El documento discute cómo los líderes de equipos deben manejar situaciones creadas por miembros débiles, dependiendo del tipo de equipo. En una familia, no se debe prescindir de la persona débil. En un negocio, si el entrenamiento no funciona, es posible despedir al miembro débil. En un ministerio, si el entrenamiento falla, se puede pedir al miembro débil que se abstenga temporalmente para trabajar en áreas emocionales y espirituales.