El documento habla sobre el tiempo y la actividad procesal. Explica que un proceso debe desarrollarse de manera dinámica a lo largo del tiempo y está dividido en etapas de instrucción y juicio. La etapa de instrucción busca preparar al juez con evidencia antes de emitir un fallo, mientras que el juicio depende directamente del juez. En promedio, un juicio completo desde su inicio hasta la sentencia toma alrededor de 90 días hábiles, aunque el impulso de las partes también afecta la duración.