¡Que tenga vida! ¡que tenga vida! Qué saben de mis sentires, qué saben de mi pasión ¡qué saben de mi vida!… nadie comprende que ella es mi vida y se está extinguiendo… ella es mi vida - suspiró…
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
Esperando a su vida
1. ESPERANDO A SU VIDA
El pasillo ya estaba sereno, solo algunos transeúntes rondaban sin prisa y la televisión hablaba; la
luz entraba diagonal por los boquetes de la pared iluminando débilmente a quienes ocupaban los
asientos de espera afuera del centro de mezclas del hospital.
La trágica escena ocurrió mientras mi madre me esperaba del tratamiento de quimioterapia. Ella
estaba conversando con un hombre de aspecto curioso pero tierno: rollizo, estatura baja, moreno,
cabello corto, negro y peinado clásico, ojos oscuros, mostacho desaliñado; aproximadamente 50
años de edad, que de vida serán los de su matrimonio, lo que le dure…
Pasillo de espera… en espera de un pedazo de vida. Se sentía fresco, pero él tenía frio hasta su
alma. Pasillo de espera… en espera de su amor que luchaba por su vida intoxicándose de
fármacos en el centro de mezclas.
Y comenzaba a arrebujar al cielo la noche, y comenzó a arrebujar de tristeza su amor el fatal
padecimiento: - Un tumor cancerígeno es lo que sufre mi adorada - sereno - por la zona
ganglionar derecha del cuello. Nuestras ganas siempre fueron más grandes que ese maligno que
no cesaba, no cesaba; pues tampoco yo la soltaba, no la soltaba; de besos, mimos y acurruco, de
vista, tacto y espíritu fue la medicina que le administré. Y ¡¿vencimos?! ¡burla nefasta! - iracundo -
se silenció por un lapso, pero el maligno regresó con diagnóstico mortal… ¡infame! abatió
completamente la esperanza de mantener a mi amada en subsistencia. El tratamiento solo le
alarga con sufrimiento un poco más los días que respira, a fin de cuentas ¡la perderé! ¡la perderé!-
Sudor afligido de su alma por sus ojos derramó mientras contaba la tragedia: - Me aconsejan mis
supuestos “amigos” que no me conviene lidiar con tal carga ajena a mi cuerpo, ajena a mi ser;
que la abandone y la cambie por una que tenga vida, conseguir pasión a mi vida… ¡inhumanos!
Cómo ha de hacérseles tan fácil deshonrar a sus mujeres por deseos egoístas ¡no saben amar!
¡Que no la desamparo! y menos en tan lastimeras condiciones, cariño es lo que solicita a pesar
de que en tantos clamores, que me desgajan el ánima, ella exige que la deje, sea feliz, busque
otra compañera, y tenga vida, conseguir pasión a mi vida… ¡tonta, necia! amor de mi corazón -
gimotea - ¡Que tenga vida! ¡que tenga vida! Qué saben de mis sentires, qué saben de mi pasión
¡qué saben de mi vida!… nadie comprende que ella es mi vida y se está extinguiendo… ella es mi
vida - suspiró…
COLECCIÓN “SABOR A VIDA”
Smirna Ortíz
Más textos en:
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