El documento describe cómo los regímenes nazi y fascista utilizaron la propaganda y la cultura para manipular masas y adoctrinar colectivamente. Detalla cómo establecieron un estricto control sobre los medios y promovieron la propaganda a través de películas, carteles, discursos y otros medios para afirmar el poder absoluto de Hitler y Mussolini. También analiza puntos en común entre ambas ideologías como el caudillismo, fomentar un solo partido y crear un estado militarista donde el individuo se absorbía en el Estado.