Estudio de los instrumentos de percusión, realizado por José Luis Ulzurrun, para el Seminario "Introducción a la Gran Música", dirigido por S. Ángel Carrascosa Almazán, desarrollado por la Universidad Popular Carmen de Michelena durante los días:
Día 5.- Los instrumentos y las voces
Día 12.- Terminología básica y formas musicales
Día 19.- Los grandes períodos de la historia de la música (I)
Día 26.- Los grandes períodos de la historia de la música (II)
1. Instrumentos de percusión
Los instrumentos de percusión son aquellos que deben ser golpeados, agitados
o frotados para producir su sonido. La forma y el material de la parte del
instrumento que es golpeada y las características de su cavidad de resonancia,
si la hay, determinan el sonido del instrumento.
La familia de la percusión se distingue por la enorme variedad de timbres que
es capaz de producir, que suelen ser muy distintos entre sí aunque se trate de
instrumentos incluso parecidos. Así, por ejemplo, cada variedad de tambor
tiene un timbre diferenciado.
Los instrumentos de percusión suelen emplearse para marcar patrones rítmicos
(caja, tambores, entre otros), aunque algunos de ellos también pueden emitir
notas afinadas y tocar melodías, como los timbales, el xilófono, el vibráfono,
etc.
Los instrumentos de percusión son, quizá, los instrumentos musicales más
antiguos. El verdadero desarrollo de esta familia de instrumentos de la orquesta
comienza a finales del siglo XVIII, al despertarse el interés por la música turca.
Como consecuencia directa de esta situación se van a incorporar a la plantilla
orquestal instrumentos como los platillos o el triángulo que complementan a
tambores y timbales.
En el siglo XIX Chaikovski, Saint-Saëns y otros músicos postrománticos
personalizan el timbre de sus obras con la inclusión en ellas de nuevos
instrumentos de percusión afinables, como el xilófono, la celesta o las
campanas tubulares. En el siglo XX, Benjamin Britten y otros compositores
reclaman mayor variedad aún de timbres y efectos especiales, para lo que se
sirven del látigo, las carracas, y otros instrumentos parecidos.
En la actualidad la familia de la percusión es la más heterogénea de la orquesta.
Aunque sus componentes sean bastante parecidos en cuanto a su manejo, su
forma y sus propiedades su sonoridad cubre un abanico de posibilidades
francamente amplio. Para estudiar los instrumentos de esta familia es
conveniente distribuirlos en dos grandes grupos, según sean o no melódicos.
1. Instrumentos melódicos
Son los instrumentos de percusión que producen sonidos determinados, es decir
notas perfectamente identificables. Por lo tanto pueden afinarse y tocar
melodías.
a) Timbales
Un timbal tiene una caja semiesférica, generalmente de cobre, cubierta por
una membrana que puede ser tensada mediante un sistema de llaves o pedales.
En el sistema de clasificación de instrumentos musicales es considerado un
membranófono. Su sonido se produce cuando la membrana o parche se golpea
con unas baquetas. El timbal nunca se debe tocar en el centro del parche, sino
en su parte exterior, aproximadamente a 10 cm del borde, lo que produce el
sonido resonante y redondo asociado comúnmente a este instrumento.
2. El timbal
En la orquesta los timbales se emplean en grupos de dos, tres o cuatro (a veces
hasta ocho o nueve), según las indicaciones del compositor, siempre afinados
en distintos tonos.
Jean-Baptiste Lully fue el primer compositor de relevancia que incluyó partes
orquestales de timbal en su ópera Teseo (1675). Pronto lo imitaron otros
compositores del siglo XVII. En la música de esta época el timbal agudo se
afinaba a la tonalidad de la composición, y el grave a la dominante.
