Las ratas alimentadas con papas modificadas genéticamente mostraron atrofia en el crecimiento y daños en los sistemas inmunes y órganos como los riñones, bazo, timo y estómago. Sin embargo, Monsanto admitió que nadie sabe realmente los efectos a largo plazo de los organismos genéticamente modificados en la salud humana y el medio ambiente. Los transgénicos plantean serios riesgos como la pérdida de biodiversidad, posibles alergias a nuevas proteínas y