Todo el Santuario o Tabernaculo del Antiguo Testamento habla sobre la obra, v...
Estudios yo soy wellington gordon
1. Basado en el Evangelio de Juan
¿Quién es Jesús para ti?
Iglesia de Cristo
Wellington Gordon
Los
siete
“YO
SOY”
de
Jesús
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2. Introducción
Dios se ha manifestado de muchas maneras y se
ha identificado según la función que cumpliría
ante su creación. Necesitamos remontarnos a
Éxodo 3:13, donde Dios en medio de la zarza ar-
diente revela su nombre a Moisés como “Yo Soy
el Que Soy”. La palabra YHVH procede de una raíz
etimológica del verbo “ser” o “existir” (Hoff 1978,
116). Cuando observamos este pasaje encontra-
remos también señales que Dios daría para con-
firmar su poder y divinidad.
Jesús para mostrar su divinidad se identificó ante
su pueblo con este nombre “Yo Soy”. En Mateo
16: 13-17 encontramos a Jesús preguntando a sus
discípulos “¿Quién dice la gente que es el
Hijo del Hombre? Y ante varias respuestas
que le dan les hace una pregunta directa a
ellos “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”.
La respuesta que recibió de parte de ellos
fue: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivien-
te! Lamentablemente su pueblo no lo pudo
reconocer.
Los líderes religiosos que constantemente
desafiaban a Jesús querían apedrearlo por-
que dijo: “antes que Abraham fuese Yo Soy”.
A Jesús le encantaba referirse a sí mismo con
ese nombre, pero a través de ese nombre se
estaba igualando o declarando ser el Dios del
Antiguo Testamento. El nombre de Dios es
“Yo Soy” Ex. 3 Dt. 32; Is. 41, 43. Entonces pa-
ra los líderes religiosos esa fue la blasfemia
definitiva por la cual querían matar a Jesús
(Mac Artur 2018, Recurso en línea).
Hoy Jesús te hace la misma pregunta, ¿Quién
dices que yo soy?
Los siete “YO SOY” de Jesús
Esta guía contiene siete estudios basados en el Evangelio de Juan. En ella aprenderemos como
Cristo reveló su deidad ante su pueblo como el “Yo Soy”, también lo reconoceremos y miraremos
su función en nuestras vidas.
El formato tiene el diseño para guiar al maestro en las clases dominicales.
Los textos son tomados de la versión NVI.
3. Los siete “YO SOY” de Jesús
Formato de los estudios:
Duración 40 a 50 minutos.
Oración inicial y un cántico (5 minutos).
Lectura del pasaje bíblico y meditación (5 minutos).
Clase de 25 minutos.
Preguntas de reflexión (10 minutos).
Versículo de memoria. Debe ser repetido por todos (5 minutos)
Dinámica sobre el tema de la clase (10 minutos). Muchas serán al inicio de
la clase.
1. El pan de vida 4
2. La luz del mundo 6
3. La puerta de las ovejas 8
4. El buen pastor 10
5. La resurrección y la vida 12
6. El camino, la verdad y la vida 14
7. La vid verdadera 16
Contenido:
4. Jesús al día siguiente de alimentar a cinco mil perso-
nas fue buscado por ellas y las recibió diciéndoles
que le buscaban no porque vieron las señales, sino
porque comieron pan y se saciaron.
La gente había visto una señal y había reconocido
que la mano de Dios estaba con Jesús, pero no po-
dían ver la clase de relación que Dios quería tener
con ellos. En lugar de confiar en Él para que les mos-
trara al Padre, la multitud sacó su propia conclusión
con respecto al milagro de los panes y los peces (La
verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
Jesús los criticó porque lo seguían por los beneficios
temporales y físicos en lugar de saciar su hambre
espiritual (La Biblia de Estudio del Diario Vivir 2015,
1430). Muchos hoy en día buscan a Dios por sus mi-
lagros, pero pocos por la santidad, su perdón o su
amor. Una cosa es buscar la mano de Dios y otra
buscar su corazón.
Jesús continúa diciéndoles que busquen el alimento
espiritual que solo Él puede darles. El verdadero
creyente sigue a Jesús porque sabe que Él tiene la
verdad y que su verdad es camino de vida (Ibid).
En primer lugar, ¿qué quería decir Jesús con: " Yo
soy el pan de la vida»? Vamos a analizarla paso a
paso. Primero, el pan sostiene la vida. Es algo sin lo
cual la vida no puede proseguir. Segundo, ¿qué es la
vida? No cabe duda de que es mucho más que la
mera existencia física. ¿Cuál es el sentido espiritual
de la vida? Tercero, la vida verdadera es la nueva
relación con Dios, esa relación de confianza y obe-
diencia y amor que ya hemos considerado. Cuarto,
esa relación sólo es posible por medio de Jesucristo.
Sin él no podemos entrar en ella. Sin Jesús puede
que haya existencia, pero no vida. Por tanto, si Jesús
es esencial a la vida, se Le puede describir como el
pan de la vida. El hambre de la situación humana
termina cuando conocemos a Cristo y, por medio de
Él, a Dios. En Él el alma inquieta encuentra reposo;
el corazón hambriento encuentra satisfacción
(Barclay 1995 , 96).
