Tema 7. Eva Illouz, una sociología de las emociones (1).pdf
1. Tema 7. Eva Illouz, una sociología de
las emociones
Teoría de la sociedad (curso 2021-2022)
3º de Grado en Filosofía - UVa
2. 1. La Modernidad, una época “emocional”
“Tradicionalmente, los sociólogos entendieron la modernidad en términos del advenimiento
del capitalismo, de la aparición de instituciones políticas democráticas o de la fuerza moral
de la idea de individualismo, pero prestaron escasa atención al hecho de que, junto con los
conceptos familiares de plusvalía, explotación, racionalización, desencantamiento o división
del trabajo, la mayor parte de los grandes relatos sociológicos de la modernidad contenían
otra historia colateral en clave menor, a saber, las descripciones o los relatos del
advenimiento de la modernidad en términos de emociones”
Eva Illouz, Intimidades congeladas. Las emociones en el capitalismo, p. 11
3. 1. La Modernidad, una época “emocional”
Eva Illouz (Marruecos, 1961) se asienta en la tradición de la TC (que completa con aportes como los de Pierre Bourdieu)
para realizar un estudio sociológico de carácter crítico con las emociones como principal objeto de estudio.
Propone una interpretación de la Modernidad también en términos de incremento del advenimiento y reinado de las
emociones como capital específico social, y lo rastrea en autores como:
- Weber: la actividad vertiginosa del empresario capitalista puede explicarse a partir de la angustia que le provoca un
Dios inescrutable
- Marx: el concepto de alienación se relaciona con una pérdida de vínculo con el objeto, por lo que modernidad y
capitalismo eran alienantes también por “crear un entumecimiento emocional que separaba a las personas entre sí,
de su comunidad y de su propio yo profundo”.
- Simmel: la vida de la metrópolis, que genera un flujo incesante de estímulos nerviosos y la actitud resultante es la
del “blasé” [reserva, frialdad, indiferencia, odio incipiente], se diferencia de la vida en un pueblo pequeño, que se
caracteriza por las relaciones emocionales.
- Durkheim: su “solidaridad” es una serie de emociones que vinculan a los actores sociales con símbolos centrales
de la sociedad; y sostiene que las clasificaciones simbólicas tienen una base emocional.
“Los relatos sociológicos canónicos de la modernidad continen, si no una teoría desarrollada de las emociones, por lo
menos numerosas referencias a esta: angustia, amor, competitividad, indiferencia, culpa” Emociones congeladas, p. 14.
4. 1. La Modernidad, una época “emocional”
¿Por qué tendría la sociología que concentrarse en una experiencia tan subjetiva, invisible y personal como la “emoción”? ¿Puede
permitir ésta extraer regularidades objetivas o actos comparables?
- La emoción no es una acción per ser, pero sí es la energía interna que impulsa al acto, le da cierto “carácter” o colorido. Es el
aspecto “cargado de energía” de la acción. Implica al mismo tiempo: cognición, afecto, evaluación, motivación y corporalidad.
- Lejos de ser preculturales o presociales, las emociones son significados culturales y relaciones sociales fusionadas: siempre
concierne al yo y su relación con otros situados culturalmente. En mayor medida que un elemento psicológico, la emoción es
un elemento cultural y social (ej.: llegar tarde).
- Muchas disposiciones sociales son también disposiciones emocionales: muchas de las distinciones y divisiones que
organizan nuestras sociales se basan en culturas emocionales (ej.: división sexo-género con las emociones que les van
aparejadas). Las emociones se organizan de modo jerárquico y esta jerarquía emocional organiza a su vez las disposiciones
sociales.
Hipótesis de partida: “La construcción del capitalismo se hizo de la mano de la construcción de una cultura emocional muy
especializada y cuando nos concentramos en esa dimensión [la emocional] podemos descubrir otro orden en la organización social
del capitalismo” que (i) inhabilitó la división convencional entre esfera pública no-emocional y esfera privada emocional y (ii) llevó a
los hombres y mujeres de clase media en el siglo xx a concentrarse en su vida emocional mediante el uso de técnicas similares a
las que le movieron a llevar a un primer plano el yo y sus relaciones con los demás.
