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Comunicación
Instituto Tecnológico de Costa Rica
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ISSN (Versión impresa): 0379-74
COSTA RICA




                                                     2004
                                          José Ángel Vargas Vargas
                   NOVELA CENTROAMERICANA CONTEMPORÁNEA Y FICCIONALIZACIÓN DE LA
                                                  HISTORIA
                              Comunicación, enero-julio, año/vol. 13, número 001
                                     Instituto Tecnológico de Costa Rica
                                              Cartago, Costa Rica
                                                   pp. 5-16
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                       5




Novela Centroamericana
Contemporánea y Ficcionalización
de la Historia
José Ángel Vargas Vargas*




                                                                               RESUMEN
                                                                                  En este artículo se estudia una
                                                                                  de las principales característi-
                                                                                    cas de la novela centroameri-
                                                                                      cana contemporánea: la fic-
                                                                                        cionalización de la histo-
                                                                                          ria. A partir de un cor-
                                                                                           pus representativo de
                                                                                             obras, se enfoca la for-
                                                                                              ma cómo el discurso
                                                                                              novelesco ha reescri-
                                                                                               to diferentes etapas
                                                                                               de la historia que
                                                                                               van desde el periodo
                                                                                               colonial hasta la ac-
                                                                                              tualidad y se destaca
                                                                                              el aporte de este tipo
                                                                                             de literatura, vincu-
                                                                                            lándola a los procesos
                                                                                          de identidad de los paí-
                                                                                         ses que conforman el ist-
                                                                                       mo centroamericano.




* Dr. en Literatura. Profesor de la Universidad de Costa Rica.
6                                                              “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




        1. INTRODUCCIÓN                     raíso (1983) de Abel Posse, Noticias           últimos años. Cabe señalar que este
                                            del imperio (1987) de Fernando del             ordenamiento solo obedece a una ra-
   La novela centroamericana con-           Passo, El general en su laberinto              zón práctica y didáctica, pues de fon-
temporánea ha servido como espacio          (1989) de Gabriel García Márquez, La           do se parte de una concepción de la
de reflexión sobre los procesos de          campaña (1990) de Carlos Fuentes y             historia en volumen y no estratificada
identidad nacional. Muchas obras fic-       El largo atardecer del caminante               en periodo separados unos de los
cionalizan la historia desde diferentes     (1992) de Abel Posse, entre otras. Pa-         otros.
perspectivas y además en épocas dis-        ra Seymour Menton, aunque existen
tintas; unas se refieren a la conquista,    múltiples razones por las que apare-
otras a periodos determinados como          ció y se desarrolló la nueva novela
                                                                                                2. LA    FICCIONALIZACIÓN
el siglo diecinueve y a contextos más       histórica, la más significativa es la                     DE LA HISTORIA2
recientes. Los materiales históricos        conmemoración del Quinto Centena-                 En Centroamérica desde la década
son analizados desde la óptica de la        rio del Descubrimiento de América y            de los ochenta ha sido evidente el in-
realidad actual y sometidos a trata-        resalta el hecho de que El arpa y la           terés de los novelistas por revisar el
mientos literarios particulares, de         sombra, obra a la que considera para-          proceso histórico de la conquista y la
acuerdo con los objetivos de cada au-       digmática de la nueva novela históri-          colonia, sometiendo la visión oficial
tor. Es tal la presencia y elaboración      ca, tenga como protagonista a Cristó-          de la historia a un fuerte cuestiona-
artística de los hechos históricos que      bal Colón, personaje que permite la            miento y desmitificando los héroes
puede considerarse el discurso históri-     reconstrucción de la historia desde            tradicionales, con lo cual se rechaza
co como uno de los principales ejes         una perspectiva novedosa en la que se          la concepción antropológica de la
estructuradores de la novela contem-        supera la imagen monolítica transmi-           historia y se le concede mayor impor-
poránea, como la afirma Ligia Bola-         tida desde la oficialidad y además, ge-        tancia a los grupos sociales que han
ños (1988: 178):                            nera espacios de discusión y polémi-           jugado un papel decisivo en la histo-
                                            ca en torno a la historia de América           ria. Novelas como Campanas para
   “La importancia del discurso históri-    Latina. A pesar de la validez relativa         llamar al viento (1989) de José León
co como categoría estructurante alu-        de esta afirmación de Menton, en el            Sánchez y Asalto al paraíso (1992) de
de a la utilización de este discurso        trayecto de este artículo el lector ten-       Tatiana Lobo (1939)3 están dedicadas
particular, histórico, como orientador      drá la oportunidad de valorarla y ob-          por entero a la reescritura de la con-
del proceso de selección que subyace        servar otras perspectivas desde las            quista y la colonia, no solo centroa-
en la inclusión/exclusión de las prácti-    cuales se ficcionaliza la historia en la       mericana sino también hispanoameri-
cas significantes. Involucra otro as-                                                      cana. La primera narra la coloniza-
                                            novela centroamericana.
pecto esencial cual es la lucha que                                                        ción mexicana durante el reinado de
existe entre la identidad(es) naciona-          En este artículo se pretende abor-         Carlos III, a partir de las experiencias
l(es), las producciones culturales y la     dar el modo como la novela centroa-            de Fray Junípero Serra, misionero de
formación del Estado y presupone            mericana de los últimos treinta años           la Orden Franciscana que llegó a Mé-
                                            ha ficcionalizado la historia, princi-         xico en 1749, con el fin de contribuir
una perspectiva teórico metodológica
                                            palmente los acontecimientos vincu-            a la colonización del territorio de Ba-
desde donde partir para el análisis de
                                            lados a los procesos de identidad de           ja California. La obra explora poética-
las producciones culturales en Améri-
                                            los países. Se seguirá una secuencia           mente la forma cómo se llevó a cabo
ca Latina”.1
                                            temporal, de modo que primero se               este proceso, en el cual se distinguen
   Esta ficcionalización de la historia,    hará referencia a las novelas que fic-         dos posiciones bien diferenciadas.
en un primer momento, estuvo aso-           cionalizan el periodo colonial para en         Por un lado, aparece aquella en la
ciada al desarrollo de la nueva novela                                                     que el indígena es sometido a múlti-
                                            un segundo momento observar cómo
histórica, generada en toda Hispanoa-                                                      ples maltratos y explotado hasta pro-
                                            ha sido presentada la historia del siglo
                                                                                           vocarle enfermedades y la muerte, co-
mérica, y que produjo una vasta can-        diecinueve, haciendo énfasis en el te-
                                                                                           mo se desprende del siguiente diálogo
tidad de obras: El arpa y la sombra         ma de la unión centroamericana y la
                                                                                           entre el Capitán Rivera y José Gálvez:
(1979) de Alejo Carpentier, Respira-        oposición entre liberales y conserva-
ción artificial (1980) de Ricardo Piglia,   dores. Posteriormente se explorarán              “—Elevad los ojos, mi señor... La
La guerra del fin del mundo (1981) de       aquellas obras que reescriben la histo-        carne de los indios e indias la echa-
Mario Vargas Llosa, Los perros del pa-      ria del siglo veinte, incluso la de los        mos a los tiburones... La orden era en-
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                                        7




tregaros a los indios vivos o muertos,                 “En Asalto al paraíso se elabora, me-   las cuales se encuentran en el primer
pero no fue posible y por eso ordené                diante un entretejido de espacios,         conquistador y gran tirano nicara-
desollarlos... Ahí tenéis sus cueros.               tiempos, personajes y códigos sociales     güense: Pedro Arias Dávila9. También
                                                    un fragmento de la historia de Costa       en La mujer habitada se retoma el
   José Gálvez, visitador del Rey Car-                                                         mundo aborigen y la implantación de
                                                    Rica —aproximadamente de 1700 a
los III de España, elevó la mirada a la                                                        la cultura española en América, con
                                                    1710—; en el que se muestra una so-
mesana mayor del barco San Felipe...                                                           un tono mítico, de denuncia y vincu-
                                                    ciedad colonial marcada por el fin de
 —¿Cuál de esos cueros pertenece a                  la encomienda con sobre explotación        lado al tema de la mujer, como se des-
Nopoloó?                                            indígena, crisis demográfica, débil        prende de estas palabras que Flor le
                                                    proceso de mestizaje y desestructura-      dice a Lavinia:
   —No podría deciros, mi señor, to-                ción cultural. El hecho histórico clave
dos los pellejos de los indios son igua-                                                          “Hay un Yarince indígena, cacique
                                                    es la reconquista de Talamanca, o vis-
les, ya lo podéis notar.”(Sánchez,                                                             de los Boacos y Caribes, que luchó
                                                    to desde otra perspectiva, la subleva-
1989: 475-476)4                                                                                más de quince años contra los espa-
                                                    ción indígena de 1710, cuyo persona-
                                                                                               ñoles. Es una historia hermosísima.
   La otra posición la encarna Fray Ju-             je central es Pabrú Presbere.”7
                                                                                               Casi no se conoce la resistencia que
nípero Serra, incansable en su lucha                     La obra indaga en la historia cos-    hubo aquí. Nos han hecho creer que
por la paz, la libertad y la bondad.                tarricense, a partir de una perspectiva    la colonia fue un periodo idílico, pero
Entrega toda su vida para hacer reali-              amplia del periodo de la conquista en      no hay nada más falso. Por cierto
dad su sueño de transmitir la fe en                 la que el antagonismo entre el orden       que, aunque no se sabe si es leyenda
Dios sin la necesidad de imponerla                  español, representado por Pedro Alba-      o realidad, Yarince tuvo una mujer
violentamente, pero al final de su vida             rán, y el indígena, encarnado en Pa-       que peleó con él. Fue de las que se
sufre con amargura porque sus esfuer-               brú Presbere, se constituye en el hilo     negaron a parir para no darle más es-
zos han fracasado, ya que después de                conductor de toda la narración, con la     clavos a los españoles”.(Belli, Giocon-
recorrer todos los lugares de Baja Ca-              particularidad de que los personajes,      da,1988:219)10
lifornia, se percata de que “sembró                 además de ser representantes de cul-          Siguiendo una secuencia histórica,
oraciones y cogió piedras” y que la                 turas y sistemas políticos muy diferen-    El general Morazán marcha a batallar
muerte de los indígenas deja trunca su              tes, son abordados en su complejidad       desde la muerte propicia una refle-
misión:                                             individual, como ocurre con Albarán        xión sobre el final de la Colonia en
   “Y los indios, ¿qué les dieron a cam-            que enfrenta serios problemas a la ho-     Centroamérica y para ello se ubica
bio de la libertad? Se murieron to-                 ra de imponer su poder y orden8.           temporalmente en el siglo diecinueve
dos... entonces nada les había dado.                   Además, hay novelas que reelabo-        y determina en él las bases de la
Ni siquiera pudieron ver terminadas                 ran esta época pero insertan los episo-    unión centroamericana. El autor to-
las iglesias donde ellos trabajaban a               dios sobre la conquista en una serie       ma como eje la figura de Francisco
toque de campana como toques de                                                                Morazán11, a quien pretende reivindi-
                                                    de temas más relacionados con la rea-
esclavitud.                                                                                    carlo como el pacificador de la región
                                                    lidad actual e inmediata. Tal es el ca-
                                                                                               en las dos décadas posteriores a la in-
   Las iglesias se terminaron todas...              so de Cuzcatlán, donde bate la mar
                                                                                               dependencia (de 1821 a 1842) y tam-
Santa Rosalía de Mulegeé... San Xa-                 del sur (1986) de Manlio Argueta, La
                                                                                               bién aborda las luchas por el poder y
vier... San Ignacio... pero ya los indios           mujer habitada (1988) de Gioconda
                                                                                               los diversos enfrentamientos que se
                                                    Belli, El asma de Leviatán (1990) de
no pudieron escuchar un Padrenues-                                                             presentaron entre los liberales y los
                                                    Roberto Armijo, El general Morazán
tro, un Avemaría... habían muerto”.(I-                                                         conservadores.
                                                    marcha a batallar desde la muerte
bid, p. 533)5
                                                    (1992) de Julio Escoto, y Margarita, es-     La obra se inicia con las glorias ob-
   Asalto al paraíso narra la reconquis-            tá linda la mar (1998) de Sergio Ramí-     tenidas por Morazán en 1827 en Te-
ta de la zona de Talamanca, Costa Ri-               rez. En Margarita, está linda la mar       gucigalpa, en 1828 en El Salvador y
ca, encabezada por el cacique Pabrú                 Ramírez reconstruye la historia políti-    1829 en Guatemala hasta llegar a ju-
Presbere, en el periodo comprendido                 ca nicaragüense de un modo crítico,        nio de 1830, cuando fue designado
entre 1700 y 17106. Para Ligia Bola-                para lo cual alude a las raíces del do-    Presidente del Gobierno de Centroa-
ños (1994:61 y 66)                                  minio y explotación de la sociedad,        mérica, por nombramiento del Con-
8                                                             “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




greso Federal. En 1835 fue reelecto al     le condenó a morir fusilado el 15 de           curaba impulsar el cambio. Aquellos
mismo cargo. A medida que Morazán          setiembre de 1842.                             odiaban la lentitud de comprensión
iba implantando su proyecto empezó                                                        con que los conservadores se oponían
                                              Desde 1824, fecha en que el Con-            a apresurar el nacimiento ordenado
a encontrarse con la oposición de los
                                           greso de Naciones proclamó la prime-           del país. ¡Eramos entonces tan pobres
grupos conservadores y de la Iglesia
                                           ra Constitución, el personaje vislum-          en riqueza material y tan ricos en plei-
Católica, y de ese modo se convirtió
                                           braba los grandes problemas que en             tos y disensiones!”(Escoto,1992: 29-
en el personaje más polémico de la
                                           el futuro enfrentaría Centroamérica:           30)12
época, cuyos opositores más radicales
fueron el guatemalteco Rafael Carre-          “Allí empezamos a conocer las                  La novela narra cómo el proyecto
ras y el costarricense Braulio Carrillo,   grandes divisiones que habrían de              unionista del personaje Morazán, así
quienes habían asumido formas dicta-       marcar para siempre la vida de Cen-            como su filosofía liberal, enfrentaron
toriales para gobernar. En una prime-      troamérica, allí vislumbramos la oscu-         la oposición de los grupos conserva-
ra instancia Morazán se interpuso          ridad de los hondos abismos entre los          dores. Morazán quería renovar la edu-
triunfante y llegó a tener mucho res-      criollos y mestizos, entre ciudades, en-       cación, diversificar los cultos religio-
paldo del pueblo, pero los intereses       tre provincias y Guatemala, entre libe-        sos, modernizar las leyes, mejorar y
que Carreras y Carrillo representaban      rales y conservadores. Estos se horro-         aumentar la producción, fomentar la
finalmente triunfaron y a Morazán se       rizaban de la pujanza con que se pro-          sana inmigración entre los países, for-
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                                       9