La multitud después mencionó el tema del maná, el
cual, en el tiempo de Moisés, había sido “pan del
cielo”. Jesús les respondió que Dios les estaba dan-
do ahora algo mayor que él maná de Moisés, el
“verdadero pan”. En este momento la gente le pidió
a Jesús que les dieran algo del pan, del cual él habla-
ba. Jesús convirtió la petición en una oportunidad
para enseñarles el más profundo significado de se-
guirlo a él (La verdad para hoy 2002, Recurso en lí-
nea).
Podemos saciar el hambre y mantener la vida espiri-
tual mediante una adecuada relación con Jesús. El
pan debe comerse a diario para mantener la vida y a
Jesucristo debe invitarse a entrar a nuestro diario
andar para mantener la vida espiritual (La Biblia de
Estudio del Diario Vivir 2015, 1431).
A pesar de que Jesús les dijo que la voluntad del Pa-
dre era que crean en el Hijo para que tengan vida la
respuesta de los judíos fue la murmuración y la in-
credulidad. No podían creer que Jesús era el pan
vivo que descendió del cielo. No querían ser alimen-
tados espiritualmente, no querían tener una rela-
ción íntima con él, sus corazones se habían endure-
cido.
“Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron
atrás, y ya no andaban con él”. Las personas habían
oído la dura enseñanza de Jesús, y, al final, se ha-
bían vuelto atrás. Habían estado dispuestos a recibir
a Jesús como rey de ellos, pero no estuvieron dis-
puestos a recibirlo como Señor de ellos. Mientras la
gente desilusionada y enojada se retiraba rápida-
mente de Jesús, él se volvió a los doce y les pregun-
tó si ellos también iban a irse. Pero respondieron:
“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna”, estaban conscientes de que Jesús seguía
siendo la mejor esperanza que tenían (La verdad
para hoy 2002, Recurso en línea).
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1. Yo soy el pan de vida (Juan 6: 22-51)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
5. ¿Qué buscamos de Dios?
¿Por qué seguimos a Jesús?
¿Nuestra alma puede sentirse alimentada hoy?
¿Reconocemos a Jesús como el pan de vida?
¿Hemos aceptado alimentarnos con este pan de vida?
¿Seguimos con hambre y sed?
¿Compartimos de este pan a otros?
“Yo soy…”.
Jesús muestra su divinidad.
Habla con toda autoridad, autonomía e independencia.
“…el Pan…"
No se refiere a un alimento físico, sino a sí mismo como alimento espiritual.
No habla con respecto a la cena establecida por Él mismo, tiempo después.
Viene hablando del contexto de Éxodo y la provisión de Maná para Israel.
“de Vida.”
Eterna.
Junto con Él y el Padre.
"El que viene a mi no tendrá hambre..."
Seguridad de saciedad de nuestra alma en Cristo.
"No tendrá sed..."
Él es el agua viva que satisface.
“El pan de vida se refiere a su papel de dador de vida, él es la única fuente de vida eterna” (La Biblia de
Estudio del Diario Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 6:35 NVI
—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí
cree nunca más volverá a tener sed.
Versículo de memoria:
Dinámica: Proponga hacer ayuno el domingo. Para la clase repare pan y reparta al final de la clase
mientras menciona las preguntas de reflexión y experimenten ser saciados con el pan que da vida.
Jesús es el sustentador que
nutre toda existencia.
6. Juan en estos pasajes nos muestra verdades espiri-
tuales con respecto a la luz y la oscuridad en la vida
de las personas.
Cuando Jesús hizo la declaración de que él era la luz
del mundo, se encontraba en el templo, en el lugar
de las ofrendas (Juan 8:20). Otro detalle importante
es que eran los días de una fiesta que duraba ocho
días y que se llamaba la fiesta de los Tabernáculos
(Juan 7), fiesta en la cual todas las tardes después
del sacrificio por los pecados, se efectuaba una cere-
monia llamada ceremonia de la iluminación, en la
que se encendía dos candelabros que se encontra-
ban en los atrios del templo, y cuya luz se dice que
podía ser vista en cualquier parte de la ciudad de
Jerusalén. Es muy probable que Jesús utilizó simbó-
licamente la característica de aquella luz que podía
ser vista en toda la ciudad para que él mismo revela-
ra tanto a los líderes fariseos como a los que escu-
chaban sus enseñanzas, que él era la Luz no sola-
mente de la ciudad sino del mundo (Teh 2015, Re-
curso en línea).
1. Buscadores de oscuridad.
Primero, tenemos el escenario de la mujer adúltera,
donde los fariseos pretendían tentar a Jesús mos-
trándole a una mujer pecadora. Pero la respuesta de
Él fue “el que esté libre de pecado que lance la pri-
mera piedra”, es decir que deben fijarse en la oscu-
ridad propia y no en la que tienen otras personas. Su
propios pecados los habían enceguecido. Al decirle
Jesús a aquella mujer que ni él la condenaba, estaba
trayendo nuevamente luz a su vida, luz que necesi-
taba una condición, y esta era no volver a pecar.
2. El mundo sin luz se encuentra en tinieblas espiri-
tuales.
