2. EMBARAZO: ¿COMO Y CUANDO DUERMEN?
¿TENEMOS QUE ENSEÑAR DORMIR A LOS BEBES?
3. ¿ES NORMAL QUE A MEDIDA QUE PASAN LOS MESES SE
VAYA DESPERTANDO MAS?
CUANDO NACEN: ¿COMO ES EL SUEÑO DE LOS
BEBÉS?
¿ES NORMAL QUE NECESITE EL PECHO O MIS BRAZOS PARA
DORMIR?
4. Recién nacido: 2 fases, sueño activo
y sueño lento
En torno a los 7-10 meses: todas las
fases del sueño, aunque su periodicidad
y duración son diferentes del adulto.
En torno los 5-6 años sueño
bastante parecido al adulto
PROCEDO MADURATIVO DEL SUEÑO
8. ¿QUÉ NECESITA UNA MADRE/PADRE?
* DESCANSO
* NTIMIDAD CON LA PAREJA
* SEGURIDAD DE QUE VOY A ATENDER
LAS COSAS QUE SON IMPORTANTES
*DISFRUTAR
*CONFIAR EN SU INSTINTO
*CONTRIBUIR AL BIENESTAR DE MI HIJO
9. ¿QUE SE PUDE HACER?
A) RESPONDER ATENDIENDO A LAS
NECESIDADES DE LOS ADULTOS:
enseñarles a dormir. Aprenderán
porque no tienen otro remedio.
B) RESPONDER ATENDIENDO A LAS
NECESIDADES DE LOS NIÑOS:
responder a cada llamada del niño
10. LOS METODOS DE ADIESETRAMIENTO
Idea: hay que enseñar a dormir
La necesidad de afecto y
seguridad por la noche no se
tiene en cuenta
La necesidad de contacto.
Experiencia en orfanatos y con
animales.
12. Hoy en día, cuando dejamos a
nuestro hijo/a en la cuna,
sabemos que no corre ningún
peligro.
Pero él/ella no sabe
todo eso.
13. Se aprovecha de la falta de
confianza de los padres en
su instinto.
¿cómo reaccionaríamos si
esto mismo nos hicieran a
nosotros?
14. Cuando la luz se apaga
- SUBE LA ADRENALINA QUE
NOS PREPARA PARA LA ALERTA
Y LA SUPERVIVENCIA.
- TAMBIEN EL CORTISOL.
- SE CONTRARESTA CON
OPIACEOS (endorfinas) Y
SECRECIÓN DE SEROTONINA.
ES UNA SITUACIÓN
ESTRESANTE PARA EL NIÑO:
15. Cuando la luz se apaga
SI EL CORTISOL ES ALTO
Y LA SEROTONINA
TAMBIEN, SE PRODUCE
EL VÓMITO.
16. Cuando la luz se apaga
LA AMIGDALA SE ACTIVA, SE COLAPSA.
17. - LA CONDUCTA AFECTIVA
- EN LOS PROCESOS DE
APRENDIZAJE Y MEMORIA.
- EL SEPT (síndrome de
estrés postraumático.)
- LA INDEFENSIÓN
APRENDIDA.
- LOS TRANSTORNOS DEL
ESTADO DE ÁNIMO.
- T. DE ANSIEDAD.
EL CEREBRO EMOCIONAL INTERVIENE EN:
18. CONSECUENCIA
El niño aprende que haga lo
que haga, sus padres no
vendrán.
Resignación.
Estas alteraciones son reparables
pero no reversibles.
21. NO ATIENDES:
Si cada vez que tu hijo llora….
- ayudas a expresar sus necesidades
- a considerar que "lo normal" es que
le atiendan.
- le estás alentando a ser
independiente
Eso le ayudará a ser un adulto seguro
de sí mismo, confiado y valorado
ATIENDES:
- El y sus necesidades no son
realmente importantes, no merece
que le hagan caso
- que otras personas "más sabias y
poderosas" que él pueden decidir
mejor que él mismo lo que le
conviene y lo que no.