Ya avanzado el período barroco, Johann Sebastian Bach escribió una cantata
secular titulada Tönet, ihr Pauken! Erschallet, Trompeten! donde los timbales
aparecen en primer plano. La pieza comienza con un solo de timbal y luego el
coro y los timbales recrean la melodía en diferentes combinaciones. Bach
emplearía posteriormente este mismo material en su Oratorio de Navidad
(Jauchzet, frohlocket!).
A principios del siglo romántico Ludwig van Beethoven revoluciona la música
para timbal. No solo escribe para instrumentos afinados en intervalos distintos
de cuartas o quintas, sino que le da la relevancia de una voz independiente
sobre la base de Tönet, ihr Pauken! Por ejemplo, su Concierto para Violín, de
1806, se inicia con cinco golpes de timbal, y el Scherzo de su novena sinfonía
(1824) nos muestra al timbal en un contrapunto con la orquesta.
El siguiente en la lista de innovadores sería Hector Berlioz, primer compositor
en indicar expresamente en la partitura las baquetas a emplear (madera,
cobertura de fieltro, etc.) En muchas de sus obras, por ejemplo su arrebatadora
Sinfonía fantástica (1830), requiere el empleo de varios grupos de timbales
simultáneamente.
Hasta fines del siglo XIX los timbales se afinaban de forma manual, es decir,
mediante una serie de tornillos o llaves que alteraban la tensión del parche al
ser girados por el intérprete. Dado que esta operación era necesariamente algo
lenta, los compositores debían prever un tiempo razonable para que se pudiera
cambiar la afinación durante el desarrollo de la obra.
El primer pedal de afinación se diseñó en Dresde en la década de 1870, con lo
3. que los instrumentos dotados de pedales eran conocidos como timbales de
Dresde. En el siglo XX han continuado evolucionando los mecanismos y los
materiales empleados en la construcción de estos instrumentos.
Los timbales poseen gran capacidad de matización y puede decirse que son los
instrumentos más ágiles de la orquesta. Su función más frecuente es contribuir
al sostenimiento armónico (golpes que subrayan la parte fuerte del compás),
aunque también pueden llegar a adquirir el mayor protagonismo. El redoble se
logra golpeando rápidamente el parche en forma alternativa con la baqueta
izquierda y derecha.
La calidad tonal del timbal puede alterarse cambiando de baqueta o ajustando
la afinación. Por ejemplo, golpeando más cerca de los bordes, el sonido se hace
más agudo. Un sonido stacatto se logra golpeando el parche con ambas
baquetas muy cercanas. En un redoble, el punto de percusión de cada baqueta
suele alejarse para permitir la mayor vibración posible de la membrana.
b) Campanas tubulares
Son un grupo de tubos de acero huecos, de diferente longitud, correctamente
afinados y suspendidos de un soporte. Este instrumento debe su nombre a que
emite un sonido semejante a un grupo de campanas de distinto tamaño. Su
invención fue un modo de evitar el traslado de las grandes y poco prácticas
campanas originales a la orquesta.
El instrumento puede tener hasta dieciocho tubos que facilitan el registro de
una octava y media. Cada campana o tubo tiene distinta longitud, para así
poder ofrecer notas diferentes. Este sistema hace posible la afinación, por lo
que se trata de un instrumento de sonido determinado. Los tubos se golpean,
con uno o dos mazos, cerca de su parte superior. Las reverberaciones se pueden
controlar mediante un mecanismo de barra o pedalen su parte inferior.
Campanas tubulares
4. c) Celesta
Es un instrumento de teclado que inventó en 1886 Auguste Mustel. Su origen
parece provenir del gender javanés, un metalófono del gamelán. El aspecto
externo de la celesta es semejante al de un piano vertical. Dispone de un
teclado mediante el cual se pone en movimiento un mecanismo simplificado de
piano, mediante el cual unos macillos recubiertos de fieltro percuten sobre
láminas de metal convenientemente afinadas. Al igual que en el piano, hay un
pedal que permite accionar los apagadores. Las láminas producen sonidos de
gran pureza, suavizados por las vibraciones de los resonadores. Su extensión
suele abarcar de 4 a 5 octavas cromáticas.