talecer el sistema jurídico y construir             ga la perspectiva pacificadora y pro-     Chase en El Pavo Real y la Mariposa
el Canal de Nicaragua, el cual se con-              gresista del autor, la cual ha sido ca-   (1996)18 exploran este periodo. Son
vertiría en la principal ruta de navega-            racterística de toda su obra y uno de     novelas prolíficas en referencias a di-
ción para el comercio13, pero fue acu-              los principales rasgos de la realidad     versos aspectos de la realidad y muy
sado de traidor de los intereses nacio-             centroamericana de los últimos años.      representativas de la polémica entre
nales y de afectar los valores y la mo-                                                       liberales y conservadores que se dio a
                                                       Cabe señalar que otro hondureño,
ral implementada por la Iglesia Cató-                                                         lo largo de todo el siglo. Al igual que
                                                    Roberto Quesada, en su reciente no-
lica.                                                                                         El general Morazán marcha a batallar
                                                    vela Big banana (2000), y aunque no
                                                                                              desde la muerte, Tiempo de fulgor re-
   El personaje no logra la unidad cen-             es tema central de la obra, hace fre-
                                                                                              construye los inicios de ese enfrenta-
troamericana y, por el contrario, los               cuentes alusiones a la figura de Fran-
                                                                                              miento pues alude a la lucha entre los
países se van separando de su proyec-               cisco Morazán en el contexto cen-
                                                                                              liberales de la ciudad de León y los
to, lo cual da cabida al surgimiento de             troamericano. Los personajes, desde
                                                                                              conservadores de Granada, además se
caudillos que representan los intere-               la perspectiva de la época actual, mi-
                                                                                              refiere concretamente a la guerra de
ses de pequeños grupos, con lo que                  ran con melancolía el sueño de este
                                                                                              1824 en Nicaragua19. La novela trata
aparece la fragmentación como un                    líder de convertir a Centroamérica en
                                                                                              este tema entrelazado con una serie
obstáculo central de su proyecto, y ya              una sola nación, y el personaje Mi-
                                                                                              de historias de amor, superstición y
en 1839 Morazán sentía que la Fede-                 riam indica que podría incluir incluso
                                                                                              realismo mágico20.
ración había muerto en sus manos, no                a Panamá y Belice16. Así como Mi-
por su responsabilidad sino porque                  riam reconoce la grandeza de Mora-           El Pavo Real y la Mariposa se cir-
cada nación quería hacer lo suyo:                   zán, Leo, con vehemencia, resalta su      cunscribe a la década que va de 1880
                                                    extraordinario aporte, según lo descri-   a 1890 y enfatiza los años 1885-1888,
  “Creo que el pacto de las naciones                be el narrador:                           en los cuales Bernardo Soto fue presi-
hubiera podido sobrevivir con un po-                                                          dente de Costa Rica. Presenta, con
co de decisión y las necesarias correc-                 “Leo disertó su gran pasión: ni el
                                                                                              ironía, el escenario político costarri-
ciones, pero cada pequeño pueblo,                   marxismo ni ninguna otra doctrina po-
                                                                                              cense dominado por una lucha artifi-
cada aldea, cada villorrio querían re-              lítica podrían, para él, compararse con
                                                                                              ciosa entre los liberales y los conser-
partirse sus extenuados recursos y ha-              el ideal de su compatriota más impor-
                                                                                              vadores, ya que en el fondo, según el
cer su propia voluntad”.(Ibid, p. 61)14             tante: Francisco Morazán. Morazán
                                                                                              narrador, tienen los mismos intereses
                                                    fue un revolucionario de la primera
   Julio Escoto en El general Morazán                                                         por el poder político y económico.
                                                    mitad del siglo XIX, que intentó unir
marcha a batallar desde la muerte re-                                                         Por un lado, aparecen los conservado-
                                                    Centroamérica en una sola nación,
sucita el proyecto político de Mora-                                                          res, sin perspectivas de futuro y por
                                                    para hacerla grande y poderosa.
zán, un icono del pasado, y lo trae al                                                        otro, los liberales que se autodefinen
                                                    Combatió contra las dictaduras, peleó
presente para que sea valorado a la                                                           como revolucionarios, pero el narra-
                                                    con honor en varios países de Cen-
luz de la nueva realidad, en la que se                                                        dor desentraña su comportamiento
                                                    troamérica. Se adelantó al marxismo
han intensificado las acciones por re-                                                        superficial y falso, como se lo explica
                                                    socializando la medicina en tiempos
cuperar la unión y la solidaridad entre                                                       el personaje Gerardo Matamoros a
                                                    de guerra: vencidos y vencedores
las naciones centroamericanas y se                                                            Félix Arcadio Montero al explicarle
                                                    eran atendidos por igual. Tal como
busca simultáneamente eliminar                                                                que los “liberales” de liberales solo
                                                    Leo lo decía, no había duda de trans-
aquellas formas localistas que redun-                                                         tienen el nombre y que son los mis-
                                                    portarse inmediatamente desde Aque-
dan en una vulnerabilidad de los paí-                                                         mos jóvenes que frecuentan las pros-
                                                    duc Avenue del Bronx hasta alguna
ses.                                                                                          titutas por las madrugadas21. Pero, en
                                                    zona montañosa de Centroamérica
                                                                                              términos más amplios, la polémica se
                                                    para hacerle eco a Francisco Morazán
    Con esta novela Julio Escoto refle-                                                       produce en relación con la defensa de
                                                    y combatir junto con él, ganar batallas
xiona sobre la realidad histórica y po-                                                       los lemas constitución/democracia,
                                                    a caballo y espada”.( Ibid, p. 125)17
lítica centroamericana, y su obra se                                                          hecha por los conservadores y orden-
convierte así en una rica metáfora de                 Pero la situación histórica del siglo   /progreso, representado por los libera-
una sociedad conflictiva que no ha                  diecinueve no solo es tratada por Julio   les22. Además de abordar las luchas
cesado de buscar su identidad y su es-              Escoto. También Sergio Ramírez en         políticas, la obra examina también las
tabilidad política15, a lo que se le agre-          Tiempo de fulgor (1970) y Alfonso         consecuencias políticas y culturales
10                                                            “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




derivadas de la exportación de café,       historia, pues no dudan en rechazar            dad y dinamismo, pero profundamen-
principalmente la creación de un gus-      “los enunciados institucionalizados            te desgarradoras, el narrador revela el
to por lo europeo frente a lo nacional,    desde el Estado, la historia y la alta         cuadro doloroso vivido por los habi-
anticipa los problemas que aparece-        cultura, tres escenarios que la época          tantes:
rán con la construcción del ferrocarril    consideró invariablemente teatros
                                           propios de la ideología de la domina-             “...son 250 campesinos que murie-
a cargo de Minor Keith y teje una at-
                                           ción”26, en Centroamérica el trata-            ron, niños, mujeres y ancianos, matan
mósfera sarcástica sobre la rapacidad
                                           miento de lo político ha dado paso a           a sus perros también porque el perro
y la corrupción que desde esa época
                                           novelas sobre la dictadura, la violen-         avisa que ellos del ejército vienen, en-
se hacía evidente en los políticos, que
                                           cia, la guerra y la denuncia antiimpe-         tonces lo que hacen es meterle tiros al
solo pretendían sobresalir y aprove-
                                           rialista. Las novelas Bajo el almendro         animal y entonces ya no laten los pe-
charse de los recursos del estado23.
                                           y Días de ventisca, noches de huracán          rros en los caseríos, y cuando encuen-
   La ficcionalización de la historia en   de Julio Escoto, ficcionalizan el tema         tran los ganaditos de la gente comien-
la novela contemporánea centroame-         de la guerra; ¿Te dio miedo la sangre?         do su zacate, lo que hacen ellos es
ricana no se limita a épocas alejadas      de Sergio Ramírez y La mujer habita-           matar las bestias, y entonces piden co-
del presente, pues la historia del siglo   da de Gioconda Belli, son una de las           mida y agarran las mujeres y piden co-
veinte, incluyendo la de los años in-      mejores muestras de la novela de dic-          mida, y después que comen hacen las
mediatos atraviesa muchas de las pro-      tadura; Cuzcatlán donde bate la mar            matazones, y dicen que son los guerri-
ducciones novelísticas24. Así, la re-      del sur de Manlio Argueta y El esplen-         lleros, pero no, son (ellos) el ejército
vuelta campesina de 1932 en El Sal-        dor de la pirámide de Mario Roberto            los que llegan, agarran la gente y los
vador está novelada de un modo muy         Morales tratan principalmente los te-          cuelgan arriba, en los árboles, y les
particular en El asma de Leviatán de       mas de la violencia y la guerra; Los           quitan los brazos y las orejas, y les dan
Roberto Armijo y Cuzcatlán, donde          barcos de Roberto Quesada, Después             en la cabeza y todo el pelo dejan ahí
bate la mar del sur, de Manlio Argue-      de las bombas de Arturo Arias27 y Ce-          tirado, y por eso ya no le tienen con-
ta y Pobrecito poeta que era yo de Ro-     nizas en la memoria (1994) de Jorge            fianza la gente en el ejército comienza
que Dalton; el golpe militar de 1954       Medina (1948) profundizan en el an-            a avanzar, salen de detrás de los vehí-
en Guatemala en Los demonios salva-        tiimperialismo y reconstruyen diver-           culos, apoyados por el fuego de los
jes; de Mario Roberto Morales y Des-       sas facetas de la historia centroameri-        helicópteros, que están suspendidos
pués de las bombas de Arturo Arias; la     cana.                                          en el aire como los ojos de un loco-
Revolución Sandinista en La mujer ha-                                                     ...”(Morales, Mario, 1986: 140)28
bitada, para citar hechos decisivos.          En la novela El esplendor de la pirá-
                                           mide de Mario Roberto Morales, me-                Cenizas en la memoria (1994)29,
Estos autores efectúan un enfoque
                                           diante la incorporación de múltiples           además de referirse al tema de la vio-
amplio y recrean los enfrentamientos
                                           referencias históricas que otorgan al          lencia, amplía la denuncia del impe-
políticos e ideológicos, la guerra, la
                                           lector diversas posibilidades de diálo-        rialismo norteamericano no solo co-
violencia y las formas del imperialis-
                                           go con el contexto, se logra construir         mo una forma de explotación econó-
mo, los cuales revelan las situaciones
                                           una imagen descarnada de la socie-             mica, sino como un atentado contra
dramáticas que Centroamérica ha vi-
                                           dad guatemalteca, víctima de la vio-           la dignidad de las personas y un ins-
vido a lo largo del siglo XX, principal-
                                           lencia y la represión por parte de los         trumento de dominio ideológico. Los
mente a través de la revaloración de la
                                           regímenes militares y gobiernos que            norteamericanos abusan de los traba-
voz de aquellos grupos o sectores que
                                           únicamente pretenden afianzarse en             jadores nacionales, que deben reba-
han sido víctimas de las imposiciones
                                           el poder y evitar cualquier forma de           jarse a realizar los trabajos más detes-
del poder, como los campesinos, los
                                           subversión. La obra, desde un princi-          tables si desean realmente conseguir
obreros y los indígenas25.
                                           pio, denuncia la alianza entre los Es-         empleo. Así por ejemplo, el persona-
   Al igual que en otros países hispa-     tados Unidos y los gobiernos, y en for-        je Carlos se encargaba de botar los ex-
noamericanos donde autores como            ma gradual e intensiva va describien-          crementos de los militares: “Botaba
Carpentier, Roa Bastos y García Már-       do las masacres de que han sido obje-          mierda en los campamentos militares
quez, construyen sus obras en torno a      to los campesinos e indígenas, así co-         de los gringos” y Marcial, que ha vivi-
temas de naturaleza política y desins-     mo la destrucción y quema de sus ca-           do en Estados Unidos varios años, le
titucionalizan la visión oficial de la     sas. Con imágenes llenas de plastici-          expresa a Fausto su insatisfacción por
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                                       11




