La encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II analiza la concepción del trabajo a 90 años de la encíclica Rerum Novarum. Critica cómo los socialismos y liberalismos tratan a los seres humanos como instrumentos de producción o mercancía en lugar de personas. Resalta que el trabajo imita la acción de Dios y otorga dignidad, y que Jesucristo fue un hombre de trabajo según la Sagrada Escritura.