Para sembrar flores exitosamente, se debe primero preparar el suelo agregando materia orgánica y arena de sílice. Luego, se siembran las semillas teniendo en cuenta los requerimientos de cada flor y se riega regularmente hasta que germinen. Finalmente, se debe vigilar que las plantas reciban la cantidad correcta de agua, luz solar y protección contra heladas y vientos fuertes para que florezcan.