El documento describe cómo la educación tradicional se ha centrado demasiado en la memorización y cómo los modelos educativos deben fomentar habilidades como la inteligencia emocional, la creatividad y el espíritu emprendedor. Explica que para fomentar la creatividad y el emprendimiento en las aulas, los niños deben familiarizarse con estos conceptos y ver su importancia. Además, señala que los niños a menudo pueden imaginar ideas creativas y soluciones innovadoras con más facilidad que los adultos