El documento presenta dos perspectivas sobre la minería en Colombia. Gunter Pauli defiende la minería sostenible que genera valor agregado más allá de la extracción de minerales. Joan Martínez Alier cree que es mejor dejar los recursos en el subsuelo debido a los altos costos sociales y ambientales de la minería.
COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Entrevistas con el holandés gunter pauli y el catalán joan martínez alier dos miradas a la mineria
1. Entrevistas con el holandés Gunter Pauli y el catalán Joan
Martínez Alier. Dos miradas a la minería
Por: Redacción Vivir- 10 Feb 2013
Entrevistas con el holandés Gunter Pauli y el catalán Joan Martínez
Alier. El primero defiende el concepto de explotación minera
sostenible, mientras que Alier cree que es mejor dejar los recursos
bajo el suelo.
La última semana coincidieron en Colombia dos expertos
internacionales que conocen de cerca el propósito del actual gobierno
para hacer de la minería su locomotora económica. Dos reconocidos
economistas que tienen visiones diferentes, y a veces opuestas, sobre
la manera en la que el país debería manejar la explotación de sus
recursos.
Por un lado, el economista catalán Joan Martínez Alier asegura que en
Colombia existe “una obsesión por la locomotora minera sin contar
los costos sociales y los costos ambientales”, lo que no sólo está
causando daños “irreparables” a los ecosistemas sino que no
representa el crecimiento económico que se anuncia.
Al otro lado de la balanza está el economista holandés Gunter Pauli,
quien trajo al país el concepto de minería sostenible. Su pensamiento
es que “no hay que dejar de explotar minerales, pero la mina tiene
que generar valor agregado más allá de la mina”, y su propuesta
contempla un modelo de mina que produce agua y elimina desechos
y contaminantes.
Dos visiones de la minería en momentos en que se revive en el país
el debate sobre la conveniencia de esta actividad, luego de que la
2. Drummond fuera sancionada por el vertimiento de carbón en el mar
de Santa Marta y de que los trabajadores del Cerrejón se declararan
en huelga por sus condiciones laborales y de salubridad.
‘Colombia no va por buen camino’: Joan Martínez Alier
Joan Martínez Alier conoce de cerca los conflictos ambientales de la
India. Ha escuchado a los grupos indígenas de Perú que se oponen a
la minería, a los de Ecuador que rechazan la extracción de petróleo
en el Parque Nacional Yasuní. También a los campesinos de
Cajamarca, Tolima, que están en contra de la minería de oro en sus
territorios y, en general, a cientos de movimientos en el mundo
afectados por la extracción de sus recursos por cuenta del
crecimiento económico.
No es gratuito que a la hora de hablar de economía ecológica o de
economía popular su nombre sea un referente obligado a nivel
mundial. Este catalán ha publicado 20 libros en los que analiza estos
fenómenos. La semana pasada estuvo de visita en el país y habló con
El Espectador.
En Colombia se han otorgado cerca de 14.000 títulos mineros.
¿Por qué ha crecido el interés de empresas extranjeras por
explotar recursos en el país?
Es una situación que se repite, no sólo en América Latina sino en
otras regiones del mundo, como África. Cuando la economía mundial
crece —y todavía está creciendo— gasta más energía y más recursos,
y los va a buscar a donde sea. Por ejemplo: se saca petróleo de los
sitios en los que menos se debería sacar, como en la Amazonia.
Nunca ha habido tanto comercio de materias primas del sur hacia el
norte como ahora. En la época colonial tenían embarcaciones
pequeñas y enviaban minerales, pero ahora hay barcos de petróleo y
de carbón moviéndose todo el tiempo.
¿Eso explica el aumento de movimientos sociales en contra de
estos proyectos?
Hace diez años los indígenas uwa estaban defendiendo su territorio
contra la Occidental Petroleum Corporation y los embera katío contra
la represa de Urrá. En el Pacífico la gente estaba protestando por los
cultivos de palma de aceite. Sólo en Colombia habrá cien conflictos
ambientales activos. Sin embargo, es cierto que ahora se están
discutiendo más estos asuntos, quizá porque la situación política es
más pacífica. No se puede olvidar que, en Colombia, los temas
ambientales han estado relacionados con el conflicto armado.
¿Cómo ve la decisión del Gobierno de impulsar una locomotora
3. minera?
Es una mala política porque puede que la economía crezca, pero al
ambiente le va muy mal. Si se hiciera bien la contabilidad y se
tuvieran en cuenta los daños ambientales irreparables por la
extracción, el PIB no estaría creciendo el 5%, como dicen, sino que
quizá está decreciendo. Aunque es cierto que la locomotora no va tan
de prisa porque la gente protesta, en algunas zonas ya estaba
avanzando aun antes del gobierno del presidente Santos. Colombia es
un gran exportador de carbón, de más de 70 millones de toneladas al
año, y se está impulsando la extracción de oro.
Pero esa locomotora está pensada para impulsar la economía
del país...