-Se hace más dependiente
22. PROBLEMAS DE MANTENIMIENTO:
- ATENDER PRONTAMENTE
- CUIDADOR PRIMARIO (madre)
- RUTINAS DE INDUCCIÓN.
PROBLEMAS DE CONCILIACIÓN:
-QUE TENGA SUEÑO.
-RELAJACIÓN (casa dormida)
-RUTINAS FLEXIBLES.
-CUIDADOR PRIMARIO.
23. PARA QUE TODOS PUEDAN DORMIR LO
MÁS POSIBLE.
CADA FAMILIA BUSCA LA MEJOR SOLUCIÓN
24. El colecho es actual:
¿ES BUENO DORMIR CON EL BEBÉ?
25. El colecho es una práctica que se usa en todas las
culturas:
¿Es que acaso se nos dará la vida dos veces?
Pues….¿cómo es que me duermo sin ceñirte entre mis brazos?
Otomo yakamochi (718- 785)
28. PESADILLAS
TRASTORNOS DEL SUEÑO
TERRORES NOCTURNOS
-¿¿Hay ansiedad?? Ir a la causa
- Antes de ir a dormir…
- En el momento: Tranquilizar,
estar a su lado lo que necesite.
-Mirar si está durmiendo lo suficiente
-Permanecer junto a él de forma
discreta para evitar que se haga daño.
-No intentar despertarle, ni comentarle
nada al día siguiente
29. La cercanía y el contacto físico
de los padres son
necesidades vital para el
normal desarrollo de un bebé
Las necesidades primarias
no satisfechas durante la
temprana infancia tienen
efectos devastadores
sobre nuestra vida
Cada vez hay más evidencia científica
30. ATENDER EL LLANTO Y LAS NECESIDADES DE LOS
NIÑOS NO ES MAL ACOSTUMBRAR
SINO CONTRIBUIR A PONER LOS CIMIENTOS SOLIDOS
PARA UNA FUTURO SALUDABLE.
31. Una infancia feliz es un tesoro que dura para siempre,
que nadie podrá jamás arrebatarte.
Notas del editor
El sueño es un proceso evolutivo que el bebé va adquiriendo desde que nace hasta los primeros años de la infancia. los bebés nacen con apenas dos de las cinco fases de sueño que tenemos los adultos. A lo largo de los meses, y compenetradas con las necesidades biológicas del bebé, van apareciendo las otras fases. Esto es así porque, entre otras cosas, un bebé necesita comer frecuentemente (si no tendría hipoglucemias) y necesita protección. Si tuviera todas las fases de sueño como los adultos tardaría mucho más rato en hacer un ciclo completo (hay que pasar por varias fases para notar descanso) y eso resultaría peligrosísimo para ellos. Por eso, la naturaleza, que es sabia, hace que los bebés al nacer solo tengan fase de sueño profundo y una fase REM, pero no las otras, con lo que así se despiertan a menudo.
A los 6 meses ya tienen establecidas casi todas las fases, pero aún les cuesta pasar de una fase a otra. Están ensayando y por eso hay tantos bebes que suelen incrementar los despertares de los 6 meses en adelante.
Los ciclos de sueño de los adultos duran una media de 90 minutos, los de los niños son más cortos (50-60 minutos) así que tienen un periodo de sueño vulnerable cada hora o menos.
