El surrealismo surgió en París en 1926 como una vanguardia que buscaba expresar lo absurdo y representar las realidades del inconsciente, alejándose del dominio de la razón. Andrea Breton impulsó este movimiento con su Manifiesto Surrealista. Artistas como Salvador Dalí y Max Ernst aplicaron técnicas surrealistas figurativas para plasmar sus sueños e imaginación, mientras que Óscar Domínguez introdujo la decalcomanía.