuestiones decisivas --como la existencia de Dios y el
hecho de que El es Uno-- y en vivir según los valores que El ha determinado para
todos nosotros.
E
n el 2001 fueron estrellados aviones a reacción contra las Torres Gemelas
del Centro de Comercio Mundial en Nueva York y contra el Pentágono,
que mataron e hirieron a miles de personas. En los días que siguieron a
esos atentados --totalmente inesperados como método dirigido contra el único
superpoder mundial-- se empezó a debatir en todo el planeta el concepto de ter-
rorismo. Una atmósfera de horror y pánico fue tomando cuerpo, especialmente
en Norteamérica, pero no por mucho tiempo: enseguida todos se empezaron a
preguntar cuál sería la mejor manera de combatirlo.
Apenas Norteamérica se recuperó del estremecimiento del 11 de septiembre,
se unió a otros países para lanzar una guerra en todo el mundo contra esa peste.
Pero luego de empezada la misma, los funcionarios de tan poderosa coalición
declararon públicamente que no era suficiente combatirla sólo en el campo mil-
itar. ¿Cómo se debería encarar la lucha contra el terrorismo?
Este libro se enfoca sobre la única manera en que puede lograrse eso: por
medio de la paz, la tolerancia y el amor. Todas las religiones que Dios envió por
medio de Sus mensajeros son guías provechosas. Basándonos en el Corán y en la
Biblia (aunque ésta ha sido distorsionada en parte), aquí ofrecemos ejemplos de
que cada una de las tres religiones divinas prohíbe el uso de la violencia injusta.
También se muestra que el único camino para combatir el terrorismo es recom-
poner los fundamentos a través de los cuales se puedan inculcar los conceptos de
amor, afecto, compasión, humildad, perdón, tolerancia y justicia, propios de la
moral de la religión, en consonancia con el versículo que dice, Dios invita a la
Morada de Paz... (Corán, 10:25). Los afortunados que logren esa moral serán
quienes se esforzarán al máximo para construir un mundo lleno de amor y
sosiego.
3.
4.
5.
6. w w w . h a r u n y a h y a . e s - w w w . e s . h a r u n y a h y a . t v
w w w . h a r u n y a h y a . c o m - w w w . e n . h a r u n y a h y a . t v
AL LECTOR
Se ha asignado un capítulo especial al colapso de la teoría de la evolución,
puesto que esta teoría constituye la base de todas las filosofías anti-espiritua-
les. Dado que el Darwinismo rechaza el hecho de la creación y, por lo tanto, la
existencia de Dios, durante los últimos 150 años ha provocado que muchas
personas abandonen su fe y caigan en el escepticismo. Es por lo tanto, un
servicio imperativo, un deber primordial mostrar que esta teoría es un engaño.
Debido a que algunos lectores pueden llegar a tener la oportunidad de leer
solo uno de nuestros libros, creemos que es apropiado dedicarle un capítulo
especial a resumir este tema.
Todos los libros del autor explican temas relacionados con la fe a través de
versículos coránicos, e invitan a los lectores a aprender la palabra de Dios y
vivir de acuerdo a ella. Todos los temas que conciernen a los versículos de
Dios están explicados a fin de no dejar lugar a escepticismo u otras preguntas
en el lector. El estilo fluido, y simple de los libros asegura que cualquier per-
sona, de cualquier edad y de cualquier grupo social pueda comprenderlos fá-
cilmente. Gracias a su narrativa efectiva y clara, pueden ser leídos de una sola
vez. Incluso aquellos que rechazan rigurosamente la espiritualidad son in-
fluenciados por los hechos que estos libros documentan y no pueden refutar
la verdad de sus contenidos.
Este y todos los otros libros del autor pueden ser leídos individualmente, o
discutidos en grupo. Aquellos lectores que quieran sacar más provecho de
los libros descubrirán que las discusiones son muy útiles, dándoles la oportu-
nidad de relacionar sus reflexiones y experiencias con las de otras personas.
Además, contribuir con la publicación y lectura de estos libros será un gran
servicio para el Islam, ya que fueron escritos con el solo propósito de compla-
cer a Dios. Los libros del autor son extremadamente convincentes. Por esta
razón, para comunicar la verdadera religión a otros, uno de los métodos más
efectivos es alentarlos a leer estos libros.
Esperamos, que el lector lea las críticas de las otras obras del autor en la con-
tratapa de este volumen. Su rica fuente de material sobre temas relacionados
con la fe es muy útil y un placer leerlos.
En estos libros, a diferencia de otros, no encontrarán: las opiniones persona-
les del autor, explicaciones basadas en fuentes no confiables, frases que no
guarden respeto ni reverencia a temas sagrados, ni argumentos pesimistas y
sin esperanzas que creen dudas en la mente y desviaciones en los corazones.
8. El autor, quien escribe bajo el seudónimo de HARUN
YAHYA, nació en Ankara en 1956. Completó sus estudios pri-
mario y secundario en esa ciudad y luego cursó Bellas Artes
en la Universidad Mimar Sinan de Estambul y Filosofía en la
Universidad de Estambul. A partir del decenio de 1980 ha
publicado muchos libros sobre política, temas relacionados
con la fe y con las ciencias. El haber escrito obras muy impor-
tantes que ponen al descubierto la impostura de los evolu-
cionistas, la invalidez de sus suposiciones y la tenebrosa
vinculación entre el darwinismo y las ideologías sanguinarias
como el fascismo y el comunismo, lo han hecho una persona
muy conocida.
La obra de Harun Yhaya, traducida a 72 idiomas distintos,
abarca más de 55.000 páginas y 40.000 ilustraciones.
El seudónimo del autor está constituido por los nombres
‘Harun’ –Aarón-- y ‘Yahya’ –Juan--, en memoria de ambos
Profetas, quienes lucharon contra la infidelidad. El sello sobre la
cubierta de los libros tiene un carácter simbólico y está vinculado
a sus contenidos: representa al Corán (la última escritura) y al
Profeta Muhammad, el último de los profetas. El propósito que
anima al autor, bajo la guía del Corán y de la sunnah (literalmente
significa: costumbre, práctica, uso, tradición), es refutar cada uno de
los pilares fundamentales de las ideologías ateas, al punto que
quienes argumentan en contra de la religión se queden mudos, sin
saber qué decir. El sello del último de los profetas, quién obtuvo la
sabiduría en su más elevado nivel y la perfección moral, es usado por
Harun Yahya como un signo de la intención que lo anima frente a los
que repudian la creencia religiosa.
Todos los trabajos del autor se centran en un objetivo: comunicar
el mensaje del Corán, animar a pensar sobre las cuestiones
básicas relacionadas con la fe (como la presencia de Dios,
Dios Uno y el Más Allá) y poner al descubierto los funda-
mentos endebles de las ideologías pervertidas de los sis-
temas ateos.
Los lectores que disfrutan de los escritos de
Harun Yahya son muchos y están en todo el mundo:
desde la India a USA, desde Inglaterra a Indonesia,
desde Polonia a Bosnia, desde España a Brasil,
desde Malasia a Italia, desde Francia a Bulgaria y
Rusia. Algunos de sus libros están disponibles
en inglés, francés, alemán, castellano, ital-
iano, portugués, urdú, árabe, albanés,
9. chino, swahili, hausa, ziveji (hablado en Mauritania), ruso, serbo-croata (bosnio),
polaco, malayo, uygur, turco, indonesio, bengalí, danés y sueco.
Estos libros han servido como un instrumento para que muchas personas re-
cuperen su fe en Dios y para que otras profundicen el discernimiento sobre su cer-
tidumbre religiosa. La lógica que poseen, junto a su fácil comprensión y bello estilo,
dan a estos trabajos un toque de distinción que conmueve a cualquiera que los lee o
estudie. Dado que sus planteos son inobjetables, los escritos se caracterizan por su
efectividad inmediata, los resultados definidos y la imposibilidad de refutarlos. Es
muy difícil que quienes los lean con atención puedan seguir defendiendo con sin-
ceridad la filosofía materialista, el ateísmo o cualquier otra ideología o doctrina per-
vertida. Y aunque sigan en alguna de esas posiciones negativas, lo harán solamente
por motivos sentimentales, puesto que el autor las destruye desde sus mismas
raíces. Todos los movimientos que niegan la religión quedan desde ahora derrota-
dos ideológicamente gracias al conjunto de trabajos escritos por Harun Yahya.
No cabe ninguna duda de que las características de esos libros son el producto
de la sabiduría y lucidez del Corán. El autor sólo intenta servir como un modesto
medio en la búsqueda, por parte de la gente, del sendero recto de Dios. Con la pub-
licación de estos trabajos no se persigue ningún beneficio material.
Considerando lo dicho, quienes animan a otros a leerlos prestan un servicio
muy importante, pues “abren los ojos” y guían para ser más devotos servidores de
Dios.
Asimismo, sería injusto perder el tiempo y energía difundiendo otras obras
que confunden, conducen al caos ideológico y no sirven para remover las dudas del
corazón de los individuos.
Está claro que un libro que se dedica a hacer sobresalir la capacidad literaria
del autor antes que apuntar a impedir que la gente pierda la fe religiosa, no podrá
tener un gran efecto.
Quienes dudan de que eso sea así, pueden ver fácilmente que el único objetivo
que persiguen los libros de Harun Yahya es superar la incredulidad y diseminar los
valores morales del Corán. El éxito e impacto de este servicio se manifiesta en la con-
vicción que adquieren los lectores.
Hay algo que debería tenerse en cuenta: la principal razón para que continúen
la crueldad, los conflictos y los grandes atropellos que sufre la mayoría de la
población, estriba en el dominio ideológico de la incredulidad. Dicha situación
puede finalizar solamente con la derrota ideológica de la misma, haciendo conocer
las maravillas de la creación y la moralidad coránica de modo que se viva según
ésta. Teniendo en cuenta la situación del mundo de hoy día, que conduce a la gente
a una espiral de violencia, corrupción y enfrentamientos, la tarea de moralización
indicada debe hacerse con premura y de manera efectiva, pues de otro modo puede
ser demasiado tarde.
No es exagerado decir que el conjunto de escritos de Harun Yahya ha
asumido esa tarea primordial. Si Dios quiere, estos libros serán un medio a
través de los cuales los seres humanos del siglo veintiuno obtendrán la paz,
la justicia y la felicidad prometidas en el Corán.
10.
11. INTRODUCCION ..............................................................................10
EL SANGRIENTO SALDO DE VICTIMAS
PRODUCIDO POR EL TERRORISMO........................................20
LAS IDEOLOGIAS ATEAS Y EL INCREMENTO
DEL TERRORISMO ..........................................................................34
SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR
AL TERRORISMO ............................................................................48
UN LLAMADO A LA PAZ: LA TOLERANCIA Y LA
MORAL APROPIADA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Y EN EL NUEVO TESTAMENTO ..............................................94
LA MORAL SUPERIOR
DEL PROFETA MUHAMMAD (bp)..............................................128
LAS SOLUCIONES PRESENTADAS POR
BEDIUZZAMAN SAID NURSI ......................................................144
CONCLUSION ....................................................................................158
LA EQUIVOCACION DEL EVOLUCIONISMO ........................164
INDICE
12.
13. n el 2001 fueron estrellados aviones a reacción contra las
Torres Gemelas del Centro de Comercio Mundial en
Nueva York y contra el Pentágono, que mataron e hirie-
ron a miles de personas. En los días que siguieron a esos atentados —
totalmente inesperados, como método dirigido contra el único
superpoder mundial— se empezó a debatir en todo el planeta el con-
cepto de terrorismo.
