1. CAPITULO IV.
ESTIMULACIÓN DEL
LENGUAJE Y EMOCIONAL
DEL NIÑO
2. 1. DESARROLLO DEL LENGUAJE EN NIÑOS
MENORES DE 3 AÑOS
Durante los primeros meses de vida la principal
forma de comunicación es la no verbal. El bebe
expresa una amplia gama de emociones y
responde a la voz con gestos y miradas. Entre los
8 y los 10 meses es importante el balbuceo.
Próximo a los 12 meses el niño pronuncia sus
primeras palabras. El período entre los 12 y 18
meses es el de mayor desarrollo del lenguaje. Su
vocabulario crece desde 10 a 15 palabras para
llegar a los 18 meses a más de 100 palabras. Una
vez que el vocabulario adquirió 50 palabras, el
niño empieza a combinarlas en frases sencillas.
3. 2. DESARROLLO DEL LENGUAJE
Al mes:
Produce sonidos roncos.
A los 2 meses:
Emite sílabas usando vocales (a, e, o, u).
A los 3 meses:
Pronuncia agu.
Entre los 3 y 6 meses:
Establece un diálogo de sonidos con su madre.
Entre los 6 y 9 meses:
Comienza con las primeras sílabas ma-ma-ma, ba-ba-ba y pa-pa-pa.
Entre los 9 y 12 meses:
Comienza a decir mamá y papá. Al final de esta etapa debe decir 3 palabras.
A los 12 meses:
Primeras palabras, enunciados de una palabra con sentido: mamá, upa.
A los 15 meses:
Jerga. Comprende órdenes simples. Puede nombrar objetos familiares: ba-bau,
pipí, mama
A los 18 meses:
Usa como promedio 10 palabras. Nombra imágenes e identifica una o más
partes del cuerpo.
A los 24 meses:
Frases de 2 palabras.
A los 2 y ½ años:
Utiliza YO, MÍO y TUYO.
4. 3. ETAPAS DEL DE DESARROLLO DEL LENGUAJE
Etapa Pre-lingüística:
Es considerada como la etapa del nivel fónico puro,
comprende las expresiones vocales y sonidos que realiza el
bebé desde el llanto hasta los gorjeos y balbuceos en el
primer año de vida. Esta etapa es la que permitirá formar las
bases necesarias para la producción de sonidos, sílabas y
palabras. Comprende los siguientes estadios:
a) Primera formación de conceptos: son la toma de conciencia
de objetos, ideas.
b) Comprensión situacional: el niño comprende algunas
frases familiares que se usan cotidianamente.
c) Desarrollo de la comprensión simbólica: se dan los
siguientes estadios del desarrollo:
Primer estadio: reconocimientos de objetos: hacia los 8
meses los niños pueden empezar a generalizar la idea de
objetos concretos en situaciones concretas (por ejemplo su
tazón durante las comidas).
5. Entre los 14 y 15 meses: empieza a desarrollarse la
comprensión simbólica.
Entre los 18 y 21 meses: suelen mostrar un uso adecuado
del material lúdico de tamaño pequeño.
Entre 18 y 24 meses: empiezan a comprender las
representaciones bidimensionales (emparejar objetos reales
con dibujos).
Entre los 2 y los 2 años y medio: la mayor parte de los niños
empiezan ya a relacionar un símbolo con otro, relacionar
gestos con dibujos.
d) Desarrollo de la Comprensión Verbal:
Primer estadio: escogen objetos como respuesta a
determinadas nominaciones.
Entre los 2 a 2,5 años comienza la comprensión de órdenes
sencillas (“Pon el cepillo en la caja”).
A partir de los 2,5 años, es la etapa de las operaciones más
complejas (color, tamaño, forma).
6. Etapa lingüística
Esta etapa empieza cuando el niño expresa la primera palabra, ya no
solo realiza emisiones fónicas sino que empezará a expresarse
verbalmente a través de palabras y frases con contenido semántico y
sintáctico.
¿Cómo estimular el lenguaje en los niños?
Háblele y comuníquese con el bebé, el empezará a conversar con
usted por medio de balbuceos, sonidos y luego palabras.
Responda verbalmente y con mucho afecto a los sonidos producidos
por el bebé.
Haga juegos de labio para que él lo imite, haga sonidos y soplos, imite
y refuerce también los sonidos producidos por el bebé tratando de
estimular la producción de palabras. Por ejemplo si dice “ma”, diga
usted “ma”…. ¡mamá!”.
Ponga énfasis al vocalizar las sílabas o palabras, la articulación debe
ser clara y lenta.
Enséñele canciones sencillas y cortas acompañadas de gestos y
palmadas.
