El documento resume la evolución histórica de las concepciones sobre el trabajo. En la antigüedad, el trabajo manual se consideraba indigno para ciudadanos libres, aunque para el pueblo judío era algo querido por Dios. Con el cristianismo, la dignidad del trabajo se reforzó al ser Jesús un artesano, aunque en la Edad Media se veía como algo penoso. Durante el Renacimiento creció su valoración social. La Revolución Industrial generó producción masiva pero con trabajadores fácilmente sustituibles. El documento también