El documento describe la estructura política y social del Antiguo Egipto. El faraón era la máxima autoridad política y religiosa, encarnando a dioses como Horus y Osiris. La sociedad egipcia estaba dividida en élites (la familia real y funcionarios) y el pueblo (campesinos y artesanos). La administración central gestionaba recursos y justicia, mientras que las provincias eran gobernadas por alcaldes y comandantes bajo supervisión del faraón.
1. PANORÁMICA GENERAL DEL ANTIGUO EGIPTO
BASES POLÍTICAS Y SOCIALES DE EGIPTO
Claves políticas del Antiguo
Egipto: el faraón y su corte.
Las esferas sociales del
Antiguo Egipto: cosmogonía
egipcia.La organización administrativa
del Antiguo Egipto: sistema
provincial.
2. CLAVES POLÍTICAS DEL ANTIGUO EGIPTO
EL FARAÓN Y SU CORTE
FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA MONARQUÍA EGIPCIA
• Ausencia casi total de textos (especialmente en los Imperios Antiguos y Medio) de
carácter histórico, por el gran protagonismo religioso que tiene la figura del faraón. Ello
demuestra que la monarquía egipcia es, sobre todo, una monarquía divina.
• Gran presencia de documentos de carácter religioso que demuestran la vinculación
entre el faraón y lo religioso: La Teología Menfita (s. VIII a. C., aunque versión de un texto
muy anterior); el Papiro Dramático del Rameseo (c. 1971 a. C.); y los Textos de las
Pirámides (Dinastía VIII y VII especialmente). Nos informan de los cargos monárquicos de
algunos dioses (Horus y Set); de la relación del monarca con Horus, Osiris y Set en la
liturgia y en los rituales; de la continuidad de su reinado después de la muerte; y de la
supervisión religiosa del proceso sucesorio.
RASGOS Y ATRIBUCIONES BÁSICAS DE LA MONARQUÍA EGIPCIA
• Cargo divino. Es la principal atribución del monarca egipcio, al ser una encarnación
particular de Horus, que, al morir, se identifica con Osiris, dios de los muertos, como
manifiestan las pirámides.
- El carácter divino de la monarquía explica, además, su pervivencia y unidad. El faraón
era, en realidad el depositario de la interpretación de los destinos divinos y su orden.
- Parte fundamental de la dedicación del monarca estaba en atender y preservar el ritual,
gestionar el templo y viajar entre las capitales provinciales atendiendo las ceremonias
religiosas que se celebraban en los templos (p. ej.: Ajenatón).
- Religiosamente, el monarca es quien gestiona el maat. Con origen en los mitos
creacionistas egipcios, el maat implica el orden sobre el caos. El maat que cada
gobernante conseguía era una manifestación de aprobación divina. El maat asegura un
universo ordenado, y su ejecución es obra de los propios faraones.
- Los faraones eran los que supervisaban las fundaciones piadosas, especie de
patronatos establecidos por donaciones particulares –de dinero o propiedad– que
garantizaban la presencia de templos provinciales y que se convirtieron en pieza clave en la
administración provincial.
3. • Poder terrenal. Lógicamente, al margen de sus connotaciones de monarquía divina, es
evidente que al faraón se le reservaba un gran poder terrenal, y, en ese sentido, algunos
textos (Instrucción del rey Amenemes o Instrucción para Merikare) nos informan de su
responsabilidad en este sentido.
- En lo territorial, el faraón –en política interior– era el responsable de conservar la
integridad territorial, y –en política exterior– era quien se encargaba de extender las
fronteras imperiales. En cualquier caso, la religión egipcia relativizaba mucho los reveses
territoriales de sus ejércitos, convencidos, como estaban, de que el maat (personificado en
la diosa Maat) mantendría la hegemonía egipcia.
- En el ámbito judicial, el faraón era el encargado de impartir justicia, aunque para ello le
asesoraban una serie de elementos administrativos gubernamentales.
- En lo económico, como responsable del gobierno, era el encargado de garantizar el
abastecimiento del país y gestionar las propiedades, papel en el que los templos y las
fundaciones piadosas irían asumiendo poder, especialmente a partir del Imperio Nuevo.
- También se encarga de la actividad diplomática y de relación con otras de las realidades
territoriales del P.O.A.
LA CORTE FARAÓNICA: SISTEMAS ADMINISTRATIVOS DEL PODER EGIPCIO
• La familia real. La familia real egipcia es un elemento político de primer orden, no en
vano, salvo la incursión de los hicsos (palestinos) en el trono, en realidad, todos los
procesos sucesorios –con o sin usurpaciones– se organizan por medio de la actividad de la
corte.
a) Príncipes: Uno de los hijos es nombrado sucesor y asociado al trono todavía en vida
del faraón (Amenemes I y Sesostris I, que gobernaron así diez años), a los restantes se les
encomendaban tareas de la administración (“director de obras del faraón”, “comandante
del ejército”, “visir”) sin más prerrogativas que sus colegas funcionarios, tal como demuestra
la modestia de sus enterramientos (tumbas de las Dinastías V y VI de Saqqara).
b) Princesas, reinas y madres de los faraones: Las tumbas indican que su status era
mayor que el de los príncipes. Históricamente, tuvieron algún papel en el plano sucesorio
pues al ser menor de edad el faraón, se nombraba una regencia femenina, que algunas
intentaron convertir en un poder real (Hatsheput respecto de Tutmosis III).