Una atmósfera de horror y pánico fue tomando cuerpo, espe-
cialmente en Norteamérica, pero no por mucho tiempo: enseguida
todos se empezaron a preguntar cuál sería la mejor manera de com-
batirlo. Ya ningún país podía quedarse fuera de la lucha contra el te-
rrorismo diciendo “esos ataques no fueron dirigidos contra
nosotros”. Los ciudadanos de todos los pueblos comprobaron que el
rostro tétrico de esa maldición puede presentárseles en cualquier
momento, es decir, mientras duermen, miran TV, llevan a sus hijos al
parque, trabajan en la oficina. Se comprobó que el objetivo del terro-
rismo es paralizar a la sociedad, que tema salir a la calle, usar trans-
portes públicos o ir de compras. En resumen, crear un clima de
miedo permanente. Apenas Norteamérica se recuperó del estremeci-
miento del 11 de septiembre, se unió a otros países para lanzar una
guerra en todo el mundo contra esa peste. Pero luego de empezada
la misma, los funcionarios de tan poderosa coalición declararon pú-
blicamente que no era suficiente combatirla sólo en el campo militar.
¿Cómo se debería encarar la lucha contra el terrorismo? Para
responder a ello deberíamos identificar primero las raíces del
mismo. Y para hacer esto debemos examinar lo que ha sucedido du-
rante el siglo pasado, época en que se presentó como una amenaza
muy grande.
14. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
El siglo XX, con sus dos guerras mundiales, muchos conflictos
regionales y diversos actos de violencia locales, se convirtió en la
centuria más sangrienta de la historia. Además, los constantes
avances tecnológicos en la última parte del milenio ayudaron a los
terroristas en demasía a extender el alcance de sus acciones. Hoy
día, con sólo apretar un botón se podría asesinar a millones de ino-
centes. El terrorismo de alta tecnología podría infligir daños por
miles de millones de dólares a la economía de cualquier nación y
moldear de alguna manera la política mundial sin que sus perpetra-
dores siquiera muestren la cara a la luz del día. Está claro que des-
pués de los ataques sobre Nueva York y Washington DC en
Norteamérica —es decir, sobre la mayor potencia tecnológica del
mundo— ningún país se puede considerar a salvo del manotazo
mortal del terrorismo. Peor aún, si no se toman las contramedidas
necesarias, esa peste crecerá y será más intensa en el siglo XXI, al
punto que un solo agente químico, biológico o ataque nuclear asesi-
nará a decenas de miles de individuos.
12
El 11 de Setiembre murieron miles de personas y hubo
muchas más heridas.
15.
16. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
UNA ACERTADA DEFINICIÓN DE TERRORISMO
Al concentrar esta catástrofe la preocupación del mundo, la
definición de “terror”, “terrorista” y “terrorismo” asume una im-
portancia completamente nueva. Muchos países, según sus propios
intereses, al hacerlo, describen el perfil de quienes nutren sus filas y
publican listas de organizaciones que estarían desarrollando esas
actividades. Lo que para algunos gobiernos son “organizaciones te-
rroristas”, para otros son “luchadores por la libertad”. A países que
algunos ven como “terroristas”, otros los consideran “aliados lea-
les”. Por lo tanto, ¿quién define lo que es terrorismo? Para estable-
cer un criterio se pueden determinar dos características distintivas:
1) Tener como Blanco a los Civiles. Cualquier país ocupado
tiene derecho a resistir la agresión en su territorio por una fuerza ex-
tranjera. Pero si esa resistencia incluye ataques sobre blancos civi-
les, no vale ningún tipo de justificación y allí comienza otra forma
de terrorismo. Como veremos después, esta definición está en plena
consonancia con las normas islámicas sobre la guerra. El Profeta
Muhammad (la paz y la bendición de Dios sea sobre él —PB—) or-
denó a sus seguidores combatir contra quienes le declaraban la gue-
rra. Pero también ordenó que nunca se debería considerar a los
civiles como blanco de ataques. Por el contrario, determinó —e in-
cluso obligó— que todo musulmán debía atender especialmente la
seguridad de los no combatientes.
2) Atentar Contra la Paz. Si no se está en guerra, es un acto de
terrorismo tomar como blanco de ataques a funcionarios guberna-
mentales o militares. Ese tipo de agresión que busca romper las re-
laciones pacíficas entre países o comunidades, es un acto de
terrorismo, aunque se perpetre contra las fuerzas armadas.
Todo ataque que amenace la paz o que se dirija sobre objetivos
14
17. Time, 05.08.96
Newsweek, 27.09.93
Time, 21.08.2000
Time, 17.08.98
Newsweek, 04.02.2002
Time, 29.04.96
El terrorismo, en la actualidad, masacra una gran cantidad de
vidas en distintos países del mundo.
18. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
civiles, incluso en situación de guerra, es terrorismo. No se puede
defender, aprobar o justificar esas agresiones de ninguna manera.
De cualquier modo es cierto que ese tipo de violencia está muy di-
fundido en el mundo moderno. Por eso mismo debe considerarse
en toda su amplitud cualquier tipo de guerra antiterrorista: planear
con gran cuidado cada etapa de la misma con el objetivo de termi-
nar con las más variadas formas de esa agresión. Para ello es necesa-
rio que los individuos de todos los pueblos se aparten totalmente de
esta práctica: sea cual sea la forma del mismo debe ser inequívoca-
mente condenado, independientemente de la causa que lo motive,
el blanco al que apunte, de dónde surja o cómo sea llevado a cabo.
De idéntica manera, quien se oponga sinceramente a esa calamidad
debería mostrar la misma empatía por los miles de asesinados no
sólo en las torres gemelas sino en Japón, España, Turquestán
Oriental e Indonesia, así como en la masacre de más de medio mi-
llón de Hutus en Rwanda, el asesinato de gente indefensa en
Palestina, Israel y en todo el planeta.
Una vez que toda forma de terrorismo sea condenado sincera-
mente sin atenuantes, sus perpetradores ya no recibirán apoyo de
ningún país o no podrán encontrar refugio dentro de sus territorios.
De manera absolutamente literal, esos violentos no encontrarán
ningún lugar donde ocultarse.
EL FUNDAMENTO IDEOLÓGICO DEL TERRORISMO
Para emprender una guerra victoriosa contra esta maldición,
hay que identificar antes que nada la filosofía subyacente que la
nutre y los medios que se emplearán para combatirla. Por lo tanto
este libro se ocupa de los criterios ideológicos elementales del terro-
rismo y de los desastres a los que conduce. El punto del que parten
sus defensores es que la violencia resulta una virtud en sí misma y
16
19. un medio poderoso para resolver los problemas políticos o sociales.
Cualquier terrorista que actúa bajo la influencia de ideas que le fue-
ron impuestas, cree que está empeñado en una lucha justificada al
matar inocentes, perturbar el orden público o hacer pedazos las re-
laciones pacíficas. Esta tragedia sólo podrá ser superada cuando
gente así comprenda lo ilógico y equivocado de cualquier ideología
que inspire e incite a la violencia y por lo tanto se percate de que por
ese medio nunca irá a ninguna parte. Hasta que no se haga concien-
cia de la necesidad de cambiar los conceptos en las mentes de los te-
rroristas, todas las medidas contraterroristas serán de un éxito en
todo caso efímero. Dicho cáncer se presentará una y otra vez en dis-
tintos lugares y bajo circunstancias diferentes con una máscara pe-
culiar.
Sólo acabaremos con esta plaga destruyendo su infraestruc-
tura ideológica. En los capítulos que siguen veremos que los funda-
mentos ideológicos del terrorismo moderno en realidad se
remontan al darwinismo social y a las tendencias materialistas que
de allí se derivan. La gente expuesta a ese adoctrinamiento cree que
la vida es un campo de batalla en el que sólo sobrevive el fuerte. Es
decir, los débiles están condenados a ser eliminados. Para esa con-
cepción, el ser humano al igual que el universo, son productos de la
casualidad. Por lo tanto la persona no es responsable de sus accio-
nes frente a nadie. Estas y otras ideas instan inevitablemente a lle-
var una forma de vida bestial, en donde la agresión, la violencia y la
crueldad son consideradas aceptables e incluso virtuosas.
Quien recurre al terrorismo, sosteniendo que la violencia es el
único camino para lograr sus objetivos, está realmente bajo la in-
fluencia del darwinismo social y el pensamiento materialista, inde-
pendientemente de la raza, religión o grupo de pertenencia. Los
terroristas modernos que suponen que actúan en nombre de la reli-
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
17
20. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
gión, también están bajo la influencia del materialismo y el darwi-
nismo. Resulta así porque es imposible que cualquiera que viva
según las normas morales de la religión revelada por Dios, apruebe
ese tipo de agresión y mucho menos que crea que se dirige a un ob-
jetivo más “elevado” asesinando a otros. Quienes recurren a tales
métodos y por lo tanto van por el camino exactamente opuesto al de
los valores morales defendidos por la religión, son movidos por la
influencia de las ideologías materialistas.
En el libro El Islam Denuncia el Terrorismo dejamos en claro que
nuestra religión rechaza con contundencia toda forma de este fla-
gelo, más allá de contra quién sea dirigido. Allí se explicó a la luz de
los versículos coránicos de qué modo la moral religiosa convoca a la
gente a la paz, a la tolerancia y a la convivencia. También subraya-
mos la deshonestidad de condenar sólo esos actos terroristas dirigi-
dos contra un sector determinado, porque ese proceder debilita la
lucha en contra de dicho mal. Cualquiera que vive según la moral
islámica debe combatir todas las formas en que se da esa agresión.
21. El fundamento de la lucha intelectual se asienta en revelar la verda-
dera moral religiosa.
Los políticos actuales, los comentaristas de las distintas realida-
des sociales y los académicos, están de acuerdo en que la fuerza mili-
tar por sí sola no es suficiente para erradicar totalmente el terrorismo.
Este libro se enfoca sobre la única manera en que puede lograrse eso:
por medio de la paz, la tolerancia y el amor. Todas las religiones que
Dios envió por medio de Sus mensajeros son guías provechosas.
Basándonos en el Corán y en la Biblia (aunque ésta ha sido distorsio-
nada en parte), aquí ofrecemos ejemplos de que cada una de las tres
religiones divinas prohíbe el uso de la violencia injusta. También se
muestra que el único camino para combatir el terrorismo es recompo-
ner los fundamentos a través de los cuales se puedan inculcar los con-
ceptos de amor, afecto, compasión, humildad, perdón, tolerancia y
justicia, propios de la moral de la religión, en consonancia con el ver-
sículo que dice, Dios invita a la Morada de Paz... (Corán, 10:25). Los
afortunados que logren esa moral serán quienes se esforzarán al má-
ximo para construir un mundo lleno de amor y sosiego.
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
22.
23. l terror es una de las amenazas más grandes que en-
frentamos en el siglo XXI porque para sus ejecutores la
violencia es el único camino para alcanzar objetivos
políticos. El hecho o caso en particular sobre el que van a actuar
depende de su visión del mundo. A los ojos de los terroristas los
conflictos y alternativas políticas pueden resolverse exclusiva-
mente por medio de la violencia: sólo pueden conseguir lo que
quieren por el camino de “la sangre y el acero”.
Creen que sus metas —lograr lo que demandan, defender lo
que divulgan— son únicamente alcanzables dañando el tejido
social o haciendo naufragar a los individuos en el miedo y la in-
certidumbre. Esa gente sostiene que de la destrucción surgirá lo
que denominan “la justicia y la probidad”. Pero es una brutal
equivocación esperar que los actos de terrorismo puedan estable-
cer esos bienes tan preciados o que los problemas sean resueltos
de esa manera. La violencia es contraproducente. El que vive sólo
mediante la espada, muere a espada.
Dios describe a gente así como los que corrompen en la tie-
rra... (Corán, 13:25). Lo único que han hecho hasta ahora es au-
mentar la cantidad de muertos, tanto de inocentes como de gente
de sus propias filas o simpatizantes. Cada año sus ataques provo-
can que miles de personas vivan en el temor y la ansiedad y su-
fran perjuicios económicos, sin hablar de los asesinados y
heridos. Se ha convertido en un deber urgente y primordial com-
batir el terrorismo debido a la impresionante cantidad de vícti-
mas que produce y a la amenaza que representa para toda la
humanidad.
24. EL TERRORISMO ESTÁ CERCA DE
NOSOTROS!
Se estima que en el mundo hay unos quinientos grupos terro-
ristas, incluidos los carteles internacionales que controlan el nego-
cio de las drogas, las armas y la prostitución, como así también las
organizaciones clandestinas, movimientos marginales, grupos
ideológicos radicalizados y grupos religiosos desviados.
