El documento describe la frase "No sea malito" que se usa comúnmente en Ecuador para negociar problemas de una manera amigable. También discute cómo las relaciones se están volviendo más impersonales e imprecisas con el cambio hacia la tecnología y la puntualidad. Finalmente, argumenta que aunque la tecnología tiene ventajas, también es importante conservar la cordialidad humana en las interacciones.