El trastorno antisocial de la personalidad se caracteriza por la manipulación y explotación de los demás, comienza en la infancia o adolescencia y continúa en la edad adulta. Las personas con este trastorno tienen antecedentes de trastorno disocial en su juventud y suelen cometer actos delictivos e ilegales. Presentan características como la manipulación de otros para lograr sus objetivos, impulsividad, agresividad y ausencia de culpa o remordimientos.