Muchos de ellos operan dentro de sus propios países pero
otros tienen como objetivo a naciones que denominan “enemigas”,
atacando a lugares o personas prominentes pues calculan que eso
despertará el accionar o la atención de mucha gente debido a la
fama o notoriedad alcanzada.
El terrorismo ya existía en épocas primitivas y se expresaba
entonces a través de organizaciones esotéricas como la de los sica-
rios o asesinos. En los tiempos modernos reaparece con los cuadros
combatientes de la Revolución Francesa (sans-cullotes) o el nihi-
lismo ruso del siglo XIX. En el siglo XX pasa a un primer plano por
medio de numerosos atentados y el elevado número de sus perpe-
tradores. Las armas de destrucción masiva y el rápido avance tecno-
lógico les hicieron la tarea más fácil y devastadora.
En el decenio de 1960 ya muchos se preguntaban qué pasaría
si un grupo terrorista consiguiera apoderarse de algún tipo de arma
atómica. También se presentaba la posibilidad de que un arma quí-
mica o biológica borrase del mapa pueblos enteros. Por suerte hasta
ahora no se dieron ataques de ese tipo. Pero la posibilidad de los
mismos aumentó en el decenio de 1990. Esa preocupación se acen-
tuó con el colapso de la Unión Soviética y el debilitamiento del con-
trol sobre su arsenal nuclear. La expansión de Internet y la facilidad
para el acceso a la información elevó esa angustia1
. El pánico a ese
22
25. flagelo se convirtió en el tema de cientos de películas y libros.
Se escribieron muchos informes acerca de las posibles conse-
cuencias y se investigó mucho en tal sentido. Como es obvio,
hoy día los terroristas pueden ir mucho más lejos que eso a lo
que nos tenían acostumbrados. Es decir, ya es posible perpetrar
ataques por control remoto o computadoras, sin ninguna interven-
ción humana directa.
Una serie de recientes temores en Norteamérica debido a
armas biológicas como la bacteria del ántrax, revelaron el nivel de
amenaza que representa el bioterrorismo. Hoy día los terroristas
pueden amenazar a miles de vidas con la ayuda de un químico ex-
perimentado y un laboratorio común. Uno de los primeros inciden-
tes de esta naturaleza ocurrió en 1984 cuando setecientos cincuenta
personas fueron envenenadas en cuatro casas de comida en una pe-
queña ciudad de Oregón2
. Luego de un tiempo se supo que el res-
ponsable era Baghwan Shree Rajneesh, líder de un culto de
inspiración hindú de la New Age. Sus discípulos habían arrojado
bacterias salmonellas en bares y casas de comida. En 1995 el culto
“Aum Shinrikyo” (“La Verdad Suprema”) liberó gas sarín en el sis-
tema de subterráneos de Tokio, lo que causó la muerte de doce per-
23
26. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
24
sonas y daños orgánicos a otras cinco mil quinientas.
Investigaciones posteriores revelaron que estos fanáticos habían in-
tentado construir armas biológicas en sus laboratorios, lo cual puso
en evidencia la verdadera envergadura de la amenaza terrorista
para el público en general3
.
Se espera que la tecnología informática juegue un papel im-
portante en el siglo XXI en las agresiones de ese tipo de gente.
Mientras tanto se siguen ejecutando formas más “convencionales”,
como bombardeos, ataques incendiarios premeditados, secuestros
en tierra y en el aire en todo el mundo, desde Europa hasta
América, desde Asia hasta Africa. Por ejemplo, los miembros de la
organización terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna), que dicen lu-
char por la independencia de la región vasca, han ejecutado muchos
atentados en España, con un saldo de más de ochocientos muertos
desde 1962 a la fecha4
.
Aquí podemos ver, junto a sus seguidores, a
Bhagwan Shee Rajneesh, líder de la secta depra-
vada que envenenó a 750 personas en Oregón.
27. Durante años el IRA (Ejército
Republicano Irlandés) ha llamado la
atención del mundo con sus ataques
sangrientos para obtener la indepen-
dencia de Irlanda del Norte. Su obje-
tivo central era terminar con el
control británico de esa zona y con-
seguir la reunificación de la isla. Por
lo general su campo de actividad se
centró en el Norte de Irlanda y
Londres, pero también se pusieron
bombas en varios países europeos, como Alemania. Desde 1969
hasta el presente, los ataques terroristas del IRA y el método de
“contraterrorismo” británico elevaron la cantidad de muertos en
ambos bandos a más de tres mil docientos5
.
Los daños económicos causados por el IRA en objetivos civiles
como aeropuertos y estaciones subterráneas se elevaron a millones
de dólares. Durante un campeonato de fútbol europeo, el IRA hizo
estallar un coche bomba en un centro comercial de Manchester e
hirió a unas doscientas personas.
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
25
Aum Shinrikyo
El ataque de Oregón fue un
signo importante de la ame-
naza que representan los
grupos terroristas que mani-
pulan armas biológicas.
29. Actualmente ningún país puede sentirse libre de este tipo de
amenazas. Los pocos ejemplos citados exhiben de qué manera el te-
rrorismo influye en la vida de los pueblos. Ya no se trata del pro-
blema de algunas naciones en especial sino que es algo que inquieta
a toda la humanidad. Puesto que nadie puede decir dónde, cuándo
o cómo se producirá su zarpazo criminal, la lucha contra el mismo
ya no puede considerarse el deber de un puñado de países u organi-
zaciones. Es una amenaza para todo el mundo y solamente puede
resolverse si personas bien intencionadas se apoyan entre sí en la
búsqueda de la paz, la amistad y la fraternidad.
EL ROSTRO TENEBROSO DEL TERRORISMO
Actualmente el terrorismo inflige daños físicos y sufrimientos
en todo el mundo, no sólo en Norteamérica. En la volteada caen
Uganda, Angola y Nigeria en el Africa; Gran Bretaña, España y
Francia en Europa; Japón y otros países asiáticos; zonas enteras del
Medio Oriente y de América Latina. En cualquier momento los civi-
les pueden enfrentar un ataque terrorista mientras están en sus vi-
viendas, en el cine, en el teatro, en un centro comercial, en el trabajo
o viajando en trenes, buses, etc. Como es natural, esa facilidad que
tienen para entrar en residencias privadas ha conducido a una
alarma y ansiedad considerables. La gente vacila antes de entrar a
áreas donde hay multitud de personas o abordar medios de trans-
porte público. La vida diaria de la población en general se convierte
en un suplicio y eso es exactamente lo que buscan los terroristas:
que la comunidad viva alarmada y angustiada.
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
27
Los militantes de ETA y del IRA, a lo largo de los años,
han asesinado a muchos civiles y provocaron grandes
daños físicos en España y Gran Bretaña.
30. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
La evidencia de terribles ataques en todo el mundo no hace
más que agudizar esa preocupación. En 1966 hubo doscientos no-
venta y seis incidentes con trescientos catorce personas muertas y
dos mil novecientos doce heridas. En 1977, de un total de cuatro-
cientos treinta y nueve ataques, trescientos noventa y ocho fueron
dirigidos a lugares de trabajo o propiedades no gubernamentales,
lo que llevó a la pérdida de la vida de ciento treinta y nueve civiles,
entre ellos treinta y nueve que eran personal civil de las fuerzas ar-
madas6
.
Según el Departamento de Estado norteamericano, la cantidad
de ataques terroristas en el 2000 fue un ocho por ciento mayor a los
ocurridos en 1999, con cuatrocientos treinta y tres muertos y sete-
cientos noventa y un heridos. Entre 1981 y el 2000 el total de muer-
tos en ese tipo de circunstancia fue de nueve mil ciento ochenta y
cuatro7
. Pero esta cifra no indica el total de vidas perdidas por ata-
ques terroristas en todo el mundo ya que abarca solamente los reali-
zados por organizaciones internacionales y no los ejecutados por
grupos locales. Sólo en Turquía hubo veintiún mil ochocientos se-
senta y seis ataques terroristas entre el 15/8/84 y el 31/9/01, lo que
costó la vida a cinco mil seiscientos cinco hombres de la fuerza de
seguridad y a cuatro mil seiscientos cuarenta y seis civiles. Además
fueron heridas dieciséis mil quinientos sesenta y dos personas de
las fuerzas de seguridad y cinco mil noventa y un civiles8
.
Los daños físicos y económicos producidos por las acciones te-
rroristas agregan otra grave dimensión al cuadro presentado. El
caos y la anarquía provocados por tales incidentes evitan las inver-
siones en las regiones afectadas. Los ataques dirigidos a la infraes-
tructura económica no respaldan precisamente el desarrollo.
También destruyen los recursos existentes, lo cual impide una vida
28
31. 29
Gráficos preparados por el Departamento de Estado de EE. UU. El supe-
rior exhibe la distribución regional de los incidentes terroristas ocurridos
entre 1995 y 2000. El inferior nos brinda los datos de los mismos, ordena-
dos cronológicamente, en el período 1981-2000.
1995
1996
1997
1998
1999
2000
Africa Asia Eurasia
Latinoamérica
Middle East América
del Norte
Europa
Occidental
Atentados Terroristas en el Mundo
Casos de Terrorismo Entre 1981-2000
10
11
11
11
21
21
24
42
14
35
31
45
45
37
31
25
16
13
52
48
85
30
0
0
0
0
2
92
84
128
111
121
121
193
489 487 498
565
635
612
666
605
375
437
565
363
431
322
440
296 304
274
82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 2000
392
423
1981
272
49
72
5
98
52
55
15
32. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
social adecuada en una serie de áreas, particularmente la educativa.
El costo militar de la lucha contra el terrorismo impone otra carga.
Ese desvío de recursos que debería emplearse en elevar el nivel de
vida de las personas, afecta no sólo a la nación del caso sino a la eco-
nomía del planeta.
Este recuento sumario pone a la luz del día el horrendo cuadro
de situación al que lleva el terrorismo, produciendo destrucción por
todas partes y causando daños incontables a las vidas humanas.
30
El 10 de Agosto de 2001, en un ataque perpetrado a un tren por la
guerrilla independentista angoleña UNITA, perdieron la vida más de
250 personas.
33. 31
El 30 de Diciembre de 1996 perdieron la vida 300 personas
debido a una bomba que explotó en un tren en la región de
Assam (India). Se sospechó que el ataque fue llevado a
cabo por la guerrilla separatista Bodo.
Un misil lanzado el 21
de Octubre de 1999
sobre una multitud en
un centro comercial
de Grozny (capital de
Chechenia), produjo
110 muertos y 400
heridos.
Como resultado de la explosión de una
bomba el 7 de Agosto de 1998 en la embajada
norteamericana en Kenya, resultaron muertas
224 personas y otras cientos heridas.
34. Nos referimos a la organización marxista-leninista-
maoísta que opera en Perú. Fundada en 1960 por el profesor
de filosofía Abimael Guzmán, se la consideró inicialmente
un movimiento político más. Pero en el decenio de 1970 se
convirtió en un grupo guerrillero salvaje y en una de las es-
tructuras terroristas más sangrientas del mundo.
Las manifestaciones de Guzmán a favor de la violencia
son particularmente sorprendentes. En una alocución hecha
el 19/4/80 dijo: “El futuro yace en las pistolas y en los caño-
nes”9
. Uno de sus seguidores alabó el uso de la violencia:
“La sangre nos hace más fuertes... y si ella fluye no nos daña
sino que nos robustece”. La organización comunicó expresa-
mente que su lucha creció en base a la violencia y discutía
como podía alcanzar mayores niveles en el país. En conse-
cuencia, la cifra de muertos se elevó a treinta mil.