Las tinieblas nunca han triunfado ni triunfarán ni
apagarán la luz de Dios. Jesucristo es el creador de
la vida y su vida ofrece luz a la humanidad. En su luz,
nos vemos tal como somos: pecadores en necesidad
de un Salvador. Cuando seguimos a Jesús, la luz ver-
dadera, evitamos andar como ciegos y caer en el
pecado. El ilumina la senda que tenemos delante a
fin de que sepamos cómo vivir. El disipa la oscuridad
del pecado de nuestras vidas (La Biblia de Estudio
del Diario Vivir 2015, 1415).
En el versículo 24 Jesús hace un llamado nuevamen-
te a creer en él para que no mueran en sus pecados.
Solo el Hijo de Dios puede dar la libertad pero se
necesita conocer la verdad para traer luz a nuestras
vidas.
3. Un ciego que creyó en la luz pudo ver.
En el capítulo nueve Juan narra que Jesús sana a un
ciego de nacimiento. Para los judíos una enferme-
dad era símbolo de pecado, para ellos este hombre
estaba ciego por causa de sus pecados o los de sus
padres. Pero para Jesús esta ceguera serviría para
que el poder de Dios se manifieste. Este hombre
toda su vida había vivido en oscuridad pero deseaba
ver la luz. Mostrando Jesús misericordia le devolvió
la vista. La respuesta del ciego fue creer en el Hijo
de Dios y lo adoró. No solo adquirió la vista física,
sino también la espiritual al reconocer a Jesús como
profeta y como el Hijo de Dios.
4. Los que podían ver tenían ceguera espiritual.
A pesar de los testimonios de esta señal de Jesús los
fariseos mostraban su incredulidad. Estos interroga-
ron al hombre que fue ciego y pusieron en duda el
testimonio de este hombre. Cuando estamos cega-
dos en nuestros propios pensamientos es posible
que no podamos ver nuestros errores o pecados y
buscamos esa oscuridad en los demás.
Los que ven son cegados se quedan en oscuridad y
los que no ven vienen a la luz. Es triste ver a perso-
nas ciegas que quieren ver pero no pueden, pero
más triste es ver a personas que pudiendo ver no
quieren abrir sus ojos. La incredulidad es pecado y el
pecado es oscuridad. Jesús vino a traer luz a nues-
tras vidas.
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2. Yo soy la luz del mundo (Juan 8;12-9)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
7. ¿En dónde te encuentras, en la Luz o en las tinieblas?
Si estas en la Luz, ¿qué haces para mantenerte en ella?
Si estas en las tinieblas, ¿qué haces para no prevalecer en ellas?
¿Quiénes buscan la Luz y quiénes huyen de ella?
¿Ha permitido que la luz de Cristo brille en su vida?
“Yo soy la Luz del mundo”.
Jesús estaba usando el lenguaje de la divinidad.
Por medio de Jesús hemos sido trasladados del reino de la oscuridad al reino de la Luz.
Importancia de la Luz.
En nuestra vida personal y en nuestra vida espiritual.
Existencia de las tinieblas.
El pecado es una evidencia de la ausencia de luz.
Permita que Cristo guíe su vida y nunca tropezará en la oscuridad.
¿Quiénes buscan la Luz y quiénes huyen de ella?
Los que se encuentran en oscuridad.
Los que piensan que no tienen oscuridad.
Consecuencias de seguirla o evadirla.
Para salvación. Tendrá la luz de la vida.
Para perdición. Andará en tinieblas.
“La luz es un símbolo de verdad espiritual. Jesús es la respuesta universal a necesidad del hombre de
verdad espiritual” (La Biblia de Estudio del Diario Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 8: 12 NVI
Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo:
—Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Versículo de memoria:
Dinámica: Lleve una linterna. Antes de empezar la clase pida que todos se sienten y apague las luces. A
continuación encienda la linterna y entréguela para que lean cada persona un versículo bíblico. Pida que
los demás escuchen y mediten. Por último compartan qué les llamó la atención del pasaje.
Jesús es la fuente que
disipa toda oscuridad
espiritual.
8. Juan nos relata que Cristo es la puerta de acceso al
Reino de Dios y también nos brinda protección.
Como preámbulo a la declaración de Jesús como la
puerta del redil debemos mirar que la figura de pas-
tor, oveja y redil vienen del Antiguo testamento.
Principalmente del profeta Jeremías (Je. 23 1-4) y
Ezequiel (Ez. 34:2-6). Aquí los profetas denuncian el
descuido y la falta de la edificación de un redil para
el pueblo de Dios, provocando que estas ovejas es-
tén errantes y sean presa fácil de las fieras y los la-
drones. Es decir los pastores mostraron negligencia,
descuidaron su función y no construyeron un lugar
seguro para las ovejas.
En el redil, el pastor cumplía la función de puerta,
permitiendo la entrada a las ovejas y protegiéndo-
las. Jesús es nuestra puerta a la salvación de Dios. Él
ofrece el acceso a la protección y a la seguridad.
Algunas personas toman a mal que Jesús sea la
puerta, el único camino de acceso a Dios. Pero Jesús
es el Hijo de Dios. (La Biblia de Estudio del Diario
Vivir 2015, 1439).
Muchas veces, los pastores van a la puerta del redil
para permitir entrar a las ovejas para guardarles de
los peligros de la noche. En el día abren la puerta a
las ovejas para arrear a éstas hasta los abrevaderos
y a los pastos; y así evitar que se mueran de hambre
y sed. ¡Las ovejas necesitan ayuda, y nosotros tam-
bién! (La verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
Los verdaderos pastores son los que deben entrar
por la puerta del redil, pero aparentemente existían
quienes entran por encima de las vallas o muros
para robar las ovejas.