La celesta
La celesta también tiene un pedal de resonancia que sirve para prolongar el
sonido. A diferencia del glockenspiel, cada barra del instrumento dispone para
amplificar el sonido de su propia caja de resonancia. La celesta se incorporó a
la orquesta en el estreno del ballet El Cascanueces, de Piotr I. Chaikovski.
Su técnica y su mecanismo no difieren prácticamente de los del piano, pero su
sonido es bellísimo, suavemente metálico, cristalino, dulce. Su timbre es
apacible y delicado. A pesar de su sonido tenue, las notas de estos instrumentos
son penetrantes y se destacan sobre el fondo orquestal.
d) Xilófono
Es un instrumento formado por dos filas de láminas de madera en forma de
teclado, colocadas sobre tubos verticales que hacen de resonadores. Se golpea
con baquetas duras. Su sonido es estridente, seco y muy afinado. Su velocidad
y colorido lo hacen imprescindible en los momentos de mayor euforia musical.
La versión más corriente que se ve en la orquesta tiene un registro de tres
octavas y media.
5. El xilófono
e) Glockenspiel
También conocido como lira, su construcción es semejante a la del xilófono,
pero sus láminas son metálicas, por lo que su timbre pierde sequedad y se hace
más vibrante.
El glockenspiel
El glockenspiel tiene un registro de dos octavas y media y consiste en una serie
de láminas de acero graduadas musicalmente y colocadas en dos filas, como las
teclas blancas y negras del piano. Se toca con mazos muy duros que producen
un sonido acampanado.
El grupo de instrumentos de percusión melódica suele estar servido en la
orquesta sinfónica por tres ejecutantes, uno de los cuales atiende en exclusiva
a los timbales.
2. Instrumentos no melódicos
Este grupo lo forman aquellos instrumentos de percusión que no pueden emitir
ninguna nota identificable, es decir que producen notas de una altura
indeterminada y no son afinables. Su sonido es concreto: siempre es el mismo
y no admite más variación que la gradación dinámica.
Este grupo instrumental es muy numeroso, por lo que sólo se describirá alguno
de los instrumentos más habituales en la orquesta.
a) Bombo
Es un gran cilindro de madera, con dos parches paralelos extendidos en sus
6. bases. Se toca con unos macillos grandes almohadillados. El bombo es un
instrumento de gran sonoridad, casi siempre compañero de ejecución de los
platillos. Se caracteriza por su considerable peso y su gran volumen. Se utiliza
con frecuencia en pasajes de sonido potente y en los tutti de la orquesta. Puede
producir un sonido amenazador, parecido al trueno.
b) Platillos
Son dos discos metálicos, delgados y de mediano tamaño, que se golpean uno
contra otro. De gran brillantez, su sonido es explosivo y dulce. Esta
contradicción hace de ellos instrumentos muy empleados por los compositores.
Suelen ser utilizados en momentos puntuales de gran resplandor y efecto
sonoro.
Los platillos
c) Caja
La caja o redoblante es un instrumento típico militar que acompaña a la
orquesta en momentos que coinciden con marchas o tiempos muy rítmicos y
marcados. Su sonido es vibrante, obliga a prestar atención.
La caja
La caja es un cilindro de metal con dos membranas paralelas, que pertenece al
grupo que se conoce vulgarmente como tambores. La caja es en realidad un
tambor pequeño. Dispone de unas cuerdas metálicas, llamadas bordones, en
contacto con su membrana inferior, que aumentan su resonancia y hacen menos
seco su sonido. Los bordones llevan acoplado un sistema por el que pueden
ponerse o no en contacto con el parche.
La caja se toca con baquetas de madera. Su sonido es indeterminado: no
produce notas de altura definida porque de sus dos membranas sólo se afina
una.