En el decenio de 1980 Guzmán llevó a la práctica lo que
enseñaba y los ataques terroristas campearon por todo el
Perú. Al igual que los kamikazes japoneses durante la
Segunda Guerra Mundial, Sendero Luminoso encaró la
muerte de un modo romántico. Sus miembros creían que era
un pequeño precio a pagar por el premio a obtener, precio al
que Guzmán llamó “río de sangre”. Muchos inocentes fue-
ron secuestrados, violados, torturados y asesinados. Más del
uno por ciento de la población sufrió muertes brutales de-
bido a la violencia política. Para impulsar su causa Guzmán
El Rostro Sangriento
de Sendero Luminoso
35. —conocido como el presidente Gonzalo— y su grupo asesi-
naron a personas de recursos modestos: maestros, alcaldes y
líderes de comunidades10
.
Durante años Sendero Luminoso infligió daños físicos
y psicológicos al pueblo peruano, forzándolo a vivir aterro-
rizado. Como insistiremos a lo largo de este libro, el amor es
el único camino para destruir las raíces ideológicas del terro-
rismo. Un amor de verdad por la humanidad se impone al
odio ciego y la necrofilia política de la que se alimenta el te-
rrorismo.
La organización peruana terrorista maoísta, conocida como
Sendero Luminoso, provocó la muerte de más de 30.000 personas.
Arriba a la derecha vemos la foto de su líder, Abimael Guzmán.
36.
37. i a una persona enferma hay que atenderla como corres-
ponde, es esencial un diagnóstico preciso4. El trata-
miento que se determine a continuación deberá ser
meticuloso y constante hasta que la enfermedad desaparezca. De lo
contrario será inevitablemente recurrente. El mismo criterio vale
para una seria dolencia que afecta a la sociedad. Una de las princi-
pales razones por la que no podemos encontrar soluciones efectivas
a los problemas sociales de este siglo es que sus causas no están
identificadas correctamente. Al tratar un problema social lo pri-
mero que hay que hacer es establecer qué es lo que causa su apari-
ción. De lo contrario las medidas que se tomen serán solamente
temporarias.
Por lo general se buscan las raíces del terrorismo en elementos
materiales, por lo que la lucha contra el mismo se dirige a cuestio-
nes superficiales que no pueden proveer resultados duraderos. Hay
que identificar los principales factores que respaldan ese flagelo
para que el mundo lo pueda eliminar.
LA TRAMA ENMARANADA DE LA LOGICA
TERRORISTA
Resulta imposible derrotar este cáncer con medidas de seguri-
dad. Es probable que la sola actividad de las fuerzas militares au-
mente la violencia, lo que lleva a un círculo vicioso en el que el
derramamiento de sangre es respondido con más derramamiento
de sangre. Al embarcarnos en la lucha contra esta maldición necesi-
tamos comprenderla y luego combatir las ideas que moviliza, la
forma en que los perpetradores del terror consideran su propia vida
y la de los demás y el modo en que justifican el uso de la violencia.
38. El terrorista cree que puede tener éxito sólo a través de la vio-
lencia. Quiere que la gente en su alrededor le tema, en tanto él se
pone el manto de la crueldad, la agresión y la insensibilidad para
hacer sentir el pánico. Cualquiera que se oponga a sus ideas es un
enemigo que necesita ser eliminado. El psicoterapeuta y columnista
Philip Chard examina en su artículo Los Terroristas nos Ven Como
Objetivos, no Como Humanos, el conjunto de posturas establecidas
por esa gente y cómo justifican los ataques violentos contra gente
indefensa: Los investigadores han vislumbrado aspectos de la psi-
quis (de los terroristas). Lo más descollante es su capacidad para
SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
36
Los terroristas creen
que sus objetivos
sólo se lograrán por
medio de la violen-
cia. Creen que ésta,
al atemorizar a la
gente, les ayudará
para la toma del
poder.
39. ver a sus víctimas como objetos, como parte
de una estadística que esperan hacer crecer
con sus muertes violentas. No quieren percibirlas
como seres humanos, como amigos o como un ser
querido. En todo caso se esfuerzan por verlas como piezas
de un tablero de ajedrez político. En consecuencia, colocados en esa
posición de superioridad, no se reconocen como asesinos de “perso-
nas”. Con el objeto de llevar adelante la matanza de un modo des-
envuelto y con indiferencia, nos deshumanizan en sus mentes y nos
transforman en “blancos”... Su “causa”, cualquiera sea, es suficien-
temente sagrada, noble o desesperada, con lo que justifican la carni-
cería que instigan... Su interés principal está puesto en los efectos,
no en las personas; en el impacto de la masacre, no en ésta. Los te-
rroristas quieren asesinar la esperanza; o una forma de vida; o el es-
píritu de un grupo de gente; o todo un pueblo. Destruyen a los seres
humanos porque creen que ese procedimiento es la ruta más segura
y rápida hacia la meta perseguida11
.
Philip Chard llama nuestra atención a la cosa más importante:
los terroristas no sienten el más leve remordimiento de conciencia
al matar a otros. Por el contrario, a cuantos más pueden matar más
exitosos se consideran y se alegran por ello. Mentes como esas pue-
den balear a inocentes o hacer volar con una bomba a niños con
total tranquilidad porque el derramamiento de sangre les resulta
una fuente de placer. Pierden su humanidad y se convierten en bes-
tias salvajes. Si alguno de ellos evidencia el más tenue remordi-
miento, inmediatamente es etiquetado de traidor por sus
camaradas más radicales. El más extremista y sanguinario es consi-
derado el más devoto de la causa, con lo que el celo por matar au-
menta constantemente. Dado que en una discusión no suele ser fácil
37
40. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
acusarse unos a otros de traidores, invariablemente hacen uso de las
armas para dirimir los pleitos.
Esta vinculación apasionada con la violencia va mucho más
allá de la ideología política, pues en realidad brota de una idea equi-
vocada de la naturaleza humana.
El conjunto de actitudes y posturas de los terroristas se inspi-
ran en la filosofía materialista y en el pensamiento darwinista. Este
último considera que los seres humanos son animales y que todo lo
vivo se desarrolla a través de la lucha por la supervivencia en la na-
turaleza. Eliminar al débil de modo que el fuerte emerja victorioso,
constituye la esencia de cualquier forma de pensar perversa, propia
de los terroristas.
EL DARWINISMO FORJO LA MATRIZ
DE LA MENTALIDAD TERRORISTA
Según la teoría de Charles Darwin, en la naturaleza hay un
conflicto constante y una competencia despiadada por la supervi-
vencia. El fuerte siempre derrota al débil y eso posibilita el pro-
greso. Es de este concepto que surge la idea de “lucha por la
supervivencia” y términos tales como “razas favorecidas” (los blan-
cos europeos) y “razas inferiores” (asiáticos, indoamericanos, nati-
vos de Australia y africanos). Esta lógica racista estableció el
fundamento para el odio y los conflictos en todo el mundo.
38
El salvajismo terrorista golpea a casi todos los países del
mundo. Según los datos del Departamento de Estado de EE.
UU., en el 2000 hubo un ocho por ciento más de actos terroris-
tas que el año anterior.
42. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
Asimismo, la idea de Darwin de “supervivencia del más apto” jus-
tificó gran parte de esos movimientos que condujeron a la humani-
dad a la enemistad, los choques y las guerras.
Aún hoy día el darwinismo sigue adoctrinando a la gente con
el engaño de que los humanos no son más que especies animales
muy desarrolladas, resultado de la ciega casualidad y no de un cre-
ador. Esta teoría sostiene que el mundo consiste en rocas inanima-
das, tierra y gases y que la vida emergió por pura casualidad a
consecuencia de la interacción de fuerzas materiales del tipo del
viento, la lluvia y la luz sobre distintos tipos de moléculas. Pero esta
teoría de la evolución es un gran engaño que viola las leyes más bá-
sicas de la química y de la biología a la vez que desafía a la razón y
a la lógica (Este tema se desarrolla más ampliamente en el capítulo
siete, La Equivocación del Evolucionismo). Sin embargo, es impuesta
sobre la sociedad moderna mediante un enorme aparato propagan-
dístico y la gente pasa a creer entonces que es el producto de acci-
dentes biológicos y químicos, libre de toda responsabilidad frente al
Creador y Su código moral. Además, quienes se fascinan con la ló-
gica darwinista ven a la vida como un campo de batalla y por lo
tanto justifican todo tipo de perversidad en la lucha por la supervi-
vencia. Es decir, son personas con el cerebro lavado que aceptan la
terrible idea de que es normal tratar a otros como animales e incluso
exterminarlos.
La gente que fue educada en esos conceptos transformó el
siglo XX en una época de salvajismo, estuvo de acuerdo con las lu-
chas sangrientas como parte del darwinismo e incluso consideró a
las guerras como el medio más importante para la consecución de
sus objetivos. El “conflicto dialéctico” se transformó en la justifica-
ción para las masacres llevadas a cabo por las ideologías comunis-
40
43. tas. En el curso del siglo XX el terror comunista costó la vida a ciento
veinte millones de personas. Los conceptos darwinistas absurdos
de “lucha entre las razas por la supervivencia” y de “selección natu-
ral” se transformaron en los fundamentos del nazismo. Adolfo
Hitler reivindicó que sólo las razas “superiores” podían o debían
sobrevivir. La locura que inspiró, desató una ola de asesinatos a lo
largo de todo el mundo. En la segunda guerra mundial, que co-
menzó como resultado de las políticas de agresión y ocupación de
los nazis, murieron unos cincuenta y cinco millones de personas.
Quienes aún siguen esas ideas y consideran la violencia el único ca-
mino, quieren que este siglo XXI pase a la historia como “el siglo del
terror”.
La teoría darwinista que ha motivado daños odiosos en el seno
de las comunidades y en la que muchos están adoctrinados aunque
no se den cuenta, argumenta que el ser humano es un animal con-
flictivo. Los ataques terroristas son un eco de esas ideas. Las consig-
nas darwinistas que sostienen que sólo el más fuerte puede
sobrevivir y sirven para alabar la violencia, respaldar los conflictos
y ver a la guerra como una virtud, deben ser arrojadas, de una vez
por todas, al basurero de la historia.
La derrota del darwinismo puede minar todas esas ideologías
que están de acuerdo con la agresión y la violencia.
Por otra parte, la definición de la naturaleza humana propia de
la fe monoteísta —cristiana, judía e islámica—, es decir, de las tres
religiones con más adherentes en el mundo, se opone a los concep-
tos del darwinismo social que llaman al antagonismo permanente.
Como ya veremos más adelante, cada una de estas religiones busca
inundar el planeta de paz y seguridad en tanto se opone a la opre-
sión, a la tortura y al asesinato.
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
41
44.
45. Las tres religiones están de acuerdo en que la brutalidad y el
salvajismo son cosas contrarias a virtud y aborrecibles que violan la
moral que Dios ha dictado a los seres humanos. En cambio el darwi-
nismo considera que la brutalidad y la agresión son esenciales y en
consecuencia las justifica. En resumen, la fuente de la pesadilla te-
rrorista mundial yace en el ateísmo y en las manifestaciones que lo
expresan: el darwinismo y el materialismo.
En la medida en que en muchos países se siga adoctrinando
desde la escuela primaria en el darwinismo, como si fuese una rea-
lidad científica, será inevitable la aparición de nuevas generaciones
de terroristas. Por lo tanto es urgente evitar que a los niños se les en-
señe que descienden de animales, que son el resultado del azar, que
a Dios no le deben nada y que sólo pueden triunfar en la vida me-
diante la confrontación violenta permanente. Cualquiera que ad-
quiera esos conceptos, inevitablemente será egoísta, agresivo, cruel
y dañino. Los jóvenes son muy susceptibles a aceptar el adoctrina-
miento anárquico y terrorista. Debido a esas ideas se vuelven sufi-
cientemente brutales como para matar a niños y asesinar a sus
hermanos sin pestañear. Los grupos criminales comunistas, racistas
y fascistas que se han esparcido por el mundo durante los últimos
cien años, son el producto del sistema de educación darwinista.
Es por eso que debemos exponer las verdaderas raíces de la ló-
gica terrorista. La gente necesita ser consciente de que quienes creen
en el darwinismo y lo defienden, están equivocados. La irresponsa-
bilidad y el libertinaje no están en la esencia prístina del ser hu-
mano. Nosotros tenemos un Creador que nos observa todo el
tiempo, conoce nuestros pensamientos más íntimos y en el más allá
nos llamará para que rindamos cuentas de nuestras acciones.