En términos económicos, el país exporta barato y compra caro. ¿Para
qué destrozar el ambiente, generar pérdidas en la biodiversidad y el
agua, y perjudicar a las comunidades si al fin y al cabo se va a
vender materia prima barata? En estas condiciones, creo que
Colombia no va por buen camino. A las compañías las entusiasma
llegar a un lugar que va a ser un proveedor barato de materias
primas. Siempre hablan de compensar las externalidades, pero no lo
hacen. A mí no me parece muy sofisticado eso como política. No creo
que, por ejemplo, la explotación de carbón enriquezca a Colombia.
Desde luego, las zonas de extracción se empobrecen, se destrozan.
Habría que preguntarse cuál es el beneficio que le queda al país. Hay
una obsesión por esta locomotora minera sin contar los costos
sociales y ambientales.
El presidente Santos declaró 17 millones de hectáreas de la
Amazonia y de la Orinoquia como zonas de minería
estratégica. ¿Cree que es la mejor manera de evitar la minería
ilegal en la zona, como lo propone el mandatario?
Parece que cuanto más modernos somos, más simplificamos la
geografía. Entramos en un momento en el que predomina un solo
lenguaje, que es el de la económica, y se olvidan, por ejemplo, la
riqueza de idiomas y la diversidad biológica y cultural de estas zonas.
Santos se imagina a la Amazonia con una minería ordenada, con
grandes empresas, pero la Amazonia no es eso, no se puede
simplificar así.
El Gobierno plantea que la locomotora minera será una fuente
de desarrollo para el país. ¿Es posible pensar en desarrollo y
conservación al mismo tiempo?
Depende de lo que entendamos por desarrollo. En Europa, por
ejemplo, mucha gente se está preguntando para qué vamos a crecer
económicamente si eso nos lleva a costos ambientales muy grandes y
4. nos ha hecho endeudar de una manera terrible. En lo que se está
pensando es en una prosperidad sin crecimiento, olvidar el
crecimiento económico y ver cómo podemos vivir con lo que
tenemos. Repartir mejor las cosas, vivir sin aspirar a tener siempre
más. Estas ideas son muy distintas a las de los economistas del
crecimiento económico perpetuo, que es imposible.
Varios expertos en medio ambiente aseguran que es más
rentable para el país dejar los recursos en el subsuelo.
¿Comparte esta posición?
En este momento es claro que estamos poniendo demasiado dióxido
de carbono en la atmósfera, estamos quemando demasiado
combustible fósil.
La concentración de CO2 en la atmósfera, que era de 300 partes por
millón, está llegando a 400 partes por millón. Sabemos que se debe
quemar menos petróleo, gas y carbón. Entonces, ¿dónde se deben
dejar estos recursos? En lugares que tengan mucho valor desde el
punto de vista social, cultural y ambiental. En el caso de Colombia,
una buena idea sería dejar el carbón en los páramos, para proteger el
agua. Me parece razonable sacar combustibles fósiles a un ritmo
mucho más lento, pero el Gobierno está buscando todo lo contrario.
El Gobierno acaba de sancionar a la minera Drummond por
arrojar carbón al mar de Santa Marta. ¿Cree que el Estado está
asumiendo una posición distinta frente a los temas
ambientales?
Yo estuve un vez en Santa Marta y allá todos saben que hay
contaminación por el carbón; se ve la nube de carbón con el
descargue en las barcazas. Pero hacía falta que botaran el carbón al
mar para que se hablara del asunto. La gran catástrofe es que la
contaminación está ocurriendo cada día y no se hace nada. Parece
que la reacción es tan lenta que sólo se aprende por catástrofes, y
eso es una lástima.
¿Lo que usted ha denominado “ecología popular” o “ecología
de los pobres” está teniendo más fuerza hoy en el mundo?
Hoy lo llamo movimiento de justicia ambiental. Cuando hay conflictos
ambientales, la gente pobre se pone del lado ambiental por razones
de supervivencia. Eso está ocurriendo en todo el mundo. Un caso es
el de Santurbán. Hay una fuerte resistencia. Buena parte de esta
gente no diría que es ecologista o ambientalista; es gente normal que
protesta. Por ejemplo, en Cajamarca la gente está manifestándose.
Yo estuve en Tolima y es absurdo pensar que allí la gente vive de la
agricultura, pero el lugar se va a convertir en un enorme hoyo de
minería de oro, con Anglogold Ashanti a la cabeza, que es una
5. compañía con una mala reputación mundial, con malos antecedentes.
Es posible la minería sostenible’: Gunter Pauli
Los mineros tienen que aprender a trabajar como los cirujanos, con
mucha precisión y sin dejar tantas secuelas”.
Gunter Pauli es holandés de nacimiento, pero gran parte de su vida la
ha pasado entre Japón y Sudáfrica. A Colombia —país de origen de su
esposa— ha venido más de 200 veces y la semana pasada llegó por
invitación de la Biblioteca Luis Ángel Arango para proponer un
proyecto que, según él, convertirá la minería en proveedora de agua
y de empleo para los campesinos de las regiones.
