1. PIAGET
Hay que comenzar señalando que Piaget nunca fue un pedagogo, ni era su intención. Aun así,
es considerado uno de los mejores psicólogos de nuestro siglo, pero él se considera un
epistemólogo. Durante su vida intentó indagar cómo se producían nuevos conocimientos y a
mismo tiempo explicar el desarrollo de la inteligencia humana. Las contribuciones de Piaget
tienen una importancia e incidencia enorme en la tarea educativa. Lo que se pretende en la
escuela es contribuir al desarrollo de los individuos, socializarles, facilitarles unos
conocimientos, valores, que desarrollen su inteligencia y que lleguen a convertirse en adultos
autónomos. En definitiva lo que Piaget nos ofrece es una visión del ser humano como un
organismo que al actuar sobre el medio y modificarlo, se modifica también a sí mismo. La
construcción de la inteligencia es un proceso que sigue las mimas leyes de funcionamiento que
permiten a los seres vivos mantenerse en equilibrio con su medio y sobrevivir. Él considera que
el conocimiento se origina en la acción transformadora de la realidad, ya sea material o
mental.
El conocimiento no es algo que se produzca sin razón, sin que al tratarse de un proceso
adaptativo se produce como respuesta a una necesidad. Aunque algunos han sostenido que la
teoría de Piaget concibe a un sujeto plenamente aislado y solipsista, en realidad para Piaget los
otros son fundamentales en el progreso del conocimiento. Esta siempre oponiendo el
pensamiento egocéntrico de los niños más pequeños al pensamiento socializado que es capaz
de tener en cuenta los puntos de vista de los otros.
La enseñanza activa surge en un momento en que se estaban produciendo importantes
cambios en el ámbito de la educación, que se venían gestando desde finales del siglo XIX.
Surge de la necesidad de una escuela que preparara para la vida, de ideas que sobretodo se
organizaban en la práctica. El conocimiento no puede ser implantado desde fuera y que tiene
que ser construido por el sujeto, desde el interior. Una idea que resulta realmente chocante, y
un cambio de perspectiva para lo compresión del aprendizaje, sobretodo para los profesores.
Las transformaciones que el sujeto realiza sobre su medio son la fuente del progreso del
conocimiento, que da lugar a la creación de instrumentos intelectuales y a sus
representaciones de la realidad.
Piaget en España. Su obra se empezó a conocer en España a finales de los años veinte. Los
traductores de las primeras obras de Piaget fueron todas personas muy conocidas en el ámbito
de la educación, como Domingo Barnés, Vicente Valls y Anglés, o Juan Comas. Incluso fue
invitado a Madrid y Barcelona. Pero todo esto acabó cuando comenzó la Guerra Civil. El
Franquismo puso especial interés en borrar toda huella que se consideraba la encarnación de
las deplorables ideas liberales. Alumnos y seguidores emigraron a Iberoamérica. Hay que
esperar hasta los años sesenta para que Piaget vuelva a ser traducido y a tener influencia en
España.
La actividad educativa se encuentra estancada y parece no ser capaz responder a las
necesidades que la sociedad actual plantea. Una corriente propuso trabajar en la escuela los
aspectos estructurales de la inteligencia. Se trataba de propiciar el cambio estructural a partir
de ejercitar a los alumnos en tareas operatorias. Piaget elaboró centenares de tareas para
poner de manifiesto algunos rasgos del pensamiento infantil, como las famosas tareas de
2. conservación de líquidos. Otra versión convierte las tareas piagetianas en tests para
determinar el desarrollo intelectual de un individuo, sin advertir que la concepción de Piaget
es muy distinta de la concepción psicométrica clásica y de los intentos de medir la inteligencia.
Él concibe la inteligencia como un proceso, no como un estado. También se recurre a la teoría
de Piaget para tratar de determinar los contenidos de la enseñanza y basándose en las edades
que Piaget señala, establecer lo que no se puede o no se debe enseñar. Existen enormes
variaciones con respecto a las edades medias de Piaget, y dependen de muchas cosas. No se
centra en las edades, sino en la secuencia.
No hay que centrarse en los estadios, solo tomarlos como guía a la hora del aprendizaje. Los
conflictos se hallan en el origen de nuevas soluciones. Al propiciar situaciones problemáticas
estamos favoreciendo las condiciones para la aparición de conflictos cognitivos, que no
podemos controlar.
Trabajar en el aula de modo acorde con las ideas de Piaget supondría tener en cuenta los
siguientes aspectos: debe favorecer la autonomía, el trabajo en grupo, el centro de las
actividades pedagógicas debe de ser el propio niño, los niños no son como una tabla rasa, sino
que son sujetos activos con conocimientos previos sobre los cuales van a realizar nuevas
construcciones, los conocimientos se van elaborando por aproximaciones sucesivas, el error
desempeña un importantísimo papel, los conflictos cognitivos son el motor del desarrollo y de
los aprendizajes, los conflictos desencadenan el proceso constructivo, existen diversos caminos
para responder de un modo adecuado a un problema.
En resumen, concebir la educación desde esta perspectiva entraña el trabajo en grupo, la
contrastación de ideas, la coordinación de puntos de vista, la superación de herramientas
intelectuales incompletas e insuficientes y la elaboración de otras nuevas que permitan
asimilar la complejidad de los contenidos.