Armando Discépolo fundó el género teatral del "Grotesco Criollo" en la Argentina en 1923 con su obra "Mateo". Se dedicó a desenmascarar las realidades de la inmigración y el proceso de urbanización en Buenos Aires entre 1923-1934, mostrando personajes inmigrantes con frustraciones, fracasos y conflictos generacionales. El "Grotesco Criollo" se convirtió en una forma teatral representativa de la sociedad argentina de la época.