el trato que recibe: “Casi todos nos                ta a los caprichos del capital extranje-   nas que necesita para comprender su
miran como a su trasero, hasta las vie-             ro, todo ello con las iridiscencias de     mundo.
jitas”30. El narrador adopta un tono                traje de luces prestado, surge a cada
sarcástico y no oculta su rechazo ro-               paso en las pinceladas del escritor-          Además de la ficcionalización de la
tundo a los norteamericanos, pero                   .”(León Gómez, Alfredo, 1988)33            historia política y de las consecuen-
tampoco deja de aludir a aquellos la-                                                          cias de esta en la sociedad, la novela
                                                       Junto a esta denuncia antiimperia-      centroamericana        contemporánea
tinoamericanos que fácilmente adop-
                                                    lista, Roberto Quesada también se re-      también se ha abocado al tratamiento
tan formas de vida, costumbres y acti-
                                                    fiere a la represión y a la guerra, cau-   de las transformaciones sociales, bási-
tudes que no responden a su idiosin-
                                                    santes de la marginación histórica.        camente aquellas relacionadas con el
crasia y al desarrollo cultural de sus
                                                    Muy sutilmente y con ironía, el narra-     espacio urbano. Las obras El asma de
países31.
                                                    dor afirma:                                Leviatán de Roberto Armijo, Caperuci-
   Los barcos reconstruye la historia                                                          ta en la zona roja de Manlio Argueta,
                                                       “Beti no debe perder su tiempo
hondureña, mediante la denuncia de                                                             Los demonios salvajes de Mario Ro-
                                                    pensando en la guerra, ya que es lo
la explotación de que ha sido víctima                                                          berto Morales, Los peor (1995)37 de
                                                    único que no se ha prohibido. Cual-
el país, producto de la presencia de                                                           Fernando Contreras Castro, Diario de
                                                    quiera puede pensar en la guerra, has-
las compañías norteamericanas para                  ta el más tonto. Para pensar en la gue-    una multitud de Carmen Naranjo, Un
el cultivo de la piña. La novela es ri-             rra la autoridad sí da boletas, montón,    día en la vida de Manlio Argueta, Una
ca en descripciones de la realidad                  por docenas o como se quiera. Beti         función con móbiles y tentetiesos de
hondureña como el paisaje, las cos-                 está aquí conmigo para pensar en lo        Marcos Carías y Después del tango
tumbres, la alegría y el carnaval, pero             que fuera de este lugar no se puede:       vienen los moros38 de Luis Alfredo
la acusación a la piñera es aguda y el              En la paz, en el escape, en la familia,    Arango, recrean el modo cómo la
narrador con frecuencia suministra                  en los vecinos, en el gobierno, en la      transformación de la sociedad ha inci-
datos que la van construyendo una                   Ley, en hacer, en conspirar, en la ma-     dido en el desarrollo de las ciudades y
imagen perversa de la Compañía, ya                  ñana, en el sol, en solidaridad, en
que el mundo de La Ceiba, lugar don-                                                           a la vez, cómo estas llevan a un cam-
                                                    compañero, en etcétera.” (Quesada,         bio en la percepción del mundo de
de se instala y puerto en apariencia                Roberto, 1988: 209)34
próspero, no trae el añorado desarro-                                                          los personajes. Miseria, pobreza,
llo para el país y pasa a ser uno de los               En el marco de la narrativa hondu-      prostitución, corrupción, violencia y
tantos espacios o enclaves de los que               reña, la novela Bajo el almendro de        terror, son muchos de los nuevos as-
se ha nutrido el imperialismo nortea-               Julio Escoto presenta un planteamien-      pectos que se agregan a la realidad,
mericano. La pobreza y la soledad                   to para combatir la guerra y alcanzar      así como el aumento de la burocracia
son los resultados más tangibles y re-              la paz35, además de atacar los proble-     en los sectores medios.
presentan el fracaso de los que han                 mas políticos que impiden lograr los
creído hallar bonanza como trabaja-                 cambios requeridos para mejorar la
dores, y aunque realicen huelgas, es-               economía, la salud y la educación.
tas fracasan porque la Compañía32 las               En ella hay una fuerte crítica a la cla-
maneja estratégicamente, viola los de-              se dirigente que no promueve una
rechos laborales y se asocia con el po-             transformación integral del país y gas-
der político. Alfredo León ha sido ex-              ta en el ejército lo que los pobres ne-
plícito al señalar las consecuencias de             cesitan para vivir dignamente. La no-
esta explotación y las connotaciones                vela, al atacar el sistema dominante y
que la obra adquiere:                               denunciar la miseria y mansedumbre
                                                    del pueblo, cuestiona el poder y tras-
  “El movimiento de los barcos, la                  ciende, incluso, los códigos estéticos
subcultura impuesta por las transna-                y literarios, porque según Helen Uma-
cionales, las festividades y los días de            ña, Escoto no escribe por el puro pla-
asueto, las angustias de las gentes, ese            cer de imaginar situaciones más o me-
pasar temporal que se ha vivido por                 nos novedosas36, sino para contribuir
décadas en nuestra Costa Norte suje-                con su pueblo, para abrirle las venta-
12                                                             “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




   Esta serie de temas que trata la no-     borrachan porque el guaro es un                a resaltar aquellas posiciones ideoló-
vela centroamericana contemporánea          anestésico para el dolor; una ciudad           gicas que subvierten las jerarquías, el
se alejan de aquellos tópicos relacio-      donde se intenta sustituir el amor por         orden establecido y el poder domi-
nados con el mundo rural y describen        el burdel de las prostitutas en deca-          nante, de tal forma que el lector, a
las situaciones que enfrentan los suje-     dencia; una ciudad recorrida por de-           través de un proceso de decodifica-
tos en el ámbito urbano39, lo cual lle-     samparados que procuran sobrevivir,            ción infiere que la historia centroame-
va también a la incorporación de una        como los pájaros; donde dominan los            ricana se ha articulado con base en
problemática psicológica y existencial      medios masivos de comunicación que             relaciones autoritarias y de exclusión.
diferente. Para Ramón Luis Acevedo          con su propaganda comercial hacen              De ahí que la imagen de la realidad
(1994: 129-130), al mismo tiempo            más ostentoso el abismo que separa a           edificada en el discurso literario
que surge una novela política, se va        los ricos de los pobres. La capital es         apunta hacia la existencia de países
desarrollando                               también, para los sectores medios, la          sumergidos en profundas contradic-
                                            deshumanización del trabajo monóto-            ciones y azotados por el predominio
   “Una nueva novelística que explora                                                      de un poder político carente de un
                                            no y burocrático; en contraste con la
los conflictos sociales, psicológicos y                                                    proyecto de desarrollo sólido y cohe-
                                            libertad de los pájaros que pertenecen
existenciales del habitante urbano de                                                      rente.
                                            a la provincia”42
los sectores medios y altos de la socie-
dad. Aunque la circunstancia socio-            Así como esta novela ahonda en el              Por esta última situación señalada,
política no está ausente de este tipo       ambiente urbano de la ciudad de                el desencanto ante la realidad se ha
de narración, ocupa el primer plano la      Guatemala, Una función con móbiles             convertido, quizá, en el principal eje
dimensión individual, los conflictos ín-    y tentetiesos de Marcos Carías edifica         articulador de la actual narrativa.
timos, de los personajes”40                                                                Obras como El asco (1997) de Hora-
                                            una imagen plural de la ciudad de Te-
                                                                                           cio Castellanos, Managua, Salsa City
   Estas novelas, además de tratar          gucigalpa, dominada por la presencia
                                                                                           ¡Devórame otra vez!(2001) de Franz
otros temas, llevan al plano ficticio las   de múltiples voces y espacios que
                                                                                           Galich y Sombras, nada más (2002)
consecuencias del proceso de urbani-        aparecen yuxtapuestos, conformando
                                                                                           de Sergio Ramírez, entre otras, lo ex-
zación, no solo en Centroamérica si-        un mosaico social y cultural, caracte-         presan magistralmente pues permiten
no también en Hispanoamérica, co-           rizado por el tratamiento de temas tan         una reflexión profunda sobre la histo-
mo lo ha afirmado Luz Ivette Martínez       variados como la muerte, el fútbol, la         ria centroamericana reciente, sobre
al estudiar la obra narrativa de Car-       belleza, la vida política, el sexo, las        todo en relación con el poder y la re-
men Naranjo41. Merece la pena desta-        huelgas, el trabajo, la religión, la ni-       volución.
car también la novela Después del           ñez y la represión, y por la conse-
                                            cuente aparición de personajes muy                Sombras nada más escudriña, a
tango vienen los moros de Luis Alfre-
                                            complejos y de distintas facetas43.            partir de la configuración de persona-
do Arango, ya que el autor logra rela-
                                                                                           jes complejos, la forma como se ha
cionar las transformaciones sociales y
                                                                                           manifestado el poder en Nicaragua.
urbanas experimentadas en Guatema-              3. A   MANERA DE CIERRE:                   Sin reducirse a esquematismos ideo-
la, con la barbarie y el crimen. La                                                        lógicos y juegos maniqueos, focaliza
                                                  EL DESENCANTO ANTE
obra presenta la ciudad como el nú-                                                        la atención en Alirio Martinica, un
cleo de la opresión social, política y            LA HISTORIA RECIENTE
                                                                                           hombre que se convirtió en la mano
económica, pues en ella conviven las                                                       derecha del dictador Somoza y fue so-
                                               Hemos visto que la novela centroa-
mujeres trabajadoras, niños que habi-                                                      metido a un juicio popular por los
                                            mericana ha explorado el tema histó-
tan en los cajones, borrachos y prosti-                                                    sandinistas. La obra subraya lo para-
                                            rico de diversos modos y compren-
tutas; todos ellos arropados por la su-                                                    dójico del poder y el mundo sombrío
                                            diendo las principales etapas o perio-
ciedad, el hedor y el desamparo. En                                                        en que se desenvuelven los actores,
                                            dos que van desde la conquista hasta
palabras de Ramón Luis Aceve-                                                              cuyo destino final es el fracaso y la
                                            épocas más recientes. Incluso, algu-
do(1991: 148-149) , en esta novela:                                                        muerte, más allá del poder que se po-
                                            nas obras se plantean una revalora-
                                                                                           sea y del grupo político o ideológico
   “La ciudad es un mundo de pobre-         ción del mundo precolombino como
                                                                                           al cual se pertenezca.
za triste, de casas de cartón e indigen-    símbolo de identidad cultural. Gene-
cia sucia; una ciudad de cantinas po-       ralmente, los autores plantean una vi-           Esta novela de Ramírez también
bres donde los desheredados se em-          sión de la realidad compleja y tienden         alude en varios fragmentos al tema de
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                                               13




la revolución y perfila una posición                2 La ficcionalización de la historia es una      origen de la dictadura y el poder abso-
muy crítica, con lo cual plantea un                   de la principales características de la        luto en Nicaragua se remonta a los tiem-
primer enjuiciamiento al sandinismo                   novela centroamericana contemporá-             pos de la conquista, con la figura de Pe-
como ideología y grupo político. Pero                 nea, pero no es la única. Para un pano-        dro Arias Dávila, quien en 1527 fue
                                                      rama más completo, consúltese Vargas,          nombrado gobernador de Nicaragua.
en Managua Salsa City ¡Devórame
                                                      José Á. 2001. Novela centroamericana
otra vez! Galich se convierte en un                   contemporánea: la obra de Sergio Ra-         10 Belli, Gioconda (1988): La mujer habi-
agudo narrador que con un tono radi-                                                                 tada, op. cit., p. 219. También Belli en
                                                      mírez Mercado. Salamanca: Universi-
cal muestra el desencanto absoluto                                                                   esta novela proyecta una imagen com-
                                                      dad de Salamanca.
ante las diferentes manifestaciones                                                                  pleja del periodo colonial en Nicara-
                                                    3 Tatiana Lobo nació en Chile, pero desde        gua, y rescata el papel rebelde y subver-
del poder. La realidad es concebida
                                                       1967 se ha integrado plenamente a la          sivo de la mujer.
como un infierno donde se experi-
                                                       vida cultural y literaria costarricense.
mentan las peores desgracias y se ha                   Además de esta novela, ha escrito otras
                                                                                                   11 Francisco Morazán (1792-1842) fue un
dejado de creer en los proyectos del                                                                 político hondureño que se destacó por
                                                       dos: Calypso (1996) y El año del labe-
pasado:                                                                                              sus luchas en pro de la Federación Cen-
                                                       rinto (2000).
                                                                                                     troamericana. Ocupó la presidencia de
   “...aquí en el infierno, digo Mana-              4 Sánchez, José León: Campanas para lla-         Honduras de 1824 a 1827 y la de la Fe-
gua, todo sigue igual: los cipotes pide-              mar al viento, México, Grijalbo, 1989,         deración Centroamericana de 1835 a
rreales y huelepegas, los cochones y                  pp. 475-476.                                   1839. Murió fusilado en Costa Rica, al
las putas, los chivos y los políticos, los                                                           fracasar sus nuevos intentos por rehacer
                                                    5 Ibid., p. 533. La obra recoge las contra-      la Federación Centroamericana.
ladrones y los policías (que son lo mis-               dicciones del proceso de colonización
mo que los políticos, sean sandináis o                 y reivindica la perspectiva indígena al     12 Escoto, Julio: El general Morazán mar-
liberáis o conservaduráis, cristianáis o               cuestionar una visión oficial que tiende      cha a batallar desde la muerte, San Pe-
cualquiermierdáis, jueputas socios del                 a exaltar la conquista como una gesta         dro Sula, Honduras, Centro Editorial,
Diablo porque son la misma chocha-                     heroica y gloriosa de los españoles.          1992, pp. 29-30. Esta falta de unidad en
da” (Galich, 2001: 10).                                                                              lo social, político y económico, denun-
                                                    6 En un artículo de prensa, Alberto Cañas        ciada en la novela, así como el predo-
  Con la misma contundencia que                       indica que la obra presenta un friso his-      minio de los intereses particulares de
Galich y con un tono derrotista, Hora-                tórico de la provincia de Cartago a co-        cada nación ha sido una constante en
                                                      mienzos del siglo XVIII. Véase: Cañas,         la historia centroamericana hasta nues-
cio Castellanos en El asco ficcionaliza
                                                      Alberto: “Chisporroteos”, en La Repú-          tros días y todavía prevalecen, de ahí el
la realidad centroamericana de pos-                   blica, San José, Costa Rica, 26 de enero       sentido de actualidad que cobra la no-
guerra, negando las utopías del pasa-                 de 1993.                                       vela.
do y deconstruyendo los principales
símbolos de identidad tales como la                 7 Bolaños, Ligia: Asalto al paraíso: ¿Asalto   13 Ibid, p. 42. Recuérdese que el tema de
familia, la patria e incluso la misma                 a la oficialidad?, en Exégesis, Año 7,         la construcción del Canal de Nicaragua
                                                      núm. 19, 1994, pp. 61 y 66. Bolaños in-        ha sido abordado ampliamente por Li-
historia que ha sido manipulada y
                                                      dica, además, que Asalto al paraíso re-        zandro Chávez Alfaro en Trágame tie-
presentada desde la perspectiva de un
                                                      presenta un asalto a la oficialidad en la      rra.
claro dominio de los grupos afianza-                  medida que desmitifica la idea de que
dos en el poder.                                      la colonización en Costa Rica fue un         14 Ibid, p. 61. La novela se constituye en
                                                      hecho pacífico.                                una interpelación a las naciones cen-
                                                                                                     troamericanas para que reflexionen so-
                  NOTAS                             8 El personaje Pedro Albarán cuenta que          bre las consecuencias derivadas del in-
                                                      fue educado en Burgos con rigor, pero          dividualismo, hecho que en la actuali-
1 Nótese que las afirmaciones de Ligia Bo-            en las nuevas tierras se declara incom-        dad las continúa afectando, ya que im-
  laños no se refieren únicamente a la li-            petente para regir a los mestizos crio-        portantes proyectos de integración so-
  teratura, sino también a otras prácticas            llos, que están llenos de picardía. Véa-       cial, económica y política como el Mer-
  significantes o producciones culturales.            se: Lobo, Tatiana: Asalto al paraíso, Edi-     cado Común Centroamericano, el Siste-
  Véase: Bolaños, Ligia: “Discurso histó-             torial de la Universidad de Costa Rica,        ma de Integración Centroamericana y
  rico e historiografía literaria: ¿Una alter-        1992, p. 39.                                   el Parlamento Centroamericano, aún no
  nativa de construcción de un discurso                                                              han alcanzado el desarrollo esperado.
  explicativo de las producciones cultura-          9 Ramírez, Sergio: Margarita, está linda la
  les en América Central”, en Káñina, vol.            mar, Madrid, Alfaguara, 1998, p. 68. En      15 Para Julio Escoto la búsqueda de iden-
  XII, núm. 1, 1988, p. 178.                          esta obra se construye la idea de que el       tidad es un factor esencial de la novela
14                                                                “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