Cuando estamos en estas fases del sueño lo que no sabemos la mayoría es que cuando se pasa de una fase a otra, al de un momento de la noche, prácticamente nos despertamos y aparece una semi-inconsciencia, nuestros sentidos se vuelven a activar y que nuevamente estamos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Esta situación lo normal es que pasa desapercibida porque nos ponemos inmediatamente a dormir y sólo te da tiempo para darte cuenta de que la manta se te ha caído, si hace calor o si hace frío,... pero el sueño continua. Pero lo interesante es saber que es absolutamente natural pasar del sueño a ese leve despertar. Mucho más interesante todavía es intentar comprender cuál es la función que cumple ese despertar. ¿Qué hacen esas pausas de sueño? Salvarnos la vida. Es una premisa fundamental y una herencia que tenemos desde nuestro tiempos antepasados, pre-históricos y que también lo tienen el resto de los animales; es decir, gracias a poder pasar de una fase a otra, esa adaptación profunda de continuar durmiendo toda la noche, nos permite en caso de un alarma poder reaccionar. Antes era el caso de que hubiera depredadores o que hubiera cualquier situación que de alguna forma podía poner en peligro la vida de un ser humano. Ahora sigue siendo exactamente igual; puede haber ladrones, puede haber un alarma o puede haber un incendio o cualquier cosa. Y precisamente porque tenemos esa posibilidad de pasar a ese sueño ligero en el que nuestros sentidos vuelven a activarse, que nuestro cerebro vuelve a activarse, podemos tener la respuesta adecuada. Esto nos ocurre a nosotros, que somos adultos y cuando ocurre este leve despertar puede pasar dos cosas: que nos desvelemos o que no nos desvelemos y si nos desvelemos puede también que ocurra varias cosas: una que nos pongamos a contar las ovejitas para ver si de esa forma volvemos a coger el sueño; y la otra que nos podamos tomar un somnífero con un vaso de leche; otra que nos quedemos totalmente tranquilos; y la otra cada uno de vosotros sabréis qué recurso utilizáis. Pero lo que es cierto es que no le llamamos ni a la ama ni a la pareja inmediatamente para que nos soluciones el problema que tenemos en ese momento, asumimos que nos dormiremos o no.
El sueño es un proceso evolutivo que el bebé va adquiriendo desde que nace hasta los primeros años de la infancia. los bebés nacen con apenas dos de las cinco fases de sueño que tenemos los adultos. A lo largo de los meses, y compenetradas con las necesidades biológicas del bebé, van apareciendo las otras fases. Esto es así porque, entre otras cosas, un bebé necesita comer frecuentemente (si no tendría hipoglucemias) y necesita protección. Si tuviera todas las fases de sueño como los adultos tardaría mucho más rato en hacer un ciclo completo (hay que pasar por varias fases para notar descanso) y eso resultaría peligrosísimo para ellos. Por eso, la naturaleza, que es sabia, hace que los bebés al nacer solo tengan fase de sueño profundo y una fase REM, pero no las otras, con lo que así se despiertan a menudo.
A los 6 meses ya tienen establecidas casi todas las fases, pero aún les cuesta pasar de una fase a otra. Están ensayando y por eso hay tantos bebes que suelen incrementar los despertares de los 6 meses en adelante.
Los ciclos de sueño de los adultos duran una media de 90 minutos, los de los niños son más cortos (50-60 minutos) así que tienen un periodo de sueño vulnerable cada hora o menos.
