El documento discute cómo la sociedad y la educación han cambiado debido a la tecnología y los medios de comunicación. Los niños ahora tienen expectativas diferentes sobre el aprendizaje que no coinciden necesariamente con los programas educativos existentes. También explica cómo la agricultura se ha modernizado con semillas y maquinaria mejoradas, y cómo debemos estar dispuestos a actualizar continuamente nuestros conocimientos ante el rápido progreso tecnológico.

1. Sofía
Esquivel y
Andrea Melo
2º B

2. • El mundo de la educación
y el aprendizaje escolar
no parece haberse
transformadoen la
misma medida en que lo
ha hecho una sociedad
que hoy se explica, en
gran medida, en relación
con el alcance de los
medios de comunicación
y de unas tecnologías que
potencian el papel del
acceso a la información.

3. Es inevitable tener que contar con los cambios
que han influido en una nueva forma de
percibir la realidad que afecta a los niños y
niñas que vienen a la escuela con expectativas
sobre el aprendizaje que, posiblemente, no
tienen mucho que ver con las que han servido
para diseñar los programas educativos o para
definir estrategias didácticas.

4. • Influye de forma diferente, ahora se cultiva con
semillas fortificadas o hibridas que te dan un
mejor resultado que las antiguas donde
guardaban semillas de lo que se había cultivado,
entonces se tiene una mejor cultivo, al igual que
fertilizantes y herbicidas o fungicidas que son
necesarios para matar las plagas de los cultivos.

5. • En cuanto a maquinaria, antes de
arar la tierra utilizando animales de
carga era muy difícil y lento, ahora
con los tractores hacen ese trabajo
mas rápido.

6. • En la actualidad no
podemos menospreciar el
privilegio de vivir el
progreso exponencial del
conocimiento y la
tecnología; lo cual puede
llegar a ser tan negativo o
tan positivo dependiendo
del lente con el que se
quiera observar la
situación.

7. Desde un punto de vista exigente tenemos que
considerar que debido al vertiginoso
desarrollo nos vemos en la necesidad de
replantear y reevaluar constantemente los
conocimientos adquiridos, lo cual nos obliga a
estar en una constante disposición
investigativa y de aprendizaje.