Este documento analiza cómo los medios de comunicación, especialmente la televisión, están transformando los procesos políticos al influir en la formación de la opinión pública. La opinión pública se basa más en creencias frágiles y variables que en el conocimiento, y los sondeos políticos pueden ser manipulados para mostrar determinadas convicciones. Además, la televisión proporciona menos información real y más noticias falsas o sensacionalistas que empobrecen el debate público y engañan a los espectadores.