Cuando estamos en estas fases del sueño lo que no sabemos la mayoría es que cuando se pasa de una fase a otra, al de un momento de la noche, prácticamente nos despertamos y aparece una semi-inconsciencia, nuestros sentidos se vuelven a activar y que nuevamente estamos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Esta situación lo normal es que pasa desapercibida porque nos ponemos inmediatamente a dormir y sólo te da tiempo para darte cuenta de que la manta se te ha caído, si hace calor o si hace frío,... pero el sueño continua. Pero lo interesante es saber que es absolutamente natural pasar del sueño a ese leve despertar. Mucho más interesante todavía es intentar comprender cuál es la función que cumple ese despertar. ¿Qué hacen esas pausas de sueño? Salvarnos la vida. Es una premisa fundamental y una herencia que tenemos desde nuestro tiempos antepasados, pre-históricos y que también lo tienen el resto de los animales; es decir, gracias a poder pasar de una fase a otra, esa adaptación profunda de continuar durmiendo toda la noche, nos permite en caso de un alarma poder reaccionar. Antes era el caso de que hubiera depredadores o que hubiera cualquier situación que de alguna forma podía poner en peligro la vida de un ser humano. Ahora sigue siendo exactamente igual; puede haber ladrones, puede haber un alarma o puede haber un incendio o cualquier cosa. Y precisamente porque tenemos esa posibilidad de pasar a ese sueño ligero en el que nuestros sentidos vuelven a activarse, que nuestro cerebro vuelve a activarse, podemos tener la respuesta adecuada. Esto nos ocurre a nosotros, que somos adultos y cuando ocurre este leve despertar puede pasar dos cosas: que nos desvelemos o que no nos desvelemos y si nos desvelemos puede también que ocurra varias cosas: una que nos pongamos a contar las ovejitas para ver si de esa forma volvemos a coger el sueño; y la otra que nos podamos tomar un somnífero con un vaso de leche; otra que nos quedemos totalmente tranquilos; y la otra cada uno de vosotros sabréis qué recurso utilizáis. Pero lo que es cierto es que no le llamamos ni a la ama ni a la pareja inmediatamente para que nos soluciones el problema que tenemos en ese momento, asumimos que nos dormiremos o no.
¿Qué han conocido hasta ahora?
Imaginen un bebé de 6-8 meses gateando. Todo el mundo se admirará de la prontitud en la adquisición de sus metas locomotoras, porque todos sabemos cual es la evolución normal de un bebé. Pero imaginen que no tenemos ni idea y nos empezamos a preocupar cuando un bebé empieza a gatear porque.... ¿y si no se levanta nunca y no anda? Todos sabemos que, si no intervenimos, cualquier niño sano, a pesar de gatear a la perfección se levantará y andará. Por que andar es un proceso evolutivo que se adquiere con la madurez motora.
Se nos olvida que el bebé, al hacer y durante el primer año de vida, depende absolutamente de su madre (o sustitu@) para su supervivencia física y sobre todo emocional. Y esta dependencia saludable, natural y necesaria par su desarrollo psicoafectivo íntegro, se prolonga en el tiempo más de lo que a veces nos gustaría. Se nos olvida a menudo, que el bebé necesita del cuerpo, calor y caricias maternas para la progresiva percepción del mundo externo como algo gratificante, no amenazante y seguro.
Ante la demanda de ese niño que tiene un despertar natural, que se despierta el doble de veces que nosotros, que no puede contar ovejitas ni puede tomarse un somnífero ni puede estar tranquilamente mirando al techo sino que empieza a demandar, ¿qué hacemos? ¿Lo atendemos o lo dejamos? ¿De quién es el problema, nuestro o suyo? ¿Por qué los bebés cuando se despiertan lloran? Porque hasta que puede decir papá, mamá, aita, ama, es la única forma de comunicación que tienen para decir “me he despertado”. Y ¿qué pasa cuando se despiertan por la noche? Hay 2 tipos de miedos, el de la oscuridad y el de ser abandonado, son dos miedos que marcan la infancia. Estos 2 miedos que son absolutamente naturales se activan fundamentalmente con el movimiento del despertarse y cuando tienen miedo a la oscuridad y de pronto no saben dónde están lo natural es que llamen. Y en función de qué criterio tenemos cada uno de nosotros, atender su necesidad o atender a nuestra necesidad, iremos o no iremos. Si pensamos que nuestra necesidad es importante, y por supuestísimo que lo es, iremos y aplicaremos sistemas conocidos. Si pensamos que su necesidad es fundamental iremos e intentaremos buscar soluciones a tantos despertares.
