El documento resume los principales problemas ambientales de Colombia. Indica que Colombia ocupa el segundo lugar mundial en conflictos ambientales, según un estudio reciente, con 72 conflictos registrados, principalmente relacionados con la minería de oro y carbón. Además, señala que el modelo extractivista de desarrollo de los últimos gobiernos ha llevado a la destrucción de los recursos naturales, y que las instituciones ambientales son débiles, con frecuentes cambios de ministros.
1. PESADILLA AMBIENTAL
La tragedia de la sequia en el
Casanare coincide con la
preocupación de un estudio
en el que Colombia aparece
como el segundo país del
mundo con mas conflictos del
medio ambiente.
Si alguna imagen caracterizo
la semana pasada no fue
santos haciendo campaña, ni
petro despidiéndose de la
alcaldía, ni el avión perdido
en el mar, sino la tragedia de
cientos de chigüiros en el
Casanare agonizando de sed
en medio de otros centenares
de animales muertos en una
tierra arida resquebrajada
por la sequia . El espectáculo
definitivamente evocaba la
canción de carlos vives “ la
tierra de del olvido” . pero
como no hay mal que por
bien no venga, ese drama de
la naturaleza ha servido para
abrirle los ojos a los
colmbianos de la dimensión
de los problemas ambientales
del país y crearles conciencia
de la necesidad de hacer algo.
Y el Casanare no es el único
lugar donde la naturaleza
sufre. Esta semana se hizo
publica una investigación que
enumera los conflictos
ambientales del planeta con
un ranking de los países que
mas padecen estos flagelos.
Colombia ocupa el primer
lugar del continente y el
segundo del mundo. El Atlas
Global de Justicia Ambiental,
financiado por la unión
europea, registra 1000
conflictos significativos, de
los cuales el país tiene 72.
Solo la India con 102, lo
supera. A Colmbia le siguen
Brasil y Nigeria con 58;
Ecuador, 48; Turquia ,45;
España, 35 y Estados Unidos,
34.
Ese “decoroso segundo lugar”
para uno de los países mas
biodiversos del planeta es
por decir lo menos un fuerte
campanazo. Colombia tiene
problemas ambientales en
casi todas las regiones. El
Atlas reseña, entre otros, las
fumigaciones con glifosato,
los madereros en el Choco,
los hoteles en el tayrona y la
hidroeléctrica el quimbo y lo
que llama la atención es que
casi la mitad de todos los
casos señalados en el estudio
2. están relacionados con la
extracción de dos minerales :
el oro y el carbón.
La minería es la principal
fuente de despojo de la
naturaleza en todos los
rincones. Tal vez uno de los
principales retos que
enfrenta el país es como
manejar el dilema entre el
desarrollo económico y la
conservación de sus recursos.
Hasta el momento va
ganando lo primero.”El
crecimiento económico del
país se ha dado a costa de la
destrucción de una parte de
las inmensas riquezas que
tenemos”, señala
CludiaMartinez , directora de
la Alianza Clima y Desarrollo.
El Atlas da cuenta de la
validez de esa afirmacion.
Según el estudio en Colombia
el sector minero enegetico
incremento su participación
en el PIB de 2 por ciento al 11
por ciento en 1975 y 2012 y
la inversión extranjera en el
sector extractivo paso del 14
por ciento en1994 al 55 por
ciento en 2012.
El profesor de la universidad
del valle Mario Pérez, quien
hace la reseña de Colombia
en el estudio, señala que “hay
una clara relación entre la
cantidad e intensidad de los
conflictos ambientales y el
modelo de desarrollo
extractivo de los últimos
gobiernos” El informe destaca
que en el gobierno de Álvaro
Uribe se crearon el 63 por
ciento de los conflictos
ambientales existentes. En
ese periodo los títulos
mineros aumentaron de 2000
a 8000. La explosión fue tan
brutal que el exministro de
minas, Carlos Rodado,
describió como una “piñata”
la forma como fueron
adjudicados esos títulos. Esa
repartija se dio en los
parques naturales, en los
paramos y en los humedales.
Por eso, el exministro de
ambiente. Manuel Rodriguez,
dijo que el país estaba ad
portas de una catástrofe
ambiental.
Juan Manuel Santos prometio
en su gobierno revertir esa
tendencia. Cerro la ventanilla
para entregar nuevos títulos
mineros misntras “
reordenaba la casa por
3. dentro” Pero es poco lo que
ha podido ordenar. Ni
siquiera en los temas de
bulto hay claridad. Por
ejemplo, el titulo minero en
el parque Yaigoje Apaporis,
que tiene la canadiense
Cosigo en la selva amazónica,
lleva casi cinco años sin
solución por conflictos con
las comunidades indígenas a
la espera de un fallo de la
corte constitucional. Es tan
grave lo que pasa allá que
Wade Davis, el explorador de
NationalGeographic,
sentencio que “ una mina en
el Apaporis es como constuir
un pozo de petróleo en la
capilla sixtina”, también hay
pujas por cuenta de
proyectos como la LaColosa
en el Tolima, Marmato en
caldas, la operación de
Drummond en el Cesar y
santa Marta y la explotación
de Cerromatoso en Cordoba.
Parte de la explicación de que
Colombia tenga tantos de
estos conflictos esta en la
debilidad institucional del
sector ambiental. Aunque el
presidente Juan Manuel
Santos se posesiono con los
mamos de la sierra nevada de
santa marta, la verdad es que
su cartera verde no ha tenido
prioridad ni continuidad. Han
pasado cuatro ministros en
cuatro años. Santos hizo algo
muy positivo al separar el
ministerio de Ambiente del
de Vivienda, pues Uribe los
había fusionado. La primera
ministra Beatriz Uribe, se
encargo de hacer ese
proceso, pero en su gestión
primo mas la vivienda. Frank
Pearl lidero proyectos
importantes pero el
presidente lo encargo
simultáneamente de los
diálogos con las farc. Su
reemplazo Juan Gabriel
Uribe, periodista y político,
no tenia experiencia en ese
tema. La ministra actual Luz
Helena Sarmiento, es la
primera que tiene
conocimiento técnico pues
había sido la dierectora de la
Autoridad Nacional de
Licencias Ambientales. Por
otro lado, aún no ha podido
ser presentada al congreso
una de las banderas del
presidente, la gran reforma
de las corporaciones
4. autónomas regionales (CAR),
que tramitan el 95 por ciento
de los permisos ambientales
del país.
Colombia, que en el pasado
había sido un ejemplo
mundial de conservación, ha
perdido en los últimos años
esa conciencia. Hasta el final
del siglo pasado, el país
siempre había estado en el
top10 del índice de manejo
ambiental de la Universidad
de Yale con Columbia.