5. 1. La Modernidad, una época “emocional”
Illouz postula un capitalismo emocional: cultura en la que las prácticas y los discursos emocionales y económicos se
configuran mutuamente y producen un amplio movimiento en el que
I. el afecto se convierte en un aspecto esencial del comportamiento económico
II. la vida emocional (sobre todo de la clase media) sigue la lógica del intercambio y las relaciones económicas
Caso de estudio: el desamor
Fenómeno sociológico que permite analizar de manera privilegiada la transformación de nuestras relaciones con los
otros.
❖ Por qué duele el amor. Una explicación sociológica (2011)
❖ El fin del amor. Una sociología de las relaciones negativas (2018)
6. 2. El fenómeno sociológico del amor en el
capitalismo tardío
Partiendo de obras literarias (Madame Bobary; varias novelas de Jane Austen), Eva Illouz analiza la transformación del
amor desde la primera modernidad a nuestros días.
1. En la primera modernidad, amor y sociedad se vinculan de un modo fuerte: el amor estaba circunscrito y controlado
por las instituciones sociales, y las emociones amorosas no solo no eran necesarias para el matrimonio, sino que
podían incluso ser un impedimento.
La elección de la pareja se hacía en un marco controlado por la sociedad y la clase.
2. En el actualidad, el sujeto se ve impulsado a “seguir los dictados del corazón” y a “elegir” la pareja en un mercado
marcado por la incertidumbre y la desigualdad. Además, se asume que los fracasos amorosos se explican en
función de la historia psíquica del sujeto, y un arsenal de profesionales (psicoanálisis, psicología y otras terapias)
junto con la industria editorial, la televisión y otros medios refuerzan esta idea.
Para Eva Illouz, el desamor no es “un problema ligado a una infancia disfuncional o a una falta de autoconocimiento
psíquico, sino a un conjunto de tensiones y contradicciones culturales que actualmente estructuran la identidad y el yo”
PQDA, p. 14
7. 2. El fenómeno sociológico del amor en el
capitalismo tardío
Partiendo de obras literarias (Madame Bobary; varias novelas de Jane Austen), Eva Illouz analiza la transformación del
amor desde la primera modernidad a nuestros días.
1. En la primera modernidad, amor y sociedad se vinculan de un modo fuerte: el amor estaba circunscrito y controlado
por las instituciones sociales, y las emociones amorosas no solo no eran necesarias para el matrimonio, sino que
podían incluso ser un impedimento.
La elección de la pareja se hacía en un marco controlado por la sociedad y la clase.
2. En el actualidad, el sujeto se ve impulsado a “seguir los dictados del corazón” y a “elegir” la pareja en un mercado
marcado por la incertidumbre y la desigualdad. Además, se asume que los fracasos amorosos se explican en
función de la historia psíquica del sujeto, y un arsenal de profesionales (psicoanálisis, psicología y otras terapias)
junto con la industria editorial, la televisión y otros medios refuerzan esta idea.
Para Eva Illouz, el desamor no es “un problema ligado a una infancia disfuncional o a una falta de autoconocimiento
psíquico, sino a un conjunto de tensiones y contradicciones culturales que actualmente estructuran la identidad y el yo”
PQDA, p. 14.
“Mi objetivo es hacer con el amor lo que Marx hizo con la mercancía: demostrar que lo producen y configuran ciertas
relaciones sociales concretas, que circula en un mercado donde los actores compiten en desigualdad de condiciones y
que algunas personas tienen mayor capacidad que otras para definir los términos en que serán amadas.” Ibid, 16.
