texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
Pan Diario 17 De Junio De 2009
1. Capitán Rayo Lectura: 2 Corintios 11:3-4,12-15 “El mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” — 2 Corintios 11:14
2. Un ladrón inglés llamado el Capitán Rayo escapó de la justicia y huyó al este de los Estados Unidos en 1818. Allí comenzó a practicar la medicina. Tomó el nombre de Dr. John Wilson. A menudo, y para que no le reconocieran, llevaba tres trajes puestos encima que le hacían parecer más grande y cubrían una pierna deforme. Justo antes de morir, el hombre les pidió a sus amigos que le enterraran sin quitarle sus ropas. Pero esa petición no podía cumplirse pues había que preparar el cuerpo para que fuera sepultado apropiadamente. El empleado de la funeraria quedó sorprendido al encontrar cicatrices de heridas y una pierna atrofiada. Una revisión en la casa del «Dr. Wilson» reveló un escondite de relojes de pulsera, joyas y diamantes. El comisario supo que el doctor era de hecho el Rayo, un ladrón disfrazado. ¡Habían sido engañados! Satanás y sus seguidores también tienen disfraces. Se dice en 2 Corintios 11:15: «Sus ministros [de Satanás] se disfrazan como ministros de justicia». ¿Pero cómo? Una manera es a través de falsas doctrinas. Desde los días de Pablo, los falsos maestros han enseñado que se puede ganar la salvación por medio de las buenas obras. Pablo nos advirtió que no nos dejáramos engañar por la astucia del diablo (v. 3). La verdad es: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe . . .; pues es don de Dios; no por obras» (Efesios 2:8-9). No te dejes engañar.
3. Reflexión: Satanás tiene muchas herramientas, pero el engaño es el mango que se ajusta a todas ellas
4. Lectura Bíblica: 2 Corintios 11 Pablo defiende su ministerio 3Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; 5 y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles. 6 Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado. 7 ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde? 8 He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros. 9 Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso. 10 Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya. 11 ¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe. 12 Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. 13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 11.14 , 15 Un escrito judío (el Apocalipsis de Moisés) dice que en la historia de la tentación de Eva, Satanás se disfrazó de ángel. Pablo pudo estar pensando en esta historia o referirse a una de las típicas estratagemas de Satanás. En cualquier caso, nada pudo ser más falso que Satanás, el príncipe de las tinieblas ( Efesios 6.12 ; Colosenses 1.13 ) pretendiera representar la luz. De igual manera, cuando los falsos maestros afirmaban representar a Cristo, mentían desvergonzadamente. 11.14 , 15 Satanás y sus siervos pueden engañarnos presentando una apariencia atractiva y moral. Mucha gente ingenua sigue enseñanzas sutiles que citan la Biblia y luego inducen a cultos que alienan, que apartan de la familia y que practican la inmoralidad y el engaño. No se deje estafar por la apariencia. Nuestras impresiones no son el único indicador confiable para deducir quién es o no es un seguidor verdadero de Cristo; lo siguiente nos ayuda hacernos algunas preguntas: (1) ¿Confirman sus enseñanzas las Escrituras ( Hechos 17.11 )? (2) ¿Afirman y proclaman sus maestros que Jesucristo es Dios y que vino al mundo como hombre para salvar a la gente de sus pecados ( 1 Juan 4.1–3 )? (3) ¿Es su forma de vida coherente con la moralidad bíblica ( Mateo 12.33–37 )?