El sueño inadecuado o insuficiente puede producir fatiga, deterioro del estado de alerta y disminución de la capacidad física y psíquica del trabajador, lo que reduce la capacidad de respuesta y la productividad laboral y eleva el riesgo de accidentes relacionados con errores humanos.
Presentación novedades legislativas prl octubre 2011
Trabajo y síndrome de la apnea
1. Monográficos
Trabajo y síndrome de la apnea-hipoapnea durante el
sueño
El sueño inadecuado o insuficiente puede producir fatiga, deterioro del estado de alerta y
disminución de la capacidad física y psíquica del trabajador, lo que reduce la capacidad de
respuesta y la productividad laboral y eleva el riesgo de accidentes relacionados con errores
humanos.
Según fuentes oficiales, la somnolencia está implicada hasta en un 30% de los accidentes de
tráfico. Por otro lado los accidentes de tráfico representan hasta la mitad de todas las
muertes por accidentes laborales mortales, ya sean acontecidos en accidentes in itinere
como en misión.
Por estos motivos, es de vital importancia considerar la excesiva somnolencia en profesiones
tales como la construcción, gruistas, conductores, maquinistas, pilotos de avión, comerciales
y un largo número de profesiones que conlleven responsabilidad en su actividad laboral así
como también para con ellos y sobre terceras personas.
Si bien las causas que pueden producir o aumentar la somnolencia son múltiples y pueden
coexistir (ingesta de medicamentos o alcohol, horas previas de sueño y trabajo, horarios,
otras situaciones clínicas, etc.) cabe destacar dentro de ellas el Síndrome de la Apnea-
Hipopnea durante el sueño (SAHS).
El SAHS se caracteriza por un cuadro de excesiva somnolencia diurna, sueño no reparador, y
un conjunto de trastornos que pueden manifestarse como cansancio crónico, alteraciones de
la concentración, de la atención, de la memoria, irritabilidad, depresión, hipertensión arterial,
etc.
El SAHS se presenta con más frecuencia en personas con sobrepeso, pero puede afectar a
cualquiera. El SAHS aparece como consecuencia de una alteración anatómica y/o funcional
de la vía aérea superior (generalmente boca y garganta), que conduce a su cierre parcial o
total, lo que conlleva la aparición de pausas en la respiración o respiraciones superficiales
durante el sueño. En consecuencia disminuye la oxigenación, lo que obliga al cerebro a
alterar el sueño, produciéndose un sueño de baja calidad y no reparador.
Es preciso identificar y diagnosticar a los trabajadores de alto riesgo mediante una buena
historia clínico-laboral y exploración, siendo imprescindible valorar el grado de somnolencia
del trabajador utilizando tests objetivos. Los trabajadores con sospecha de SAHS deben ser
remitidos a las unidades de sueño para diagnóstico, tratamiento y seguimiento.
Independientemente, la formación y la prevención son fundamentales para evitar el riesgo.
Es imprescindible que el trabajador identifique cuales son estos riesgos a fin de adoptar
medidas preventivas para aumentar su seguridad y la de terceros. Para ello debe favorecer
las condiciones que propicien un sueño reparador, respetar los descansos e identificar los
signos de alarma ante fatiga y somnolencia a fin de evitar actividades de riesgo ante la
presencia de somnolencia.