  centroamericana contemporánea y evi-          posa, San José, Costa Rica, Editorial            Austin, University of Texas Press (1990);
  dentemente, hondureña. Véase: Escoto,         Costa Rica, 1996, pp. 90-95.                     Trejos, Elizabeth: “Me llamo Rigoberta
  Julio: “La narrativa hondureña”, en Tra-                                                       Menchú y así me nació la conciencia:
  galuz, año 1, núm. 8, 1986, p.14.           22 La polémica llegó a tal grado que el            un texto de literatura testimonial”
                                                presidente Bernardo Soto decidió entre-          (1992); Sklodowska, Elsbieta: Testimo-
16 Quesada, Roberto: Big banana, Barce-         gar la presidencia a Ascención Esquivel,         nio hispanoamericano (1992); Raqui-
  lona, Seix Barral, 2000, pp. 43-44. Re-       hombre poco conocido y que no gene-              del, Danielle: “Opresión, discrimina-
  cuérdese que históricamente Panamá y          raba problemas. Véase: Ibid., p. 176.            ción y conciencia en la experiencia de
  Belice no han pertenecido a Centroa-                                                           Rigoberta Menchú”, en Aa. Vv.: La lite-
                                              23 El personaje Félix Arcadio Montero de-
  mérica.                                                                                        ratura centroamericana. Visiones y revi-
                                                nuncia los robos millonarios del presi-
17 Ibid., p. 125. Aunque tanto Julio Esco-      dente Guardia; Ricardo Jiménez califica          siones (1994); Román Lagunas, Vicki:
                                                a Costa Rica como un país de figurines           Una reflexión sobre el género testimo-
  to como Roberto Quesada recuperan el
                                                y Manuelita, más radicalmente, lo lla-           nio: el caso de Rigoberta Menchú”, en
  ideal de Morazán, en el primero se pre-
                                                ma país de cuervos. Ibid., pp. 62, 69 y          Aa. Vv.: La literatura centroamericana.
  senta al personaje de una forma com-
                                                72.                                              Visiones y revisiones (1994); Zimmer-
  pleja, envuelto en unas circunstancias
                                                                                                 man, Marc: Litterature and Resistance
  históricas muy conflictivas, mientras
                                              24 La historia centroamericana de las últi-        in Guatemala (Vol. 2, 1995); Ochando
  que en el segundo predomina un tono
                                                mas décadas también ha sido abordada             Aymerich, Carmen: La memoria en el
  de exaltación.
                                                por el género testimonio, ya que se es-          espejo. Aproximación a la escritura tes-
18 Alfonso Chase también ha escrito las         criben obras que revelan el drama ex-            timonial (1998) y Pérez López, Mª. Án-
  novelas Los juegos furtivos (1967) y Las      perimentado por los grupos excluidos             geles: Escritura y revolución en Omar
  puertas de la noche (1974).                   del poder, entre las que sobresalen:             Cabezas y Ernesto Cardenal (2000, mi-
                                                Hombre del Caribe (1977) de Sergio               meografiado).
19 Cohen, Henry: “Tiempo de fulgor: Ser-        Ramírez Mercado, Los días de la selva
  gio Ramírez’s historia privada de León”,      (1980) de Mario Payeras, La montaña es        25 Esta ficcionalización de la historia de-
  en Confluencia. Revista Hispánica de          una inmensa estepa verde (1982) de              muestra también la fuerte relación dia-
  Cultura y Literatura, vol. 6, núm. 2,         Omar Cabezas, Me llamo Rigoberta                léctica que ha existido entre la literatu-
  1991, p. 59. Esta confrontación entre         Menchú y así me nació la conciencia             ra y la realidad política en Centroamé-
  liberales y conservadores puede extra-        (1983) de Elizabeth Burgos Debray,              rica, lo cual hace que los autores cons-
  polarse al eje progreso/estatismo que         Canción de amor para todos los hom-             truyan en sus prácticas discursivas di-
  articula la novela, donde liberales par-      bres (1988) de Omar Cabezas y La mar-           versas imágenes reveladoras de la
  ten de una concepción dinámica de la          ca del zorro (1989), también de Sergio          complejidad histórica de la región. Véa-
  realidad, mientras que los conservado-        Ramírez Mercado. El enfoque de la               se: Beverly, John y Zimmerman, Marc:
  res prefieren mantenerse anclados en la       realidad que se aprecia en ellas está           Litterature and politics in the Central
  tradición. También Jorge Eduardo Are-         mediatizado por la denuncia                     American Revolutions, op. cit., p. XIII.
  llano (Nicaragua, 1946) en su novela          y el compromiso ideoló-                                     26 Mudrovcic encuentra que
  Timbucos y calandracas (1982) ficcio-         gico, así como por                                               esta posición de los au-
  naliza la historia nicaragüense a la luz      la elaboración                                                       tores obedece al
  de esta oposición, y llama timbucos a         de un discurso                                                      predominio de rela-
  los conservadores y calandracas a los li-     que pretende ser                                                  ciones de exclusión
  berales.                                      científico y verdade-                                           (social, política, econó-
                                                ro, con lo cual se esta-
20 La presencia de elementos del realismo       blece una clara diferencia
  mágico ha llevado a Henry Cohen a             estética con el género nove-
  sostener que el universo creado por Ser-      lístico. Para una mayor com-
  gio Ramírez en esta novela ha sido su-        prensión del género testimo-
  gerido por Cien años de soledad de Ga-        nio y de su desarrollo en
  briel García Márquez. Ibid., p. 49.           Centroamérica, consúl-
  Comparto la opinión de Cohen, pero            tense: Beverly, John y
  considero que las particularidades del        Zimmerman, Marc:
  contexto en el que se produce la nove-        Litterature and
  la, así como la intencionalidad del au-       politics in
  tor, le confieren una especificidad muy       the Central
  propia.                                       American
                                                Revolutions,
21 Chase, Alfonso: El Pavo Real y la Mari-
Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16)                                                              15




  mica, ideológica) que se acentuó en                 Mamita Yunai (1941) y principalmente          propuesta de paz en la novelística de
  Hispanoamérica en la década de los se-              por Miguel Ángel Asturias, quien en su        Julio Escoto”, en Ensayos sobre literatu-
  tenta. Véase: Mudrovcic, María Euge-                trilogía bananera, compuesta por Vien-        ra hondureña, Tegucigalpa, Guaymu-
  nia: “En busca de dos décadas perdi-                to fuerte (1949), El papa verde (1954) y      ras, 1992, p. 226.
  das: la novela latinoamericana de los               Los ojos de los enterrados (1960), de-
  años 70 y 80”, en Revista Iberoameri-               nuncia el sometimiento de Guatemala y       37 Novela del costarricense Fernando
  cana, vol. LIX, núms. 164-165 (1993),               de los países hispanoamericanos al po-        Contreras Castro (1963). Este autor
  p. 449.                                             der político y económico de los Estados       también ha escrito Única mirando al
                                                      Unidos.                                       mar (1993) y El tibio recinto de la oscu-
27 Arturo Arias es autor, además, de las                                                            ridad (2000).
  novelas Itzam Na (1981) y Los caminos             33 León Gómez, Alfredo: “La novela ‘Los
  de Praxil (1990).                                                                               38 Luis Alfredo Arango (1935) ha publica-
                                                      barcos’ de Roberto Quesada”, en Tiem-
                                                                                                    do además el libro de cuentos Lola, dor-
                                                      po, Honduras, 12 de mayo de 1988.
28 Morales, Mario Roberto: El esplendor                                                             mida (1983).
                                                      Los barcos recuerda la novela Cien años
  de la pirámide, San José, Costa Rica,
                                                      de soledad (1967) de García Márquez,        39 Alfonso Chase en 1975 señaló esta
  EDUCA, 1986, p. 140. Este tipo de des-
                                                      donde también se narra el falso espejis-      nueva orientación de la novela costarri-
  cripciones hace que la novela sea uno
                                                      mo de prosperidad que la compañía             cense y por lo tanto, centroamericana.
  de los textos centroamericanos que me-
                                                      bananera generó en Macondo.                   Véase: Chase, Alfonso: Narrativa con-
  jor expresan metafóricamente el tema
  de la violencia y la represión.                                                                   temporánea de Costa Rica, Tomo I, San
                                                    34 Quesada, Roberto: Los barcos, Teguci-
                                                                                                    José, Costa Rica, Ministerio de Juven-
                                                      galpa, Honduras, Baktun Editorial,
29 Jorge Medina también ha escrito el li-                                                           tud, Cultura y Deportes, 1975, pp. 114-
                                                      1988, p. 209. La novela es enfática en
  bro de cuentos Pudimos haber llegado                                                              115.
                                                      el poder represivo del Gobierno, el
  más lejos (1989).
                                                      cual, paradójicamente promueve la           40 Ramón Luis Acevedo cita a Yolanda
30 Véase: Medina, Jorge: Cenizas en la                violencia y la guerra.                        Oreamuno como la narradora que ini-
  memoria, Tegucigalpa, Honduras, Edi-                                                              ció este tipo de novela. Véase: Aceve-
                                                    35 El tema de la paz ha sido objeto de re-
  torial Guaymuras, 1994, pp. 30 y 135.                                                             do, Ramón Luis: “Orígenes de la nueva
                                                      flexión por parte de los novelistas cen-
  La novela descubre el espíritu prepo-                                                             novela centroamericana”, loc. cit., pp.
                                                      troamericanos que mantienen su com-
  tente y de superioridad que caracteriza                                                           129-130.
                                                      promiso con la sociedad y creen que su
  a los estadounidenses que, al margen
                                                      aporte resulta básico para lograr una       41 Según Luis Ivethe Martínez, desde la
  de su condición social y económica,
                                                      transformación social. En 1986, Julio         década de los sesenta, época de gran-
  explotan y maltratan a los latinoameri-
                                                      Valle Castillo, novelista nicaragüense,       des transformaciones en Hispanoaméri-
  canos.
                                                      subrayó la importancia de la creación         ca y Centroamérica, la ciudad pasa a
31 El narrador plantea su crítica a los cen-          de una obra literaria coherente con es-       ser un espacio de encuentro y conflicto
  troamericanos que son absorbidos por                te compromiso y aludió a la necesidad         dentro de la novela. En esta década se
  la cultura norteamericana, al afirmar               de realizar un trabajo solidario con los      empiezan a gestar la obras de Carmen
  “No sé cómo hay gusanos que se olvi-                pobres, indios y campesinos, según él,        Naranjo, autora de las novelas Los pe-
  dan de su idioma, de su origen y de su              los dueños de los países centroamerica-       rros no ladraron (1966), Memorias de
  religión y se hacen comedores de ‘ham-              nos. Véase el artículo “Los escritores        un hombre palabra (1968), Camino a
  borgas’ y american citizen”. Ibid., p.              centroamericanos y la paz”, publicado         mediodía (1968), Responso por el niño
  135.                                                en Tragaluz, Año II, núm. 15, 1986, p.        Juan Manuel (1971), Diario de una mul-
                                                      29.                                           titud (1974), Sobrepunto (1985), El caso
32 En cuanto al planteamiento hecho por                                                             117.720 (1989). Para Martínez, la na-
  el narrador en relación con los Estados           36 En palabras de Helen Umaña, Bajo el
                                                                                                    rrativa de Carmen Naranjo se nutre de
  Unidos, Los barcos tiene como antece-               almendro es “...literatura que enseña a
                                                                                                    “la observación insistente e inmediata
  dente la novela antiimperialista inicia-            vivir, que busca conducirnos a una re-
                                                                                                    del comportamiento social del ser hu-
  da en Centroamérica por el guatemalte-              flexión sobre el engranaje social exis-       mano, al tiempo que examina las trans-
  co Máximo Soto Hall que publicó en                  tente en nuestro país, que abre ventanas      formaciones, que desde mediados de
  1899 la obra El problema y desarrolla-              para entender mejor nuestro mundo. Es         siglo experimenta la sociedad costarri-
  da posteriormente por autores como                  tal y como necesitamos que sea nuestra        cense”. Véase: Martínez, Luz Ivethe:
  Carlos Gagini en El árbol enfermo                   literatura: lugar de encuentro, de pro-       “Carmen Naranjo o las voces solitarias
  (1918) y La caída del águila (1920), Ra-            blematización, de dilucidación. En            de la multitud”, en Centroamericana,
  fael Arévalo Martínez en La oficina de              otras palabras, literatura de transforma-     núm. 2, 1991, pp. 56 y 60.
  paz en Orolandia, novela del imperialis-            ción, literatura para ‘ganar la guerra de
  mo yanqui (1925), Carlos Luis Fallas en             la paz´”. Véase: “Umaña, Helen: “Una        42 Acevedo, Ramón Luis: Los senderos del
16                                                                   “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia”