Enséñele cómo se llaman los objetos que señala o le interesan al niño.
Juegue a producir sonidos onomatopéyicos (sonidos de animales
perro, gato, pato, etc.)
Muéstrele láminas, fotos, cuentos, para aumentar el vocabulario del
niño.
7. No corrija al niño cuando no pronuncia adecuadamente
los fonemas, evite decir “no así no; se dice, es así…”, es
suficiente con que lo escuche a usted pronunciar dicha
palabra de la manera correcta y que intente hacerlo,
poco a poco irá mejorando, no lo presione demasiado.
Incentívelo a comunicarse, a pedir las cosas a través de
palabras o frases. No olvide felicitarlo y mostrarse
contenta cuando logra hacerlo.
8. ESTIMULACIÓN EMOCIONAL
La vida afectiva del niño así como la vida intelectual, es una
adaptación continua (asimilación y acomodación) y las dos
adaptaciones son paralelas e interdependientes una de otra,
puesto que los sentimientos expresan los intereses y los
valores de las acciones de las cuales la inteligencia
constituye la estructura.
El niño desde su primera etapa de vida como lactante no
sólo requiere que sus necesidades físicas estén
satis-fechas (hambre, sed, higiene) sino que también
deman-da la satisfacción de necesidades psicológicas, tan
pri-marias como las anteriores: necesidad de afecto,
necesi-dad de estímulos, necesidad de placer.
La necesidad de estímulos del niño en edad temprana es
evidente, y tenemos que tener en cuenta que cuando esta
necesidad no es satisfecha pueden aparecer estados no
deseados de orden psicopatológico.
9. La figura de la madre juega un papel importantísimo en el
desarrollo del niño.
El lactante se encuentra en un estado de indefensión total.
Depende de la madre para satisfacer sus necesidades
vitales. Esta situación de extrema dependencia crea las
condiciones que explica la tremenda influencia que la
conducta de la madre sobre el desarrollo de la personalidad
del niño.
Segunda etapa: De 18 meses a 36 meses.
Mientras que la meta afectiva de la primera etapa consistía
en el establecimiento de una sólida, positiva y consistente
relación con la madre, la segunda se convierte en el logro
de la socialización de dicha relación.
La marcha da al niño la posibilidad de entrar en contacto
con un mayor número de personas y de objetos, por lo que
se hace necesario que entre en contacto con las reglas
sociales. El desarrollo del lenguaje y el pensamiento
facilitan esta tarea.
10. El niño en esta etapa establece y se propone obtener su
autonomía, la relación con la madre cambia sustancialmente, si
antes era concebida como protectora, ahora se hace ver como
autoridad.
Esto trae como consecuencia que por primera vez el niño se
haga consciente de la evaluación que de él tienen sus padres.
Si un acto suyo hace sufrir ansiedad o desaprobación en los
padres, el niño interpreta esa reac-ción como una evaluación
de su valía.
El niño empieza a tener conciencia de ser bueno o malo según
sus actos sean aprobados o desaprobados.
En la primera etapa la actitud del bebé era pasiva, se dejaba
querer, durante la segunda etapa el modo de querer del niño
cambia como es lógico, si tenemos en cuenta que está
cambiando todo su componente intelectual.
Se ha convertido en un ser mucho más activo, independiente
en importantes aspectos con una noción mucho más clara de
tener una identidad propia y con capacidad para soñar y
fantasear.
Como consecuencia de todo esto, vemos aparecer un sentido
de apropiación, de posesividad en sus relaciones con los
objetos.
11. Surgen los celos, es decir el sufrimiento, ante la perdida
exclusiva de la posesión del objeto. Son típicos e inevitables
durante el nacimiento de un hermanito.
El juego.
Si bien la imitación constituye la más importante vía de
enriquecimiento de la personalidad, en esta etapa el juego
es la más importante vía de consolidación de lo aprendido.
Puede decirse que el niño de la primera etapa ya juega.
Especialmente durante el segundo año de vida vemos
claramente como el niño repite incansablemente los
esquemas sensorio motores adquiridos: golpea un objeto
con otro, empuja un carrito etc. Estos son juegos de mera
práctica, cuyo objetivo es fijar el patrón de conducta ya
adquirido.
Más tarde, con la llegada de la imagen simbólica, aparece el
llamado juego de imaginación: la niña juega con la muñeca,
la baña (en una bañera en la que no hay agua) le da de
comer (una comida inexistente), juega a los médicos
utilizando el lapicero de termómetro o de jeringuilla. Los
temas de los juegos simbólicos son muy variados. Reflejan
transformados en símbolos todas las experiencias que vive
el niño.