Lo que Jesús estaba diciendo era que él no había
venido a engañar ni a estafar al pueblo de Dios. Más
bien, había entrado por la puerta hablando clara-
mente en público, y no reuniendo a escondidas a
sus seguidores. Sin embargo, en aquel momento,
sus oyentes no entendieron lo que Jesús les decía
(Ibid).
En contraste con el ladrón que viene para arrebatar
la vida, Jesús da vida. La vida que El da ahora es
abundantemente más rica y plena. Es eterna y, sin
embargo, comienza de inmediato. La vida en Cristo
se disfruta en un plano más elevado debido a su so-
breabundante perdón, amor y dirección (La Biblia de
Estudio del Diario Vivir 2015, 1439).
Solo a los verdaderos pastores sus ovejas les siguen
cuando escuchan su voz. Ellos las cuidan, protegen,
les dan del mejor pasto. Dan su vida por sus ovejas.
Necesitamos entender que Jesús es el acceso al
Reino de Dios. ¡Esta es la relación que Jesús tiene
con sus ovejas hoy día! Las ovejas de él oyen su voz.
Los verdaderos buscadores de Dios reconocerán su
llamado y lo hallarán. Él les dará vida abundante.
No se trata de la “buena vida” ni de la “vida fácil”
que a menudo buscamos; se trata de la “vida abun-
dante” que Jesús les da a los que oyen su voz (La
verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
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3. Yo soy la puerta de las ovejas (Juan 10;1-10)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
9. ¿Hemos decidido atravesar esta Puerta?
¿Hemos aceptado el tipo de vida que ofrece Cristo dentro
del redil?
¿Estamos permitiendo el acceso hacia el Reino?
¿Perseveramos en quedarnos dentro del redil?
¿Por qué habríamos de buscar otra puerta?
“Yo soy la Puerta”.
¿Qué clase de puerta es ésta?
Una especial, en un sentido espiritual.
No permite el ingreso de todo aquello que puede dañar a las ovejas.
¿Cómo encontrarla?
A través de oír su Palabra, a través de la oración.
¡Está disponible para todos!
Sin acepción de personas.
Llevándonos a un cambio de vida.
Ir a través de ella o no, tiene consecuencias.
Positivas—será salvo, tendrá protección.
Negativas—muerte y destrucción.
La Puerta está allí, y ha estado desde hace mucho tiempo, y va a estar allí para nosotros.
“Jesús es la puerta de las ovejas y el único camino que lleva al Reino de Dios” (La Biblia de Estudio del
Diario Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 10: 9 NVI
Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y
hallará pastos.
Versículo de memoria:
Dinámica: Pida a los hermanos que salgan del aula. Entregue al azar un papel en el que indique “puedes
entrar” o “no puedes entrar”. Pida que ingresen los que tiene el papelito de poder entrar”. Lea el versículo
de memoria en voz alta y después permita que los demás entren. Compartan la experiencia de sentirse fuera
y dentro de la clase mientras se leía el versículo de memoria. Reflexionen sobre el privilegio de estar dentro
del Reino.
Jesús es la única entrada
autorizada al redil.
10. Juan trae la expresión de Jesús como el buen pas-
tor. Muestra su deidad a través de la promesa hecha
en Ezequiel 34: 9-23, la cual decía que Jehová mis-
mo vendría a buscar y apacentar a sus ovejas cuan-
do reclamaba a los malos pastores por su negligen-
cia y abuso hacia su pueblo. (Ez. 34: 11, 15, 22).
Aunque su muerte en la cruz no se registra, sino
hasta nueve capítulos después en el evangelio de
Juan, Jesús ya les estaba diciendo a sus discípulos lo
que la cruz significaría. Como el buen pastor que
era, él estaba dispuesto y preparado para poner su
vida por las ovejas. Cinco veces en esta corta sec-
ción recalcó que su muerte no sería algo fuera de su
control. ¡Cuando él muriera, ello sería porque él eli-
gió poner su vida! (La verdad para hoy 2002, Recur-
so en línea).
El pastor asalariado cuida las ovejas por dinero,
mientras que el buen pastor lo hace por amor. El
pastor es el dueño de las ovejas y se dedica a ellas.
Jesús no solo lleva a cabo una tarea, sino que está
dedicado a amarnos e incluso a dar su vida por no-
sotros. Los falsos maestros y profetas no tienen esta
dedicación. (La Biblia de Estudio del Diario Vivir
2015, 1439). El poner su propia vida es la caracterís-
tica suprema del buen pastor. Los asalariados no
muestran tal nivel de lealtad ni de sacrificio. Cuando
los problemas llegan, se esconden, se olvidan de las
ovejas. (La verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
Solo el buen pastor huele a oveja.
Jesús menciona tener otras ovejas en el versículo
16, estas ovejas eran los gentiles. Jesús vino para
salvar a judíos primeramente y después a los genti-
les. Esta es su misión mundial: “morir por los peca-
dos del mundo”. La gente tiende a querer limitar las
bendiciones de Dios a su grupo, pero Jesús no acep-
ta que lo limiten las barreras que ponemos (La Biblia
de Estudio del Diario Vivir 2015, 1440).
