Este documento describe dos posturas sobre la ética ecológica: la ecología medioambientalista (antropocéntrica), que defiende el medio ambiente por el beneficio que aporta a los seres humanos, y la ecología profunda (biocéntrica), que considera que la naturaleza tiene derechos intrínsecos y que la biosfera es moralmente superior a los individuos humanos. El documento sugiere que deberíamos cuestionarnos si defendemos las causas ecológicas por interés propio o por razones morales más