8. 2. El fenómeno sociológico del amor en el
capitalismo tardío
CAUSAS:
1. La transformación en la ecología y la arquitectura de la elección romántica. Por causas normativas (la revolución sexual),
tecnológicas (el surgimiento de Internet, con los correspondientes sitios de encuentros online) y sociales (el debilitamiento
de la endogamia racial, étnica y de clase), el proceso de búsqueda y selección de pareja se ha visto modificado
profundamente. Hay numerosas diferencias en la organización social de la elección entre la era premoderna y la era
contemporánea. La elección se ha tornado mucho más relevante debido a varios factores:
a. La ampliación considerable en la cantidad de opciones disponibles, con la consiguiente sensación de contar con una infinidad de posibilidades
b. la prolongación y complejización del proceso que lleva a quedarse finalmente con una opción
c. el refinamiento cada vez mayor de los gustos en una variedad de dominios (desde el cultural hasta el físico y sexual);
d. la individualización y racionalización del proceso destinado a evaluar a otras personas
e. la incorporación estructural en las relaciones de la idea de que siempre se puede mejorar la elección realizad
“Todos estos factores han transformado el proceso de búsqueda, pues lo han trasladado al plano cognitivo, lo han supeditado más
a los gustos y lo han tornado a la vez racional y emocional. Por lo tanto, en el centro mismo del amor moderno yace un nuevo
proceso de evaluación: el yo se basa en las emociones ontologizadas, es decir, en emociones fijas y pasibles de ser conocidas que
a su vez deben servir como hitos para orientar sus acciones. Las evaluaciones que realiza son complejas y elaboradas, y debe
aplicar en ellas una multiplicidad de escalas. Estos cambios plantean las condiciones para una transformación en la naturaleza del
deseo y la voluntad, de los modos en que las personas hacen promesas, anticipan el futuro, utilizan las experiencias pasadas para
tomar decisiones, consideran los riesgos y, sobre todo, reflexionan acerca de lo que desean y quieren cuando aman a otra persona.”
9. 2. El fenómeno sociológico del amor en el
capitalismo tardío
2. El surgimiento del campo sexual. El campo sexual es un ámbito social en el que la sexualidad pasa a ser una
dimensión autónoma de emparejamiento, un área de la vida social que presenta un alto grado de mercantilización y un
criterio independiente de evaluación. La existencia del campo sexual implica que los actores sociales que en él participan
están abocados a una labor incesante de evaluación de las otras personas, saben que tienen mucha competencia y
realizan dichas evaluaciones en virtud de tal estado de competencia. Dentro del campo sexual, los actores compiten entre
sí en tres sentidos:
a. compiten por las parejas sexuales más deseables
b. compiten para determinar quién a.cu mula más parejas sexuales
c. compiten en la exhibición de sus propias proezas sexuales y de su sensualidad
En el mercado matrimonial (fenómeno histórico: mercado libre y desregulado), la elección se realiza en virtud de los
criterios de estatus económico, atractivo físico, educación, ingresos y otros atributos menos tangibles, como la
personalidad, el encanto o el sex appeal.
Además, el campo sexual es dominado por los varones de clase media alta (sexualidad acumulativa caracterizada por el
desapego emocional) porque pueden permanecer en él durante más tiempo y tienen a su disposición un grupo más
numeroso de mujeres entre las cuales elegir → Tal dominación se refleja en su mayor renuencia a formar vínculos
estables de largo plazo → Dominación emocional de las mujeres
10. 2. El fenómeno sociológico del amor en el
capitalismo tardío
3. Los nuevos modos de reconocimiento: el capital sexual. El atractivo y el capital sexual se toman como señales y
herramientas de valor social, lo que les otorga un papel central en los procesos de reconocimiento. A la inversa, el fracaso
en esos campos puede amenazar el sentido del valor propio y la identidad → el amor se convierte en un aspecto de la
dinámica de la desigualdad en el sentido del valor propio que (i) genera una brecha entre hombres y mujeres, pues los
primeros dominan el campo, y (ii) traza una división entre las personas que tienen más éxito y las que tienen menos éxito
en ese campo. La desigualdad se da entre los sexos y en el seno mismo de cada grupo sexual.
4. El enfriamiento del deseo y el debilitamiento de la voluntad. Asistimos a un proceso de “desestructuración de la
voluntad y el deseo“, pasamos de la formación de vínculos intensos a la formación de una individualidad distante cuyos
cuatro elementos principales son: (i) La ironía, (ii) el miedo al compromiso,(iii) la ambivalencia y (iv) la decepción. Los
cuatro expresan:
- la dificultad para movilizar la totalidad del yo en el deseo por el otro
- la reafirmación de una individualidad autónoma en los rincones más profundos de la subjetividad
- el proceso más general de enfriamiento de la pasión