Del mismo modo que un pastor protege sus ovejas,
Jesús protege a su pueblo del daño eterno. A pesar
de que es de esperar que los creyentes sufran en la
tierra, Satanás no puede dañar sus almas ni quitar-
les su vida eterna con Dios. Existen muchas razones
para sentir temor aquí en la tierra porque este es
territorio del diablo. Pero si decidimos seguir a Je-
sús, Él nos da la seguridad de la vida eterna (Ibid).
Por último en el versículo 30 encontramos la decla-
ración más clara de su divinidad que Jesús haya ex-
presado jamás. Jesús y su Padre son en esencia y
naturaleza son uno. (Ibid)
Jesús es el buen pastor. Sus ovejas conocen su voz y
lo siguen. Hoy él está en pie sobre la cima de una
colina cercana y está llamándolo a usted por su
nombre. ¿Le escucha? ¿Reconoce su voz? ¿Lo segui-
rá usted? Recuerde, ¡él puso su vida por usted! (La
verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
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4. Yo soy el buen pastor (Juan 10;11-30)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
11. ¿Reconocemos a Cristo como nuestro pastor?
¿Nos sentimos apacentados por el buen pastor?
¿Hemos sido restauramos como ovejas perdidas?
¿Conoces bien a tu pastor?
¿Tienes una relación íntima con tu pastor?
El pastor está llamando ¿Lo escuchas en la Biblia?
“El Buen Pastor”, que:
Cuida de sus ovejas y conoce a cada una de ellas.
Se diferencia de un asalariado.
Da su vida por todas y cada una de ellas:
… el buen pastor su vida da por las ovejas (10.11).
… y pongo mi vida por las ovejas (10.15).
… yo pongo mi vida, para volverla a tomar (10.17).
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo (10.18a).
Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar (10.18b).
Las ovejas:
Oyen la voz de su Pastor.
Lo siguen a donde las guíe.
Lo conocen.
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 10: 11, 27 NVI
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
Versículo de memoria:
Jesús es el protector que
arriesga su vida por
nuestras almas.
Dinámica: Practique el juego de poner la cola al burro. El objetivo es que la persona que está vendada
sabrá quien debe darle las indicaciones para lograrlo. Mientras intenta poner la cola, otras personas del
mismo sexo de quien da las instrucciones deben tratar de confundir con indicaciones contrarias y otras
iguales. Compartan la experiencia de saber reconocer la voz que nos guía adecuadamente.
12. Juan muestra a Jesús como el dador de la vida espi-
ritual o el camino de la vida. En el Antiguo Testa-
mento Dios había puesto esta decisión para que eli-
giera su pueblo. Pero desafortunadamente ellos eli-
gieron la muerte Dt. 30:15-19 .
Para hablar de resurrección debemos traer a la
mente la muerte, que es lo contrario a la vida. Su
origen lo tenemos en el Génesis, en el Edén. Dios
dijo al hombre que no comieran del fruto del árbol
de la ciencia del bien y del mal Gn.2:16,17. Dios
también dio la opción a Adán y Eva la elección entre
la vida y la muerte. Pero ellos eligieron la muerte.
Por eso necesitamos vida espiritual, ya que la muer-
te física no se puede evitar. Es triste saber que hasta
los días de hoy muchos eligen la muerte y no la vida
que Dios quiere darnos en abundancia a través de
su Hijo.
La muerte es una realidad de la vida. Podemos estar
agradecidos de que el cristianismo tiene la solución
para la muerte espiritual. El saber que Jesús es la
resurrección y la vida nos permite tener paz y gozo
en el “mundo real”. Es solamente mediante el en-
frentarnos primero a nuestro temor a la muerte,
que podremos tener verdadero gozo en esta vida
(La verdad para hoy 2002, Recurso en línea).
El contexto de esta declaración o buena noticia de
que Jesús es la resurrección se da en medio de una
mala noticia. Esta mala noticia era que Lázaro, ami-
go de Jesús, había enfermado y había muerto. Cuan-
do todos pensaron que Jesús acudiría inmediata-
mente a socorrer a Lázaro ante su enfermedad, Él se
queda en otro lugar. Y cuando Lázaro muere Jesús
decide ir a verlo a Betania.
Cuando Jesús se acercaba a la aldea, antes de entrar
en ella, Marta escuchó que venía y se apresuró a su
encuentro. Ella le dijo, “Señor, si hubieses estado
aquí, mi hermano no hubiese muerto”. La humani-
dad puede entender la impotencia que ella siente
ante la muerte. Los funerales nos recuerdan que ni
aun nuestros mejores esfuerzos podrán protegernos
del aplastante poder de la muerte, que no somos
eternos. Jesús le respondió a Marta diciéndole: “Tu
hermano resucitará”. Y Marta espiritualiza las pala-
bras de Jesús y responde: “Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día postrero”. (Ibid)
Fue en este escenario, que Jesús le dijo a Marta: “Yo
soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aun-
que esté muerto, vivirá”. Es importante darnos
cuenta de lo que Jesús no dijo. No dijo, “Resucitaré
a Lázaro”. No dijo: “Experimentaré una resurrección
yo mismo”. Su expresión fue: “Yo soy la resurrección
y la vida”. Aquí encontramos otro “Yo soy”. Jesús
estaba haciendo otra afirmación acerca de su divini-
dad, al mismo tiempo que definía su relación con
ese gran enemigo que es la muerte. Al proclamarse
a sí mismo como la resurrección, Jesús no estaba
prometiendo que sus seguidores jamás verían la
muerte física, tampoco, que él mismo jamás moriría.
