Los virus varían en tamaño desde 28 nm hasta 300 nm y tienen formas esféricas, filamentosas o helicoidales. Están compuestos de material genético (ADN o ARN) envuelto en una cápside proteica, y algunos también tienen una envoltura externa. Para replicarse, los virus deben infiltrar células vivas e inducir la maquinaria celular para producir más copias del virus, las cuales luego se liberan para infectar otras células.