El proceso de enseñanza-aprendizaje apoyado por tecnologías de la información antes de la Web 2.0 se caracterizaba por poca interacción y comunicación doble vía entre estudiantes y docentes en cada componente, además de ser un trabajo personalizado. Con la llegada de la Web 2.0 y el conectivismo, este proceso permite una mayor interacción, comunicación bidireccional en todo el esquema y entre todos los componentes, así como un trabajo más grupal apoyado por herramientas digitales.