La tomografía computarizada utiliza rayos X para obtener múltiples imágenes del cerebro que pueden ser reformateadas en diferentes planos y vistas en una pantalla de computadora, lo que ofrece información detallada sobre lesiones cerebrales, derrames, tumores y más. El procedimiento involucra acostarse en una mesa que se desliza dentro de un escáner, donde rayos X rotan alrededor para crear imágenes corte que pueden almacenarse, observarse y guardarse.