Lecturas escogidas para el 2do programa radial de Tunki el Gallito Lector, en Jaén-Cajamarca-Perú.

1. LECTURAS DE ESTE
PROGRAMA
domingo, 05 de
abril de 2015 1

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El saco de Plumas

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El saco de Plumas
Una vez un hombre calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le
tuvo al ver el éxito que había alcanzado.
Tiempo después se arrepintió de haber arruinado con sus calumnias a ese amigo, y
visitó a un hombre muy sabio, a quien le dijo:
- Quiero arreglar todo el mal que le hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?
A lo que el hombre respondió:
- Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suéltalas una a una donde vayas.
El hombre, muy contento por aquel encargo tan fácil de cumplir tomó el saco lleno de
plumas y comenzó a soltarlas… al cabo de un día las había soltado todas. Volvió donde
el sabio y le dijo:
- Ya he terminado.
A lo que el sabio contestó:
- Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas
que soltaste. Sal a la calle y búscalas.
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba, y de hecho no pudo
juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo:
- Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, de la
misma manera no puedes recoger una por una las palabras que esparciste. Lo único
que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, y comenzar a hablar bien de él toda vez
que puedas.

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El regalo

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El regalo
Nada en la vida ocurre por casualidad… Si un día, al despertar, encontraras al
lado de tu cama un lindo paquete envuelto con sumo esmero, probablemente
lo abrirías, aun antes de lavarte el rostro, curioso de ver lo que hay dentro…
Tal vez haya allí algo que no te guste mucho; entonces lo guardarías pensando
qué hacer con aquel regalo, aparentemente «inútil»…
Pero, si al día siguiente recibes otro paquete una vez más lo abrirías corriendo
para ver si esta vez encuentras algo que te guste mucho… un recuerdo de
alguien distante… un lindo traje que viste en una tienda… un exquisito
perfume… un abrigo maravilloso para los días de frío… o simplemente un ramo
de flores de alguien que se acordó de ti…
Y eso, que de alguna manera ocurre todos los días, nosotros no lo percibimos…
Todos los días, cuando despertamos, ahí está, frente a nosotros una caja de
regalo enviada por Dios: ¡un día enterito para usarlo de la mejor forma posible!
A veces, viene llenos de problemas, de cosas que no conseguimos resolver:
tristezas, decepciones, lágrimas…
…//Continuará

6. 6
El regalo
…//sigue
Pero otras veces, viene llenos de sorpresas agradables: alegrías, victorias y
conquistas…
Lo más importante es que, todos los días, Dios envuelve con –todo- cariño
para nosotros, mientras dormimos, nuestro regalo: ¡El día siguiente!
Él nos regala cada día con cintas coloridas, no importa lo que esté por
venir…
No siempre Él nos regala lo que esperamos o queremos… Pero El, siempre
nos manda lo mejor, lo que precisamos… que es más de lo que
merecemos…
Abre tu regalo todos los días, agradeciendo primero a quién te lo envió, sin
importar lo que viene dentro de la caja.
Sin duda, Él no se engaña en la remesa de los paquetes.
Si hoy no te llegó lo que esperabas… espera… Mañana en cualquier otro
momento, los sueños y planes de Dios llegarán para ti, envueltos, en papal
regalo…
Dios no atiende nuestras voluntades… sino nuestras necesidades…

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El valor de la vida

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El valor de la vida
Un hombre de 92 años, bajito, muy bien vestido, muy cuidadoso de
su apariencia se está cambiando a una casa de ancianos hoy. Acaba
de morir su esposa de 70 años, y él se ha visto obligado a dejar su
hogar.
Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe
cuando le dicen que su cuarto está listo. Mientras camina
lentamente hacia el elevador usando su bastón, yo le describo su
cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la
ventana.
- Me gusta mucho, - dijo con el entusiasmo de un niño de 8 años
que ha recibido una nueva mascota.
- Señor, usted aún no ha visto su cuarto, espere un momento; ya
casi llegamos.
---//Continuará

9. 9
El valor de la vida
---//sigue
- Eso no tiene nada que ver, - contesta-. La felicidad yo la elijo por
adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario
o de la decoración, sino de cómo yo decido verlo. Ya está decidido
en mi mente que me gusta mi cuarto. Es un decisión que tomo
cada mañana cuando me levanto. Yo puedo escoger: puedo pasar
mi día en cama, enumerando todas las dificultades que tengo con
las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo
levantarme y dar gracias al Cielo por aquellas partes que todavía
trabajan bien. Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir
mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y en todos los recuerdos
felices que he construido durante mi vida. La vejez es como una
cuenta bancaria: tú retiras al final lo que has depositado durante
toda tu vida. Así que mi consejo para ti es que deposites toda la
felicidad que tengas en tu cuenta bancaria de recuerdos. Por otra
parte, te agradezco por llenar mi cuenta con recuerdos felices,
que yo todavía sigo llenando…

