El rol del docente y estudiante ha cambiado antes y después. Antes, el docente era una autoridad moral que tomaba decisiones puntuales y carecía del uso de tecnología, mientras que el estudiante aprendía a través de imitación, observación y ejemplos. Ahora, el docente es audaz, inteligente y competente, y puede ser crítico y reflexivo para plantear propuestas sobre el futuro, mientras que el estudiante respeta a los demás.