Nuestro Señor ha creado a los seres humanos por separado y distin-
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
43
47. tos de los animales, motivo por el que poseemos alma, razón, libre
albedrío, juicio y capacidad de discriminación consciente. Si una
persona de voluntad débil se encoleriza con facilidad y considera a
otras simples animales, puede actuar de una manera absolutamente
brutal y dañarles sin problemas. Por ejemplo, no tendrá en cuenta
para nada si se trata de niños inocentes. Pero cualquiera que razona,
tiene conciencia y sabe que posee un alma dada por Dios, controla
su cólera independientemente de la circunstancia que atraviese.
Siempre hará prevalecer el juicio y la conciencia. Nunca hará la más
mínima cosa por la que un día Dios le pedirá cuentas.
Dios revela en el Corán (91:7-10) que el ser humano es inspi-
rado tanto por el mal como por la voluntad de evitarlo. Por lo tanto
no existe un proceso imaginario por el cual se refuerza la degenera-
ción moral y la perpetración de crímenes. La inmoralidad y el delito
provienen de la parte negativa de la naturaleza humana, la cual sólo
puede ser eliminada por la devoción a los valores morales que Dios
ha enseñado a la humanidad a través de Su religión. Si no tenemos
fe en Dios y no creemos que siempre le tendremos que rendir
cuenta de nuestra forma de proceder, no habrá nada que impida un
comportamiento maligno bajo la forma de codicia o deshonestida-
des como la guerra, las matanzas racistas, los enfrentamientos de
pandillas o los ataques brutales de los “cabezas rapadas”. En un
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
45
Las escuelas modernas enseñan el darwinismo como si fuese
una realidad científica. Y la filosofía darwinista promueve la
violencia social, incluido el terrorismo. La juventud, influen-
ciada por esta doctrina, va admitiendo entonces que la lucha
y los conflictos son algo “normal”, al punto que hasta gozan
con las manifestaciones de agresividad virulenta.
48. 46
nivel relativamente menos dramático, los que generan hambrunas o
provocan otras injusticias y brutalidades, también tendrán que ren-
dir cuentas.
Nunca se podrá terminar con la crueldad de aquéllos que con-
sideran al ser humano como una especie de animal comprometido
únicamente en la lucha por la supervivencia. Gente así no cree en
Dios ni en el más allá y por lo tanto induce a otras a creer lo mismo.
Todo ser humano posee un alma inspirada por Dios y debe ser
responsable ante Su Creador de lo que hace. A quienes entienden
que no tienen ningún compromiso ante Dios, Este les recuerda que
fueron creados y que serán resucitados después de la muerte:
¿Cree el hombre que no van a ocuparse de él? ¿No fue una
gota de esperma eyaculada y, luego, un coágulo de san-
gre? El (Dios) lo creó y le dio forma armoniosa. E hizo de
él una pareja: varón y hembra. Ese tal (Dios) ¿no será
capaz de devolver la vida a los muertos? (Corán, 75:36-40).
Hasta ahora nos hemos concentrado en cómo el darwinismo
social establece que la violencia sea el fundamento del terrorismo al
considerarla la solución para todos los problemas. Es por eso que si
demolemos la teoría darwinista —que enseña que el ser humano es
un animal, que sólo el materialmente poderoso puede sobrevivir y
que la vida es un campo de batalla— también demoleremos uno de
los principales soportes del terrorismo. El medio más efectivo para
proteger a la gente de la pesadilla de ese flagelo es la educación es-
piritual. Las sociedades podrán lograr una paz permanente sólo
cuando sus individuos aprendan a vivir por medio de una moral
apropiada. Más allá de eso, otras medidas, normas y precauciones
para regular la vida social, alcanzarán el éxito hasta cierto punto
pero nunca erradicarán la calamidad del terrorismo.
51. ios revela que en el hombre, Su creación, ha infun-
dido de Su espíritu (Corán, 32:9) y lo ha hecho Su
representante en la Tierra (Corán, 6:165). Una de las
diferencias más importantes entre los seres humanos y los anima-
les es que los primeros fueron creados con deseos y conciencia.
Toda persona posee deseos que le incitan al mal, así como una
conciencia que le inspira evitarlo. Junto a los atributos producto de
esta última —amor, sacrificio, compasión, humildad, afecto, leal-
tad y amabilidad— también presenta tendencias destructivas in-
deseables que surgen de sus deseos mundanos. Gracias a su
conciencia, sin embargo, el creyente puede distinguir entre lo co-
rrecto y lo equivocado y optar por lo que es moralmente justo. La
creencia acendrada, el temor reverente a Dios, la fe en el más allá,
la seguridad de la existencia de los tormentos sin fin en el infierno
y el anhelo del Paraíso, mantienen acorralados los deseos munda-
nos. Por lo tanto siempre se comportará correctamente, perdo-
nará, responderá con el bien a la iniquidad, asistirá al necesitado y
exhibirá compasión, amor y tolerancia.
Los terroristas, por otra parte, prestan oído a sus deseos de
violencia en vez de escuchar la voz de sus conciencias y entonces
cometen todo tipo de perversidades con gran facilidad. Se con-
vierten en desamorados, agresivos y dañinos, sin el más leve signo
de arrepentimiento. No temen para nada a Dios, no aceptan de
ningún modo la moral de la religión. Nada les impide cometer crí-
menes.
Las normas prevalecientes en las sociedades sólo pueden re-
frenar a sus ciudadanos hasta cierto punto. El estado, mediante la
puesta en vigor de leyes y un poderoso sistema judicial, puede
52. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
proteger sólo parcialmente las calles, los espacios públicos y tomar
las medidas necesarias para asegurar el orden y el descenso de la
tasa de criminalidad. Pero puesto que es imposible tener bajo vigi-
lancia a cada individuo las veinticuatro horas del día, es esencial
que en alguna medida exista un autocontrol de los individuos.
Quien no presta atención a la voz de su conciencia puede conver-
tirse fácilmente en un animal, por decisión propia o influenciado
por quienes le rodean. El resultado, como lo podemos ver, es una
sociedad de individuos que alegremente mienten cuando les ape-
tece, sin ninguna compunción por el gozo de bienes mal habidos y
sin perturbarse en lo más mínimo por oprimir y explotar al débil.
Está claro que en una sociedad que ha perdido los valores espiritua-
les y no teme en absoluto a Dios, las medidas puramente coercitivas
no van a resolver ningún problema en última instancia. La moral de
la religión, por otra parte, ordena a las personas evitar las malas ac-
ciones, incluso las que se pueden hacer contra uno mismo a sabien-
das de que la comunidad nunca les castigará. Pero la persona que
sabe que Dios le determinará el Paraíso o el Infierno después de
rendirle cuentas por cada una de sus acciones, decisiones o palabras
pronunciadas, siempre evitará el pensar u obrar mal.
Lo más probable es que las organizaciones terroristas se vean
privadas de todo espacio en una sociedad cuya gente rehuye lo in-
correcto por propia voluntad. Donde prevalece la moral de la reli-
gión desaparecen naturalmente los problemas que dan origen a las
organizaciones que apoyan el uso de la violencia. Si toda la socie-
dad poseyese virtudes superiores como la honestidad, el sacrificio,
el amor y la justicia, no podría haber ningún lugar para cosas como
la pobreza, la distribución desigual de los bienes, la injusticia, la
opresión al débil, las limitaciones a la libertad. Por el contrario,
50
53. emergería un orden social que cubriría las carencias del necesitado,
en donde el adinerado protegería a todos, donde cada uno contaría
con la mejor atención médica, educativa y de los distintos servicios
públicos. La relación entre los diversos grupos étnicos, religiosos y
culturales estaría dominada por la tolerancia y la comprensión.
Por esas razones, la moral adecuada es la clave para resolver
tantos problemas sociales. La fuente de esa clave, a su vez, es el
Corán, al que Dios ha revelado como guía para la humanidad.
EL VERDADERO ISLAM ES EL ISLAM MODERADO
Luego de la revelación del primer versículo coránico al Profeta
Muhammad (PB) y a lo largo de un siglo, el Islam se expandió de
una manera pocas veces vista en la historia de procesos religiosos o
políticos. Partió desde la Península arábiga y abarcó el Medio
Oriente, Africa del norte y llegó hasta España, por lo que atrajo
mucho la atención de occidente. En palabras del conocido experto
en Islam John L. Espósito, Lo más notable acerca de la primera ex-
pansión del Islam es la rapidez y éxito con que lo hizo. Los estudio-
sos de occidente se han maravillado de ello12
. En los siglos
siguientes el Islam llegó a todos los rincones del mundo, desde
Indonesia hasta América Latina y hoy día es aceptado como la reli-
gión de más rápido crecimiento. Sus aproximadamente mil millo-
nes de seguidores representan un quinto de la población mundial.
El interés en el Islam aumentó particularmente después de los ata-
ques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (Para más detalles ver
El Surgimiento del Islam por Harun Yahya).
Al observar el mundo islámico de hoy día vemos una amplia
gama de prácticas religiosas, las que dependen de las distintas tradi-
ciones, costumbres, herencias culturales y visiones del mundo de las
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
51
54. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
52
distintas sociedades. Esto ha conducido a que algunos que se dedica-
ron a investigar o intentar comprender esta religión, se llevasen im-
presiones erróneas al tomar las tradiciones de la sociedad bajo
examen como principios islámicos. La única manera de llegar a tener
una opinión verdadera del Islam es dejando a un lado las particula-
ridades folclóricas y volverse al Corán, donde se expone la esencia
de la moral islámica, y a las acciones de nuestro Profeta (PB).
Que la mayoría de una sociedad sea musulmana, no significa
que el comportamiento, puntos de vistas y juicios de ese conjunto
social sean necesariamente islámicos ni que corresponda que se los
defienda en nombre del Islam. Al evaluar la visión de esta religión,
a nivel de individuo o comunidad, debe tenerse siempre presente lo
que terminamos de decir. En otras palabras, pueden existir diferen-
cias que generalmente surgen de las condiciones prevalecientes y la
única manera de saber cuáles son islámicamente correctas es cote-
jarlas con el Corán —la fuente más exacta de la verdad del Islam—
y las acciones y dichos del Profeta (PB).
Juzgar a la religión y a los musulmanes sin estudiar el Corán
para poder saber si una práctica particular corresponde o no al
mismo, es una forma de proceder muy inapropiada. El examinar el
estilo de vida de una sola comunidad islámica y sacar conclusiones
generales respecto a los principios de la religión, puede conducir a
serios errores. Lo primero que hay que hacer para obtener una opi-
nión correcta es aprender el Islam de sus propias fuentes. Cuando
los distintos modelos existentes en diferentes partes del mundo son
considerados a la luz de los criterios originales, muchos que pensa-
ban que ya conocían éstos, lo estarán haciendo por primera vez y
entonces podrán desprenderse de los conceptos equivocados con
los que juzgaban hasta ese momento.
55. El Islam Prohíbe la Matanza de
Inocentes
Según el Corán es un gran pecado matar a una persona ino-
cente. Quien lo hace sufrirá un gran tormento en la otra vida:
... quien matara a una persona que no hubiera matado a
nadie ni corrompido la tierra, fuera como si hubiera ma-
tado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida,
fuera como si hubiera salvado la vida de toda la
Humanidad. Nuestros Mensajeros vinieron a ellos con las
pruebas claras, pero, a pesar de ellas, muchos cometieron
excesos en la tierra (Corán, 5:32).
¡Este versículo iguala el asesinato de un inocente con la ma-
tanza de toda la humanidad! Otro versículo expresa la importancia
que la fe le da a la vida:
No invocan a otro dios junto con Dios, no matan a nadie
que Dios haya prohibido, si no es con justo motivo, no
fornican. Quien comete tal, incurre en castigo (Corán,
25:68).