Más bien, él estaba afirmando que como él moriría y
se levantaría de nuevo, quebrantando así el poder
de la muerte, sus seguidores jamás volverían a tener
la misma relación con la muerte. La resurrección
sería mucho más que un evento milagroso, de una
sola ocurrencia, para ellos; ¡ella sería ahora una
nueva realidad de la vida! (Ibid)
Lo cierto es que Jesús a través del milagro de la re-
surrección de Lázaro al cuarto día de su muerte, que
por cierto es uno de los más grandiosos, muestra la
gloria y el poder de Dios.
Jesús tiene poder sobre la vida y la muerte, así como
para perdonar pecados. Esto se debe a que Él es el
Creador de la vida. Aquel que es la vida sin duda
puede restaurar la vida. Todo aquel que cree en
Cristo tiene una vida espiritual que la muerte no
conquistará. Cuando logramos comprender su po-
der y hasta qué punto es verdaderamente maravillo-
sa la oferta que nos hace, ¡cómo hemos de hacer
otra cosa que no sea entregar nuestras vidas a El!
(La Biblia de Estudio del Diario Vivir 2015, 1442).
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5. Yo soy la resurrección y la vida (Juan 11:17-44)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
13. ¿Tenemos miedo a la muerte física?
¿Cómo nos gustaría morir?
¿Estamos listos para la muerte?
¿Por qué necesitamos resurrección?
Si Jesús no hubiera resucitado ¿Qué pasaría con nosotros?
¿Estamos experimentando la vida eterna desde ya?
"La Resurrección..."
Es el único que ha vencido la muerte.
Su poder no tiene limites.
Jn.1:4 “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
Jn.5:21 “Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da
vida a quienes a él le place”.
Jn.6:39, 40 “Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha
dado, sino que lo resucite en el día final. Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que
reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final”.
Jn.8:51 “Ciertamente les aseguro que el que cumple mi palabra nunca morirá”.
“Jesús no solo es la fuente de la vida, también es el poder sobre la muerte” (La Biblia de Estudio del Dia-
rio Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 11: 25, 26 NVI
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Versículo de memoria:
Dinámica: Antes de la clase use 10 minutos para las siguientes dos preguntas: “¿Cómo nos gustaría
morir?” y “¿estamos listos para morir hoy?” pida que escriban en un papelito las respuestas sin poner el
nombre. Luego lea los papelitos y pida a los demás que adivinen quien escribió . Así pondrá en ambiente
para el tema de la clase.
Él es el poder que otorga
vida más allá de la muerte.
14. Juan muestra a Jesús como el camino de acceso al
Padre y a la vida eterna; y como la verdad absoluta,
una verdad que libera.
Esta declaración de Jesús se da después de compar-
tirles la noticia que su hora de partir ha llegado, sin
embargo se quedaría un poco más de tiempo con
ellos. Pero a donde Jesús iba ellos no podían acom-
pañarlo.
Dentro de las costumbres judías en el matrimonio,
en el desposorio pasaba aproximadamente un año
en el que el novio construiría la morada para llevar a
su novia. Algunas moradas eran construidas en un
terreno cedido por el padre del novio. Jesús toma
esta figura para decir que en la casa de su padre mu-
chas moras hay y que iría a preparar lugar para no-
sotros. La iglesia está a la espera de esta llegada del
novio.
En el versículo cuatro les dice que saben a dónde va
y saben el camino. Es verada que la novia conocía la
casa del padre del novio. Pero también sabía que no
puede ir por su propia cuenta. Debe esperar que el
novio venga por ella y juntos ir a su nueva morada.
De ahí que la novia está llamada a esperar y estar
atenta a la llegada del novio. Hacemos paralelo con
la parábola de las diez vírgenes. Solo podían ir con el
novio quienes estuvieran preparadas, quienes ten-
gan lámpara y aceite; y en compañía del novio que
conoce el camino correcto. También vemos al final
que el novio es quien les daría acceso a la casa, es
decir, él reconocerá quienes deben entrar.
Así que les pide tres cosas: que no se angustien,
crean en Dios y crean en Jesús. Creer en Jesús es
muy importante para nuestras vidas. Quien no cree
en él es imposible que tenga vida eterna. Que tenga
acceso al Reino, acceso al Padre. Sin embargo ve-
mos que es muy difícil para muchos creer en quien
puede dar vida eterna.
Jesús les había dicho claramente que iba al Padre
Que Le había enviado, con el Que era una misma
cosa; pero ellos todavía no sabían de qué viaje se
trataba. Y menos todavía se habían enterado de cuál
sería el camino, que Jesús les había dicho que pasa-
ba por la Cruz. (Barclay, Recursos en línea)
¿Cómo conocer el camino hacia Dios? El ser hu-
mano por sí mismo no puede llegar a Dios. La decla-
ración de Jesús nos da la respuesta: “Yo soy el ca-
mino… Nadie llega al Padre sino por mí”. Jesús es el
camino correcto Dt. 5:32, 33, el camino verdadero
Sal. 86:11; 119:30 y el camino de vida Pr.10:17:
Sal.16:11.
