Este documento identifica varias situaciones comunes que generan conflictos y violencia entre estudiantes en las escuelas, como apodos ofensivos, intentos de imponer autoridad, empujones, interrupciones de clase y desacuerdos durante juegos o trabajos en grupo. Explica que estos conflictos ocurren debido a la falta de control de impulsos en los jóvenes y resalta la importancia de resolverlos de manera pacífica para mantener buenas relaciones entre compañeros.