Los alumnos de las comunidades rurales se levantan al alba, caminan muchos kilómetros para llegar hasta donde pasa el transporte. Muchas veces por cuestiones climáticas no pueden asistir a la escuela. El transporte escolar no puede ir a buscarlos. Los caminos están anegados. Muchos no tienen movilidad propia y no tienen permiso para usar la movilidad que se utiliza para trabajo, pero sin embargo, son chicos que no quieren faltar, que sufren cuando llueve y no pueden ir a la escuela. El viaje tiene momentos muy divertidos, momentos de estudio y momentos de descanso y sueño. El que decide dormir, lo hace plácidamente mientras sus compañeros lo respetan.