La violencia contra la mujer, incluyendo la violencia de pareja y la violencia sexual, constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Estas formas de violencia pueden tener consecuencias físicas, mentales y sexuales para la salud de las mujeres. Los factores de riesgo incluyen actitudes de aceptación de la violencia, desigualdades de género, exposición al maltrato infantil y uso de alcohol. Se necesitan más esfuerzos para prevenir la violencia contra la mujer, incluyendo programas