En otro versículo Dios da la siguiente orden:
Di: “¡Venid, que os recitaré lo que vuestro Señor os ha
prohibido: que Le asociéis nada! ¡Sed buenos con vues-
tros padres, no matéis a vuestros hijos por miedo de em-
pobreceros —ya os proveeremos Nosotros, y a ellos—,
alejaos de las deshonestidades, públicas o secretas, no
matéis a nadie que Dios haya prohibido, sino con justo
motivo! Esto os ha ordenado El. Quizás, así, razonéis”
(Corán, 6:151).
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
53
56. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
Cualquier musulmán que cree en Dios con sinceridad de cora-
zón, acata escrupulosamente sus versículos santos y teme el sufri-
miento en el más allá, evitará cometer todo tipo de daño u ofensa.
Sabe que el Señor de la Justicia Infinita le premiará apropiadamente
por todas sus acciones. Nuestro Profeta Muhammad (PB) señaló el
tipo de gente que no es del agrado de Dios: Quienes actúan cruel e
injustamente en las tierras sagradas, quienes adhieren a la forma de
ser del ignorante y quienes derraman sangre humana sin razón va-
ledera13
.
54
El terrorismo se aplica sobre inocentes, a pesar de que Dios prohíbe
el ataque sobre los mismos.
57. El Islam Ordena a la Gente Proceder con
Rectitud
La moral islámica ordena a los creyentes comportarse de ma-
nera digna al tomar una decisión, hablar o trabajar, es decir, en todo
los ámbitos de sus vidas. Los mandatos de Dios en el Corán y la
sunnah de nuestro Profeta (PB), describen detalladamente lo que se
entiende por justicia. Se trata de las mismas advertencias con las
que todos los mensajeros mencionados en nuestro Libro llevaron la
justicia y la paz a los lugares donde fueron enviados. Los profetas
ayudaron a que los pueblos creyentes se saquen de encima la cruel-
dad y el despotismo. Como Dios ha revelado en un versículo:
Cada comunidad tiene un Mensajero. Cuando venga su
Mensajero, se decidirá entre ellos con equidad y no serán
tratados injustamente (Corán, 10:47).
Una de las peculiaridades más importantes del Islam es que
ordena la justicia en todo momento, aunque sea con una persona
cercana y querida (que obra mal). Es lo que expresa Dios en otro
versículo:
¡Creyentes! Sed íntegros en la equidad, cuando depongáis
como testigos de Dios, aun en contra vuestra, o de vues-
tros padres o parientes más cercanos. Lo mismo si es rico
que si es pobre, Dios está más cerca (que vosotros) de él.
No sigáis la pasión faltando a la justicia. Si levantáis falso
testimonio u os zafáis,... Dios está bien informado de lo
que hacéis (Corán, 4:135).
Este versículo expresa claramente que para un creyente la ri-
queza o posición social de la persona con que uno trate no tiene nin-
guna importancia. Lo valioso es la equidad —nadie debería ser
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
55
58.
59. tratado injustamente— y la implementación escrupulosa de los ver-
sículos santos de Dios. Nuestro Libro ordena también:
¡Creyentes! ¡Sed íntegros ante Dios cuando depongáis con
equidad! ¡Que el odio a un pueblo no os incite a obrar in-
justamente! ¡Sed justos! Esto es lo más próximo al temor
de Dios. ¡Y temed a Dios! Dios está bien informado de lo
que hacéis (Corán, 5:8).
Aquí Dios ordena a los fieles actuar siempre rectamente, in-
cluso con sus enemigos. Ningún musulmán puede justificar una ac-
titud distinta diciendo que fulano o mengano alguna vez lo dañó o
lo dejó en una situación difícil. El musulmán tiene la obligación de
responder con buena voluntad y exhibir la moral que Dios le ha or-
denado, aunque aquéllos con los que trate estén equivocados o sean
enemigos.
El Todopoderoso ha prescrito:
Dios no os prohíbe que seáis buenos y equitativos con
quienes (aún siendo infieles) no han combatido contra
vosotros por causa de la religión, ni os han expulsado de
vuestros hogares. Dios ama a los que son equitativos
(Corán, 60:8).
Aquí informa a los musulmanes como debería ser su relación
con otras personas. Estos versículos son el fundamento de la actitud
del creyente con los demás y facilitan que el sincero respalde siem-
pre lo correcto, lo cual se expresa en otra parte así:
Entre nuestras criaturas hay una comunidad que se dirige
según la Verdad y que, gracias a ella, observa la justicia
(Corán, 7:181).
Otros versículos sobre la cuestión de la justicia expresan:
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
57
60. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
Dios os ordena que restituyáis los depósitos a sus propie-
tarios y que cuando decidáis entre los hombres lo hagáis
con justicia. ¡Qué bueno es aquello a que Dios os exhorta!
Dios todo lo oye, todo lo ve (Corán, 4:58).
Di: “Mi Señor ordena la equidad. Dirigíos a El siempre que
oréis e invocadle rindiéndole culto sincero (culto exclu-
sivo). Así como os ha creado, volveréis (a El)” (Corán, 7:29).
Dios prescribe la justicia, la beneficencia y la liberalidad
con los parientes. Prohíbe la deshonestidad, lo reproba-
ble y la opresión. Os exhorta. Quizás, así, os dejéis amon-
estar (Corán, 16:90).
En todo el mundo hay personas sometidas a un trato cruel de-
bido a su raza, idioma o color de piel. Pero el Corán sostiene que
todas las personas son iguales y que la diferenciación según las ca-
racterísticas mencionadas carece de sentido. Las palabras de nues-
tro Profeta (PB), Todos ustedes descienden de Adán y éste fue
creado de arcilla14
, enfatizan que entre las personas no hay ninguna
diferencia al momento de nacer. El color de la piel, la posición social
o la riqueza no confieren ningún tipo de superioridad a ningún ser
humano.
Según el Corán, una de las razones por las que existen tribus,
pueblos e individuos distintos, es para “que se puedan conocer
entre sí”. Todos son siervos de Dios y deben aprender uno del otro
las diferentes culturas, idiomas, costumbres y aptitudes. La existen-
cia de pueblos y tribus distintos tiene como motivo principal la ri-
queza cultural, no la guerra y los conflictos. Todo verdadero
58
Las diferencias regionales o de linajes no son elementos
para el conflicto sino una fuente de riqueza cultural.
62. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
creyente sabe que sólo la benevolencia —en otras palabras, el res-
peto reverente y la fe en El— puede comunicar grandeza, superiori-
dad. Dice Dios:
¡Hombres! Os hemos creado de un varón y de una hembra
y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os
conozcáis unos a otros. Para Dios, el más noble de entre
vosotros es el que más Le teme. Dios es Omnisciente, está
bien informado (Corán, 49:13).
En otra parte revela:
Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la tie-
rra, la diversidad de vuestras lenguas y de vuestros colo-
res. Ciertamente, hay en ello signos para los que saben
(Corán, 30:22).
La historia muestra que entre los musulmanes hubo muchos
ejemplos de comportamientos honrados y de plena justicia con
otros, lo cual ayudó a crecer al Islam con una velocidad increíble en
un área amplia, que abarcó el Norte de Africa, todo el Medio
Oriente e incluso la península ibérica. Por medio de esa expansión
la civilidad y la tolerancia de la moral islámica llegó a muchos pue-
blos, comunidades e individuos, juntando a millones de personas
en una relación de aceptación mutua nunca vista antes. El conocido
investigador Joel Augustus Rogers ha examinado los distintos pue-
blos y la relación entre los negros y la gente de otros continentes. En
su libro Sexo y Raza describe la influencia del Islam:
Algunas de las razones por las que el Islam sobrevivió con un
brillo especial durante siglos, son la ausencia casi completa en esta
religión de juicios o valores basados en la raza, el no tomar en
cuenta el color de la piel o la clase social de los individuos y el hecho
60
63. de que la promoción a los niveles más en-
cumbrados de la comunidad se cimienta
sólo en la capacidad... El Islam estableció el
crisol de razas más grande y a la vez la socie-
dad con mayores libertades que se conoce
en la historia, hecho que tuvo lugar en el in-
terior del imperio que más se extendió en el
mundo. En el momento de mayor poder ese
imperio se expandía desde España y el cen-
tro de Francia en occidente, hasta la India,
China y el Océano Pacífico en oriente, incluida el Asia Central. Los
gobernantes de esos dilatados territorios tenían distintos tonos de
piel. Pero los musulmanes les daban menos atención a esto que el
que le confería el color de una flor a otra en un jardín15
.
El profesor Hamilton Alexander Rossken Gibb es uno de los
mayores expertos del mundo en Islam. En su libro ¿Adónde Va el
Islam? describe cómo considera esta religión la relación entre pue-
blos distintos:
Ninguna otra sociedad ha alcanzado tantos éxitos en la inte-
gración de tantas razas distintas en un pie de igualdad, oportuni-
dad y esfuerzos... El Islam aún tiene el poder de reconciliar
elementos aparentemente irreconciliables en lo que hace a raza y
tradición. Si alguna vez la gran oposición entre las sociedades de
oriente y occidente fuera reemplazada por la cooperación, será una
condición indispensable la mediación del Islam16
.
La moral islámica apunta a una sociedad edificada sobre la
fraternidad, la paz, la libertad y la seguridad. Es por eso que todas
las comunidades que entraron en contacto con el Islam han renun-
ciado a sus conductas opresivas, crueles y agresivas, pasando a
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
61
Joel Augustus Rogers
64. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
construir sociedades pacíficas y civilizadas. (Para más detalles ver
Justicia y Tolerancia en el Corán de Harun Yahya). Muchos historia-
dores occidentales han documentado en sus obras los efectos pro-
fundos y positivos del Islam sobre las comunidades con las que
entraron en contacto. El profesor Robert Briffault discute la relación
entre el Islam y la sociedad occidental en su libro Construyendo la
Humanidad:
Las ideas que inspiraron a la Revolución Francesa, a la
Declaración de Derechos —que sirvieron de referencia para la re-
dacción de la Constitución de los Estados Unidos de América— y a
la lucha por la independencia en América Latina (y en otras partes),
no fueron inventos de occidente. La fuente y raíz de esa inspiración
están en el Corán17
.
Las citas dadas indican que a través
de los siglos la moral islámica ha ense-
ñado a los pueblos el
valor de la paz, la tole-
rancia y la justicia. Hoy
día casi todos los pue-
blos buscan un mo-
delo así y no existe
ninguna razón para que
una cultura como la islá-
mica no vuelva a adquirir
primacía. Todo lo que
hace falta para ello es que
la gente quiera vivir
según la moral coránica.
A ese efecto cada musul-
62
65. mán debe dar el ejemplo, de modo de poder invitar luego a otros a
ese camino. Cuando cada uno, desde los niveles más altos a los más
bajos, implemente la moral ordenada por el Corán, el conjunto se
volverá compasivo, tolerante, respetuoso, magnánimo y cariñoso.
A su vez esto hará que la paz se extienda por todos lados.
El Musulmán Debería Invitar a Otros
de Manera Amable a Adoptar la Moral
Islámica
Todo musulmán tiene el deber de llamar a otros a adoptar la
moral islámica e informarles de la existencia de Dios y las pruebas
de Su creación. Dios nos ha hecho conocer esa responsabilidad:
¡Que constituyáis una comunidad que llame al bien, orde-
nando lo que está bien y prohibiendo lo que está mal!
Quienes obren así serán los que prosperen (Corán, 3:104).
Dios también nos revela cómo debe ser hecha esa invitación:
Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhor-
tación. Discute con ellos de la manera más conveniente.
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
63
66. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de
Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien di-
rigido (Corán, 16:125).
Una palabra cariñosa, un perdón valen más que una li-
mosna seguida de agravio. Dios se basta a Sí mismo, es
benigno (Corán, 2:263).
Los verdaderos creyentes saben de la importancia de esta res-
ponsabilidad:
creen en Dios y en el Ultimo Día, ordenan lo que está
bien, prohíben lo que está mal y rivalizan en buenas
obras. Esos tales son de los justos (Corán, 3:114).