7. d) Triángulo
Es el instrumento más pequeño de la orquesta. Está formado por una barra
metálica doblada en forma triangular que se golpea con una varilla, también
metálica. Se coloca en un soporte para no entorpecer sus vibraciones. Su timbre
es muy agudo, por lo que destaca sobre toda la orquesta, aunque toque al
unísono.
El triángulo
Otros instrumentos de percusión no melódicos presentes con frecuencia en la
orquesta son el gong, la pandereta, las castañuelas, los cascabeles, los crótalos,
el látigo, las claves, la caja china, etc.
El gong
Ejemplos musicales ilustrativos
• Timbales
Richard STRAUSS Así habló Zaratustra Op. 30 (Amanecer)
• Xilófono
Camille SAINT-SAËNS Danza macabra Op. 40
Aaron COPLAND Billy the Kid (Suite orquestal)
• Celesta
Piotr Ylich CHAIKOVSKI El Cascanueces (Suite)
• Glockenspiel
Wolfgang Amadeus MOZART La Flauta Mágica
8. • Instrumentos de percusión no melódicos
Benjamín BRITTEN Guía Orquestal para la Juventud (Variaciones y
Fuga sobre un Tema de Purcell, Op. 34)
• Familia de percusión al completo
Carlos CHÁVEZ Tocata para percusión (III. Allegro un poco
marziale)
4. Instrumentos mixtos
Esta última sección orquestal está formada por aquellos instrumentos que no
pueden ser incluidos en buena lógica en ninguna de las familias estudiadas
anteriormente, aunque cualquiera de ellos, como el arpa, el piano o el órgano,
tiene gran importancia dentro de la orquesta.
1. Arpa
El arpa pertenece al grupo de los cordófonos, pero es de cuerda pulsada. Se
trata de uno de los instrumentos musicales más antiguos, aunque su
incorporación a la orquesta es relativamente reciente.
Este instrumento tiene un marco triangular o soporte -que sirve además como
caja de resonancia- y una serie variable de cuerdas que van tensadas entre la
sección superior e inferior del marco. Las cuerdas se pulsan directamente con
los dedos o con la ayuda de una púa o plectro.
El arpa se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y en Egipto, de donde pasó
a Grecia. Estuvo muy en boga durante la Edad Media, aunque fue abandonada
en el Renacimiento en favor del laúd. El arpa se recuperaría en el siglo XVIII,
experimentando el instrumento su evolución técnica definitiva en la centuria
siguiente.
El arpa medieval era diatónica, pero el arpa moderna nace con los primeros
intentos de cromatismo, exigidos por la evolución de la música, y, por tanto,
es cromática. El instrumento primitivo, construido en Irlanda en el siglo XVI,
contaba con una doble fila de cuerdas. En el siglo XVII se incorpora una tercera
fila. Las filas primera y tercera (con 29 cuerdas cada una) eran diatónicas,
mientras que la segunda fila (con 20 cuerdas) estaba reservada para los
semitonos.
A mediados del siglo XVII unos constructores tiroleses construyeron el arpa de
ganchos, mediante los cuales era posible estirar las cuerdas y subir la altura del
sonido en un semitono. A finales de este siglo, un luthier bávaro fabricó el
primer instrumento con siete pedales, situados a ambos lados del soporte, que
se conectaban a los ganchos fijos de la cónsola mediante un sistema de
transmisión mecánica. En 1778 Mozart escribiría su Concierto para flauta, arpa
y orquesta K 299 para este instrumento.
A partir de este momento se producen numerosas tentativas, a cual más
estrafalaria, para ampliar las posibilidades del arpa (así, por ejemplo, la
9. colocación de doble número de pedales y sordinas), hasta que en 1811 Érard
presenta el modelo llamado de “doble acción”, que con ligeras modificaciones
posteriores, es el que se usa normalmente en la actualidad.
