Las pantallas de plasma ofrecen mayor contraste y ángulo de visión que las LCD, así como ausencia de efecto fantasma. Sin embargo, las LCD producen colores más brillantes y no presentan riesgo de quemado de la pantalla si se mantiene la misma imagen fija durante mucho tiempo. La tecnología LED aprovecha mejor la luz al poder controlar la luminosidad por zonas, lo que permite negros más profundos y colores más nítidos. La televisión 3D crea profundidad mediante lentes que filtran imágenes ligeramente distintas