1. COMENTARIO SOBRE “LA DICTADURA
PERFECTA”
NOMBRE: Yoao Emerson Rojas Arias.
“La dictadura perfecta” una película mexicana que de manera cómica, desarrolla la relación
de la clase política y la televisión. Esta película pone en descubierto que los poderes
fácticos están por encima de poderes formales, y de cómo la clase política utiliza a la
prensa (cuarto poder) para poder usarla a conveniencia según los fines sucios que tengan. Si
bien es cierto esta película está ambientada en Mexico, es sumamente comparable con lo
que sucede en Perú y toda América Latina.
¿Qué tiene que ver esta película con la realidad?
Precisamente lo que decía en un principio, la relación de la élite política con el monopolio
de la televisión, que está por demás mencionar quienes son, pero es por ello que incluso
uno de los eslogan de la película es el siguiente: “La Televisión ya puso un Presidente…
¿Lo volverá a hacer?”
Si bien, cabe aclarar que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, pero tanto
en la película como en la vida real los funcionarios públicos se encuentran a la mira, de
todo, absolutamente todo lo que hacen y dicen.
En la página de dicha película el director nos da su opinión sobre qué circunstancias lo
llevaron a realizarla. Nos hace mención de que la televisión se le considera como “el cuarto
poder”, pero al igual que él, creó que esto va más allá, que incluso esté llega a superar a los
otros poderes.
Si bien contamos con nuevos medios de información como son las redes sociales, la
televisión sigue siendo mayor en cuanto a usuarios se refiere y por lo tanto tiene una mayor
influencia sobre la opinión pública, pero las televisoras no sólo son poseedoras de la
opinión pública, sino inclusive de los medios de producción, pues cuentan con bancos,
casas de bolsa, casinos, laboratorios farmacéuticos, empresas de telefonía o Internet y no
nos olvidemos de sus tan famosas fundaciones, que no descarto la labor humanitaria que
hacen pero a mi parecer lucran con las necesidades de las personas.
Vivimos en una Democracia que en muchas ocasiones es artificial porque el derecho a la
libertad de expresión desgraciadamente sigue más en el papel que en la práctica.