(necesario para su desarrollo psicoemocional adecuado)
Hoy en día, cuando usted deja a su hijo en la cuna, sabe que no corre ningún peligro. No pasará frío, ni calor, ni se mojará, ni se lo comerá un lobo. Sabe que usted está a pocos metros, y le oirá si pasa algo y vendrá en seguida (o, si usted ha salido de casa, sabe que otra persona ha quedado de guardia, escuchando a pocos metros). Pero su hijo no sabe todo eso. Nuestros niños, cuando nacen, son exactamente iguales a los que nacían hace 50.000 años. Por si acaso, a la más mínima separación, lloran como si usted se hubiera ido para siempre. Más adelante, cuando empiece a comprender dónde está usted, cuándo volverá y quién le cuida mientras tanto, empezará a tolerar las separaciones con más tranquilidad. Pero aún faltan unos años
LA AMIGDALA ES LA PARTE MÁS IMPORTANTE DEL CEREBRO EMOCIONAL, QUE VA A REGIR NUESTRAS
VIDAS.
En una ocasión y como anécdota, me preguntaron si “era bueno o malo” dormir con el bebé. Mi respuesta fue: ¿es bueno o malo dormir con tu pareja?. Se nos olvida que el bebé, al hacer y durante el primer año de vida, depende absolutamente de su madre (o sustitu@) para su supervivencia física y sobre todo emocional. Y esta dependencia saludable, natural y necesaria par su desarrollo psicoafectivo íntegro, se prolonga en el tiempo más de lo que a veces nos gustaría. Se nos olvida a menudo, que el bebé necesita del cuerpo, calor y caricias maternas para la progresiva percepción del mundo externo como algo gratificante, no amenazante y seguro.
Ansiedad por separación, miedo por la regalmentación esfinteriana (miedo de perder el cariño de sus cuidadores si no lo hacen bien), sentimientos ambivalentes (quiero al hermano pero le odio, celos, impulsos sexuales…) discusiones en los padres… (pensamos que no se enteran pero se dan cuenta de muchas cosas y a veces peor, porque no lo entienden. Los sentimientos de lo que no puede asimiliar durante el día necesita hacerlos tangibles y convertirlos en algún símbolo (monstruos).
Antes de dormir: evitar cosas que puedan aterrorizar (cuentos, películas, relatos…), catarros, reducir el estrés diurno (escolarización rápida, somos inflexibles, censuro si aún no controla esfínteres, se le castiga…), evitar separaciones prolongadas de los padres, hablar lo que ha sucedido durante el día sin juzgar (pintar), pregutnar qué le puede ayudar (luz, puerta abierta…)
Tranquilizar sin quitarle importancia 8para él es real y pensará que no le comprendes y puede aumentar su miedo). Estamos contigo, no corres ningún peligro. Cuando son mayores, “sabes que solo ha sido un sueño)
TERRORES NOCTURNOS: CUANDO EL SUEÑO ES PROFUNDO ES Ma´s haibtual por loq ue intentar que vaya a dormir más relajdo y menos cansado (ocurre mucho cuando se quitan las siestas de forma repentina)
Permanecer junto a él, muchos no acpetan el cotnaco pero estar cerca para evitar daños o por si se despierta.
No despertarle, porque no se suelen despertar y si se hace lo único que se hconsigue es romper su ciclo de sueño y en algún caso asustarle.
Ya casi nadie pone en duda que la cercanía y el contacto físico de los padres son necesidades vital para el normal desarrollo de un bebé, al igual que se sabe científicamente desde hace dos décadas lo que otros llevan afirmando desde mucho antes: "que el estrés emocional que provoca la negación continua de una necesidad básica afecta fisiológicamente al bebé y puede causar cambios profundos en su cerebro y en todo su organismo".
Desde el sentido común nadie pensaría que es saludable forzar a un árbol para que crezca estirando sus ramas hacia arriba. Y es probable que pocos se cuestionen si dormir en pareja “es bueno o no”. ¿Acaso no exigimos demasiado a los bebés? ¿Acaso no confundimos la seguridad afectiva con los “caprichos” consumistas posteriores?.