Por lo tanto llaman a todos los que les rodean —amigos, pa-
rientes, etc.— a que crean en Dios, lo respeten como El se merece y
exhiban la moral apropiada. Esta característica agradable de los
musulmanes se describe así:
Pero las creyentes y los creyentes son amigos unos de
otros. Ordenan lo que está bien y prohíben lo que está
mal. Hacen la azalá (la oración), dan el azaque (la li-
mosna) y obedecen a Dios y a Su Mensajero. De ésos se
apiadará Dios. Dios es poderoso, sabio (Corán, 9:71).
De este versículo queda en claro que todos los creyentes, a lo
largo de sus vidas, tienen la tarea de explicar esa moral apropiada
por medio de vivirla a la vez que a otros recomiendan las buenas ac-
ciones y les recuerdan evitar el mal comportamiento. Dios ordena
decir todo de modo suave:
Di a Mis siervos que hablen de la mejor manera que pue-
dan... (Corán, 17:53).
64
67. HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
65
Dios describe por medio de una analogía el hablar correcto e
incorrecto:
¿No has visto cómo ha propuesto Dios como símil una
buena palabra, semejante a un árbol bueno, de raíz firme
y copa que se eleva en el aire, que da fruto en toda esta-
ción, con permiso de su Señor? Dios propone símiles a los
hombres. Quizás, así, se dejen amonestar. Una mala pala-
bra es, al contrario, semejante a un árbol malo arrancado
del suelo: le falta firmeza. Dios confirma con palabra
firme a quienes creen en la vida de acá y en la otra. Pero
Dios extravía a los impíos. Dios hace lo que quiere
(Corán, 14:24-27).
Cualquiera que desee llevar una vida virtuosa debería animar
a otros a hacer lo mismo. Cualquiera que quiera ver el buen obrar
debería hacer un esfuerzo por difundirlo. Cualquiera que quiera
ver a otros comportarse en consonancia con su conciencia, debería
impulsarlos a proceder así. Cualquiera que se opone a la crueldad
debería advertir del error en que caen a aquellos que la avalan. En
resumen, cualquiera que quiere que prevalezca lo correcto, debería
llamar a otros a sostener esa actitud. Pero al hacer ese llamado, lo
más importante es tener presente que sólo Dios puede inspirar a la
gente a convertirse en musulmán y conseguir que las palabras ama-
bles tengan algún efecto sobre ellos. Dios ha revelado que nuestro
santo Profeta (PB), como resultado de su noble carácter y moral su-
perior, siempre trató bien a la gente y le ha puesto como modelo
para toda la humanidad.
70. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
El Islam Ordena la Solidaridad y la
Cooperación Entre las Personas
Dios ha dado la siguiente orden:
... Ayudaos unos a otros a practicar la piedad y el temor de
Dios, no el pecado y la violación de la ley. Y temed a Dios.
Dios castiga severamente... (Corán, 5:2).
Como aclara el versículo, el fiel sólo lucha por lo que es co-
rrecto y tiene en cuenta que Dios conoce perfectamente el bien que
hacéis (Corán, 4:127). Nunca olvida que será recompensado por
todas sus acciones por nuestro Señor, Quien aclara que la amable
ayuda mutua debe darse en el marco de “la piedad y el temor de
Dios”. También se explica el sentido de la piedad:
La piedad no estriba en que volváis vuestro rostro hacia el
Oriente o hacia el Occidente, sino en creer en Dios y en el
Ultimo Día, en los ángeles, En el Libro y en los profetas,
en dar de la hacienda, por mucho amor que se le tenga, a
los parientes, huérfanos, necesitados, viajero, mendigos y
esclavos, en hacer la azalá (oración) y dar el azaque (li-
mosna), en cumplir con los compromisos contraídos, en
ser pacientes en el infortunio, en la aflicción y en tiempo
de peligro. Esos son los hombres sinceros, ésos los teme-
rosos de Dios (Corán, 2:177).
La verdadera bondad, por lo tanto, es más bien distinta a como
la percibe la sociedad en general. Quienes no viven según la moral
coránica ven sus buenas acciones como favores que ellos conceden.
Generalmente esa actitud la restringen a dar dinero al menesteroso
o a ceder el asiento en el bus a una persona mayor.
Pero como hemos visto en los versículos mencionados, el
68
71. Corán describe la piedad como un concepto que abarca toda la vida
del creyente, como una obligación que debe ser cumplimentada a lo
largo de la existencia de la persona y no sólo cuando lo siente o re-
cuerda que hay que proceder así.
Como servidor honesto, el musulmán es sincero y ayuda al
pobre y necesitado aunque él mismo pase necesidades o tenga que
renunciar a cosas que ama (Corán, 76:8). Dios ha revelado que pres-
tar asistencia, ayudar a otros y hacer el bien son cosas que incumben
al musulmán: y parte de sus bienes correspondía de derecho al
mendigo y al indigente (Corán, 51:19). Cuando los creyentes ayu-
dan lo hacen sin condiciones y están dispuestos a cualquier sacrifi-
cio para impulsar a los demás hacia lo correcto. No esperan nada en
retorno aparte de obtener el contento de Dios, Quien describe ese
proceder:
“Os damos de comer sólo por agradar a Dios. No queremos
de vosotros retribución ni gratitud. Tememos, de nuestro
Señor, un día terrible, calamitoso” (Corán, 76: 9-10).
Los musulmanes saben que Dios es el Señor de la justicia infi-
nita y nunca olvidan que su buen comportamiento será adecuada-
mente premiado en el más allá. Tampoco olvidan que la vida en este
mundo sólo es temporaria y que su verdadera morada yace en Dios.
En el Corán el Todopoderoso advierte a la gente del fin inevitable y
la llama a comportarse de un modo que sea de Su aceptación:
No hemos creado sino con un fin los cielos, la tierra y lo
que entre ellos hay. Sí, la Hora llega. Perdona, pues, gene-
rosamente (Corán, 15:85).
Servid a Dios y no le asociéis nada. Sed buenos con vues-
tros padres, parientes, huérfanos, pobres, vecinos —parien-
tes y no parientes—, el compañero de viaje, el viajero (es
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
69
72. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
decir, el seguidor de la causa de Dios) y vuestros servidores.
Dios no ama al presumido, al jactancioso (Corán, 4:36).
La recompensa para quienes exhiben un comportamiento de-
leitable es el anuncio de buenas nuevas:
Quienes, en cambio, crean y obren bien... No dejaremos
de remunerar a quienes se conduzcan bien (Corán, 18:30).
A los que temieron a Dios se les dirá: “¿Qué ha revelado
vuestro Señor?”. Dirán: “Un bien”. Quienes obren bien
tendrán en la vida de acá una bella recompensa, pero la
Morada de la otra vida será mejor aún. Qué agradable será
la Morada de los que hayan temido a Dios. Entrarán en
los Jardines del Edén, por cuyos bajos fluyen arroyos.
Tendrán en ello lo que deseen. Así retribuye Dios a quie-
nes Le temen (Corán, 16:30-31).
70
La ética coránica demanda humildad, tolerancia
y amabilidad. Donde se aplican estas virtudes,
reina la paz y la seguridad.
73. El Islam nos Ordena Hacer el Bien y
Evitar el Mal
Los creyentes adquieren el sentido correcto de lo conveniente
y de lo perjudicial por medio del Corán, libro revelado por Dios
como la Norma, que discierne lo verdadero de lo falso. Conceptos
tales como “bueno” o “malo”,·”justo” o “equivocado”, son ilustra-
dos en el Corán por medio de ejemplos que cualquiera puede com-
prenderlos. El respeto reverente a Dios brinda la luz y comprensión
para ayudar a distinguir entre los ventajoso y lo inconveniente
(Corán, 8:29).
Los musulmanes se pasan toda la vida poniendo a prueba su
conciencia sobre lo bueno y lo malo, como lo describe el Corán.
También cargan con otra responsabilidad importante: invitar a los
seres humanos a ver la verdad, evitar las cosas perjudiciales y vivir
de acuerdo a la moral coránica. El creyente hace notar permanente-
mente a los demás la diferencia entre el bien y el mal, porque Dios
ha dado la siguiente orden a quien es fiel a El:
Que constituyáis una comunidad que llame al bien, orde-
nando lo que está bien y prohibiendo lo que está mal.
Quienes obren así serán los que prosperen (Corán, 3:104).
En un versículo Dios enfatiza que quienes obren de acuerdo a
esta orden serán mucho más felices que otros:
Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya sus-
citado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal
y creéis en Dios. Si la gente de la Escritura creyera, les iría
mejor. Hay entre ellos creyentes, pero la mayoría desvían
a otros (Corán, 3:110).
El fiel cumple lo que dicta el Corán no sólo frente a los que son
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
71
74. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
ignorantes de las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto, sino
también frente a los iguales a él. A veces la gente cae en el error no
sólo por ignorancia sino también por descuido, por equivocación o
por seguir deseos mundanos. Es entonces que el ubicado en lo co-
rrecto aconseja el bien, señala lo incorrecto y recuerda las órdenes co-
ránicas. Advierte que quien en este mundo cae en la mala acción
sufrirá los tormentos del infierno; que sólo los que hacen el bien y
cumplen devotamente sus obligaciones religiosas serán premiados
con el Paraíso. Esa responsabilidad maravillosa significa que nunca
se cansa de advertir a los demás, con compasión y misericordia, inde-
pendientemente de los errores en los que incurran. El Corán revela
en muchos versículos que Dios ama a los pacientes y por eso llama a
los creyentes a ser así cuando dan ejemplos de la moral coránica:
¡Vosotros, los que creéis, buscad ayuda en la paciencia y
en la azalá (oración)! Dios está con los pacientes (Corán,
2:153).
En cambio, quienes sean pacientes y obren bien, obten-
drán perdón y una gran recompensa (Corán, 11:11).
El Islam Ordena Retribuir con el Bien a
Quien nos Hace el Mal
No es igual obrar bien y obrar mal. Repele (el mal) con lo
que sea mejor y he aquí que aquél de quien te separe la
enemistad se convertirá en amigo ferviente (Corán, 41:34).
Repele el mal con algo mejor (con un bien equivalente o
con algo que sea mejor). Sabemos bien lo que cuentan
(Corán, 23:96).
72
75.
76. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
En estos versículos Dios promete al creyente que obtendrá re-
sultados positivos en tanto adopte una actitud afable frente al mal-
hechor. El Corán subraya que la persona de fe puede establecer una
relación cálida hasta con el enemigo. Responder al mal con el bien
también es parte de la compasión. Cuando algún creyente ve a otros
adoptando posiciones que no serán del agrado de Dios, en lo pri-
mero que piensa es en cómo les afectará en el más allá. Después se
aproxima a ellos con humildad y tolerancia, cuidándose de no mos-
trarse engreído.
En el curso de sus vidas los creyentes pueden cruzarse con
gente de características muy distintas. No obstante, no modificará
su visión de la moral debido a la gente con la que se encuentre.
Otros pueden burlarse, decir malas palabras, encolerizarse o in-
cluso ser hostiles. Pero el verdadero creyente siempre es cordial,
modesto y comprensivo. Nunca responderá a las expresiones soe-
ces con otras iguales. No se burlará del burlón, no responderá con
cólera al encolerizado, sino que permanecerá paciente y tolerante.
Frente al comportamiento insultante responderá según la moral
verdadera y con una comprensión tal que el otro se avergonzará.
Esa es la conducta que nos recomienda nuestro Profeta (PB). Dice
un hadiz: No respondas la malicia de la misma manera, sino que
disculpa y perdona18
. En otro hadiz exhorta a los creyentes en los si-
guientes términos: Ninguno de ustedes tiene que ser el tipo de per-
sona débil que dice: “Quien no tenga compasión no la recibirá”19
.
En el Corán se le dice a nuestro Profeta (PB) que perdone
cuando es traicionado por alguno de los hijos de Israel:
Por haber violado su pacto (con Nosotros) les hemos mal-
decido y hemos endurecido sus corazones. Alteran el sen-
tido de las palabras (reveladas); olvidan parte de lo que se
74
77. HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
75
les recordó. (Tú, Muhammad), siempre descubrirás en
ellos alguna traición, salvo en unos pocos. ¡Borra sus faltas,
perdónales! Dios ama a quienes hacen el bien (Corán, 5:13).
