1. Los medios de comunicación dictan la ontología de una época
La ontología es el estudio del ser en general y sus propiedades fundamentales. En
consecuencia, la sociedad como un todo con sus propiedades trascendentales es
un tema de estudio ontológico. En la actualidad, de manera incesante, los medios
de comunicación de masas despliegan una revisión ontológica de la sociedad,
según la cual no hay alternativa frente al capitalismo, que es desmenuzada para
el usuario como la única explicación válida del entorno en el cual él se
desenvuelve. He aquí entonces la presencia de un tema candente, en lo relativo a
la formación de nuestros muchachos y que nos concierne a todos los maestros y
personas preocupadas por las falsificaciones audiovisuales crecientes a las que es
sometida la población.
Esta falsa representación de la vida que es actualizada mediando para ello el
ingenio de muy pocos creativos (los técnicos y artistas que elaboran y montan los
programas), se sustituye a las potenciales reflexiones que pueda hacer la gente de
sí y de sus circunstancias. De allí en adelante, se instala en la psiquis como la
ideología difusa en la cual todo existe y fuera de la cual nada es posible en lo
sucesivo.
En verdad estamos frente un reduccionismo atroz de la realidad que es llevado a
cabo con simplismos esquemáticos repetidos hasta la saciedad. En la ocurrencia,
evocamos como la figura literaria del Quijote, (genialidad construida allá hacia el
1600 por Cervantes, que en su momento constituyó la convergencia del castellano
en plena expansión vital pero también sin proponérselo la expresión de la
dinámica de los procesos de copamiento del nuevo continente por parte de los
europeos) es caricaturizada a cada rato por el modelo iconofónico dominante sin
llegar a trascenderla: Batman y Robin, El Zorro y Bernardo, Red Ryder y
Castorcito, El Llanero Solitario y Toro, Superman y Jaime Olsen y así con la
mayoría de las mediocres duplas que llenan el espacio audiovisual.
Liberando la conciencia popular con historias cotidianas, Quijote y Sancho
representaron en su tiempo un salto enorme en el imaginario colectivo sometido
hasta ese entonces a los dictados de la religión. Pero su remedo ad infinitum de la
iconofónica actual del entretenimiento implica un serio bloqueo a representaciones
más adaptadas a la realidad que hoy se vive. Particularmente es notorio como se
escamotean aproximaciones audiovisuales que intentan explicar el contexto de
especulación brutal que hacen las minorías propietarias de las corporaciones
financieras, comerciales y dueñas de los mercados mundiales. Una evidenciación
del papel de esas minorías habría de permitir la compresión de densos
fenómenos sociales que son prácticamente inexpugnables. Tal es el caso de la
distinción entre las modalidades del trabajo rutinario y el trabajo creativo. Así, ni
2. siquiera se permite un manejo libre y despenalizado del trabajo y las
connotaciones que le entornan incluyendo esas de lo rutinario y de lo creativo.
Debemos afirmarlo, casi cualquier tema importante para el ciudadano, será
bloqueado en su entendimiento por los medios de comunicación privados.
Dictando lo que según los intereses de los privilegiados es bueno o malo, se
pisotea la posibilidad de una compresión profunda y diversa de los fenómenos
sociales. Así, rescatar la ontología para la gente, es una tarea inaplazable de los
docentes.
Participantes:
Caridad Delgado
Rosalía Moreno
Sara Callocchia
Yajaira Pujol.-