Las palabras de Jesús muestran que el camino a la
vida eterna, a pesar de ser invisible, es seguro. Es
tan seguro como lo es su confianza en Jesús. Él ya ha
preparado el camino a la vida eterna. El único asun-
to que tal vez quede sin resolver es nuestra volun-
tad de creer en Él. Podemos aguardar con expectati-
va la vida eterna porque Jesús la ha prometido a
todo aquel que cree en Él. Aunque los detalles de la
eternidad se desconozcan, no es necesario que te-
mamos porque Jesús está haciendo los preparativos
y pasará la eternidad con nosotros. Este es uno de
los pasajes más básicos e importantes de las Escritu-
ras. ¿Cómo conoceremos el camino hacia Dios? Úni-
camente a través de Jesús. Él es el camino porque es
a la vez Dios y Hombre. Al unir nuestras vidas a la de
él, nos unimos con Dios. Confiemos que Jesús nos
llevará al Padre y que todos los beneficios de ser
hijo de Dios serán nuestros. Por ser el camino, Jesús
es nuestra senda al Padre. Por ser la verdad, es la
realidad de todas las promesas de Dios. Por ser la
vida, une su vida divina a la nuestra, tanto ahora
como eternamente (La Biblia de Estudio del Diario
Vivir 2015, 1451).
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6. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan 14:6)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
15. ¿Qué representa este Camino?
¿Hacia dónde nos dirige el Camino?
¿Por qué debemos tomar este Camino?
¿Estamos compartiendo la Verdad a los demás?
¿Estamos caminando correctamente por las sendas de Dios?
“Yo soy el Camino…”
Características del Camino verdadero.
Debemos seguir el Camino correcto que Dios mismo ha preparado para nosotros.
La consecuencia de pasarlo por alto es la muerte eterna.
“La verdad…”
Nos hace libres.
Nos permite compartir la misma verdad a otros.
Debemos basar nuestras vidas sobre la Verdad que libera al mundo y lo salva.
“Y la vida”.
Eterna, junto a Cristo en gloria.
En un plano espiritual donde no hay corrupción
Debemos procurar la Vida eterna, dando lo mejor de nosotros y así cumplir el propósito de Dios
para la humanidad.
“Jesús es el método, el mensaje y el significado para todas las personas” (La Biblia de Estudio del Dia-
rio Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 14: 6, 7 NVI
—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—Nadie llega al Padre sino por mí. Si uste-
des realmente me conocieran, conocerían también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo
han visto.
Versículo de memoria:
Dinámica: Para el final de la clase, prepare un laberinto complejo y compártalo para que lo resuelvan. Lleve
un par de premios para los dos que lo resuelvan primero y proponga una penitencia a quien lo resuelva al
último. Y pida que los dos primeros ayuden a quienes aún no lo resuelvan. Mediten sobre la importancia de
encontrar el camino correcto y de ayudar a otros a encontrarlo.
Jesús es el acceso al
Padre; nos da libertad y
vida eterna.
16. Juan muestra a Jesús como la vid verdadera, al Pa-
dre como el labrador y a los discípulos como ramas
verdaderas y productoras de mucho fruto basado en
el amor y la misericordia.
La vid es una planta prolífica; es decir que una sola
vid produce muchas uvas, es un símbolo de prospe-
ridad. En el Antiguo Testamento, las uvas simboliza-
ban la capacidad de Israel de llevar fruto haciendo la
obra de Dios en la tierra, pero tristemente ellos no
dieron el fruto que Dios esperaba por ser un pueblo
infiel (Sal. 80:8; Is. 5:1-7; Ez. 19:10-14). También en
la comida de Pascua, el fruto de la vid simbolizaba la
bondad de Dios para con su pueblo. (La Biblia de
Estudio del Diario Vivir 2015, 1452).
Cristo es la vid que nutre a los pámpanos aferrados
a él. Y el Padre es el labrador que cuida y poda los
pámpanos para lograr que produzcan mucho fruto.
Pero, el labrador a las ramas secas o que no den fru-
to las quietará y echará al fuego y arderán.
Los pámpanos verdaderos son todos los que se de-
claran discípulos de Cristo. Estos pámpanos fructífe-
ros son los verdaderos creyentes que mediante su
unión viva, su intimidad y verdadera relación con
Cristo llevan y producen mucho fruto agradable.
Pero los pámpanos falsos se tornan improductivos o
dan un fruto amargo o extraño; se arrepienten de
seguir a Cristo después de comprometerse superfi-
cialmente, por lo que se les separará de la vid. Ser
improductivos es como estar muertos, por lo cual
los cortarán y los echarán fuera. (Ibid)
En esta alegoría, Jesús se centra en la importancia
de permanecer íntimamente unidos a él, así como
los pámpanos lo están a la vid sobre la cual crecen.
El no hacerlo así produciría la muerte. El permane-
cer en la vid verdadera es la única manera de llevar
fruto, y el no llevar fruto produciría la muerte. Tam-
bién declaró que el labrador busca los pámpanos
que llevan fruto y los poda para que lleven más fru-
to. La mención de la poda es una insinuación en el
sentido de que el seguir a Jesús sería doloroso para
los discípulos en el futuro (La verdad para hoy 2002,
Recurso en línea).