  volcán, Guatemala, Editorial Universi-        Chase, Alfonso. 1975. Narrativa contem-
  taria, 1991, pp. 148-149. En la novela,         poránea de Costa Rica, Tomo I, San Jo-
  la ciudad se describe el siguiente mo-          sé, Costa Rica, Ministerio de Juventud,
  do: “Ciudad de cucuruchos, judiciales,          Cultura y Deportes.
  guardaespaldas y bolitos en las últimas.
  De mujeres afanadas por el pan de ca-         Cohen, Henry. 1991. “Tiempo de fulgor:
  da día; mujeres con canastas balan-             Sergio Ramírez’s historia privada de
  ceándose sobre sus cabezas; mujeres             León”, en Confluencia. Revista Hispáni-
  asoleándose en las plazas; muchachitos          ca de Cultura y Literatura, vol. 6, núm.
  arropados en cajones —nacer, crecer,            2, pp. 45-59.
  vivir en un cajón ¡y terminar en otro!.
                                                Liano, Dante. 1997. Visión crítica de la li-
  Palomas que se visten de andrajos.
                                                   teratura guatemalteca, Guatemala, Edi-
  Tiendecitas de artesanías, ahora en ple-
                                                   torial Universitaria.
  na decadencia, sobre fauces de tragan-
  tes malolientes; tragantes atascados de       Menton, Seymour. 1993. Nueva novela
  basura; aceras cochambrosas, paredes           histórica. México, Fondo de Cultura
  orinadas, periódicos con cacas y millo-        Económica.
  nes de bolsitas de nailon arrastrándose
  en las calles, hojarasca pertinaz e in-       Mudrovcic, María Eugenia. 1993. “En bus-
  destructible”. Véase: Arango, Luis Alfre-      ca de dos décadas perdidas: la novela
  do: Después del tango vienen los mo-           latinoamericana de los años 70 y 80”,
  ros, Guatemala, Editorial RIN-78, 1988,        en Revista Iberoamericana, vol. LIX,
  pp. 49-50. En contraposición con el            núms. 164-165, pp. 445-468.
  mundo degradado de la ciudad, la obra
  presenta el espacio rural y provinciano,      Umaña, Helen. 1992. “Una propuesta de
  como símbolo de libertad y pureza.             paz en la novelística de Julio Escoto”,
                                                 en Ensayos sobre literatura hondureña,
43 El entrecruzamiento de distintos temas        Tegucigalpa, Guaymuras, pp. 219-226.
  y personajes plantea dificultades de lec-
  tura, pero a la vez revela el grado de ex-    Urbina, Nicasio. 1995. Estructura de la
  perimentación con el género novelesco           novela nicaragüense, Managua, Ananá
  hecho por el autor. Véase: Umaña, He-           ediciones centroamericanas.
  len: “El afán totalizador en Una función
                                                Vargas, José Á. 2001. Novela centroameri-
  con móbiles y tentetiesos”, en Traga-
                                                  cana contemporánea: la obra de Sergio
  luz, Año I, núm. 4, 1985, p. 21.
                                                  Ramírez Mercado. Salamanca: Univer-
                                                  sidad de Salamanca.
       BIBLIOGRAFÍA        BÁSICA
Acevedo, Ramón L. 1994. “Orígenes de la
  nueva novela centroamericana”, en La
  Torre, vol. VIII, núm. 9, pp. 115-148.
Arias, Arturo. 1998. Gestos ceremoniales,
  Guatemala, Artemis-Edinter.
Beverly, John y Zimmerman, Marc. 1990.
  Litterature and politics in the Central
  American Revolutions. Austin: Univer-
  sity of Texas Press.
Bolaños, Ligia. 1988. “Discurso histórico
  e historiografía literaria: ¿Una alternati-
  va de construcción de un discurso ex-
  plicativo de las producciones culturales
  en América Central”, en Káñina, vol.
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La novela contemporánea centroamericana

