El documento discute la relación entre la tecnología y el medio ambiente. Por un lado, la tecnología ha causado daños como el cambio climático y la destrucción de la capa de ozono, pero también ha mejorado la calidad del aire y puede conducir a innovaciones para contrarrestar el daño ambiental. Estudios de caso como Biosfera 2 muestran los desafíos de recrear ecosistemas complejos artificialmente y controlar efectos imprevistos.