También Jesús recalcó la importancia de que los dis-
cípulos permanezcan en él. El verbo “permanecer”
significa “continuar” o “quedarse”. Así como el pám-
pano se nutre de la vid, los discípulos reciben de
Jesús el principio de vida que les sostiene. Olvidar
esto hubiera sido desastroso para ellos. Si ellos se
separaban de la vid, morirían quemados por aquel
que cuida la vid. Los discípulos enfrentarían gran
dolor en las siguientes veinticuatro horas, y ellos
tenían varias opciones. Nosotros también, como
seguidores de Jesús que somos, enfrentaremos opo-
sición y angustia que puede ser espiritual, cuando
no física (Ibid).
Las personas que no llevan fruto para el Labrador o
que intentan bloquear los esfuerzos de los que lo
siguen, serán cortados de su poder vitalizador. El
fruto no se limita solamente a ganar almas, sino,
que se menciona al amor como fruto versículos 9 y
12. Gálatas 5:22-24 y 2 de Pedro 1:5-8 describen
frutos adicionales: cualidades del carácter cristiano.
Muchos tratan de ser personas buenas y sinceras
que hacen lo que es debido. Pero Jesús dice que la
única manera de llevar una vida buena de veras es
permanecer cerca de Él, como un pámpano unido a
la vid. Separados de Cristo, nuestros esfuerzos no
llevan fruto (La Biblia de Estudio del Diario Vivir
2015, 1453).
Por último cuando una vid lleva "mucho fruto", Dios
se glorifica, pues cada día envía el sol y la lluvia para
hacer crecer los cultivos, y alimenta cada planta y la
prepara para que florezca. ¡Qué momento de gloria
para el Señor de la cosecha cuando esta se lleva a
los almacenes, madura y lista para su uso! Esta ana-
logía de la agricultura muestra cómo Dios se glorifi-
ca cuando la gente establece una buena relación
con Él y comienza a "llevar mucho fruto" en sus vi-
das (Ibid).
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7. Yo soy la vid verdadera (Juan 15:1, 8)
LOS SIETE “YO SOY” DE JESÚS
17. ¿A que tipo de vid nos estamos aferrando, verdadera o falsa?
¿Recibe usted el alimento y la vida que ofrece Cristo, la vid?
¿Está siendo podado pro el Padre?
¿Qué tipo de fruto estamos dando?
¿Dios está siendo glorificado con nuestras vidas?
¿Quién es verdaderamente Jesús para ti?
“Yo la vid verdadera…”
Existen vides falsas como los fariseos.
Existen ramas que no son ramas. Que no dan fruto, que no están aferradas.
Existen falsos discípulos que están como ramas secas..
“El labrador…”
Es quien poda nuestros corazones. Esta poda duele.
Usa una herramienta para limpiarnos que es la Palabra.
El labrador es glorificado cuando hay mucho fruto.
“Los pámpanos..”.
Necesitan estar aferrados a la vid si queremos florecer y dar fruto.
Tienen que aferrarse completamente a Jesús.
No podemos hacer nada por nuestros propios medios.
Si permanecemos en Cristo no seremos echados al fuego.
“Jesús nos recuerda que así como los pámpanos obtienen vida de la vid y no pueden vivir separados de
ella, dependemos por completo de Cristo para obtener vida espiritual”(La Biblia de Estudio del Diario
Vivir 2015, 1441).
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Preguntas de reflexión
Para recordar...
Juan 15: 1, 5 NVI
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; se-
parados de mí no pueden ustedes hacer nada.
Versículo de memoria:
Dinámica: Lleve a la clase dos tipos de uvas (roja y negra). Comparta una de cada una con los asistentes .
Pida que con los ojos cerrados prueben cada una de las uvas. Y compartan la diferencia de la uva dulce y de
la amarga. Esto les permitirá asimilar la importancia de ser buenos frutos que Dios quiere .
Jesús es la planta genuina
de quien fluye toda vida
espiritual.
18. Av. Colón e3-19 y 9 de octubre
ESTUDIOS DOMINICALES
Barclay, William. 1995. Comentario al Nuevo Testamento. Volumen 5 el Evangelio de Juan I. Barcelona.
Editorial CLIE.
———. 1995. Comentario al Nuevo Testamento. Volumen 6 el Evangelio de Juan II. Barcelona. Editorial
CLIE.
Hoff, Pablo. 1978. El Pentateuco. Miami. Editorial Vida.
La Biblia de Estudio del Diario Vivir. 2015. Illinois: Tyndale House Publishers, Inc.
La Verdad para hoy. 2002. En <http://biblecourses.com/Spanish/sp_lessons/SP_200001_15.pdf>. Consulta-
do el 22 de enero de 2021.
MacArthur, John. 2018. ¿Porque Jesús se llamó, YO SOY? Video de YouTube, a partir de un programa pre-
sentado en Zona Cristiana TV. En < https://www.youtube.com/watch?v=0dhT-l_G6CA>. Consultado
el 3 de febrero de 2021.
Teh, Diego. 2015. Yo soy la luz del mundo. I.N.P.M. El Divino Salvador, Mérida, Yuc. En < https://
diegoteh.com/?p=777>. Consultado el 4 de febrero de 2021.
Referencias bibliográficas
Teléfono: 022528943
Correo electrónico:
“Discípulos haciendo discípulos”
Iglesia de Cristo