Los pedales del arpa de Érard se hallan unidos a unas varillas de acero,
colocadas en el interior de la columna, que terminan en un mecanismo situado
en la consola. Ésta, a su vez, consta de varias capas de sicómoro y serbal. El
mecanismo, muy elaborado, lleva dos sistemas de horquillas o discos, provistos
de tornillos ajustables entre los cuales pasa la cuerda.
El arpa actual
Cuando el pedal de doble acción se suelta (posición de reposo en la muesca
superior), la cuerda pasa libre entre los tornillos (bemol); colocado en la
muesca intermedia, el pedal imprime a los discos una rotación parcial que
produce el primer semitono (becuadro); alojado en la muesca inferior, el pedal
provoca la continuación del movimiento, lo cual da lugar al segundo semitono
(sostenido). Cada uno de los siete pedales actúa sobre todas las octavas de una
misma escala, pudiendo ser accionado dos veces, subiendo sucesivamente un
semitono en todas las notas de la misma tonalidad.
El arpa actual tiene 46 cuerdas, dentro de las cuales existen diferentes clases.
Las 35 del registro medio y agudo son de tripa de carnero, en tanto que las once
restantes -para el registro grave- son de alpaca o de cobre y van entorchadas
en acero.
El arpa moderna incluye más de 1400 piezas. La tensión que ejercen las cuerdas
sobre el instrumento es de unas dos toneladas y media. Resulta fácil
10. comprender los elevados costes que implica su construcción, por lo que son
pocos los luthiers que se aventuran a ello. En este proceso se incluye la
utilización de contrachapados de haya, arce o palisandro -de fácil curvado al
vapor- para la caja de resonancia que, a su vez, va reforzada en su interior por
una moldura triangular, normalmente metálica.
La extensión del arpa es de seis octavas y media (de Do bemol1 a Sol #6), la
más amplia tras las del órgano y el piano. Su sistema de pedales facilita los
cambios rápidos de la armadura de tonalidad (modulaciones), pero no es tan
eficaz a la hora de efectuar escalas cromáticas como los instrumentos de
teclado. No obstante, una vez fijada la combinación de pedales requerida por
la tonalidad, el arpa puede realizar fácilmente escalas, arpegios o glissandos.
2. Piano
La palabra piano es una forma abreviada de la palabra pianoforte, poco usada
salvo en el lenguaje formal, que deriva del nombre original, en italiano, del
instrumento: gravicèmbalo col piano e il forte (literalmente clavecín con
sonidos suaves y fuertes). Ello se refiere a la capacidad del piano para producir
notas en diversos volúmenes, dependiendo de cómo se presionen sus teclas.
El piano puede ser clasificado como instrumento de teclado, de percusión o de
cuerda. Está constituido por un arpa cromática de cuerdas múltiples, accionada
desde el teclado con ayuda de un mecanismo de percusión indirecta, al que se
han añadido apagadores.
El piano produce su sonido al ser golpeadas sus cuerdas de acero con unos
martillos o macillos de madera recubiertos de fieltro. Las cuerdas están
tensadas sobre un bastidor metálico, que va encerrado en una caja de
resonancia cuya función es amplificar el sonido. Los macillos se ponen en acción
al pulsar las teclas, gracias a un mecanismo complejo cuyo desarrollo tiene su
origen en el del clavicordio o el clavecín, más sencillos.
El interior del piano
En el clavecín las cuerdas son pinzadas por plectros. En el clavicordio, por
pequeñas púas de metal (tangentes), que continúan en contacto con la cuerda
hasta que se deja de presionar la tecla. En el piano las cuerdas son pulsadas
11. por los macillos. Después rebotan o se retiran, dejando así a la cuerda vibrar
libremente.
Dos recursos mecánicos importantes, propios en exclusiva del piano, son el
empleo de los apagadores y el del pedal. Los apagadores son unas pequeñas
piezas de madera forradas de fieltro que, en el momento que se deja de tocar
una tecla, paran inmediatamente la vibración de la cuerda correspondiente.
