Desarrollo de la temática de la videoconferencia sobre la importancia de las consignas claras
1. Síntesis del desarrollo de la temática de la video conferencia (por los expositores):
Definir con claridad y precisión lo que les solicitamos a nuestros alumnos en las consignas es más
complejo de lo que suponemos. Generalmente, los docentes escriben consignas que parecen
obvias para quienes las redactan, sin embargo los alumnos se encuentran con la incertidumbre de
qué deben hacer, o debido a la ambigüedad interpretan que se les pide algo distinto de la intención
del docente.
Las consignas son la explicitación de las tareas que los alumnos tienen que desarrollar. Las
mismas deben favorecer su autonomía, es por ello esencial brindar la mayor información posible
acerca de la tarea que tienen que realizar, así los mismos se independizarán más de los docentes
a la hora de su desarrollo. Al mismo tiempo, la información debe servir para que el alumno
comprenda el porqué y el para qué de la tarea (Anijovich, 2004).
En donde se visualizan los principales inconvenientes de comprensión de consignas es en la etapa
evaluativa, en donde las consignas escritas se presentan en forma de preguntas que exigen
elaborar respuestas en diferentes niveles de complejidad. Los estudiantes a pesar de realizar un
esfuerzo para tratar de cumplir y responder lo que suponen que el docente está pidiendo,
desconociendo en muchos casos su vinculación con las tareas resueltas en clase y lo aprendido en
la unidad curricular a cargo. El investigador Jean -Pierre Astolfi (1997) explica:
En el aula, existe una costumbre didáctica que consiste en un conjunto de prácticas establecidas
por el uso que todos deben respetar, dado que en caso contrario corren el riesgo de recibir una
sanción. Dentro de esta costumbre didáctica, y a través de su participación en ella, el alumno
aprende su "oficio de alumno", aceptando caer a veces en incongruencias, para no transgredir las
"reglas del juego", como por ejemplo, respondiendo a preguntas que, a menudo, no tienen mayor
sentido o interés.
En una misma línea de preocupaciones, Philippe Meirieu (1998) plantea: "Se trata de hacer que los
saberes surjan de respuestas a preguntas verdaderas. Esto implica que el sujeto se reinscriba en
los problemas vivos, fundacionales de los saberes humanos, e incorpore los conocimientos a la
construcción de sí mismo. en este sentido, es fundamental que los alumnos descubran el sentido
de lo que se les pide que aprendan".
Los aportes indicados llevan a indagar por el sentido de lo que les solicitamos a los estudiantes
que aprendan y demuestren. Las consignas inciden en diversos aspectos de la respuesta y del
desempeño de los alumnos; entre estos aspectos, interesa especialmente el grado de autonomía
que aquellas permiten. Las consignas limitan los grados de libertad para demostrar mejor lo que
aprendieron. Las consignas que proporcionan poca información, ambiguas, generan un modelo
de mucha dependencia, y pueden resultar contraproducentes en las instancias evaluativas, ya que
según los usos y costumbres no está permitido hacer preguntas al docente durante el examen, se
contesta lo que se sabe, las aclaraciones son dadas una vez concluida las instancias evaluativas.
Para considerar una consigna como buena consigna debe ser válida y coherente en relación con
los contenidos sobre los que intenta recoger evidencia. En este sentido, tiene que proporcionar
suficiente información y, a su vez, debe ser clara y específica en lo que requiere que el alumno
piense y realice, tanto como en los procedimientos, recursos y materiales que puede utilizar.
Una manera de promover la comprensión de las consignas es instalar, como una práctica habitual
y cotidiana en el trabajo escolar, el análisis de las pautas generales de una tarea con el conjunto
de los alumnos para verificar si hay distancia entre lo que se les pide y lo que comprendieron: el
objetivo es que puedan ajustar su interpretación.