Este documento propone estrategias para promover el hábito de la lectura entre los jóvenes. Su objetivo es motivar la lectura desde temprana edad para combatir el analfabetismo, culturizar a través de la lectura e incentivar el conocimiento. Sugiere estimular a los niños desde el vientre materno, fomentar la lectura por convicción y no por deber, y usar las bibliotecas públicas para investigaciones de interés general. Concluye que la lectura es la principal fuente de conocimientos y enriquece el vocabulario.