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El círculo del odio

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El círculo del odio
Un importante accionista, estando enojado, gritó al director de su
empresa. El director llegó a su casa y gritó a su esposa,
reprochándola injustamente de que estaba gastando demasiado,
porque había un abundante almuerzo en la mesa.
Su esposa gritó a la empleada que rompió un plato. La empleada
dio un puntapié al perro, porque la hizo tropezar. El perro salió
corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda,
porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.
Esa señora fue a la farmacia para que le colocaran la vacuna y le
curaran la herida, y gritó al farmacéutico llegó a su casa y gritó a
su madre, porque la comida no era de su agrado.
***//Continuará

12. 12
El círculo del odio
***//Sigue
Su madre, tolerante y toda ella un manantial de amor y perdón,
acarició sus cabellos diciéndole con dulzura: «Hijo querido,
prometo que mañana haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho,
estás cansado y necesitas una buena noche de sueño. Voy a
cambiar las sábana de tu cama por otras bien limpias y
perfumadas para que puedas descansar a su hijo y abandonó la
habitación, dejándolo solo con sus pensamientos…
En ese momento, se interrumpió el círculo del odio, porque chocó
con la tolerancia, el amor, el perdón y la dulzura.
Si tú eres uno de los que ingresaron en el círculo de odio,
acuérdate que puedes romperlo con tolerancia, amor, perdón y
dulzura.

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El agua

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El agua
Mucho me gusta dar un paseo por la orilla del arroyo. En sus
aguas, frescas y cristalinas, se refleja el cielo azul, los rayos del Sol
y las nubes, a veces claras, a veces oscuras.
¡Cuánta vida se observa en su seno y que vegetación adorna sus
orillas! El agua da vida y hermosura a la Naturaleza.
El agua, discurriendo y derramándose por todas partes anima a la
naturaleza . Mira el arroyo juguetón que salta de piedra en piedra,
que se lanza como loco, pendiente abajo, ¿No semeja a un ser
viviente?
¡Qué imponente cuadro de vigorosa vida nos ofrece el mar
inmenso e inquieto con su eterno movimiento! Siempre
avanzando, siempre retrocediendo, se nos presenta como la
poderosa palpitación de sus abismos sin fondo.
***//Continuará

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El agua
***//Sigue
El agua es buena, como una madre solícita y cuidadosa alimenta a
sus hijos. Despierta a los gérmenes delicados y humedece todas
las raíces, asciende por los tallos y troncos, refresca las hojas y
llena de jugo las frutas.
Todo lo que quiere vivir y desarrollarse ha de beber de esa fuente
inagotable. Por eso el agua nunca pierde tiempo, ni se da
descanso alguno; salta y corre desde las cordilleras a las llanuras,
fertilizando los campos y reverdeciendo los prados.
Cuando nos parece que va a descansar en el Océano, toma alas
nuevamente y vuelve con los vientos a las tierras. Penetra en el
suelo y asciende en forma de neblina, cae en torrentes desde las
nubes y se adhiere a las plantas, como perlas. ¿No te agrada el
canto melodioso de la lluvia?
Como la sangre se reparte por nuestro cuerpo, corriendo sin
cesar, así el agua circula por la Naturaleza, vivificándola.

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Los seis pinos

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Los seis pinos
_oye, Enrique _ dijo un día el tío Basilio a su sobrino, sentándose
con él en un banco del jardín_. Te enseñaré, sin libro y sin pizarra,
muchas cosas bellas que he aprendido solo y que es pero te serán
útiles como lo han sido para mí.
En las escuelas no se aprende sino, en parte muy reducida, el arte
de vivir y de pensar, y conviene aprenderlo observando a nuestro
alrededor y estudiando cómo piensan y viven los demás.
Fíjate un momento en aquellos cinco pinos que forman calle que
conduce a la casa, y en aquel otro que apenas se divisa en el
cañaveral y la pendiente que baja al mar.
Esos seis pinos tienen una misma edad, son de una misma
especie y fueron plantados por mí, hace diez años. Pero observa
que la diferencia hay de robustez y de belleza entre los cinco
primeros y el otro infeliz que apenas se distingue entre las verdes
hojas de las cañas.
###//Continuará

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Los seis pinos
***//Sigue
Yo había sembrado los seis pinos, creyendo que necesitaba este
número en la calle; pero, una vez colocados los cinco primeros,
me quedó uno y no sabiendo dónde ponerle, lo planté allí ente
las cañas, en una tierra estéril e ingrata.
Los primeros hallaron su lecho de tierra blanda y fértil y pudieron
ensanchar y ahondar sus raíces, y ya los ves lozanos, frondosos y
cargados de preciosos frutos. El otro árbol mide poco más de un
metro de altura y es débil, raquítico y no ha producido jamás ni
un solo fruto; siendo fácil prever que morirá muy pronto.
Sin embargo, cuando los planté, aquellos seis árboles eran de una
misma altura. ¿Sabes a qué se debe esto? A la diversa educación,
al terrero diferente en que fueron puestas las plantas.
Esto demuestra cuánto puede la agricultura y de cuánto es capaz
la educación, que es también una agricultura de las otras plantas
llamadas hombres.
Pablo Mantegaza