Como enseña este versículo, la pobreza moral exhibida por al-
gunos no justifica proceder de la misma manera. Cada uno es res-
ponsable de sus acciones sólo ante Dios. Según el Corán, obrar con
la comprensión, el afecto y la moral conveniente frente al mal com-
portamiento de alguien, es un signo de superioridad moral que re-
vela el grado de devoción a Dios del creyente. Un versículo revela el
premio que se alcanzará con esa actitud apacible:
Para quienes obren bien, lo mejor (el Paraíso) y más (la vi-
sión beatífica). Ni el polvo ni la humillación cubrirán sus
rostros. Esos morarán en el Jardín eternamente (Corán,
10:26).
El Corán Ordena al Creyente Perdonar
Siempre
Un signo importante de compasión es la capacidad de perdo-
nar. Dios pide a sus servidores, ¡Sé indulgente! (adopta el perdón
como conducta), prescribe el bien y apártate de los ignorantes!
(Corán, 7:199).
Alguien puede considerar que es difícil actuar así, pero es algo
que Dios premia bien. Seguramente el que se encoleriza no querrá
perdonar los errores, pero el Todopoderoso ha revelado al creyente
que es mejor hacerlo:
Una mala acción será retribuida con una pena igual, pero
quien perdone y se reconcilie recibirá su recompensa de
Dios... (Corán, 42:40).
78. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
En otro versículo Dios revela: Quien es paciente y perdona,
eso sí que es dar muestras de resolución (Corán, 42:43). También
subraya que se trata de una forma de moral superior:
Quienes de vosotros gocen del favor (divino) y de una
vida acomodada, que no juren que no darán más a los pa-
rientes, a los pobres y a los que han emigrado por Dios.
Que perdonen y se muestren indulgentes. ¿Es que no que-
réis que Dios os perdone? Dios es indulgente, misericor-
dioso (Corán, 24:22).
Con esas palabras el Todopoderoso anima al devoto a conside-
rar el beneficio que obtiene al ser misericordioso y le ha ordenado
que trate a otros como le gustaría que lo tratasen a él. Todos los cre-
yentes quieren que Dios les perdone, proteja, sea clemente con ellos,
y por eso mismo están dispuestos a disculpar y perdonar los errores
de los demás. Esto es lo que mueve a los fieles a perdonarse mutua-
mente. Nuestro Profeta (PB) los estimulaba con estas palabras: Que
la persona más cercana a Dios con algún poder (terrenal), perdone a
quien lo ha agraviado20
.
Al saber los creyentes que en algún momento se equivocarán
en algo, serán tolerantes con otros. Esos versículos del Corán que
tratan del arrepentimiento, dejan en claro que cometer un error
nunca es tan importante como la determinación de no volver a co-
meterlo jamás. Uno de ellos expresa:
Dios perdona sólo a quienes cometen el mal por ignoran-
cia y se arrepienten enseguida. A éstos se vuelve Dios.
Dios es omnisciente, sabio (Corán, 4:17).
Cuando el creyente ve la sinceridad en la persona con la que
trata, actúa con compasión y perdona. Si alguien cometió un error y
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80. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
se arrepiente en verdad, no se le puede juzgar por sus acciones pa-
sadas. Si un individuo comete un error grave sin doblez, el creyente
no tendrá ningún problema en perdonarle porque Dios recomienda
ese comportamiento como un ejemplo de la moral debida:
que dan limosna (gastan) tanto en la prosperidad como en
la adversidad, reprimen la ira, perdonan a los hombres —
Dios ama a los que hacen el bien— (Corán, 3:134).
El creyente, al perdonar, no hace distinción entre el error pe-
queño o grande ni procede de acuerdo a una medida. Sabe que
todo ocurre con el permiso de Dios como parte de lo que El destina
a cada uno. En consecuencia, si alguien se equivoca y le produce
deterioros severos o perjuicios financieros muy graves, se pone en
manos de Dios y no se encoleriza o deprime. Y si el error llega a
costarle la vida al fiel, sus deudos sometidos a Dios sabrán ser pa-
cientes.
Por otra parte, si alguien viola normas coránicas y se excede de
los límites puestos por Dios, el creyente jamás puede juzgarlo o
dejar de perdonarlo, bajo ningún motivo, pues sólo El puede dicta-
minar sobre el comportamiento de los humanos. El verdadero arre-
pentimiento tendrá su premio sólo frente a Dios, Quien ha revelado
en muchos versículos que no perdona que se Le asocie (otros a El)
(Corán, 4:48), pero sí perdonará las equivocaciones de los creyentes
que se arrepientan de corazón. Puesto que ningún ser humano
puede saber a ciencia cierta si otro se ha arrepentido francamente,
nosotros debemos perdonar de la manera en que Dios ha revelado y
tratar a los que se equivocan de acuerdo a como lo indica el Corán
respecto a cada cuestión.
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81. EL ISLAM ORDENA UN COMPORTAMIENTO
AFABLE
Dios posee una compasión infinita y es perdonador, protector
y manso con los creyentes. El Compasivo y Misericordioso ha
puesto a disposición de los seres humanos todas las bendiciones del
universo y los auxilia con mensajeros que informaron sobre el sen-
dero recto. Cada una de sus revelaciones es un poste indicador que
lleva a ese camino y el conjunto de las mismas son la guía para lle-
gar a ser Sus siervos sinceros. Nuestro Señor es Halim (El Clemente),
Adl (El Señor de la Justicia Infinita), ‘Afuw (El Perdonador), ‘Aziz (El
Poderoso), Barr (La Fuente de todo Favor), Ghafir (El Indulgente),
Hafiz (El Protector), Karim (El Generoso), Latif (El Sutil), Muhsin (El
Señor de la Bondad Infinita), Ra’uf (El Compasivo), Salam (La Paz),
Tawwab (El Aceptador del Arrepentimiento) y Wahhab (El Dador).
Los creyentes, si en verdad están empapados de amor y com-
pasión, se caracterizan por saber que están bajo la protección de
nuestro Señor y por ser conscientes de Su benevolencia y gracia
Infinita. Debido a eso anhelan convertirse en el tipo de siervo a
quien El los ve con deleite, por lo que merecen Su misericordia y
Paraíso. El musulmán auténtico siempre trata a los demás con bon-
dad. Dios ha ofrecido como ejemplo a ser seguido por todos los cre-
yentes la naturaleza mansa de nuestro Profeta (PB):
Por una misericordia venida de Dios, (Tú, Muhammad,)
has sido suave con ellos (con los creyentes). Si hubieras
sido áspero y duro de corazón, se habrían escapado de ti.
Perdónales, pues, y pide el perdón de Dios en su favor y
consúltales sobre el asunto. Pero, cuando hayas tomado
una decisión, confía en Dios. Dios ama a los que confían
en El (Corán, 3:159).
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
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84. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
Este versículo explica que esa naturaleza propia del Profeta
(PB) ejerció una influencia positiva sobre la gente, ayudando a au-
mentar la devoción a El. El Corán también nos da como modelos a
imitar la naturaleza pacífica de otros profetas. Un versículo nos re-
lata la influencia positiva que ejerció el Profeta Suayb (P) y como
hizo más fuerte la obediencia a Dios. Al ser enviado al pueblo de
Madián, sus habitantes le dijeron, ...Tú eres, ciertamente, el benigno, el
honrado (Corán, 11:87). La moral superior del Profeta Abraham (P)
es otro ejemplo para todos. El Corán nos relata que era tierno,
manso y muy cariñoso:
El perdón que Abraham pidió para su padre no fue sino
en virtud de una promesa que le había hecho; pero,
cuando vio claramente que era enemigo de Dios, se des-
entendió de él. Abraham era, ciertamente, tierno, benigno
(Corán, 9:114).
Abraham era, ciertamente, benigno, tierno, estaba arre-
pentido (Corán, 11:75).
Dios ha ordenado a Sus creyentes que se comporten siempre
de manera agradable, que hablen amablemente y que traten bien al
prójimo. Sus profetas obraron así. Por ejemplo, cuando el Profeta
Moisés (P) se iba a dirigir donde estaba Faraón —uno de los gober-
nantes más crueles y represores de todas las épocas— Dios le habló
en estos términos:
Ve, acompañado de tu hermano, con Mis signos, y no des-
cuidéis el recordarme. Id a Faraón. Se muestra rebelde.
Hablad con él amablemente Quizás, así, se deje amones-
tar o tenga miedo de Dios (Corán, 20:42-44).
Estos versículos son un importante recordatorio de que todos
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86. SOLO EL AMOR PUEDE DERROTAR AL TERRORISMO
tienen la obligación de vivir la moral que revela el Corán, que es la
de los profetas. El Corán propone los siguientes ideales para el gé-
nero humano: amar a todas las criaturas creadas por Dios; ser gentil
y amable de la mejor manera posible; favorecer siempre el compro-
miso y la tolerancia; no hablar nunca de forma ruda, incluso en las
circunstancias más exasperantes; cuando sea preciso, sacrificarse
con gusto y voluntariamente; desear y buscar siempre lo mejor para
los demás; relegar los deseos personales; querer para los demás
exactamente lo que se quiere para uno; estar siempre dispuesto a
asistir a otros en caso de necesidad y rechazar todas las formas de
crueldad. Sin duda, este es el modelo ético que están buscando los
habitantes del planeta.
El Islam Def iende la Libertad de Culto
En materia de creencia el Islam ofrece a la gente una libertad
completa en el lenguaje más claro. Así ha sido desde que fue reve-
lado y constituye la base de la moral islámica de hoy día. Los versí-
culos sobre el tema son transparentes:
No cabe coacción en religión. La buena dirección se dis-
tingue claramente del descarrío. Quien no cree en los ta-
guts (todo lo que es adorado fuera de Dios y aleja de El:
demonios, ídolos, magos, adivinos, etc.) y cree en Dios,
ese tal se ase del asidero más firme, de un asidero irrompi-
ble. Dios todo lo oye, todo lo sabe (Corán, 2:256).
Según el Islam las personas son libres de elegir la creencia que
deseen y nadie puede obligar a alguien en tal sentido. Es cierto que
el musulmán tiene el deber de comunicar el Islam y explicar la exis-
tencia de Dios, hacer saber que el Corán es el libro de Su revelación
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87. y que el Profeta Muhammad (PB) fue Su mensajero, hablar del más
allá, del Día del Juicio y de la belleza de la moral coránica.
Pero todo ello solamente se tiene que explicar y de ninguna
manera corresponde tratar de imponer alguna de esas cosas. Dios
informa en un versículo a nuestro Profeta (PB) que él es solamente
un mensajero:
Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhor-
tación. Discute con ellos de la manera más conveniente.
Tu Señor conoce mejor que nadie a quien se extravía de
Su camino y conoce mejor que nadie a quien está bien di-
rigido (Corán, 16:125).
Otro versículo dice:
Y di: “La Verdad viene de vuestro Señor. Que crea quien
quiera, y quien no quiera que no crea... (Corán, 18:29).
Nuestro Señor advierte al Profeta Muhammad (PB): Tú, quizá,
te consumas de pena porque no creen (Corán, 26:3). También le re-
cuerda lo siguiente:
Sabemos bien lo que dicen (los infieles)... No debes tú
forzarles. Amonesta, más bien, por el Corán a quien tema
Mi amenaza (Corán, 50:45).
La gente es libre de elegir de manera correcta o equivocada.
Cuando se explica el Islam —el sendero verdadero que Dios ha re-
velado—, muchos creen por propia decisión, sin estar sometidos a
ninguna presión. El que se equivoca en su elección, tendrá que en-
frentar las consecuencias en el más allá. En esto el Corán es absolu-
tamente claro:
Si tu Señor hubiera querido, todos los habitantes de la tie-
rra, absolutamente todos, habrían creído. Y ¿vas tú a for-
zar a los hombres a que sean creyentes,... (Corán, 10:99).
HARUN YAHYA (ADNAN OKTAR)
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