  • 1. Comunicación Instituto Tecnológico de Costa Rica recom@itcr.ac.cr ISSN (Versión impresa): 0379-74 COSTA RICA 2004 José Ángel Vargas Vargas NOVELA CENTROAMERICANA CONTEMPORÁNEA Y FICCIONALIZACIÓN DE LA HISTORIA Comunicación, enero-julio, año/vol. 13, número 001 Instituto Tecnológico de Costa Rica Cartago, Costa Rica pp. 5-16
  • 2. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 5 Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia José Ángel Vargas Vargas* RESUMEN En este artículo se estudia una de las principales característi- cas de la novela centroameri- cana contemporánea: la fic- cionalización de la histo- ria. A partir de un cor- pus representativo de obras, se enfoca la for- ma cómo el discurso novelesco ha reescri- to diferentes etapas de la historia que van desde el periodo colonial hasta la ac- tualidad y se destaca el aporte de este tipo de literatura, vincu- lándola a los procesos de identidad de los paí- ses que conforman el ist- mo centroamericano. * Dr. en Literatura. Profesor de la Universidad de Costa Rica.
  • 3. 6 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” 1. INTRODUCCIÓN raíso (1983) de Abel Posse, Noticias últimos años. Cabe señalar que este del imperio (1987) de Fernando del ordenamiento solo obedece a una ra- La novela centroamericana con- Passo, El general en su laberinto zón práctica y didáctica, pues de fon- temporánea ha servido como espacio (1989) de Gabriel García Márquez, La do se parte de una concepción de la de reflexión sobre los procesos de campaña (1990) de Carlos Fuentes y historia en volumen y no estratificada identidad nacional. Muchas obras fic- El largo atardecer del caminante en periodo separados unos de los cionalizan la historia desde diferentes (1992) de Abel Posse, entre otras. Pa- otros. perspectivas y además en épocas dis- ra Seymour Menton, aunque existen tintas; unas se refieren a la conquista, múltiples razones por las que apare- otras a periodos determinados como ció y se desarrolló la nueva novela 2. LA FICCIONALIZACIÓN el siglo diecinueve y a contextos más histórica, la más significativa es la DE LA HISTORIA2 recientes. Los materiales históricos conmemoración del Quinto Centena- En Centroamérica desde la década son analizados desde la óptica de la rio del Descubrimiento de América y de los ochenta ha sido evidente el in- realidad actual y sometidos a trata- resalta el hecho de que El arpa y la terés de los novelistas por revisar el mientos literarios particulares, de sombra, obra a la que considera para- proceso histórico de la conquista y la acuerdo con los objetivos de cada au- digmática de la nueva novela históri- colonia, sometiendo la visión oficial tor. Es tal la presencia y elaboración ca, tenga como protagonista a Cristó- de la historia a un fuerte cuestiona- artística de los hechos históricos que bal Colón, personaje que permite la miento y desmitificando los héroes puede considerarse el discurso históri- reconstrucción de la historia desde tradicionales, con lo cual se rechaza co como uno de los principales ejes una perspectiva novedosa en la que se la concepción antropológica de la estructuradores de la novela contem- supera la imagen monolítica transmi- historia y se le concede mayor impor- poránea, como la afirma Ligia Bola- tida desde la oficialidad y además, ge- tancia a los grupos sociales que han ños (1988: 178): nera espacios de discusión y polémi- jugado un papel decisivo en la histo- ca en torno a la historia de América ria. Novelas como Campanas para “La importancia del discurso históri- Latina. A pesar de la validez relativa llamar al viento (1989) de José León co como categoría estructurante alu- de esta afirmación de Menton, en el Sánchez y Asalto al paraíso (1992) de de a la utilización de este discurso trayecto de este artículo el lector ten- Tatiana Lobo (1939)3 están dedicadas particular, histórico, como orientador drá la oportunidad de valorarla y ob- por entero a la reescritura de la con- del proceso de selección que subyace servar otras perspectivas desde las quista y la colonia, no solo centroa- en la inclusión/exclusión de las prácti- cuales se ficcionaliza la historia en la mericana sino también hispanoameri- cas significantes. Involucra otro as- cana. La primera narra la coloniza- novela centroamericana. pecto esencial cual es la lucha que ción mexicana durante el reinado de existe entre la identidad(es) naciona- En este artículo se pretende abor- Carlos III, a partir de las experiencias l(es), las producciones culturales y la dar el modo como la novela centroa- de Fray Junípero Serra, misionero de formación del Estado y presupone mericana de los últimos treinta años la Orden Franciscana que llegó a Mé- ha ficcionalizado la historia, princi- xico en 1749, con el fin de contribuir una perspectiva teórico metodológica palmente los acontecimientos vincu- a la colonización del territorio de Ba- desde donde partir para el análisis de lados a los procesos de identidad de ja California. La obra explora poética- las producciones culturales en Améri- los países. Se seguirá una secuencia mente la forma cómo se llevó a cabo ca Latina”.1 temporal, de modo que primero se este proceso, en el cual se distinguen Esta ficcionalización de la historia, hará referencia a las novelas que fic- dos posiciones bien diferenciadas. en un primer momento, estuvo aso- cionalizan el periodo colonial para en Por un lado, aparece aquella en la ciada al desarrollo de la nueva novela que el indígena es sometido a múlti- un segundo momento observar cómo histórica, generada en toda Hispanoa- ples maltratos y explotado hasta pro- ha sido presentada la historia del siglo vocarle enfermedades y la muerte, co- mérica, y que produjo una vasta can- diecinueve, haciendo énfasis en el te- mo se desprende del siguiente diálogo tidad de obras: El arpa y la sombra ma de la unión centroamericana y la entre el Capitán Rivera y José Gálvez: (1979) de Alejo Carpentier, Respira- oposición entre liberales y conserva- ción artificial (1980) de Ricardo Piglia, dores. Posteriormente se explorarán “—Elevad los ojos, mi señor... La La guerra del fin del mundo (1981) de aquellas obras que reescriben la histo- carne de los indios e indias la echa- Mario Vargas Llosa, Los perros del pa- ria del siglo veinte, incluso la de los mos a los tiburones... La orden era en-
  • 4. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 7 tregaros a los indios vivos o muertos, “En Asalto al paraíso se elabora, me- las cuales se encuentran en el primer pero no fue posible y por eso ordené diante un entretejido de espacios, conquistador y gran tirano nicara- desollarlos... Ahí tenéis sus cueros. tiempos, personajes y códigos sociales güense: Pedro Arias Dávila9. También un fragmento de la historia de Costa en La mujer habitada se retoma el José Gálvez, visitador del Rey Car- mundo aborigen y la implantación de Rica —aproximadamente de 1700 a los III de España, elevó la mirada a la la cultura española en América, con 1710—; en el que se muestra una so- mesana mayor del barco San Felipe... un tono mítico, de denuncia y vincu- ciedad colonial marcada por el fin de —¿Cuál de esos cueros pertenece a la encomienda con sobre explotación lado al tema de la mujer, como se des- Nopoloó? indígena, crisis demográfica, débil prende de estas palabras que Flor le proceso de mestizaje y desestructura- dice a Lavinia: —No podría deciros, mi señor, to- ción cultural. El hecho histórico clave dos los pellejos de los indios son igua- “Hay un Yarince indígena, cacique es la reconquista de Talamanca, o vis- les, ya lo podéis notar.”(Sánchez, de los Boacos y Caribes, que luchó to desde otra perspectiva, la subleva- 1989: 475-476)4 más de quince años contra los espa- ción indígena de 1710, cuyo persona- ñoles. Es una historia hermosísima. La otra posición la encarna Fray Ju- je central es Pabrú Presbere.”7 Casi no se conoce la resistencia que nípero Serra, incansable en su lucha La obra indaga en la historia cos- hubo aquí. Nos han hecho creer que por la paz, la libertad y la bondad. tarricense, a partir de una perspectiva la colonia fue un periodo idílico, pero Entrega toda su vida para hacer reali- amplia del periodo de la conquista en no hay nada más falso. Por cierto dad su sueño de transmitir la fe en la que el antagonismo entre el orden que, aunque no se sabe si es leyenda Dios sin la necesidad de imponerla español, representado por Pedro Alba- o realidad, Yarince tuvo una mujer violentamente, pero al final de su vida rán, y el indígena, encarnado en Pa- que peleó con él. Fue de las que se sufre con amargura porque sus esfuer- brú Presbere, se constituye en el hilo negaron a parir para no darle más es- zos han fracasado, ya que después de conductor de toda la narración, con la clavos a los españoles”.(Belli, Giocon- recorrer todos los lugares de Baja Ca- particularidad de que los personajes, da,1988:219)10 lifornia, se percata de que “sembró además de ser representantes de cul- Siguiendo una secuencia histórica, oraciones y cogió piedras” y que la turas y sistemas políticos muy diferen- El general Morazán marcha a batallar muerte de los indígenas deja trunca su tes, son abordados en su complejidad desde la muerte propicia una refle- misión: individual, como ocurre con Albarán xión sobre el final de la Colonia en “Y los indios, ¿qué les dieron a cam- que enfrenta serios problemas a la ho- Centroamérica y para ello se ubica bio de la libertad? Se murieron to- ra de imponer su poder y orden8. temporalmente en el siglo diecinueve dos... entonces nada les había dado. Además, hay novelas que reelabo- y determina en él las bases de la Ni siquiera pudieron ver terminadas ran esta época pero insertan los episo- unión centroamericana. El autor to- las iglesias donde ellos trabajaban a dios sobre la conquista en una serie ma como eje la figura de Francisco toque de campana como toques de Morazán11, a quien pretende reivindi- de temas más relacionados con la rea- esclavitud. carlo como el pacificador de la región lidad actual e inmediata. Tal es el ca- en las dos décadas posteriores a la in- Las iglesias se terminaron todas... so de Cuzcatlán, donde bate la mar dependencia (de 1821 a 1842) y tam- Santa Rosalía de Mulegeé... San Xa- del sur (1986) de Manlio Argueta, La bién aborda las luchas por el poder y vier... San Ignacio... pero ya los indios mujer habitada (1988) de Gioconda los diversos enfrentamientos que se Belli, El asma de Leviatán (1990) de no pudieron escuchar un Padrenues- presentaron entre los liberales y los Roberto Armijo, El general Morazán tro, un Avemaría... habían muerto”.(I- conservadores. marcha a batallar desde la muerte bid, p. 533)5 (1992) de Julio Escoto, y Margarita, es- La obra se inicia con las glorias ob- Asalto al paraíso narra la reconquis- tá linda la mar (1998) de Sergio Ramí- tenidas por Morazán en 1827 en Te- ta de la zona de Talamanca, Costa Ri- rez. En Margarita, está linda la mar gucigalpa, en 1828 en El Salvador y ca, encabezada por el cacique Pabrú Ramírez reconstruye la historia políti- 1829 en Guatemala hasta llegar a ju- Presbere, en el periodo comprendido ca nicaragüense de un modo crítico, nio de 1830, cuando fue designado entre 1700 y 17106. Para Ligia Bola- para lo cual alude a las raíces del do- Presidente del Gobierno de Centroa- ños (1994:61 y 66) minio y explotación de la sociedad, mérica, por nombramiento del Con-
  • 5. 8 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” greso Federal. En 1835 fue reelecto al le condenó a morir fusilado el 15 de curaba impulsar el cambio. Aquellos mismo cargo. A medida que Morazán setiembre de 1842. odiaban la lentitud de comprensión iba implantando su proyecto empezó con que los conservadores se oponían Desde 1824, fecha en que el Con- a apresurar el nacimiento ordenado a encontrarse con la oposición de los greso de Naciones proclamó la prime- del país. ¡Eramos entonces tan pobres grupos conservadores y de la Iglesia ra Constitución, el personaje vislum- en riqueza material y tan ricos en plei- Católica, y de ese modo se convirtió braba los grandes problemas que en tos y disensiones!”(Escoto,1992: 29- en el personaje más polémico de la el futuro enfrentaría Centroamérica: 30)12 época, cuyos opositores más radicales fueron el guatemalteco Rafael Carre- “Allí empezamos a conocer las La novela narra cómo el proyecto ras y el costarricense Braulio Carrillo, grandes divisiones que habrían de unionista del personaje Morazán, así quienes habían asumido formas dicta- marcar para siempre la vida de Cen- como su filosofía liberal, enfrentaron toriales para gobernar. En una prime- troamérica, allí vislumbramos la oscu- la oposición de los grupos conserva- ra instancia Morazán se interpuso ridad de los hondos abismos entre los dores. Morazán quería renovar la edu- triunfante y llegó a tener mucho res- criollos y mestizos, entre ciudades, en- cación, diversificar los cultos religio- paldo del pueblo, pero los intereses tre provincias y Guatemala, entre libe- sos, modernizar las leyes, mejorar y que Carreras y Carrillo representaban rales y conservadores. Estos se horro- aumentar la producción, fomentar la finalmente triunfaron y a Morazán se rizaban de la pujanza con que se pro- sana inmigración entre los países, for-
  • 6. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 9 talecer el sistema jurídico y construir ga la perspectiva pacificadora y pro- Chase en El Pavo Real y la Mariposa el Canal de Nicaragua, el cual se con- gresista del autor, la cual ha sido ca- (1996)18 exploran este periodo. Son vertiría en la principal ruta de navega- racterística de toda su obra y uno de novelas prolíficas en referencias a di- ción para el comercio13, pero fue acu- los principales rasgos de la realidad versos aspectos de la realidad y muy sado de traidor de los intereses nacio- centroamericana de los últimos años. representativas de la polémica entre nales y de afectar los valores y la mo- liberales y conservadores que se dio a Cabe señalar que otro hondureño, ral implementada por la Iglesia Cató- lo largo de todo el siglo. Al igual que Roberto Quesada, en su reciente no- lica. El general Morazán marcha a batallar vela Big banana (2000), y aunque no desde la muerte, Tiempo de fulgor re- El personaje no logra la unidad cen- es tema central de la obra, hace fre- construye los inicios de ese enfrenta- troamericana y, por el contrario, los cuentes alusiones a la figura de Fran- miento pues alude a la lucha entre los países se van separando de su proyec- cisco Morazán en el contexto cen- liberales de la ciudad de León y los to, lo cual da cabida al surgimiento de troamericano. Los personajes, desde conservadores de Granada, además se caudillos que representan los intere- la perspectiva de la época actual, mi- refiere concretamente a la guerra de ses de pequeños grupos, con lo que ran con melancolía el sueño de este 1824 en Nicaragua19. La novela trata aparece la fragmentación como un líder de convertir a Centroamérica en este tema entrelazado con una serie obstáculo central de su proyecto, y ya una sola nación, y el personaje Mi- de historias de amor, superstición y en 1839 Morazán sentía que la Fede- riam indica que podría incluir incluso realismo mágico20. ración había muerto en sus manos, no a Panamá y Belice16. Así como Mi- por su responsabilidad sino porque riam reconoce la grandeza de Mora- El Pavo Real y la Mariposa se cir- cada nación quería hacer lo suyo: zán, Leo, con vehemencia, resalta su cunscribe a la década que va de 1880 extraordinario aporte, según lo descri- a 1890 y enfatiza los años 1885-1888, “Creo que el pacto de las naciones be el narrador: en los cuales Bernardo Soto fue presi- hubiera podido sobrevivir con un po- dente de Costa Rica. Presenta, con co de decisión y las necesarias correc- “Leo disertó su gran pasión: ni el ironía, el escenario político costarri- ciones, pero cada pequeño pueblo, marxismo ni ninguna otra doctrina po- cense dominado por una lucha artifi- cada aldea, cada villorrio querían re- lítica podrían, para él, compararse con ciosa entre los liberales y los conser- partirse sus extenuados recursos y ha- el ideal de su compatriota más impor- vadores, ya que en el fondo, según el cer su propia voluntad”.(Ibid, p. 61)14 tante: Francisco Morazán. Morazán narrador, tienen los mismos intereses fue un revolucionario de la primera Julio Escoto en El general Morazán por el poder político y económico. mitad del siglo XIX, que intentó unir marcha a batallar desde la muerte re- Por un lado, aparecen los conservado- Centroamérica en una sola nación, sucita el proyecto político de Mora- res, sin perspectivas de futuro y por para hacerla grande y poderosa. zán, un icono del pasado, y lo trae al otro, los liberales que se autodefinen Combatió contra las dictaduras, peleó presente para que sea valorado a la como revolucionarios, pero el narra- con honor en varios países de Cen- luz de la nueva realidad, en la que se dor desentraña su comportamiento troamérica. Se adelantó al marxismo han intensificado las acciones por re- superficial y falso, como se lo explica socializando la medicina en tiempos cuperar la unión y la solidaridad entre el personaje Gerardo Matamoros a de guerra: vencidos y vencedores las naciones centroamericanas y se Félix Arcadio Montero al explicarle eran atendidos por igual. Tal como busca simultáneamente eliminar que los “liberales” de liberales solo Leo lo decía, no había duda de trans- aquellas formas localistas que redun- tienen el nombre y que son los mis- portarse inmediatamente desde Aque- dan en una vulnerabilidad de los paí- mos jóvenes que frecuentan las pros- duc Avenue del Bronx hasta alguna ses. titutas por las madrugadas21. Pero, en zona montañosa de Centroamérica términos más amplios, la polémica se para hacerle eco a Francisco Morazán Con esta novela Julio Escoto refle- produce en relación con la defensa de y combatir junto con él, ganar batallas xiona sobre la realidad histórica y po- los lemas constitución/democracia, a caballo y espada”.( Ibid, p. 125)17 lítica centroamericana, y su obra se hecha por los conservadores y orden- convierte así en una rica metáfora de Pero la situación histórica del siglo /progreso, representado por los libera- una sociedad conflictiva que no ha diecinueve no solo es tratada por Julio les22. Además de abordar las luchas cesado de buscar su identidad y su es- Escoto. También Sergio Ramírez en políticas, la obra examina también las tabilidad política15, a lo que se le agre- Tiempo de fulgor (1970) y Alfonso consecuencias políticas y culturales
