2. Víctor Vargas Irausquín
Durante los últimos años, el Blockchain se ha convertido en una de las tecnologías más
disruptivas de la industria 4.0 y una gran apuesta global para el desarrollo de la economía
digital. Gracias a extensas investigaciones, esta ingeniería se encuentra hoy en un punto de
inflexión, transitando desde la simple exploración de su potencial, vinculado desde sus
orígenes a soluciones financieras, hacia la construcción de múltiples aplicaciones prácticas y
nuevas oportunidades de negocio. De esta manera lo publica el portal web Tecno América
Economía.
3. Víctor Vargas Irausquín
Así lo demostró una encuesta realizada recientemente por la consultora Deloitte que abordó
esta temática, entrevistando a ejecutivos provenientes de siete países, relacionados a los
sectores financieros, salud, medios, tecnología y telecomunicaciones. Los resultados fueron
claros: un 74% declaró que su empresa ve un “caso de negocio convincente” para el uso de
esta tecnología. Un 34%, ya tiene un sistema Blockchain en producción, mientras que otro
41% espera implementar una aplicación en los próximos 12 meses.
4. Víctor Vargas Irausquín
Ante este escenario, resulta fundamental entender qué es el Blockchain. En términos simples,
esta tecnología consiste en un sistema digital de almacenamiento de información, que tiene la
particularidad de no ser hackeable, ya que tiene la capacidad de protegerse en base a su
propia arquitectura interna. Se trata de una “cadena de bloques” en que cada uno está
compuesto por tres elementos: 1) la información que se pretende almacenar (en el caso de
Bitcoin, por ejemplo, información relativa a las transferencias de dinero); 2) un hash o
número de identificación del bloque (único e irrepetible); y 3) el hash o número de
identificación del bloque anterior. De esta manera, cada bloque está conectado con su
predecesor y su sucesor.
5. Víctor Vargas Irausquín
Esta cadena no puede ser intervenida porque el hash o número de identificación de cada
bloque se genera según el contenido de éste mismo. Esto significa que, si se cambia el
contenido o información del bloque, automáticamente cambia el hash. De este modo, si
alguien adultera la información de un bloque, este se desconecta y la cadena se rompe.
Cada usuario de Blockchain tiene una copia de toda la cadena, de manera que hay muchos
ojos mirando constantemente la información. Si un usuario altera su copia, la comunidad lo
sabe y esa versión de los datos queda anulada. Esa es la gran revolución: la seguridad y la
certificación de la información en Blockchain está dada por los usuarios, todos iguales, sin
intermediarios.