Este documento presenta un análisis de la pintura "La juventud de Baco" de 1884 por el artista francés William-Adolphe Bouguereau. El autor comienza explicando la mitología detrás de Baco y la tradición que representa la pintura. Luego ofrece su propia interpretación de la obra, viendo a Baco como un emblema del amor humano - irracional, loco y que busca llenar un vacío a través de otro. Concluye que la pintura captura la naturaleza de fiesta y loc
1. Universidad Autónoma de Aguascalientes
Departamento de Innovación Educativa
Estética del Amor en las Ares Visuales
Trabajo final
Interpretación estética de una obra con tema amoroso
La juventud de Baco
2. Marco Antonio Venegas Medrano
Tutor: María Isabel Cabrera Manuel
Aguascalientes Ags. A 15 de junio de 2013
La juventud de Baco
La juventud de Baco (1884), es una pintura al óleo del pintor francés William
Adolphe Bouguereau (1825-1905). Perteneciente al realismo, es considerada
una de las obras más emblemáticas del autor por su perfección técnica y por el
modo como presenta a Dionisios-Baco, junto a su séquito de Bacantes, Sátiros
y Silenos.
3. La tradición narra el nacimiento de Baco como producto de una aventura
entre Zeus y Sémele, quien no era una diosa, sino una simple mortal. Estando
embarazada Sémele de Dionisios, Hera la hace quemar viva, cuando descubre
el engaño de su marido. Sémele arde en fuego y al estar siendo abrazada por
el fuego, se le extirpó a Baco del vientre y se colocó al feto en el muslo de su
padre Zeus, quien dio a luz a un dios varón, con rasgos orientales, y a quien de
niño lo disfrazaban de niña. Se cuenta que a Baco le gusta esta vestimenta y
acostumbra vestirse de este modo, ya que así no sería reconocido por Hera
como el hijo bastardo de su esposo Zeus. Al descubrir Hera el engaño, lo
vuelve loco, pero Zeus lo convierte en cabra para salvarlo de los delirios
persecutorios de su esposa Hera. Así pues, la tradición nos cuenta que
Dionisios-Baco “no sólo es hijo de una mortal, no sólo es oriental, femenino y
loco, sino que además tiene un pasado animal.”1
Más allá de las narraciones mitológicas del Dios Baco. Me interesa
rescatar cómo la pintura de Bouguereau presenta a los personajes. Se supone
que es una fiesta de las Bacanales. Hay música, cantos, bailes; en un ambiente
1
Ferry, Luc (2008), p.373
4. natural, con las Bacantes como personajes centrales, y los Sátiros colocados
en los márgenes de la obra, como mostrando la peculiar relación alegre de
varón con varón. En el centro se ve a una Bacante caída, como lastimada por
una flecha, mientras que los silenos bailan alegres una danza festiva.
Mi interpretación de esta obra es un poco más libre. Después de algo
más de cien años de haber sido pintada, esta obra representa mucho de lo que
considero es el amor. Parto del hecho de que Baco; Dios del vino, las
cosechas, de la naturaleza, así como de la embriaguez y la locura que provoca
lo irracional en el hombre; es un buen emblema del enamoramiento humano.
Como bien dice Pascal Buckner: “el dilema del individuo es que le
gustaría se la base de sí mismo pero busca con angustia la aprobación de sus
semejantes.”2
Ello es importante porque el amor parte de una confianza de sí
mismo para convertirse en plenamente uno, pero bajo la premisa
aparentemente contradictoria de depositar la fe en el Otro. El amor consiste,
desde mi punto de vista, en una espera constante, irracional, de la presencia
de un Otro que perfeccionará lo que no he logrado por mí mismo: la plenitud de
mi propio ser. Baco representa ese lado oscuro del hombre, oponiéndose al
ideal de Apolo. En este sentido, la parte razonable del hombre que se
manifiesta en una racionalidad instrumental, en el seguimiento de principios
morales fuertes; de vigorizar los fines que la autonomía de planta como
proyecto de vida, etc. Puede ser vulnerada por un afán que nace de sí mismo,
pero que tiende curiosamente a llenar un vacío que se haya dentro de uno
mismo. El amor es así una fiesta constante de locura por seguir esperando a
ese Otro, pero que razonablemente sabemos que nunca llegará.
Cuando digo Otro, me estoy refiriendo a cualquier persona que cumpla
ciertas funciones que representen valor al individuo. Este valor no es monolítico
ni absoluto, es decir, no es digamos, a priori respecto a la generalidad de la
raza humana, sino que cada individuo lo pretende desde su peculiar modo de
ser. Así, algunos darán más importancia al amor de un hijo, o una pareja, o una
familia entera, etc. En el amor participan todos: niños, ancianos, jóvenes,
mujeres, hombres, adolescentes. Cuando hay amor, hay fiesta. A algunos esa
2
Bruckner Pascal (2011), p. 34
5. espera los volverá locos, a otros más los volverá bestias, a otros los hará
tiernos, y así sucesivamente. Incluso, habrá algunos a quienes el amor les de
muerte. Pero en todos los casos se trata de acciones que de manera cotidiana,
digamos de manera racionalmente común, no haríamos. Y se supone que
estas acciones no comunes con conducen a ser mejores de lo que somos.
Como dice Cruz: “el amor hace que lleguemos a ser mejores de lo que
somos.”3
La juventud de Baco tiene representadas todas las cosas que hacen
especial al amor. Entender que el amor es una especie de fiesta en el alma
humana. Los adultos de vuelven niños, los hombres nos volvemos dioses. El
amor embriaga hasta al más cuerdo, el amor nos vuelve locos. Cantamos (la
tradición mexicana de llevar serenata a la mujer amada, por ejemplo, así como
e sinfín de canciones dedicadas al amor), bailamos (no hace falta enumerar la
amplia gama de sones, ritmos y obras hechas especialmente para que los
amorosos gocen); lloramos, reímos, vacilamos; deseamos, peleamos, morimos;
y todo por amor. La obra de Bouguereau me invita a comprender eso. A que no
hay nada más natural que el amor. Nada más divino. Por cierto, nada más
humano.
3
Cruz Manuel (2010), p. 110
6. BIBLIOGRAFÍA
1. BRUCKNER, P. (2011), La paradoja del amor, Ensayo Tusquets, México
DF.
2. CRUZ, M. (2010), Amo, luego existo, Espasa, México DF
3. FERRY, L. (2009), La sabiduría de los mitos, Taurus, Madrid, España.
4. GRAVES, R. (1999), Dioses y héroes de la antigua Grecia, Milenium,
México DF
5. REPOLLÉS, J. (2001), Las mejores leyendas mitológicas, Óptima,
Catalunya, España.
7. BIBLIOGRAFÍA
1. BRUCKNER, P. (2011), La paradoja del amor, Ensayo Tusquets, México
DF.
2. CRUZ, M. (2010), Amo, luego existo, Espasa, México DF
3. FERRY, L. (2009), La sabiduría de los mitos, Taurus, Madrid, España.
4. GRAVES, R. (1999), Dioses y héroes de la antigua Grecia, Milenium,
México DF
5. REPOLLÉS, J. (2001), Las mejores leyendas mitológicas, Óptima,
Catalunya, España.