  • 7. 10 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” derivadas de la exportación de café, historia, pues no dudan en rechazar dad y dinamismo, pero profundamen- principalmente la creación de un gus- “los enunciados institucionalizados te desgarradoras, el narrador revela el to por lo europeo frente a lo nacional, desde el Estado, la historia y la alta cuadro doloroso vivido por los habi- anticipa los problemas que aparece- cultura, tres escenarios que la época tantes: rán con la construcción del ferrocarril consideró invariablemente teatros propios de la ideología de la domina- “...son 250 campesinos que murie- a cargo de Minor Keith y teje una at- ción”26, en Centroamérica el trata- ron, niños, mujeres y ancianos, matan mósfera sarcástica sobre la rapacidad miento de lo político ha dado paso a a sus perros también porque el perro y la corrupción que desde esa época novelas sobre la dictadura, la violen- avisa que ellos del ejército vienen, en- se hacía evidente en los políticos, que cia, la guerra y la denuncia antiimpe- tonces lo que hacen es meterle tiros al solo pretendían sobresalir y aprove- rialista. Las novelas Bajo el almendro animal y entonces ya no laten los pe- charse de los recursos del estado23. y Días de ventisca, noches de huracán rros en los caseríos, y cuando encuen- La ficcionalización de la historia en de Julio Escoto, ficcionalizan el tema tran los ganaditos de la gente comien- la novela contemporánea centroame- de la guerra; ¿Te dio miedo la sangre? do su zacate, lo que hacen ellos es ricana no se limita a épocas alejadas de Sergio Ramírez y La mujer habita- matar las bestias, y entonces piden co- del presente, pues la historia del siglo da de Gioconda Belli, son una de las mida y agarran las mujeres y piden co- veinte, incluyendo la de los años in- mejores muestras de la novela de dic- mida, y después que comen hacen las mediatos atraviesa muchas de las pro- tadura; Cuzcatlán donde bate la mar matazones, y dicen que son los guerri- ducciones novelísticas24. Así, la re- del sur de Manlio Argueta y El esplen- lleros, pero no, son (ellos) el ejército vuelta campesina de 1932 en El Sal- dor de la pirámide de Mario Roberto los que llegan, agarran la gente y los vador está novelada de un modo muy Morales tratan principalmente los te- cuelgan arriba, en los árboles, y les particular en El asma de Leviatán de mas de la violencia y la guerra; Los quitan los brazos y las orejas, y les dan Roberto Armijo y Cuzcatlán, donde barcos de Roberto Quesada, Después en la cabeza y todo el pelo dejan ahí bate la mar del sur, de Manlio Argue- de las bombas de Arturo Arias27 y Ce- tirado, y por eso ya no le tienen con- ta y Pobrecito poeta que era yo de Ro- nizas en la memoria (1994) de Jorge fianza la gente en el ejército comienza que Dalton; el golpe militar de 1954 Medina (1948) profundizan en el an- a avanzar, salen de detrás de los vehí- en Guatemala en Los demonios salva- tiimperialismo y reconstruyen diver- culos, apoyados por el fuego de los jes; de Mario Roberto Morales y Des- sas facetas de la historia centroameri- helicópteros, que están suspendidos pués de las bombas de Arturo Arias; la cana. en el aire como los ojos de un loco- Revolución Sandinista en La mujer ha- ...”(Morales, Mario, 1986: 140)28 bitada, para citar hechos decisivos. En la novela El esplendor de la pirá- mide de Mario Roberto Morales, me- Cenizas en la memoria (1994)29, Estos autores efectúan un enfoque diante la incorporación de múltiples además de referirse al tema de la vio- amplio y recrean los enfrentamientos referencias históricas que otorgan al lencia, amplía la denuncia del impe- políticos e ideológicos, la guerra, la lector diversas posibilidades de diálo- rialismo norteamericano no solo co- violencia y las formas del imperialis- go con el contexto, se logra construir mo una forma de explotación econó- mo, los cuales revelan las situaciones una imagen descarnada de la socie- mica, sino como un atentado contra dramáticas que Centroamérica ha vi- dad guatemalteca, víctima de la vio- la dignidad de las personas y un ins- vido a lo largo del siglo XX, principal- lencia y la represión por parte de los trumento de dominio ideológico. Los mente a través de la revaloración de la regímenes militares y gobiernos que norteamericanos abusan de los traba- voz de aquellos grupos o sectores que únicamente pretenden afianzarse en jadores nacionales, que deben reba- han sido víctimas de las imposiciones el poder y evitar cualquier forma de jarse a realizar los trabajos más detes- del poder, como los campesinos, los subversión. La obra, desde un princi- tables si desean realmente conseguir obreros y los indígenas25. pio, denuncia la alianza entre los Es- empleo. Así por ejemplo, el persona- Al igual que en otros países hispa- tados Unidos y los gobiernos, y en for- je Carlos se encargaba de botar los ex- noamericanos donde autores como ma gradual e intensiva va describien- crementos de los militares: “Botaba Carpentier, Roa Bastos y García Már- do las masacres de que han sido obje- mierda en los campamentos militares quez, construyen sus obras en torno a to los campesinos e indígenas, así co- de los gringos” y Marcial, que ha vivi- temas de naturaleza política y desins- mo la destrucción y quema de sus ca- do en Estados Unidos varios años, le titucionalizan la visión oficial de la sas. Con imágenes llenas de plastici- expresa a Fausto su insatisfacción por
  • 8. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 11 el trato que recibe: “Casi todos nos ta a los caprichos del capital extranje- nas que necesita para comprender su miran como a su trasero, hasta las vie- ro, todo ello con las iridiscencias de mundo. jitas”30. El narrador adopta un tono traje de luces prestado, surge a cada sarcástico y no oculta su rechazo ro- paso en las pinceladas del escritor- Además de la ficcionalización de la tundo a los norteamericanos, pero .”(León Gómez, Alfredo, 1988)33 historia política y de las consecuen- tampoco deja de aludir a aquellos la- cias de esta en la sociedad, la novela Junto a esta denuncia antiimperia- centroamericana contemporánea tinoamericanos que fácilmente adop- lista, Roberto Quesada también se re- también se ha abocado al tratamiento tan formas de vida, costumbres y acti- fiere a la represión y a la guerra, cau- de las transformaciones sociales, bási- tudes que no responden a su idiosin- santes de la marginación histórica. camente aquellas relacionadas con el crasia y al desarrollo cultural de sus Muy sutilmente y con ironía, el narra- espacio urbano. Las obras El asma de países31. dor afirma: Leviatán de Roberto Armijo, Caperuci- Los barcos reconstruye la historia ta en la zona roja de Manlio Argueta, “Beti no debe perder su tiempo hondureña, mediante la denuncia de Los demonios salvajes de Mario Ro- pensando en la guerra, ya que es lo la explotación de que ha sido víctima berto Morales, Los peor (1995)37 de único que no se ha prohibido. Cual- el país, producto de la presencia de Fernando Contreras Castro, Diario de quiera puede pensar en la guerra, has- las compañías norteamericanas para ta el más tonto. Para pensar en la gue- una multitud de Carmen Naranjo, Un el cultivo de la piña. La novela es ri- rra la autoridad sí da boletas, montón, día en la vida de Manlio Argueta, Una ca en descripciones de la realidad por docenas o como se quiera. Beti función con móbiles y tentetiesos de hondureña como el paisaje, las cos- está aquí conmigo para pensar en lo Marcos Carías y Después del tango tumbres, la alegría y el carnaval, pero que fuera de este lugar no se puede: vienen los moros38 de Luis Alfredo la acusación a la piñera es aguda y el En la paz, en el escape, en la familia, Arango, recrean el modo cómo la narrador con frecuencia suministra en los vecinos, en el gobierno, en la transformación de la sociedad ha inci- datos que la van construyendo una Ley, en hacer, en conspirar, en la ma- dido en el desarrollo de las ciudades y imagen perversa de la Compañía, ya ñana, en el sol, en solidaridad, en que el mundo de La Ceiba, lugar don- a la vez, cómo estas llevan a un cam- compañero, en etcétera.” (Quesada, bio en la percepción del mundo de de se instala y puerto en apariencia Roberto, 1988: 209)34 próspero, no trae el añorado desarro- los personajes. Miseria, pobreza, llo para el país y pasa a ser uno de los En el marco de la narrativa hondu- prostitución, corrupción, violencia y tantos espacios o enclaves de los que reña, la novela Bajo el almendro de terror, son muchos de los nuevos as- se ha nutrido el imperialismo nortea- Julio Escoto presenta un planteamien- pectos que se agregan a la realidad, mericano. La pobreza y la soledad to para combatir la guerra y alcanzar así como el aumento de la burocracia son los resultados más tangibles y re- la paz35, además de atacar los proble- en los sectores medios. presentan el fracaso de los que han mas políticos que impiden lograr los creído hallar bonanza como trabaja- cambios requeridos para mejorar la dores, y aunque realicen huelgas, es- economía, la salud y la educación. tas fracasan porque la Compañía32 las En ella hay una fuerte crítica a la cla- maneja estratégicamente, viola los de- se dirigente que no promueve una rechos laborales y se asocia con el po- transformación integral del país y gas- der político. Alfredo León ha sido ex- ta en el ejército lo que los pobres ne- plícito al señalar las consecuencias de cesitan para vivir dignamente. La no- esta explotación y las connotaciones vela, al atacar el sistema dominante y que la obra adquiere: denunciar la miseria y mansedumbre del pueblo, cuestiona el poder y tras- “El movimiento de los barcos, la ciende, incluso, los códigos estéticos subcultura impuesta por las transna- y literarios, porque según Helen Uma- cionales, las festividades y los días de ña, Escoto no escribe por el puro pla- asueto, las angustias de las gentes, ese cer de imaginar situaciones más o me- pasar temporal que se ha vivido por nos novedosas36, sino para contribuir décadas en nuestra Costa Norte suje- con su pueblo, para abrirle las venta-
  • 9. 12 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” Esta serie de temas que trata la no- borrachan porque el guaro es un a resaltar aquellas posiciones ideoló- vela centroamericana contemporánea anestésico para el dolor; una ciudad gicas que subvierten las jerarquías, el se alejan de aquellos tópicos relacio- donde se intenta sustituir el amor por orden establecido y el poder domi- nados con el mundo rural y describen el burdel de las prostitutas en deca- nante, de tal forma que el lector, a las situaciones que enfrentan los suje- dencia; una ciudad recorrida por de- través de un proceso de decodifica- tos en el ámbito urbano39, lo cual lle- samparados que procuran sobrevivir, ción infiere que la historia centroame- va también a la incorporación de una como los pájaros; donde dominan los ricana se ha articulado con base en problemática psicológica y existencial medios masivos de comunicación que relaciones autoritarias y de exclusión. diferente. Para Ramón Luis Acevedo con su propaganda comercial hacen De ahí que la imagen de la realidad (1994: 129-130), al mismo tiempo más ostentoso el abismo que separa a edificada en el discurso literario que surge una novela política, se va los ricos de los pobres. La capital es apunta hacia la existencia de países desarrollando también, para los sectores medios, la sumergidos en profundas contradic- deshumanización del trabajo monóto- ciones y azotados por el predominio “Una nueva novelística que explora de un poder político carente de un no y burocrático; en contraste con la los conflictos sociales, psicológicos y proyecto de desarrollo sólido y cohe- libertad de los pájaros que pertenecen existenciales del habitante urbano de rente. a la provincia”42 los sectores medios y altos de la socie- dad. Aunque la circunstancia socio- Así como esta novela ahonda en el Por esta última situación señalada, política no está ausente de este tipo ambiente urbano de la ciudad de el desencanto ante la realidad se ha de narración, ocupa el primer plano la Guatemala, Una función con móbiles convertido, quizá, en el principal eje dimensión individual, los conflictos ín- y tentetiesos de Marcos Carías edifica articulador de la actual narrativa. timos, de los personajes”40 Obras como El asco (1997) de Hora- una imagen plural de la ciudad de Te- cio Castellanos, Managua, Salsa City Estas novelas, además de tratar gucigalpa, dominada por la presencia ¡Devórame otra vez!(2001) de Franz otros temas, llevan al plano ficticio las de múltiples voces y espacios que Galich y Sombras, nada más (2002) consecuencias del proceso de urbani- aparecen yuxtapuestos, conformando de Sergio Ramírez, entre otras, lo ex- zación, no solo en Centroamérica si- un mosaico social y cultural, caracte- presan magistralmente pues permiten no también en Hispanoamérica, co- rizado por el tratamiento de temas tan una reflexión profunda sobre la histo- mo lo ha afirmado Luz Ivette Martínez variados como la muerte, el fútbol, la ria centroamericana reciente, sobre al estudiar la obra narrativa de Car- belleza, la vida política, el sexo, las todo en relación con el poder y la re- men Naranjo41. Merece la pena desta- huelgas, el trabajo, la religión, la ni- volución. car también la novela Después del ñez y la represión, y por la conse- cuente aparición de personajes muy Sombras nada más escudriña, a tango vienen los moros de Luis Alfre- complejos y de distintas facetas43. partir de la configuración de persona- do Arango, ya que el autor logra rela- jes complejos, la forma como se ha cionar las transformaciones sociales y manifestado el poder en Nicaragua. urbanas experimentadas en Guatema- 3. A MANERA DE CIERRE: Sin reducirse a esquematismos ideo- la, con la barbarie y el crimen. La lógicos y juegos maniqueos, focaliza EL DESENCANTO ANTE obra presenta la ciudad como el nú- la atención en Alirio Martinica, un cleo de la opresión social, política y LA HISTORIA RECIENTE hombre que se convirtió en la mano económica, pues en ella conviven las derecha del dictador Somoza y fue so- Hemos visto que la novela centroa- mujeres trabajadoras, niños que habi- metido a un juicio popular por los mericana ha explorado el tema histó- tan en los cajones, borrachos y prosti- sandinistas. La obra subraya lo para- rico de diversos modos y compren- tutas; todos ellos arropados por la su- dójico del poder y el mundo sombrío diendo las principales etapas o perio- ciedad, el hedor y el desamparo. En en que se desenvuelven los actores, dos que van desde la conquista hasta palabras de Ramón Luis Aceve- cuyo destino final es el fracaso y la épocas más recientes. Incluso, algu- do(1991: 148-149) , en esta novela: muerte, más allá del poder que se po- nas obras se plantean una revalora- sea y del grupo político o ideológico “La ciudad es un mundo de pobre- ción del mundo precolombino como al cual se pertenezca. za triste, de casas de cartón e indigen- símbolo de identidad cultural. Gene- cia sucia; una ciudad de cantinas po- ralmente, los autores plantean una vi- Esta novela de Ramírez también bres donde los desheredados se em- sión de la realidad compleja y tienden alude en varios fragmentos al tema de