Por lo general, un piano está provisto de tres pedales: el de forte, el de piano
y el tonal, todos ellos colocados debajo del teclado, al alcance de los pies.
Cuando se pisa el pedal de forte, los apagadores suben, dejando que las cuerdas
continúen vibrando aún mucho tiempo después de pulsar las teclas. Al pisar el
pedal de piano, los macillos se desplazan un poco hacia un lado, de forma que
las cuerdas son golpeadas sólo parcialmente. El efecto conseguido es que el
sonido sea más suave y algo apagado. El pedal tonal sirve para mantener el
sonido de los bajos durante cierto tiempo, a la vez que se matiza
separadamente el sonido de otras cuerdas del instrumento.
El primer pianoforte fue construido por Bartolomeo Cristofori en Florencia. El
nombre del instrumento hace referencia a su capacidad de producir notas a
diferentes volúmenes, dependiendo de la intensidad con que se pulsen las
teclas. No se sabe cuándo Cristofori construyó su primer piano, pero un
inventario de sus patronos -la familia Médici- refleja la existencia de un
instrumento primitivo en el año 1701. Cristofori únicamente construiría unos
veinte pianos antes de su muerte, acaecida en 1731. Sólo tres de ellos, que
datan de la década de 1720, han sobrevivido hasta hoy.
El piano de gran cola
En la actualidad el piano se construye esencialmente en dos modalidades: piano
de cola y piano vertical. En los primeros las cuerdas van colocadas
horizontalmente. Estos instrumentos tienen una tapa, o cubierta superior de
la caja de resonancia, que se puede abrir de manera que su sonido salga al
exterior sin barreras de ningún tipo.
El piano de cola se fabrica en varios tamaños. El mayor es el piano de gran cola
o piano de concierto, que tiene una considerable longitud, lo que le confiere
12. una sonoridad de gran calidad. También se dispone de pianos de media cola, de
un cuarto de cola, y, el más corto de todos ellos, el “colín”. Los pianos de cola
miden unos 150 centímetros de ancho. La longitud de un piano de concierto
puede llegar hasta unos tres metros.
En el piano vertical las cuerdas van colocadas precisamente en posición vertical
respecto al suelo. Este instrumento es una variante de menor sonoridad y
calidad y se construye con destino a viviendas donde no existe espacio físico
para un piano de cola.
La estructura del teclado del piano es cíclica, pues contiene un patrón fijo que
se va repitiendo periódicamente a lo largo del mismo. Dicho patrón está
compuesto de siete teclas blancas y cinco negras.
Extracto del teclado del piano
La música para piano, al igual que la del clave y la del arpa se escribe en la
partitura en dos pentagramas, uno para cada mano. El piano se puede utilizar
para interpretación de obras a solo, para música de cámara, para acompaña a
otros instrumentos o el canto y también para componer o ensayar.
La afinación del piano es una operación que consiste en modificar la tensión de
sus cuerdas, de manera tal que éstas vibren en las frecuencias adecuadas
conforme al patrón establecido. Así se logra que la música resultante sea
agradable al oído, según los cánones de la música occidental. Esta tarea debe
ser realizada por técnicos especializados ajenos a la interpretación.
3. Órgano
El órgano es un instrumento musical de teclado. El sonido se genera haciendo
pasar el aire por tubos de diferentes longitudes (desde 5 cm hasta 7 m), por lo
que se puede clasificar como instrumento de viento, dentro de una subcategoría
en la que está solo, ya que fue creada exclusivamente para él: instrumentos de
viento de teclado y tubos.
El origen del órgano es muy remoto, pues ya existía en la antigua civilización
china. Lo conocieron los romanos y la Iglesia Católica lo adoptó como
acompañamiento instrumental de los actos litúrgicos en el siglo VII. A lo largo
de la historia, los órganos han sido clasificados en portátiles o fijos, en función
de si están o no dispuestos para ser trasladados, y también como hidráulicos o
neumáticos, según que el aire necesario para su funcionamiento se genere por
la tensión o presión del agua (fría o caliente), o bien por fuelles (que es el
sistema actualmente en uso).