4. LAS ESFERAS SOCIALES DEL ANTIGUO EGIPTO
COSMOGONÍA EGIPCIA
ESTRATOS FUNDAMENTALES DE LA SOCIEDAD EGIPCIA
La sociedad egipcia se hallaba dividida en tres grandes grupos: hombres que ejercían
autoridad derivada del faraón, aquellos que les estaban subordinados, y el campesinado
analfabeto. Ese orden social estaba sostenido claramente por una visión del mundo
defendida desde el Estado y por la propia iconografía. Estos tres grupos son reductibles a
dos grandes bloques:
a) La élite. Estaba compuesta por la dinastía real en su sentido más amplio (familia y
aparato administrativo a su servicio, independientemente del rango).
- Familia real (príncipes y princesas).
- Funcionarios de mayor rango en el gobierno.
- Nobleza provincial: menos importantes en lo social y en lo económico pero de mayor
estabilidad por el carácter hereditario de sus cargos.
- Burócratas menores: escribas, sacerdotes, oficiales militares, ricos agricultores, artesanos
(“clase media”) e incluso soldados, funcionarios de segunda fila, arrendatarios, campesinos,
artesanos… (“clase baja”).
b) El pueblo. Se dedicaba fundamentalmente a la agricultura. Aunque durante algún tiempo
parece que pudieron funcionar al modo de los “siervos de la gleba” medievales, en realidad
debieron tener un estatuto mejor pues podían disponer de tierras propias. Se pueden
señalar en este grupo varias notas características:
- Ausencia de hombres libres en sentido rigorista.
- ¿Esclavos?, si no existían hombres libres en rigor, parece lógico que tampoco hubiera
esclavos.
- Extranjeros. No preocuparon mucho a la administración egipcia porque las diversas
victorias egipcias acabaron por presentar a Egipto como un poder fuerte e incuestionable en
el P.O.A
5. • La Administración Central. Se conoce muy mal para el Imperio Antiguo y
Medio, aunque algo mejor para el Imperio Nuevo. Lo integraban los siguientes
cuerpos:
a) Dominios Reales: áreas de gestión directa del faraón y de su dinastía.
b) Poder militar: tenían escaso papel en las decisiones gubernamentales. Lo
fundamental de su labor era el reclutamiento y entrenamiento de los individuos
susceptibles de realizar el servicio militar.
c) Gobierno religioso: liderado por el sacerdote de Amón, “director de todos los
sacerdocios del Alto y del Bajo Egipto”.
d) Gobierno civil: se ocupaba –liderado por los correspondientes oficiales y del
visir– de regular la agricultura, recaudar tributos, administrar justicia y mantener el
orden cívico. A él pertenecía la fuerza policial (medyau).
Principales funciones de la administración central:
- Localización y recaudación de los recursos necesarios: procesos de censos y
recuentos de ganado y propiedades para adecuar el nivel de las prestaciones
personales e impuestos.
- Administración básica de la ley y la justicia (“sacerdote de Maat”), aunque
parece que este poder era inherente en Egipto a quien detentaba alguna
responsabilidad.
LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DE EGIPTO
LA ADMINISTRACIÓN PROVINCIAL
6. • La Administración Provincial. Está muy mal documentada aunque parece que debió
sostenerse gracias a los vínculos entre ésta y la administración central y, de modo especial,
gracias a la supervisión del faraón.
a) Jerarquía de centros de poder: ciudades capitales provinciales (Menfis, Tebas, Tell-el-
Amarna y Pi-Rameses), aldeas, y ciudades pequeñas.
b) Instituciones específicas:
- Alcaldes: eran quienes representaban el poder en las capitales provinciales. Sus
funciones eran recaudar tributos, facilitar el trabajo de los representantes del gobierno
central y ejecutar las órdenes recibidas de ellos.
- Comandantes: idénticos a los alcaldes pero para aldeas y ciudades pequeñas.
- Consejos kenbet: formados por sacerdotes de alto rango, burócratas y soldados.
7. • La Administración Provincial. Está muy mal documentada aunque parece que debió
sostenerse gracias a los vínculos entre ésta y la administración central y, de modo especial,
gracias a la supervisión del faraón.
a) Jerarquía de centros de poder: ciudades capitales provinciales (Menfis, Tebas, Tell-el-
Amarna y Pi-Rameses), aldeas, y ciudades pequeñas.
b) Instituciones específicas:
- Alcaldes: eran quienes representaban el poder en las capitales provinciales. Sus
funciones eran recaudar tributos, facilitar el trabajo de los representantes del gobierno
central y ejecutar las órdenes recibidas de ellos.
- Comandantes: idénticos a los alcaldes pero para aldeas y ciudades pequeñas.
- Consejos kenbet: formados por sacerdotes de alto rango, burócratas y soldados.