Con su libro Economía azul, este economista sugiere que las crisis
pueden resolverse por medio de los recursos de la naturaleza. La
clave, según él, está en buscarles un valor agregado para que haya
más empleo y capital. Destaca que dentro de sus principales logros
está haber puesto a producir electricidad, carbón e hidrógeno de
viejas minas europeas que llevaban décadas clausuradas y sin
recursos.
Está en Colombia para proponer un proyecto de minería
sostenible, ¿de qué se trata?
Me di cuenta de que Colombia está sufriendo del mal holandés:
gracias al éxito de la minería, de sus exportaciones, tiene una
revaluación de su peso y la industria agropecuaria y textil han
perdido competitividad. Por eso pensé que tenemos que cambiar el
modelo de negocios de la mina, porque si sigue así van a tener una
desindustrialización.
¿Cuál modelo propone?
La propuesta concreta es que la mina de Cajamarca, en Tolima,
siembre 20.000 hectáreas de guadua, que se quiten las especies
exóticas y se restablezca la vegetación tradicional. Hemos calculado
que con esas hectáreas la mina tendría el doble de agua que necesita
y la tendría para siempre. No hay que dejar de exportar minerales,
pero la mina tiene que generar valor agregado más allá de la mina.
En este caso, ¿cuál sería ese valor agregado?
Cuando en tres años ya tienes un guadual, vas a obtener postes de
25 metros que necesitan los frijoleros de la zona para poner sus
fríjoles. La guadua también se podría usar para viviendas de interés
social. Con lo que sobre se puede hacer pulpa de papel. Además, los
desechos de la mina podrán producir material de construcción, ya
6. tenemos una alianza con Cemex.
¿Ya ha realizado la propuesta a empresas mineras?
Tengo un acuerdo con Anglo Gold Ashanti y ya van a financiar las
primeras 100 hectáreas de guadua para probar que el modelo
funcione en Tolima.
Usted habla de un concepto de minería sostenible...
Minería sostenible, social, proveedora de agua, catalizadora de
desarrollo económico.
Explíquenos bien el término...
Se trata de aprovechar todo. La mina pasa de ser un excavador de
mineral a un catalizador del desarrollo económico. La mina tiene que
convertirse de la misma manera como el cirujano lo ha hecho: hace
30 años, cuando tenías apendicitis, te quedaba una cicatriz enorme,
ahora es pequeñísima. Los mineros tienen que aprender a trabajar
como los cirujanos, con mucha precisión y sin dejar tantas secuelas.
¿Cuál debería ser la metodología para la extracción de
minerales sin causar tantos impactos?
Debe ser subterránea, sin tocar la superficie.
Algunos expertos colombianos creen que es más rentable
dejar los recursos mineros en el suelo y no extraerlos, ¿cuál es
su posición?
Soy partidario de la lógica inclusiva. Es decir, seguramente hay
situaciones como las de los páramos que no tiene sentido
molestarlos, porque su función es tan crítica que no puedes tocarlos.
Pero cuando estoy en Tolima, en una zona donde el terreno es pobre,
donde el campesino no tiene la capa vegetal para el futuro, ni el
agua, entonces sí hay que hacerlo. No hay negro ni blanco, hay
situaciones donde vale la pena y otras en las que no se puede hacer.
Por ejemplo, en junio del año pasado, el Gobierno declaró
como áreas estratégicas mineras 16 hectáreas entre
Amazonas y Orinoquia, ¿Ahí vale la pena la minería?
Se tienen que respetar sitios sagrados indígenas y áreas de reserva
campesina. Pero los otros que sí están disponibles son tan
importantes y con tanta promesa que no podemos castigarlos a ellos
porque no se puede al otro lado.
7. ¿Qué áreas ve como potenciales para la minería en Colombia?
Es más fácil decir dónde no es factible: en páramos, en zonas
sagradas de los indígenas. Pero el resto, miremos caso por caso el
impacto positivo que se puede tener.
¿Amazonas, por ejemplo?
No conozco ningún caso y tampoco lo he estudiado, no digo que es
imposible, pero tampoco que es fácil.
El año pasado cerramos con un movimiento social muy fuerte
que rechaza la minería, ¿significa entonces que ellos están
equivocados?
No, para nada. Como ellos, estoy en contra de la extracción salvaje
como muchos empresarios lo han hecho. Decir “no” tiene razón, pero
decir que hay otra opción para la minería vale la pena.
Colombia es un país de vocación agraria, ¿cómo cambiar ese
chip de que ahora podríamos ser el país minero?
No, Colombia tiene que conservar su vocación agraria. No tiene
sentido convertirse en el país minero. Lo que necesitamos es que este
sector no impida por razones macroeconómicas perder al sector
agrícola.
¿Qué va a pasar con los mineros artesanales?
Tenemos que integrarlos, no eliminarlos. Ellos son necesarios. Lo
único es que deben dejar de usar el mercurio. El problema de la
minería artesanal es que no ha tenido acceso a las tecnologías.
¿Qué es el progreso para usted?
Que la gente sea feliz.
http://www.elespectador.com/noticias/temadeldia/articulo-404061-
dos-miradas-mineria
--
CLAES
Centro Latino Americano de Ecología Social
www.ambiental.net