La invención de los fuelles parece remontarse al siglo IV en Oriente, pues así
aparece el instrumento en un bajorrelieve del obelisco de Teodosio en
13. Estambul. Hasta el siglo XII se emplearon ambos sistemas de generación del
aire, pero en el siglo XIII se abandonaron completamente los órganos
hidráulicos. Desde entonces se generalizó en las iglesias el uso de este
instrumento, que fue perfeccionándose poco a poco hasta llegar al siglo XVI.
El órgano
Así, en el siglo XIV se simplificó el juego de los fuelles que antes exigía la fuerza
de muchos hombres y se convirtió el teclado en cromático siendo antes
diatónico. En el XV se construyeron órganos fijos de mayores dimensiones,
dejando los portátiles para iglesias menores, y también se añadieron los
pedales. En el siglo XVI se aumentó el tamaño de los instrumentos, se les incluyó
en un mueble de madera, tal como hoy los conocemos, y se introdujeron los
teclados sobrepuestos.
En el siglo XIX el órgano se perfeccionó extraordinariamente, hasta el punto de
llegar a alcanzar una extensión de diez octavas con la ayuda de cinco teclados.
En las últimas décadas, la aplicación de la electricidad ha permitido simplificar
los sistemas de palancas y dar mayor rapidez a todos los movimientos.
Un órgano actual consta de las siguientes partes o elementos:
• Consola: es el mueble en el que se sitúan los diferentes teclados
manuales, el pedalero y todos los mandos para los registros, juegos,
combinaciones, etc.
14. Detalle de la
consola del órgano
• Transmisión: comprende el sistema para la producción del aire, así como
su distribución hasta los tubos.
• Tubos: Pueden dividirse en flautados o de trompetería. Los primeros se
denominan así por la similitud del agujero por donde sale el aire con la
embocadura de la flauta; los segundos son fácilmente reconocibles por
su colocación en horizontal y disponen de lengüetas para producir el
sonido.
Los tubos del órgano
Uno de los mayores problemas del órgano es su incapacidad para matizar, lo
que se ha intentado corregir con la incorporación de ciertos mecanismos. El
órgano es considerado todavía como el instrumento religioso por excelencia,
quizá por la majestuosidad de sus timbres y su riqueza expresiva. Fue
ampliamente utilizado en el Barroco (Haendel, Bach), en el Clasicismo (el Padre
Soler), el Romanticismo (Liszt) y épocas posteriores (Cesar Franck, Olivier
Messiaen). Es un instrumento que aparece significativamente en algunas obras
orquestales, particularmente cuando se trata de conseguir un efecto grandioso,
15. solemne, como la Tercera Sinfonía de Saint-Saëns, el Poema Sinfónico de
Richard Strauss Así habló Zaratustra, o la Segunda Sinfonía “Resurrección”, de
Gustav Mahler, entre otras.
4.4 Ejemplos musicales ilustrativos
• Arpa
Georg Friedrich HAENDEL Concierto para arpa y orquesta Op.
4 nº 6
Wolfgang Amadeus MOZART Concierto para flauta, arpa y
orquesta en Do mayor K 299
(1. Allegro)
Alberto GINASTERA Concierto para arpa y orquesta Op.25
• Piano
Frederic CHOPIN Gran Vals Brillante Op. 18
Franz LISZT Liebesträume, o “Sueños de amor” (en especial
el N° 3)
Ludwig van BEETHOVEN Sonata para piano en Do sostenido
menor Op. 27 nº 2 “Claro de luna”
• Órgano
Johann Sebastian BACH Toccata y fuga en Re menor BWV 565
Richard STRAUSS Así habló Zaratustra (1. Amanecer)
Francis POULENC Concierto para órgano, timbales y cuerdas
FP 93