El autor argumenta que la venta más importante es venderse a uno mismo. Explica que alguien que no se vende a sí mismo no podrá venderle a otros, ya que tendrá miedo al fracaso y críticas. Venderse a uno mismo implica aceptarse con defectos y virtudes, y vender una imagen de entusiasmo y dinamismo para convencerse de que la venta lo llevará al éxito.