1. El Pacto
con David
Grupo N5
Integrantes
Erbey Paccha
Felipe Gonzales
Lesly Espinoza
Matias Armijos
Darío Juca
2. El Pacto con David
1. La última gran revelación en el Antiguo Testamento del
pacto de Dios, fue la que Él hizo con David (2 Samuel 7).
Como revelación del pacto de Dios también
tuvo algunas características notables para mencionar.
1. Tenemos nuevamente aquí la fórmula del pacto de Dios
que muestra que el pacto con David sigue siendo el
único pacto eterno de Dios a pesar de las
circunstancias diferentes. En este pacto, Dios promete
ser el Dios de su pueblo y de que Él nos toma como
suyos (2 Samuel 7:24). Este ha sido siempre el
propósito del pacto.
3. ¿Cuál es la alianza de Dios con David?
1. David ha recibido de Dios la promesa de una alianza indefectible
en favor de su dinastía. Después de su muerte, el pueblo de Israel
comienza a esperar un nuevo David que no sea solamente un
rey, sino el Enviado mismo de Dios, el Mesías, restaurador de la
grandeza de Israel. Por eso Jesús será llamado a menudo «Hijo de
David». La historia de David se encuentra en el Antiguo
Testamento, en el Primer y Segundo libro de Samuel.
4. ¿Que promete Dios en 2 Samuel 7 13?
Y cuando tus días se hayan cumplido y duermas con tus
padres, yo levantaré a un adescendiente tuyo después de ti,
quien procederá de tus entrañas, y estableceré su reino.
13 Él aedificará casa a mi nombre, y yo bestableceré para
siempre el trono de su reino.
14 Yo seré para él apadre, y él será para mí bhijo.
5. En ese pacto el pueblo de Dios es ciudadano
de un reino, cada uno con su propio lugar
bajo el dominio de único Dios verdadero. El
“trono” del cual Dios habla en 2 Samuel
7:13, es realmente siempre el trono de
Dios, incluso cuando un hombre como
David se siente en él.
6. La Promesa de
David
1. Prometía que el linaje de
David continuaría en el trono
y, a diferencia del linaje de
Saúl, no sería derrocado
después de su muerte. Pero es
también una profecía
claramente mesiánica.
7. La enseñansa de David
Una de las cualidades más importantes de David es su
humildad para reconocer cada vez que cometió un
error y su arrepentimiento genuino. Cuando David era
consciente de su pecado realmente sufría, se
arrepentía de todo corazón y pedía con toda humildad
el perdón de Dios.