  • 10. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 13 la revolución y perfila una posición 2 La ficcionalización de la historia es una origen de la dictadura y el poder abso- muy crítica, con lo cual plantea un de la principales características de la luto en Nicaragua se remonta a los tiem- primer enjuiciamiento al sandinismo novela centroamericana contemporá- pos de la conquista, con la figura de Pe- como ideología y grupo político. Pero nea, pero no es la única. Para un pano- dro Arias Dávila, quien en 1527 fue rama más completo, consúltese Vargas, nombrado gobernador de Nicaragua. en Managua Salsa City ¡Devórame José Á. 2001. Novela centroamericana otra vez! Galich se convierte en un contemporánea: la obra de Sergio Ra- 10 Belli, Gioconda (1988): La mujer habi- agudo narrador que con un tono radi- tada, op. cit., p. 219. También Belli en mírez Mercado. Salamanca: Universi- cal muestra el desencanto absoluto esta novela proyecta una imagen com- dad de Salamanca. ante las diferentes manifestaciones pleja del periodo colonial en Nicara- 3 Tatiana Lobo nació en Chile, pero desde gua, y rescata el papel rebelde y subver- del poder. La realidad es concebida 1967 se ha integrado plenamente a la sivo de la mujer. como un infierno donde se experi- vida cultural y literaria costarricense. mentan las peores desgracias y se ha Además de esta novela, ha escrito otras 11 Francisco Morazán (1792-1842) fue un dejado de creer en los proyectos del político hondureño que se destacó por dos: Calypso (1996) y El año del labe- pasado: sus luchas en pro de la Federación Cen- rinto (2000). troamericana. Ocupó la presidencia de “...aquí en el infierno, digo Mana- 4 Sánchez, José León: Campanas para lla- Honduras de 1824 a 1827 y la de la Fe- gua, todo sigue igual: los cipotes pide- mar al viento, México, Grijalbo, 1989, deración Centroamericana de 1835 a rreales y huelepegas, los cochones y pp. 475-476. 1839. Murió fusilado en Costa Rica, al las putas, los chivos y los políticos, los fracasar sus nuevos intentos por rehacer 5 Ibid., p. 533. La obra recoge las contra- la Federación Centroamericana. ladrones y los policías (que son lo mis- dicciones del proceso de colonización mo que los políticos, sean sandináis o y reivindica la perspectiva indígena al 12 Escoto, Julio: El general Morazán mar- liberáis o conservaduráis, cristianáis o cuestionar una visión oficial que tiende cha a batallar desde la muerte, San Pe- cualquiermierdáis, jueputas socios del a exaltar la conquista como una gesta dro Sula, Honduras, Centro Editorial, Diablo porque son la misma chocha- heroica y gloriosa de los españoles. 1992, pp. 29-30. Esta falta de unidad en da” (Galich, 2001: 10). lo social, político y económico, denun- 6 En un artículo de prensa, Alberto Cañas ciada en la novela, así como el predo- Con la misma contundencia que indica que la obra presenta un friso his- minio de los intereses particulares de Galich y con un tono derrotista, Hora- tórico de la provincia de Cartago a co- cada nación ha sido una constante en mienzos del siglo XVIII. Véase: Cañas, la historia centroamericana hasta nues- cio Castellanos en El asco ficcionaliza Alberto: “Chisporroteos”, en La Repú- tros días y todavía prevalecen, de ahí el la realidad centroamericana de pos- blica, San José, Costa Rica, 26 de enero sentido de actualidad que cobra la no- guerra, negando las utopías del pasa- de 1993. vela. do y deconstruyendo los principales símbolos de identidad tales como la 7 Bolaños, Ligia: Asalto al paraíso: ¿Asalto 13 Ibid, p. 42. Recuérdese que el tema de familia, la patria e incluso la misma a la oficialidad?, en Exégesis, Año 7, la construcción del Canal de Nicaragua núm. 19, 1994, pp. 61 y 66. Bolaños in- ha sido abordado ampliamente por Li- historia que ha sido manipulada y dica, además, que Asalto al paraíso re- zandro Chávez Alfaro en Trágame tie- presentada desde la perspectiva de un presenta un asalto a la oficialidad en la rra. claro dominio de los grupos afianza- medida que desmitifica la idea de que dos en el poder. la colonización en Costa Rica fue un 14 Ibid, p. 61. La novela se constituye en hecho pacífico. una interpelación a las naciones cen- troamericanas para que reflexionen so- NOTAS 8 El personaje Pedro Albarán cuenta que bre las consecuencias derivadas del in- fue educado en Burgos con rigor, pero dividualismo, hecho que en la actuali- 1 Nótese que las afirmaciones de Ligia Bo- en las nuevas tierras se declara incom- dad las continúa afectando, ya que im- laños no se refieren únicamente a la li- petente para regir a los mestizos crio- portantes proyectos de integración so- teratura, sino también a otras prácticas llos, que están llenos de picardía. Véa- cial, económica y política como el Mer- significantes o producciones culturales. se: Lobo, Tatiana: Asalto al paraíso, Edi- cado Común Centroamericano, el Siste- Véase: Bolaños, Ligia: “Discurso histó- torial de la Universidad de Costa Rica, ma de Integración Centroamericana y rico e historiografía literaria: ¿Una alter- 1992, p. 39. el Parlamento Centroamericano, aún no nativa de construcción de un discurso han alcanzado el desarrollo esperado. explicativo de las producciones cultura- 9 Ramírez, Sergio: Margarita, está linda la les en América Central”, en Káñina, vol. mar, Madrid, Alfaguara, 1998, p. 68. En 15 Para Julio Escoto la búsqueda de iden- XII, núm. 1, 1988, p. 178. esta obra se construye la idea de que el tidad es un factor esencial de la novela
  • 11. 14 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” centroamericana contemporánea y evi- posa, San José, Costa Rica, Editorial Austin, University of Texas Press (1990); dentemente, hondureña. Véase: Escoto, Costa Rica, 1996, pp. 90-95. Trejos, Elizabeth: “Me llamo Rigoberta Julio: “La narrativa hondureña”, en Tra- Menchú y así me nació la conciencia: galuz, año 1, núm. 8, 1986, p.14. 22 La polémica llegó a tal grado que el un texto de literatura testimonial” presidente Bernardo Soto decidió entre- (1992); Sklodowska, Elsbieta: Testimo- 16 Quesada, Roberto: Big banana, Barce- gar la presidencia a Ascención Esquivel, nio hispanoamericano (1992); Raqui- lona, Seix Barral, 2000, pp. 43-44. Re- hombre poco conocido y que no gene- del, Danielle: “Opresión, discrimina- cuérdese que históricamente Panamá y raba problemas. Véase: Ibid., p. 176. ción y conciencia en la experiencia de Belice no han pertenecido a Centroa- Rigoberta Menchú”, en Aa. Vv.: La lite- 23 El personaje Félix Arcadio Montero de- mérica. ratura centroamericana. Visiones y revi- nuncia los robos millonarios del presi- 17 Ibid., p. 125. Aunque tanto Julio Esco- dente Guardia; Ricardo Jiménez califica siones (1994); Román Lagunas, Vicki: a Costa Rica como un país de figurines Una reflexión sobre el género testimo- to como Roberto Quesada recuperan el y Manuelita, más radicalmente, lo lla- nio: el caso de Rigoberta Menchú”, en ideal de Morazán, en el primero se pre- ma país de cuervos. Ibid., pp. 62, 69 y Aa. Vv.: La literatura centroamericana. senta al personaje de una forma com- 72. Visiones y revisiones (1994); Zimmer- pleja, envuelto en unas circunstancias man, Marc: Litterature and Resistance históricas muy conflictivas, mientras 24 La historia centroamericana de las últi- in Guatemala (Vol. 2, 1995); Ochando que en el segundo predomina un tono mas décadas también ha sido abordada Aymerich, Carmen: La memoria en el de exaltación. por el género testimonio, ya que se es- espejo. Aproximación a la escritura tes- 18 Alfonso Chase también ha escrito las criben obras que revelan el drama ex- timonial (1998) y Pérez López, Mª. Án- novelas Los juegos furtivos (1967) y Las perimentado por los grupos excluidos geles: Escritura y revolución en Omar puertas de la noche (1974). del poder, entre las que sobresalen: Cabezas y Ernesto Cardenal (2000, mi- Hombre del Caribe (1977) de Sergio meografiado). 19 Cohen, Henry: “Tiempo de fulgor: Ser- Ramírez Mercado, Los días de la selva gio Ramírez’s historia privada de León”, (1980) de Mario Payeras, La montaña es 25 Esta ficcionalización de la historia de- en Confluencia. Revista Hispánica de una inmensa estepa verde (1982) de muestra también la fuerte relación dia- Cultura y Literatura, vol. 6, núm. 2, Omar Cabezas, Me llamo Rigoberta léctica que ha existido entre la literatu- 1991, p. 59. Esta confrontación entre Menchú y así me nació la conciencia ra y la realidad política en Centroamé- liberales y conservadores puede extra- (1983) de Elizabeth Burgos Debray, rica, lo cual hace que los autores cons- polarse al eje progreso/estatismo que Canción de amor para todos los hom- truyan en sus prácticas discursivas di- articula la novela, donde liberales par- bres (1988) de Omar Cabezas y La mar- versas imágenes reveladoras de la ten de una concepción dinámica de la ca del zorro (1989), también de Sergio complejidad histórica de la región. Véa- realidad, mientras que los conservado- Ramírez Mercado. El enfoque de la se: Beverly, John y Zimmerman, Marc: res prefieren mantenerse anclados en la realidad que se aprecia en ellas está Litterature and politics in the Central tradición. También Jorge Eduardo Are- mediatizado por la denuncia American Revolutions, op. cit., p. XIII. llano (Nicaragua, 1946) en su novela y el compromiso ideoló- 26 Mudrovcic encuentra que Timbucos y calandracas (1982) ficcio- gico, así como por esta posición de los au- naliza la historia nicaragüense a la luz la elaboración tores obedece al de esta oposición, y llama timbucos a de un discurso predominio de rela- los conservadores y calandracas a los li- que pretende ser ciones de exclusión berales. científico y verdade- (social, política, econó- ro, con lo cual se esta- 20 La presencia de elementos del realismo blece una clara diferencia mágico ha llevado a Henry Cohen a estética con el género nove- sostener que el universo creado por Ser- lístico. Para una mayor com- gio Ramírez en esta novela ha sido su- prensión del género testimo- gerido por Cien años de soledad de Ga- nio y de su desarrollo en briel García Márquez. Ibid., p. 49. Centroamérica, consúl- Comparto la opinión de Cohen, pero tense: Beverly, John y considero que las particularidades del Zimmerman, Marc: contexto en el que se produce la nove- Litterature and la, así como la intencionalidad del au- politics in tor, le confieren una especificidad muy the Central propia. American Revolutions, 21 Chase, Alfonso: El Pavo Real y la Mari-
  • 12. Revista Comunicación. Volumen 13, año 25, No. 1, enero-julio 2004 (pp. 5-16) 15 mica, ideológica) que se acentuó en Mamita Yunai (1941) y principalmente propuesta de paz en la novelística de Hispanoamérica en la década de los se- por Miguel Ángel Asturias, quien en su Julio Escoto”, en Ensayos sobre literatu- tenta. Véase: Mudrovcic, María Euge- trilogía bananera, compuesta por Vien- ra hondureña, Tegucigalpa, Guaymu- nia: “En busca de dos décadas perdi- to fuerte (1949), El papa verde (1954) y ras, 1992, p. 226. das: la novela latinoamericana de los Los ojos de los enterrados (1960), de- años 70 y 80”, en Revista Iberoameri- nuncia el sometimiento de Guatemala y 37 Novela del costarricense Fernando cana, vol. LIX, núms. 164-165 (1993), de los países hispanoamericanos al po- Contreras Castro (1963). Este autor p. 449. der político y económico de los Estados también ha escrito Única mirando al Unidos. mar (1993) y El tibio recinto de la oscu- 27 Arturo Arias es autor, además, de las ridad (2000). novelas Itzam Na (1981) y Los caminos 33 León Gómez, Alfredo: “La novela ‘Los de Praxil (1990). 38 Luis Alfredo Arango (1935) ha publica- barcos’ de Roberto Quesada”, en Tiem- do además el libro de cuentos Lola, dor- po, Honduras, 12 de mayo de 1988. 28 Morales, Mario Roberto: El esplendor mida (1983). Los barcos recuerda la novela Cien años de la pirámide, San José, Costa Rica, de soledad (1967) de García Márquez, 39 Alfonso Chase en 1975 señaló esta EDUCA, 1986, p. 140. Este tipo de des- donde también se narra el falso espejis- nueva orientación de la novela costarri- cripciones hace que la novela sea uno mo de prosperidad que la compañía cense y por lo tanto, centroamericana. de los textos centroamericanos que me- bananera generó en Macondo. Véase: Chase, Alfonso: Narrativa con- jor expresan metafóricamente el tema de la violencia y la represión. temporánea de Costa Rica, Tomo I, San 34 Quesada, Roberto: Los barcos, Teguci- José, Costa Rica, Ministerio de Juven- galpa, Honduras, Baktun Editorial, 29 Jorge Medina también ha escrito el li- tud, Cultura y Deportes, 1975, pp. 114- 1988, p. 209. La novela es enfática en bro de cuentos Pudimos haber llegado 115. el poder represivo del Gobierno, el más lejos (1989). cual, paradójicamente promueve la 40 Ramón Luis Acevedo cita a Yolanda 30 Véase: Medina, Jorge: Cenizas en la violencia y la guerra. Oreamuno como la narradora que ini- memoria, Tegucigalpa, Honduras, Edi- ció este tipo de novela. Véase: Aceve- 35 El tema de la paz ha sido objeto de re- torial Guaymuras, 1994, pp. 30 y 135. do, Ramón Luis: “Orígenes de la nueva flexión por parte de los novelistas cen- La novela descubre el espíritu prepo- novela centroamericana”, loc. cit., pp. troamericanos que mantienen su com- tente y de superioridad que caracteriza 129-130. promiso con la sociedad y creen que su a los estadounidenses que, al margen aporte resulta básico para lograr una 41 Según Luis Ivethe Martínez, desde la de su condición social y económica, transformación social. En 1986, Julio década de los sesenta, época de gran- explotan y maltratan a los latinoameri- Valle Castillo, novelista nicaragüense, des transformaciones en Hispanoaméri- canos. subrayó la importancia de la creación ca y Centroamérica, la ciudad pasa a 31 El narrador plantea su crítica a los cen- de una obra literaria coherente con es- ser un espacio de encuentro y conflicto troamericanos que son absorbidos por te compromiso y aludió a la necesidad dentro de la novela. En esta década se la cultura norteamericana, al afirmar de realizar un trabajo solidario con los empiezan a gestar la obras de Carmen “No sé cómo hay gusanos que se olvi- pobres, indios y campesinos, según él, Naranjo, autora de las novelas Los pe- dan de su idioma, de su origen y de su los dueños de los países centroamerica- rros no ladraron (1966), Memorias de religión y se hacen comedores de ‘ham- nos. Véase el artículo “Los escritores un hombre palabra (1968), Camino a borgas’ y american citizen”. Ibid., p. centroamericanos y la paz”, publicado mediodía (1968), Responso por el niño 135. en Tragaluz, Año II, núm. 15, 1986, p. Juan Manuel (1971), Diario de una mul- 29. titud (1974), Sobrepunto (1985), El caso 32 En cuanto al planteamiento hecho por 117.720 (1989). Para Martínez, la na- el narrador en relación con los Estados 36 En palabras de Helen Umaña, Bajo el rrativa de Carmen Naranjo se nutre de Unidos, Los barcos tiene como antece- almendro es “...literatura que enseña a “la observación insistente e inmediata dente la novela antiimperialista inicia- vivir, que busca conducirnos a una re- del comportamiento social del ser hu- da en Centroamérica por el guatemalte- flexión sobre el engranaje social exis- mano, al tiempo que examina las trans- co Máximo Soto Hall que publicó en tente en nuestro país, que abre ventanas formaciones, que desde mediados de 1899 la obra El problema y desarrolla- para entender mejor nuestro mundo. Es siglo experimenta la sociedad costarri- da posteriormente por autores como tal y como necesitamos que sea nuestra cense”. Véase: Martínez, Luz Ivethe: Carlos Gagini en El árbol enfermo literatura: lugar de encuentro, de pro- “Carmen Naranjo o las voces solitarias (1918) y La caída del águila (1920), Ra- blematización, de dilucidación. En de la multitud”, en Centroamericana, fael Arévalo Martínez en La oficina de otras palabras, literatura de transforma- núm. 2, 1991, pp. 56 y 60. paz en Orolandia, novela del imperialis- ción, literatura para ‘ganar la guerra de mo yanqui (1925), Carlos Luis Fallas en la paz´”. Véase: “Umaña, Helen: “Una 42 Acevedo, Ramón Luis: Los senderos del
  • 13. 16 “Novela Centroamericana Contemporánea y Ficcionalización de la Historia” volcán, Guatemala, Editorial Universi- Chase, Alfonso. 1975. Narrativa contem- taria, 1991, pp. 148-149. En la novela, poránea de Costa Rica, Tomo I, San Jo- la ciudad se describe el siguiente mo- sé, Costa Rica, Ministerio de Juventud, do: “Ciudad de cucuruchos, judiciales, Cultura y Deportes. guardaespaldas y bolitos en las últimas. De mujeres afanadas por el pan de ca- Cohen, Henry. 1991. “Tiempo de fulgor: da día; mujeres con canastas balan- Sergio Ramírez’s historia privada de ceándose sobre sus cabezas; mujeres León”, en Confluencia. Revista Hispáni- asoleándose en las plazas; muchachitos ca de Cultura y Literatura, vol. 6, núm. arropados en cajones —nacer, crecer, 2, pp. 45-59. vivir en un cajón ¡y terminar en otro!. Liano, Dante. 1997. Visión crítica de la li- Palomas que se visten de andrajos. teratura guatemalteca, Guatemala, Edi- Tiendecitas de artesanías, ahora en ple- torial Universitaria. na decadencia, sobre fauces de tragan- tes malolientes; tragantes atascados de Menton, Seymour. 1993. Nueva novela basura; aceras cochambrosas, paredes histórica. México, Fondo de Cultura orinadas, periódicos con cacas y millo- Económica. nes de bolsitas de nailon arrastrándose en las calles, hojarasca pertinaz e in- Mudrovcic, María Eugenia. 1993. “En bus- destructible”. Véase: Arango, Luis Alfre- ca de dos décadas perdidas: la novela do: Después del tango vienen los mo- latinoamericana de los años 70 y 80”, ros, Guatemala, Editorial RIN-78, 1988, en Revista Iberoamericana, vol. LIX, pp. 49-50. En contraposición con el núms. 164-165, pp. 445-468. mundo degradado de la ciudad, la obra presenta el espacio rural y provinciano, Umaña, Helen. 1992. “Una propuesta de como símbolo de libertad y pureza. paz en la novelística de Julio Escoto”, en Ensayos sobre literatura hondureña, 43 El entrecruzamiento de distintos temas Tegucigalpa, Guaymuras, pp. 219-226. y personajes plantea dificultades de lec- tura, pero a la vez revela el grado de ex- Urbina, Nicasio. 1995. Estructura de la perimentación con el género novelesco novela nicaragüense, Managua, Ananá hecho por el autor. Véase: Umaña, He- ediciones centroamericanas. len: “El afán totalizador en Una función Vargas, José Á. 2001. Novela centroameri- con móbiles y tentetiesos”, en Traga- cana contemporánea: la obra de Sergio luz, Año I, núm. 4, 1985, p. 21. Ramírez Mercado. Salamanca: Univer- sidad de Salamanca. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Acevedo, Ramón L. 1994. “Orígenes de la nueva novela centroamericana”, en La Torre, vol. VIII, núm. 9, pp. 115-148. Arias, Arturo. 1998. Gestos ceremoniales, Guatemala, Artemis-Edinter. Beverly, John y Zimmerman, Marc. 1990. Litterature and politics in the Central American Revolutions. Austin: Univer- sity of Texas Press. Bolaños, Ligia. 1988. “Discurso histórico e historiografía literaria: ¿Una alternati- va de construcción de un discurso ex- plicativo de las producciones culturales en América Central”, en Káñina, vol. XII, núm. 1, pp. 177-184.