Los hermanos Tiberio y Cayo Graco, tribunos de la plebe en Roma entre el 133-121 a.C., impulsaron reformas para ayudar a los ciudadanos pobres. Tiberio presentó una ley agraria que limitaba la cantidad de tierra que un ciudadano podía poseer y redistribuía las tierras excedentes entre los pobres. Aunque tuvo éxito al principio, el senado se opuso firmemente y Tiberio murió durante disturbios. Su hermano Cayo radicalizó más las reformas pero también se suicid
1. ¡Retomamos nuestra segunda clase cuarentanil!
Cultura Clásica
*Se vuelven a meter en la máquina del tiempo para viajar a Roma*
El periodo comprendido entre el 133 a.C. y el 121 a.C. va a estar caracterizado por los intentos
de reformas políticas, económicas y sociales. Es aquí cuando destacan las figuras de los
hermanos Graco: Tiberio y Cayo Sempronio Graco. Ambos van a llegar a ocupar el cargo político
de tribunos de la plebe, desde donde intentarán impulsar una serie de reformas con el objetivo
principal de reforzar la situación social del campesinado.
El primero en aparecer en la vida pública fue el hermano mayor, Tiberio Graco.
Este presentó la llamada “Ley Agraria”. En ella se defendía la repartición de las tierras de cultivo
en pequeñas parcelas entre los ciudadanos pobres. Hecho este reparto a costa de los
latifundistas que sobrepasaban el límite de terreno que el Estado permitía poseer, las tierras
restantes eran expropiadas por Roma (ager publicus).
Si tuviéramos que asociar a
los hermanos Graco con un
partido político actual, ese
sería el de Unidas Podemos
¡¡Comunistas!!
¡Profe, ¿tú a qué
partido votas?
¿Eres de Vox?
¡Arriba
España!
A ver, chicos, calmaos.
Vamos a ver qué defendían
exactamente estos Graco
En lugar de tierras,
imaginad que estamos
hablando de pisos.
El Estado tendría pleno derecho a
expropiar esos pisos abandonados
de los ricos y poderle dar una
vivienda a los más pobres. Un
techo bajo el que vivir
Vivienda y trabajo
digno para todos
los ciudadanos
¿Qué le pasa
a la profe?
Está soñando
despierta
otra vez
Eso se llama
utopía
2. Los puntos más importantes de la Ley Agraria de Tiberio Graco son los siguientes:
Tiberio Graco tuvo que enfrentarse al senador Octavio por la aprobación de estas leyes. Este
enfrentamiento nos lo cuenta el historiador Apiano. Seguro que lo recordaréis por el texto que
trabajamos en la anterior clase. Al final, como Tiberio Graco tenía más poder, consiguió la
destitución de su opositor Octavio.
El único enemigo que quedó en medio
impidiendo la aprobación de las leyes de
Tiberio Graco fue el propio senado. El
senado no veía con buenos ojos estas
reformas porque atentaban claramente
contra sus intereses.
Y cuando tienes prácticamente en
contra a todo el senado romano, ¿cómo
pensáis que terminó Tiberio Graco?
Tiberio Graco intentó prorrogar su gobierno, pero al inicio
de los comicios para su reelección estallaron unos graves
disturbios durante los cuales murió…
1. Se limitaba la cantidad de tierra que un ciudadano
podría usufructuar: más de 500 iugera (250 ha, 333
acres), se podría incrementar en 250 más por cada hijo.
2. Todas las tierras públicas que hubieran sido vendidas o
arrendadas a individuos privados serían devueltas por el
precio de compra más una cantidad equivalente a las
mejoras realizadas.
3. Las tierras devueltas serían divididas en lotes de 20 acres
(7,5 ha) destinados a los ciudadanos más pobres con la
condición de que jamás las vendieran y pagaran un tributo
anual al tesoro.
Recordad que el senado
estaba formado
prácticamente por
patricios.
Los plebeyos apenas tenían
representación. Solo los
tribunos de la plebe
defendían sus derechos
Vaya, vaya…
Sospechoso…
3. Tras Tiberio, subió a la palestra su hermano pequeño, Cayo Graco. Este radicalizó aún más
las medidas que se proponían en la Ley Agraria.
Cayo Graco quiso apoyar la importación de productos alimenticios hacia Roma, para así
poder satisfacer las necesidades alimentarias de los más desfavorecidos. También propuso
penas severas contra quienes intentasen especular con estos productos.
Naturalmente el senado estaba en contra de todas estas medidas, pues atentaban
directamente contra sus intereses, tanto políticos como económicos.
La muerte de Cayo Graco es aun más “oscura” que la de su hermano. Al parecer, tras una
revuelta de los senadores, Cayo Graco intentó salvar a sus partidarios, que estaban
atrincherados en el Aventino y, como no pudo, cruzó el Tíber a nado y terminó suicidándose con
la ayuda de un esclavo.
En este conflicto 250 partidarios de Graco murieron en los enfrentamientos y otros 300
fueron condenados a muerte por un decreto del Senado, cerrando con un broche de sangre los
intentos y proyectos de los hermanos.
Como el Senado había ofrecido el
peso de la cabeza de Cayo en oro a
quien la trajera, un "amigo"
decapitó su cuerpo y se dice que
rellenó la cabeza con barro para
que pesara un poquito más.