Planificar la enseñanza tiene ventajas tanto para el profesor como para el alumno. Para el profesor, la planificación le permite considerar el programa de estudio, los recursos disponibles, el tiempo asignado y las estrategias de motivación. Para el alumno, la planificación ayuda al profesor a tomar en cuenta las características de los estudiantes, el apoyo del hogar y las técnicas de estudio que usan.