Una niña se despierta y descubre que no puede pronunciar la letra "A", por lo que en su lugar dice "E". Esto causa confusión con su padre. Los padres llevan a la niña al médico, quien recomienda darle vitamina A, pero el problema persiste. Finalmente, la abuela asusta a la niña, haciendo que grite con la letra "A", solucionando así su problema.